"Yo siempre había dado vueltas a la cuestión de si tenía o no vocación al sacerdocio. La única razón por la que estoy aquí como seminarista es la misericordia de Dios. Cuando entras en el proceso de discernimiento se iluminan todas tus debilidades, así que solo por la misericordia de Dios está alguien cualificado para servirle como sacerdote"
