* «De ahí arrancó todo. Lo fui a confrontar con el obispo y él me dio su visto bueno y me dijo que caminaba conmigo. Dejé la casa de mis padres, dejé el trabajo y alquilé una pequeña casa en Petrópolis y me fui a vivir con Aleixandre, el que el primer día me preguntó si quería ser su padre, y también con Marcelo y Miguel. Ellos fueron los tres primeros. Y desde el inicio tuve amigos que me ayudaron, porque desde entonces vivimos en pobreza voluntaria y de la providencia y nunca nos ha faltado de nada. Hasta de vez en cuando viajamos a los mejores hospitales de Europa para que intenten mejorar la vida de algunos de mis hijos…. Jan es anencéfalo. Tiene 9 años y no tiene cerebro. Lo adopté recién nacido y lo médicos me dijeron que moriría en 2 meses. Solo tiene agua en el cerebro. Sorprendentemente ha ganado con el tiempo ha ganado sensibilidad en el oído y reacciona a la presencia de las personas que aprecia. Su madre tomó píldoras anti-abortivas. Veinte veces más de las necesarias para abortar. Parió en el hospital y no quiso ni cogerlo en brazos. Dijo que era un trozo de carne y que lo sacaran de su vista. Una doctora me vio por televisión y me llamó. Fui. Me lo dio y lo abracé. Dijeron que no tardaría en morir, pero sigue vivo, y la medicina no es capaz de explicarlo»
No hay comentarios:
Publicar un comentario