* «La llamada se descubre muy poco a poco. Si te dejas hacer por Dios tu vida cambia. Yo lo dejé hacer y cada día palpo aquí, en la fraternidad, que Dios me quiere así, tal y como soy, que no necesita nada de mí, solo que esté con Él… Dios me ha acogido por amor, pues así él lo ha querido, y me ha traído a esta forma de vida de Hermanas Pobres de Santa Clara de Asís y yo me siento súper afortunada»
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