21 de agosto de 2023.- (Camino Católico) Homilía del P. Pedro Luis López García y lecturas de la Santa Misa de hoy, lunes de la 20ª semana de Tiempo Ordinario, San Pío X, papa, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Mateo 19, 16-22:
En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?»
Jesús le contestó:
«¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos».
Él le preguntó:
«¿Cuáles?».
Jesús le contestó:
«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo».
El joven le dijo:
«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?».
Jesús le contestó:
«Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo- y luego ven y sígueme».
Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico.
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «Sigo con preocupación lo que está sucediendo en Níger. Me uno al llamamiento de los obispos en favor de la paz en el país y de la estabilidad en la región del Sahel. Acompaño con la oración los esfuerzos de la comunidad internacional para encontrar lo antes posible una solución pacífica por el bien de todos. Recemos por el querido pueblo nigeriano. E invoquemos la paz también para todas las poblaciones heridas por guerras y violencias, especialmente recemos por Ucrania, que sufre desde hace tanto tiempo»
Evangelio: San Mateo 15, 21-28:
En aquel tiempo, Jesús salió y se retiró a la región de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:
«Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo».
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle
«Atiéndela, que viene detrás gritando».
Él les contestó:
«Sólo he sido enviado a las ovejas descarriadas de Israel».
Ella se acercó y se postró ante él diciendo:
«Señor, ayúdame».
Él le contestó:
«No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos».
Pero ella repuso:
«Tienes razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos».
Jesús le respondió:
«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas».
En aquel momento quedó curada su hija.
* «En Dios, la falta de escucha es ya una manera de atender. Retrasando su escucha, Dios hace que nuestro deseo crezca, que el objeto de nuestra oración se leve; que de lo material pasemos a lo espiritual, de lo temporal a lo eterno, de los pequeño a lo grande. De este modo, puede darnos mucho más de lo que le habíamos pedido en un primer momento. Con frecuencia, cuando nos ponemos en oración, nos parecemos a ese campesino del que habla un antiguo autor espiritual. Ha recibido la noticia de que será recibido en persona por el rey. Es la oportunidad de su vida: podrá presentarle con sus mismas palabras su petición, pedirle lo que quiere, seguro de que le será concedido. Llega el día, y el buen hombre, emocionadísimo, llega ante la presencia del rey y, ¿qué le pide? ¡Un quintal de estiércol para sus campos! Era lo máximo en que había logrado pensar. A veces nosotros nos comportamos con Dios de la misma manera. Lo que le pedimos comparado a lo que podríamos pedirle no es más que un quintal de estiércol, nimiedades que sirven de muy poco, es más, que a veces incluso pueden volverse contra nosotros»
Video de Vatican News en el que Caleb cuenta su testimonio ante el Papa en el Vía Crucis de la JMJ, como parte de la meditación de la novena estación, cuando Jesús cae por tercera vez
* «Comencé a investigar sobre la Iglesia Primitiva tanto en recursos bíblicos como históricos. En resumen, fue el mensaje de Juan 6, Jesús en la Eucaristía, quién me llevó a casa en plena comunión con la Iglesia Católica. Reflexionando comprendí que la herida paterna que tuve me causó una crisis de identidad, pero después de abrazar la identidad que mi Padre Celestial me dio, las heridas finalmente comenzaron a sanar. Después de probar todo lo que este mundo tiene para ofrecer, Jesús es verdaderamente el único que me ha satisfecho»
Evangelio: San Mateo 19, 13-15:
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban.
Jesús dijo:
«Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos».
Les impuso las manos y se marchó de allí.