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domingo, 22 de junio de 2025

Papa León XIV en el Ángelus, 22-6-2025: «En la Eucaristía, el Señor acoge, santifica y bendice el pan, el vino y la ofrenda de nuestra vida, y los transforma en el Cuerpo de Cristo»

* «Dios se une a nosotros acogiendo con alegría lo que le presentamos y nos invita a unirnos a Él recibiendo y compartiendo con igual alegría su don de amor. De este modo —dice san Agustín—, como el ‘conjunto de muchos granos se ha transformado en un solo pan, así en la concordia de la caridad se forma un solo cuerpo de Cristo’» 

   

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto. Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en una vorágine irreparable. No existen conflictos ‘lejanos’ cuando está en juego la dignidad humana. La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado. ¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!» 

22 de junio de 2025.- (Camino Católico)  “En la Eucaristía, entre nosotros y Dios, sucede precisamente esto, el Señor acoge, santifica y bendice el pan y el vino que ponemos en el altar, junto con la ofrenda de nuestra vida, y los transforma en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sacrificio de amor para la salvación del mundo”. Lo ha dicho el Papa León XIV en la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, al presidir el rezo mariano del Ángelus desde la Plaza de San Pedro, ante miles de fieles y peregrinos. 

En su alocución previa al rezo, el Pontífice ha reflexionado sobre el Evangelio de hoy, profundizando en el significado del milagro de la multiplicación de los panes y los peces, relatado San Lucas (9,11-17), y sobre el momento  de la Eucaristía y ha subrayado que los dones de Dios, incluso los más pequeños, crecen cuanto más se comparten.

En sus saludos después del rezo mariano del Ángelus, el Papa León XIV hizo un apremiante llamamiento a la paz: que el grito de la humanidad no sea sofocado por las armas, clamó y lanzó un urgente llamado a la comunidad internacional para que se ponga fin a los conflictos en Medio Oriente, con especial preocupación por la situación en Irán, Israel y Palestina. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente: 

SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO

PAPA LEÓN XIV

ÁNGELUS

Plaza de San Pedro

Domingo, 22 de junio de 2025

Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!


Hoy, en muchos países, se celebra la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Corpus Domini, y el Evangelio narra el milagro de los panes y los peces (cf. Lc 9,11-17).


Para dar de comer a las miles de personas que acudieron a escucharlo y a pedirle curación, Jesús invita a los Apóstoles a que le presenten lo poco que tienen, bendice los panes y los peces y les ordena que los distribuyan entre todos. El resultado es sorprendente, no sólo cada uno recibe comida suficiente, sino que sobra en abundancia (cf. Lc 9,17).


El milagro, más allá del prodigio, es un “signo” y nos recuerda que los dones de Dios, incluso los más pequeños, crecen cuanto más se comparten.


Sin embargo, al leer todo esto en el día del Corpus Domini, reflexionamos sobre una realidad aún más profunda. Sabemos, en efecto, que en la raíz de todo compartir humano hay uno más grande que lo precede: el de Dios hacia nosotros. Él, el Creador, que nos dio la vida, para salvarnos pidió a una de sus criaturas que fuera su Madre, para asumir un cuerpo frágil, limitado, mortal, como el nuestro, poniéndose en sus manos como un niño. Así compartió hasta sus últimas consecuencias nuestra pobreza, eligiendo valerse, para redimirnos, precisamente de lo poco que podíamos ofrecerle (cf. Nicolás Cabásilas, La vida en Cristo, IV, 3).


Pensemos en lo bonito que es, cuando hacemos un regalo —quizás pequeño, acorde con nuestras posibilidades— ver que es apreciado por quien lo recibe; lo contentos que nos sentimos cuando comprobamos que, a pesar de su sencillez, ese regalo nos une aún más a quienes amamos. Pues bien, en la Eucaristía, entre nosotros y Dios, sucede precisamente esto, el Señor acoge, santifica y bendice el pan y el vino que ponemos en el altar, junto con la ofrenda de nuestra vida, y los transforma en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sacrificio de amor para la salvación del mundo. Dios se une a nosotros acogiendo con alegría lo que le presentamos y nos invita a unirnos a Él recibiendo y compartiendo con igual alegría su don de amor. De este modo —dice san Agustín—, como el “conjunto de muchos granos se ha transformado en un solo pan, así en la concordia de la caridad se forma un solo cuerpo de Cristo” (cf. Sermón 229/A, 2).


Queridos hermanos, esta noche haremos la Procesión Eucarística. Celebraremos juntos la Santa Misa y luego nos pondremos en camino, llevando el Santísimo Sacramento por las calles de nuestra ciudad. Cantaremos, rezaremos y, finalmente, nos reuniremos en la Basílica de Santa María la Mayor para implorar la bendición del Señor sobre nuestros hogares, nuestras familias y toda la humanidad. Partiendo desde el altar y el sagrario, que esta celebración sea un signo luminoso de nuestro compromiso de ser cada día portadores de comunión y paz los unos para los otros, en el compartir y en la caridad.



Oración del Ángelus:                         


Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…


Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…


Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…


Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.


Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.


Amen.


Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…


Benedictio Apostolica seu Papalis


Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.


Amen.


Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:


Queridos hermanos y hermanas:


Continúan llegando noticias alarmantes desde Oriente Medio, sobre todo desde Irán. En este escenario dramático, que incluye a Israel y Palestina, corre el riesgo de caer en el olvido el sufrimiento diario de la población, especialmente de Gaza y los demás territorios, donde la necesidad de una ayuda humanitaria adecuada es cada vez más urgente.


Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto. Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en una vorágine irreparable. No existen conflictos “lejanos” cuando está en juego la dignidad humana.


La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado.


¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!



Saludo a todos ustedes, romanos y peregrinos. Me complace saludar a los Parlamentarios y a los Alcaldes aquí presentes con ocasión del Jubileo de los Gobernantes y de los Administradores.


Saludo particularmente a los fieles de Bogotá y Samupués, Colombia; también a aquellos venidos de Polonia, en especial a los alumnos y profesores de un Instituto técnico de Cracovia; a la banda musical de Strengberg, Austria, a los fieles de Hannover, Alemania; a los jóvenes de Confirmación de Gioia Tauro y a los chicos de Tempio Pausania.


A todos les deseo que pasen un feliz domingo. Y bendigo a aquellos que hoy participan activamente en la fiesta del Corpus Domini, ya sea con el canto, la música, los homenajes floreales, las artesanías y, sobre todo, con la oración y la procesión.


Muchas gracias a todos y feliz domingo.


Papa León XIV


Fotos: Vatican Media, 22-6-2025

Homilía de Mons. Francisco Cerro, Arzobispo de Toledo, y lecturas de la Misa de hoy, domingo, solemnidad del Corpus Christi, 22-6-2025

22 de junio de 2025.-  (Camino Católico) Homilía de  Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, y lecturas de la Misa de hoy, domingo, solemnidad del Corpus Christi, emitida por 13 TV desde la Catedral de Toledo.

Santa Misa de hoy, domingo, solemnidad del Corpus Christi, en la catedral de Toledo, 22-6-2025

22 de junio de 2025.-  (Camino Católico)  Celebración de la Santa Misa de hoy, domingo, solemnidad del Corpus Christi, presidida por Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, emitida por 13 TV desde la catedral de Toledo.

Misterios Gloriosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, 22-6-2025

22 de junio de 2025.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Gloriosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy, domingo, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero. 

Palabra de Vida 22/6/2025: «Comieron todos y se saciaron» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 22 de junio de 2025, domingo de la 12ª semana de Tiempo Ordinario, solemnidad del  Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 9, 11b-17:

En aquel tiempo, Jesús hablaba a la gente del reino de Dios y sanaba a los que tenían necesidad de curación.

El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:

«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».

Él les contestó:

«Dadles vosotros de comer».

Ellos replicaron:

«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente».

Porque eran unos cinco mil hombres.

Entonces dijo a sus discípulos:

«Haced que se echen sienten en grupos de unos cincuenta cada uno».

Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos.

Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.

Homilía del evangelio del domingo: Recibir la Sagrada Comunión es acoger a Jesús en nuestra casa para que tome plena posesión de ella, es abrazarlo con el deseo de estrechar la comunión con Él / Por P. José María Prats

* «De hecho, la conciencia del don que supone la Sagrada Comunión y el deseo de recibirla más dignamente deberían impulsarnos a acudir con frecuencia al sacramento de la reconciliación. Este amor a Jesús que se entrega y viene a habitar en nosotros debe manifestarse también en nuestras actitudes antes, durante y después de comulgar, centrando nuestra atención en la grandeza de lo que estamos viviendo, recibiendo con gran respeto y delicadeza la Sagrada Comunión y dando gracias de todo corazón por el don que se nos concede»


Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo - C

Génesis 14, 18-20 /  Salmo 109 / 1 Corintios 11, 23-26 / San Lucas 9, 11b-17 

P. José María Prats / Camino Católico.-   El tiempo ordinario que hemos iniciado tras la solemnidad de Pentecostés representa el tiempo presente, el tiempo en que la Iglesia avanza hacia la consumación del mundo guiada y sostenida por el Señor resucitado e impulsada por el Espíritu Santo.

En la celebración de hoy contemplamos y adoramos el misterio del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo con que el Señor resucitado comunica su vida a su pueblo y lo sostiene y fortalece. De hecho, el milagro de la multiplicación del pan y los peces que nos presenta el evangelio de hoy se ha interpretado siempre como una figura de la eucaristía. Los doce cestos llenados con las sobras de esa comida están destinados a las doce tribus de Israel: son el alimento espiritual del pueblo de Dios.

Sí, el Señor resucitado nos alimenta con su Cuerpo y con su Sangre, pero este don inefable sólo puede producir fruto en nosotros si lo acogemos debidamente. Conviene, por ello, recordar cómo debe recibirse la Sagrada Comunión.

En primer lugar hemos de tomar conciencia de lo que vamos a recibir: al mismo Jesucristo vivo y latente bajo las especies del pan y del vino. Es imposible penetrar todo el alcance de este misterio de amor, pero podemos, al menos, sumergirnos y dejarnos empapar por él a través de la adoración eucarística, que enciende en nosotros el deseo ferviente de corresponder a este amor incomparable.

Recibir la Sagrada Comunión es acoger a Jesús en nuestra casa para que tome plena posesión de ella, es abrazarlo con el deseo de estrechar la comunión con Él. Por ello no podemos recibirla si esta comunión se ha roto por un pecado grave o si nuestra vida no se ajusta a sus mandamientos como en el caso de quienes conviven maritalmente sin estar casados ante Dios. Recibirla en estas condiciones sería una contradicción, una mentira, una hipocresía; como la de quien abraza a un amigo a quien antes ha traicionado. San Pablo nos lo advierte con palabras muy severas: «Quien coma del pan y beba del cáliz del Señor indignamente, es reo del cuerpo y de la sangre del Señor. Así pues, que cada cual se examine, y que entonces coma así del pan y beba del cáliz. Porque quien come y bebe sin discernir el cuerpo come y bebe su condenación» (1 Co 11,27-29). De hecho, la conciencia del don que supone la Sagrada Comunión y el deseo de recibirla más dignamente deberían impulsarnos a acudir con frecuencia al sacramento de la reconciliación.

Finalmente, este amor a Jesús que se entrega y viene a habitar en nosotros debe manifestarse también en nuestras actitudes antes, durante y después de comulgar, centrando nuestra atención en la grandeza de lo que estamos viviendo, recibiendo con gran respeto y delicadeza la Sagrada Comunión y dando gracias de todo corazón por el don que se nos concede. ¡Alabado sea el Santísimo Sacramento!

P. José María Prats

 

Evangelio

En aquel tiempo, Jesús les hablaba acerca del Reino de Dios, y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. Pero el día había comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: 

«Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado». 

Él les dijo: 

«Dadles vosotros de comer». 

Pero ellos respondieron: 

«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente».

Pues había como cinco mil hombres. Él dijo a sus discípulos: 

«Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta». 

Hicieron acomodarse a todos. Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos.

San Lucas 9, 11b-17

¡Bendito sea el Santísimo Sacramento del altar! / Por P. Carlos García Malo

 


Patty Santa Cruz: «Por intercesión del venerable doctor Ernesto Cofiño fui sanada de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica y mi hija de una hemorragia cerebral»


Patty Santa Cruz y su hija, ambas sanadas por intercesión del venerable doctor Ernesto Cofiño

Camino Católico.- Un 5 de junio nació el venerable Ernesto Cofiño, médico y siervo de Dios cuya vida estuvo marcada por el servicio a los más necesitados. Fue declarado Venerable por el Papa Francisco el 14 de diciembre de 2023 y está en proceso de beatificación. En un vídeo del Opus Dei, Patty Santa Cruz, una madre de familia guatemalteca que experimentó dos curaciones extraordinarias atribuidas a la intercesión del doctor Cofiño, cuenta cómo ella fue sanada de EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), y su hija de una hemorragia cerebral.

Vídeo del Opus Dei en el que Patty Santa Cruz cuenta su testimonio

Patty Santa Cruz es madre de familia, tiene 57 años y tres hijos. Durante 30 años trabajó en Junkabal, un centro de formación y desarrollo de jóvenes y mujeres en Guatemala que fue impulsado por el doctor Ernesto Cofiño y su amigo Samuel Camhi, quien donó el terreno donde se construyó. 

En Junkabal, Patty había escuchado hablar del doctor Cofiño, especialmente sobre su proceso de beatificación, pero la verdad no le ponía mucha atención… hasta que la vida la llevó a experimentar su cercanía de una forma muy personal.

Por cierto, Junkabal es una palabra cakchikel, acomodada a la escritura y lengua española quiere decir «Calor de Hogar». 

El primer favor durante la Navidad

“En el año 2007, mi hija tenía 15 años cuando comenzó a sufrir unos dolores de cabeza muy fuertes. Luego vinieron las convulsiones. La llevamos de emergencia al hospital y el diagnóstico fue devastador: tenía una hemorragia cerebral causada por un hemangioma cavernoso en el parietal derecho. La cirugía era urgente y muy delicada, explicaron los médicos. En un hospital privado era demasiado costoso y solo un hospital público tenía la capacidad para realizarla.

En busca de una segunda opinión, le hicimos otra resonancia y la llevamos a otro médico. Cuando vio las imágenes, nos dijo algo que nos dejó sin palabras: 

—Ella ya está operada.

—Y preguntó sorprendido: «¿Cuándo fue esto?».

Le contamos que todo ocurrió el 24 de diciembre. El médico insistía en que, según la resonancia, ya había pasado por una cirugía, pero eso nunca ocurrió”.

Patty Santa Cruz y su hija, en 2007 cuando tuvieron que afrontar la hemorragia cerebral

Desde diciembre hasta febrero, Patty y su familia hicieron muchas novenas al doctor Cofiño pidiendo que todo saliera bien. Y no solo salió bien, sino que la operación ya no fue necesaria. Él se adelantó, dice Patty.

Cinco años después, en 2022, el neurocirujano pidió una resonancia de seguimiento. El técnico que la atendió, al ver las imágenes, le preguntó:

—¿A usted por qué le están haciendo una resonancia? Aquí no hay señales de que le haya pasado nada.

Fue como si nada hubiera sucedido.

Una batalla personal

En 2017, Patty empezó a sufrir crisis de asma cada vez más frecuentes. Consultó a un colega médico, y él, al ver su estado, le dijo:

—Esto no es solo asma. Algo anda mal.

“Me mandó a hacer una radiografía, y el resultado era sobrecogedor: había perdido un pulmón entero. El diagnóstico fue EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), una afección considerada irreversible. Los médicos le dijeron que, con cuidados estrictos, tal vez viviría entre cinco y diez años”.

«Me puse en manos de Dios», relata Patty. Una amiga suya se negó a aceptar ese destino y comenzó a rezarle al doctor Cofiño y animó a mucha gente a hacer lo mismo. Mientras tanto, la salud de Patty se deterioraba: dejó de caminar y la gente le decía que su piel se volvía azulado por la falta de oxígeno.

“Pero algo cambió. Poco a poco empecé a sentirme mejor. Me animé a ir con un neumólogo para que me ayudara a iniciar el tratamiento. Llevé la radiografía y, cuando el médico la vio, me dijo: 

—¿Por qué me trae una radiografía de unos pulmones sanos?

— «Yo pensé que era un error de la máquina».

Volví donde mi colega con la radiografía, la revisó y me preguntó si me había hecho otra. Le dije que no, que era la misma. Me miró y dijo: 

— «¿Y cómo es que tus pulmones están bien?» Y aunque él no es creyente, me dijo: «Esto es un milagro».

Un propósito más grande

Ya pasaron esos cinco años en los que, según los pronósticos, Patty no estaría contando esta historia. Y justo cuando se cumplía ese tiempo, su mamá sufrió un derrame cerebral. 

«Si yo no hubiera estado viva y bien, no la habría podido cuidar. Ahora entiendo que todo tenía un propósito. Estoy profundamente agradecida al doctor Cofiño. Para mí, es mi médico de cabecera. Cada vez que me duele algo, no dudo en hablarle con confianza, porque sé que intercede por nosotros. Este es mi testimonio, y lo comparto con el corazón lleno de gratitud».

 Conoce más de la vida del Venerable doctor Ernesto Cofiño en este vídeo

sábado, 21 de junio de 2025

Marija Sedej, esposa, madre y cantante católica: «En familia leemos y aprendemos juntos sobre la Biblia, porque quiero que los niños amen de verdad a Dios y construyan una relación con Él que sea el fundamento de sus vidas»


Marija Sedej con dos de sus hijos y embarazada del tercero / Foto: Iven Mastin

* «A veces hablo con Dios mientras doy un paseo, y puede que alguien me mire un poco extrañado. Para mí es importante saber que el Señor está aquí y conmigo todos los días. Quiero que mis hijos sientan a Dios como su Padre bueno, que los protege, que nunca les dará nada malo y que estará con ellos incluso en los momentos difíciles. Intento mostrarles cómo hablar con Dios, cómo glorificarlo, cómo ser buenos con los demás y también mostrar a los demás este camino, que es el único verdadero, porque lleva a la verdad y a la vida. Es importante que haga todo esto de una manera suave y sobre todo con mi ejemplo, porque no quiero que sientan ningún tipo de coacción» 

Camino Católico.- Marija Sedej es la esposa de Gašper, madre de tres hijos -Vita, Adam y Zarja- y músico profesional. Es de Velika Gorica, cerca de Zagreb, y vino a Eslovenia por Gašper. Estudió piano en la Academia de Música de Croacia y es profesora de piano en la Escuela de Música y Ballet Anton Martin Slomšek de Maribor, donde actualmente está de baja por maternidad.

Su actividad musical está estrechamente ligada a la celebración. En Croacia formó parte activa del grupo de celebración Emanuel, en Eslovenia dirige el grupo Karizma desde hace más de 11 años, y durante algún tiempo también fue miembro del grupo Svetnik. Hace unos años, junto con sus amigas Irena y Andrea, fundó el grupo vocal I AM!, que canta a la gloria de Dios, y este año volverán a participar en el festival Rhythm of the Heart, donde presentarán su canción Gledam te.

Como dice Marija, lo que más define y marca su vida es que es hija de Dios e intenta vivir de acuerdo con ello. Cuenta su testimonio de vida a Katarina Berden en Aleteia.

El viaje de su vida

Marija Sedej además de cantante toca el piano y es profesora de ese instrumento / Foto: Denis Horvat

- El viaje de tu vida te ha traído a Eslovenia por amor. ¿Qué fue lo que más le costó acostumbrarse? ¿Qué le gusta de los eslovenos y de Eslovenia?

- Me siento muy guapa y en casa en Eslovenia. Croacia es mi patria y Eslovenia es mi hogar. Hicimos nuestra casa familiar en Pesnica, cerca de Maribor, y estoy muy contenta. Me acostumbré muy rápido a vivir en Eslovenia y no tuve muchos problemas con el idioma. No creo que haya tanta diferencia en la mentalidad de la gente de Zagreb y Maribor.

Pero lo que me llamó la atención al principio, por ejemplo, fue cuánta música croata está presente en nuestras emisoras de radio y cuánto nos gusta. Me gusta que los eslovenos sean muy activos físicamente, creo que más que los croatas, y aquí son un gran ejemplo para mí.

También me gusta que os guste explorar todos los lugares que visitan. Esto es especialmente evidente en el mar. Un croata típico estará tumbado en la playa o sentado tomando algo todo el tiempo, mientras que un esloveno típico estará explorando todos los rincones posibles del lugar. También me llama la atención que los eslovenos no se metan tanto en la vida de los demás, pero siempre están dispuestos a ayudar.

- ¿Cómo compagina todos sus papeles (esposa, madre, trabajo, músico, celebridad...)?

- En este momento es más fácil compaginarlo todo porque estoy de baja por maternidad y mi papel principal es ser esposa y madre. De lo contrario, debido a la naturaleza de mi trabajo, es muy difícil porque es un trabajo de tarde.

El papel de madre es, por supuesto, el más importante, pero también es muy importante para mí poder crear porque siento una fuerte necesidad interior de hacerlo. Si no creo, poco a poco pierdo la fuerza para todo lo demás. Como dedico mi música al Señor, crear me alimenta espiritualmente en cierto modo y da descanso a mi alma. Diría que es una de mis necesidades básicas.

Marija Sedej cantando con el grupo Emanuel / Foto: Rok Mihevc

- ¿Cómo es tu relación con Dios en tu vida diaria?

- A veces me da un poco de pena que mi relación con Dios no sea tan rica como antes. Ahora mis oraciones son más «sobre la marcha». Pero es bonito porque siempre rezamos juntos en familia, normalmente por la noche antes de acostarnos, a veces por la mañana.

Algunos días es lo único que consigo hacer por mi relación con Dios, porque los días son muy variados, pero al mismo tiempo me doy cuenta de que todo lo que hago es también una celebración. Puedo cocinar con Dios, doblar la ropa. Por ejemplo, cuando doblo la ropa de mi hija, la bendigo mentalmente. A veces canto mientras trabajo, duermo a mi bebé escuchando música de alabanza…

La espiritualidad

Desde hace muchos años tenemos la costumbre de leer las lecturas diarias y el Evangelio por la noche en lugar de los cuentos. Me parece muy importante que los niños conozcan la Biblia. Nuestro hijo mayor es un verdadero experto en la Biblia.

¡También fortalezco mi relación con Dios en mis relaciones con mis hermanos y hermanas, por ejemplo con las chicas de I AM! tenemos un grupo en Messenger donde hablamos mucho, y Gašper y yo participamos activamente en un grupo matrimonial.

A veces hablo con Dios mientras doy un paseo, y puede que alguien me mire un poco extrañado. Para mí es importante saber que el Señor está aquí y conmigo todos los días.

Marija Sedej con las componentes del grupo Emanuel / Foto: Matjaž Vertuš

- ¿Qué quieres que tus hijos aprendan de tu ejemplo de fe y relación con Dios?

- Quiero y rezo para que lleguen a conocerle y desarrollen una relación personal con Él, y que Él les atraiga hacia Sí de tal manera que dure toda la vida. Por eso creo que es importante que leamos y aprendamos juntos sobre la Biblia, porque quiero que los niños amen de verdad a Dios y construyan una relación con Él que sea el fundamento de sus vidas.

Y que lo sientan como su Padre bueno, que los protege, que nunca les dará nada malo y que estará con ellos incluso en los momentos difíciles. Intento mostrarles cómo hablar con Dios, cómo glorificarlo, cómo ser buenos con los demás y también mostrar a los demás este camino, que es el único verdadero, porque lleva a la verdad y a la vida.

Es importante que haga todo esto de una manera suave y sobre todo con mi ejemplo, porque no quiero que sientan ningún tipo de coacción.