jueves, 6 de octubre de 2022
Natalia Guardiola, 29 años, «Siempre he querido formar una familia, pero soy monja porque encontré el amor de Dios, un amor tan grande, que todo en comparación me sabía a poco»
* «No encontraba la felicidad. ‘¿La vida es esto?’, me preguntaba. ‘¿Esto es a lo máximo a lo que aspiro: tener casa, hijos, dinero, vacaciones, amigos, experiencias? ¿Tener, tener, tener…?’. ¡Yo no quería tener! Intuía que la vida era otra cosa. No quería conformarme con eso. Yo quería vivir sin poseer, amar sin poseer, en ello había experimentado la verdadera libertad, la verdadera felicidad… Aquí he hallado todo lo que andaba buscando por otros lados, la felicidad. Aquí tengo la certeza, la paz de saber que estoy en el sitio que tengo que estar. Tengo los síntomas: la felicidad… Renunciar a lo que tenía era nada, a su lado; que lo que aquí encontraba era más»
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