"Francisco, el pastor de Fátima, me ha estado haciendo compañía… Todas estas cosas son pequeños besos de Nuestro Señor. Estas son pequeñas señales de que el Señor está diciendo: «Yo estoy contigo»... Estoy agradecido a los sacerdotes y hermanas que me llevaron tantas reliquias al hospital…Sé que ellos, beatos y santos, estuvieron conmigo y oraron por mí"
