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sábado, 27 de junio de 2009

De la industria pornográfica a la explotación sexual infantil: dos negocios ligados
Profundo análisis de Ma. Jesús López en el que nos expone la manera como se relacionan el oscuro y negativo mundo de la pornografía, los medios de comunicación y la explotación sexual infantil.

La pornografía lleva a la adicción y ésta, a un ´´aumento de dosis´´
27 de junio de 2009.-La pornografía mueve cada año 60.000 millones de euros en el mundo, una cifra que, aunque podría escandalizarnos, resulta normal si tenemos en cuenta que unos 250 millones de personas en el mundo son consumidores de esta clase de "entretenimiento", según datos de la revista FORBES.

( Mª Jesús López e-cristians) La industria del cine y el vídeo es la que mayores beneficios obtiene dentro del mercado del sexo: en Estados Unidos se ruedan cada año 13.000 películas porno y en Europa, unas 1.500, lo cual provoca que las productoras alcancen alrededor del 40 por ciento de beneficio por película.

Esta cifra también resulta normal considerando que el coste medio de una película porno es de unos 30.000 euros, y que las ganancias se sitúan en torno a los 3.000 euros en las salas X, 12.000 en el circuito de vídeo, otros 12.000 por la venta de los derechos en el extranjero. La lista se completa con las televisiones de pago, cada una de las cuales puede pagar hasta 6.000 euros por cada media docena de pases. Tan amplia es la facturación de ciertas empresas que alguna de ellas ya cotiza en Bolsa.

En España, concretamente durante el año 2000, el Ministerio de Cultura clasificó 1.028 títulos como "X" frente a las 1.480 películas que recibieron la calificación de "Para todos los públicos". En cuanto a los usuarios de la pornografía en nuestro país, 850.000 personas consumen este tipo de productos, de los que el 45 por ciento son consumidores habituales.

Pero donde más se ha disparado el consumo de pornografía en los últimos años ha sido en Internet. El anonimato, el fácil acceso y la inmediatez es lo que ha hecho de este medio el "paraíso" para los usuarios de esta actividad. Los internautas españoles son los ciudadanos que visitan más páginas de contenido sexual: según el anuario eEspaña 2001 , realizado por Retevisión, el 38 por ciento de los cibernautas españoles navega por webs de contenido pornográfico.

Una práctica peligrosa

La iniciación a la pornografía puede darse por simple curiosidad, por la simple búsqueda de placer fácil que el usuario novato puede considerar de lo más inocente -aunque vergonzosa-, porque se trata de algo de uso personal.

Sin embargo, esta simple intención de pasar un buen rato mirando una página web de contenido sexual, ojeando una revista porno o viendo una película "X" conlleva consecuencias muy graves que pueden afectar seriamente no sólo a la integridad psíquica y física del consumidor de pornografía, sino también a la integridad de los que le rodean.

Según Josep Antón Arrebola, secretario general del Consorcio ECPAT España (www.acim.es/ecpat ) -dedicado a combatir la explotación sexual infantil-, "cuanta más pornografía se consume, más aumenta el deseo de seguir consumiéndola, lo que refleja la presencia de alguna dificultad importante para mantener una vida sexual normal, porque el consumidor de pornografía utiliza esos materiales como sustitutivos".

De igual parecer se muestra el sexólogo Ferran Trullols, quien asegura que "poco a poco la persona va perdiendo sensibilidad, por lo cual debe aumentar sus estímulos, que cada vez son menos personales y más genitalizados. Al final se produce una búsqueda incesante de nuevas experiencias, que nunca llegan a satisfacer del todo, lo que la convierte en adicta a la pornografía".

Existen, pues, muchos adictos a la pornografía que no saben que lo son. ¿Cómo curar esta adicción? Según Trullols, "es imprescindible la colaboración activa del adicto. Una vez pasada la primera fase de aceptación de su adicción, se pasa a reestructurar su pensamiento, informándole de lo que es un cuerpo humano, una persona, y enseñándole el respeto a su propia dignidad y a la de los demás. Es un tratamiento largo, progresivo y costoso".

La pornografía y los abusos a menores

Pero como en todas las adicciones, el consumidor de pornografía necesita cada vez dosis mayores para que su cuerpo y su mente reciban el mismo estímulo que al principio. El adicto tiene la necesidad de experimentar nuevas sensaciones. Además, esta actitud puede degenerar en delitos como la pornografía infantil y el abuso a menores.

Según Arrebola, "la pornografía infantil, con sus elementos adictivos, tan sólo constituye un sustituto temporal del abuso físico, y además fomenta el deseo en el consumidor de pasar a la acción y protagonizar en el mundo real aquello que le venía proporcionando el placer sexual hasta ahora". Además "la producción, distribución, venta, exhibición y consumo de cualquier tipo de pornografía infantil es en sí un delito de explotación sexual infantil, pues cada vez que un consumidor visualiza una imagen de un menor siendo abusado, se reproduce automáticamente la situación de abuso".

Actualmente, la explotación sexual comercial infantil (ESCI) es cuantitativamente la tercera industria ilegal a escala mundial, después del tráfico de armas y el tráfico de drogas. Según Arrebola, "existen unos 100 millones de menores en todo el mundo atrapados en redes de explotación sexual", de los cuales se calcula que 5.000 se encuentran en España.

Estos abusos aumentan con el llamado "turismo sexual", una práctica muy común que algunos ciudadanos del Primer Mundo practican en países de Latinoamérica y Asia. "Entre 30.000 y 35.000 ciudadanos españoles viajan cada año a América Latina con el exclusivo propósito de tener relaciones sexuales con menores", asegura Josep Anton Arrebola.

La edad media de las víctimas está bajando alarmantemente por temor al SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual. Si hace unos años era de unos 10-12 años, en la actualidad se sitúa entre los 4 y los 8. En este sentido, la legislación española no ayuda en absoluto a resolver esta grave situación. Actualmente, el Código Penal español permite que alguien de 60 años seduzca a un menor de 14, ya que la edad del consentimiento sexual se sitúa en los 13 años. En caso de que el padre del menor trate de evitarlo, puede ser sancionado por incurrir en un delito de coacción.

Conciencia social y educación

¿Cómo podría la sociedad acabar con el abuso a menores y la explotación sexual infantil? Según el doctor Trullols, "el problema está en la sociedad, que debería ser personalista. A los ciudadanos en la teoría se les llena la boca de grandes defensas de la persona, pero en sus manifestaciones prácticas son hedonistas y utilitaristas. Esta incongruencia social favorece los abusos."

Por su parte, Arrebola asegura que "lo más importante es crear conciencia social de que existe este problema para que la sociedad pierda el miedo a asumirlo y se posicione activamente en contra. Hay que mejorar los mecanismos legales de prevención, protección, rescate y recuperación de las víctimas, e invertir fuertemente en recursos. El llamado Primer Mundo debe luchar para acabar con la demanda, ya que si no existiera la demanda, no existiría la oferta en el Tercer Mundo".
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Tres vídeos-repotajes para profundizar en la adicción a la pornografía y como prevenirla


Especial sobre la Pornografía Infantil

Peligros del mal uso de Internet - Presentan estudio de la RCPI-Perú

Facebook, lo bueno, lo malo y lo feo



Nueve de cada diez mujeres embarazadas en España sufren acoso laboral
EL EMBARAZO ES YA LA PRIMERA CAUSA DE DESPIDO DE MUJERES ENTRE 18 Y 25 AÑOS, SEGÚN LA FUNDACIÓN MADRINA
27 de junio de 2009.-A muchas se les «anima» a abortar para mantener su puesto de trabajo. Otras, al reincorporarse tras la baja maternal, ven cómo el acoso emocional se traduce en una completa anulación profesional. Ésta es la triste situación de las mujeres trabajadoras que quieren tener hijos en España. El embarazo es ya la primera causa de despido entre las mujeres de entre 18 y 25 años.

(Mar Velasco / Revista Misión) Antes callaban. Por miedo, quizá. Ahora empiezan a luchar por sus derechos como madres y como empleadas. Los casos de acoso emocional en el trabajo a la mujer embarazada son cada día más numerosos, y las mujeres que los sufren comienzan a denunciar, en público y en privado, en el juzgado y en los medios de comunicación.

El mobbing maternal en España se ceba con mujeres de clase media, de entre 25 y 30 años, con contrato temporal y que están embarazadas o son madres solteras con bebés a su cargo menores de un año. Y, en general, afecta a todas las madres y mujeres embarazadas que han pedido o van a solicitar su baja por maternidad; una baja que, al parecer, incomoda a las empresas. Según las leyes europeas, hay una normativa clara que impide despedir a una mujer desde que se queda embarazada hasta que acaba el permiso por maternidad.

Ésa es la teoría, pero, por desgracia, la práctica demuestra que muchas veces se arrincona a la mujer hasta anularla: «Estuve de baja dos meses por problemas en mi embarazo y ahora que me he reincorporado me encuentro con una nueva compañera que hace todo mi trabajo», cuenta Inma. «No tengo nada que hacer, salvo el trabajo sucio que es archivar y ordenar albaranes y facturas del año 2002 al 2007. Mis jefes me ignoran. Ya os podéis imaginar qué es ir a trabajar cada día. A veces llego a casa llorando...». El caso de Inma es muy parecido al de Blanca: «Ahora que me reincorporo, me encuentro con que no tengo ni una mesa donde trabajar, ni una silla donde sentarme. Nadie me ha insultado, ni me ha degradado directamente pero imaginaos cómo es, para mí, venir a la oficina...».

Despedirse… o abortar

La otra versión es la presión «a la japonesa»: los jefes imponen un horario descabellado hasta que la madre se ve obligada a escoger entre el trabajo o su hijo y termina por claudicar. Es el caso de Magda: «Yo fui madre hace cinco meses y hace uno me reincorporé con mi hora de lactancia», relata en un foro de Internet. «Teóricamente hago 7 horas, pero ahora mi jefe me obliga a hacer una hora de comida y durante esa hora debo atender llamadas y personal... Además, dos días a la semana me obliga a hacer un curso de idioma y me obliga a recuperar esas dos horas, por lo que dos días hago ¡9 horas! ¡Estoy hartísima! Voy a denunciar porque no puedo más…».

Muchas mujeres como Magda se atreven a denunciar. Algunas terminan dejando el trabajo por pura impotencia. Pero hay cada vez más casos de mujeres embarazadas a las que se «anima» a abortar desde la empresa y, lamentablemente, también aumenta el número de mujeres que, anuladas por la indefensión, abortan ante la amenaza de perder su trabajo.

«Todo el mundo sabe que existen muchos empresarios –y empresarias– que ven mal que una empleada se quede embarazada», afirma Javier Borrego, presidente de las asociación Universidad 2015 y coordinador de la «I Jornada sobre Mobbing Maternal» celebrada recientemente en Madrid y que ha congregado a psicólogos, expertos en Derecho Laboral, representantes de sindicatos y empresarios: «Muchos empresarios ven el embarazo, o el posible embarazo, como una amenaza para la empresa y premian a quienes no quieren o no pueden tener hijos, discriminando a las madres o a quienes pudieran serlo algún día», asegura.

«Muchas mujeres saben que si se quedan embarazadas sufrirán un acoso que puede derivar en su despido; sin embargo, todavía hay menos denuncias de las deseables. Pocos casos llegan a los sindicatos o a los tribunales, principalmente por miedo. Por eso es necesario informar a las mujeres de sus derechos y a los empresarios de los beneficios sociales que supone una trabajadora embarazada», sostiene.

Proteger la vida

Sandra Cuadrado Nicoli, doctora en Psicología y profesora de la Universidad de Comillas sostiene que «cualquier tipo de mobbing laboral se dispara frente a las personas percibidas como diferentes, amenazantes o envidiables» –explica Sandra Cuadrado– «y ¿qué podría simbolizar mejor estas características en una empresa sino una mujer gestante llena de vida trabajando a pleno rendimiento?». La doctora Cuadrado defiende con contundencia el derecho de la mujer y del niño a ser protegidos en todos los ámbitos durante esta etapa trascendental de su vida: «Los nueve meses de gestación de un ser humano corren a cargo directamente de su madre, en cuerpo y alma. Su salud física y emocional va a ser determinante en el nacimiento y el desarrollo del bebé. Los cambios psicofísicos que acompañan durante el embarazo hacen a las gestantes más vulnerables a los factores estresantes del entorno laboral y, por tanto, con una mayor necesidad de protección», concluye.

¿Soluciones?

El mobbing maternal se lleva a cabo en España en un 41% en PYMES, un 24% en la empresa pública, un 27% en grandes empresas y multinacionales y un 2% en empresas familiares. Así lo cifra un estudio de Fundación Madrina, que a su vez propone 37 medidas de conciliación y 80 medidas de igualdad, que apoyan a la mujer madre en su entorno laboral, social y personal. Éstas son algunas:

• Salario maternal y baja remunerada de hasta 2 años
• Repartir entre las familias con más dificultad al menos un 10% de los más de 1,5 millones de pisos en stock
• Que las empresas dediquen el 0,7% de su producción a apoyar con productos maternales y de infancia a las economías familiares más débiles. Para la Fundación Madrina, «la mujer madre trabajadora aporta intangibles tan valiosos a la empresa como responsabilidad, productividad, madurez, creatividad y fidelidad».

jueves, 25 de junio de 2009

¿Quieres que tus hijos escojan bien a su pareja?
25 de junio de 2009.- Mucho se ha dicho que de lo único que se puede tener certeza en cuanto a filiación se trata, es lo referente a la maternidad. Dicho de otra manera, siempre sabremos con absoluta seguridad quién es la madre, pero el padre... ¡quién sabe!

(Luz del Carmen Abascal Olascoaga / Yo Influyo) Papá puede estar o no, pero no es indispensable más que para aportar su granito de arena en el momento de la concepción... y después de eso, pues tan tan.

El padre biológico siempre puede decir: "¡Ah no! Ese no es mi hijo... Quién sabe con quién más te habrás metido, porque yo no soy responsable de nada"; pero la madre jamás podrá decir: "¡quién sabe quién es la mamá del bebé que crece en mi seno... porque yo jamás he hecho nada para engendrar a un hijo!".

Suena obvio y quizá hasta un poco pedestre, pero es ese mismo argumento en el que se basan muchos para atribuirle a la madre la "propiedad" del hijo, así como la responsabilidad total.

Y es cierto que entre madre e hijo se establece un vínculo especial: llevar a una criatura dentro del propio ser, durante nueve meses, no es algo intrascendente, pero no por ello podemos pensar que papá no es importante o que no comparte una responsabilidad, no sólo en el momento de concebir al hijo, sino también durante su desarrollo a lo largo de la vida.

Las personas que hemos tenido la dicha de gozar de un padre ejemplar, amoroso, tierno, a la vez que firme, fuerte, y con una autoridad no derivada del autoritarismo, sino de su inmensa capacidad de diálogo, podemos dar fe de la importancia que tiene la figura paterna en la vida de los hijos.

Evidentemente, en este mundo de inmensa diversidad existen muchos, muchísimos tipos de padre y madre. No intento basarme en ningún estereotipo de paternidad/maternidad, sino en un arquetipo que respeta las diferencias, pero que reconoce la esencia de cada uno de esos roles.

Mamá y papá, ¡el equipo perfecto!

Tenemos que convenir en que papá y mamá tienen diferentes roles en la familia, y no me refiero al tema económico/laboral –si a uno le toca trabajar y a la otra hacerse cargo de la casa y de los hijos– porque, repito, no pretendo alimentar la concepción estereotipada que durante mucho tiempo prevaleció.

Sin embargo, cada uno, en su singularidad, en su personalidad única e irrepetible, y en sus características femeninas (ella) y masculinas (él), aportan y configuran el carácter del hijo. Sólo mamá le podrá enseñar con el ejemplo a su hija lo que es ser una mujer valiente, decidida, a la vez que dulce y amable, por poner un ejemplo.

De la misma forma, sólo papá le podrá enseñar con el ejemplo a su hijo lo que es ser un hombre en toda la extensión de la palabra y las responsabilidades que ello conlleva. Sólo él le podrá demostrar lo que es respetar a una mujer, lo que es ser el compañero fiel de una esposa, y tantas cosas que definen, en su variedad, a los diferentes hombres de este mundo.

Mamá podrá decirle a su hijo: "hijo mío, tienes que respetar a las mujeres y ser caballeroso", y quizá el hijo lo aprenda... pero no hay nada como verlo en el ejemplo de otro hombre al que admire, al que quiera y que lo quiera de vuelta.

De igual forma, papá podrá decirle a su hija: "hija mía, tienes que darte a respetar", y quizá también ella lo aprenda conceptualmente, pero no hay nada como ver a mamá dándose a respetar, y aprender con el ejemplo, con la congruencia de vida.

Hasta aquí podemos concluir que tanto papá como mamá son importantes en la familia, pero podríamos pensar que la misión de papá se limita exclusivamente a los hijos varones, y la misión de mamá a las niñas. No hay nada más falso.

Papá tiene muchísimo que aportar a sus hijas. Dependerá, en buena medida, de la concepción que aprendan ellas de "ser hombre", de lo que un hombre es, o de lo que puede esperarse de él, que ellas, a su vez, elegirán en su momento a un compañero para toda la vida.

Es bien sabido que, con frecuencia, las hijas de padres golpeadores, alcohólicos, etcétera, repiten el patrón. Quizá detestan lo que es su padre, pero esa es la concepción de masculinidad que respiraron durante toda su vida, y al momento de elegir, suelen escoger –no siempre, no debemos caer en determinismos, pero sí considerar los predisponentes– a alguien muy parecido a su padre.

Incluso, a un nivel biológico, un estudio publicado en enero de 2002 en la revista Nature Genetics, y realizado por los doctores Suma Jacob, Martha K. McClintock, Bethanne Zelano y Carole Ober, señala que la mujer elige por compañero a un hombre que tenga un olor parecido al de su padre.

Lo mismo sucede con la madre. Dependerá en mucho de la concepción de femineidad que se les forme a los hijos, su elección a futuro.

¿Qué clase de hombre quieres que sea tu hijo, y qué clase de mujer querrías que eligiera en un futuro? ¿Qué clase de mujer quieres que sea tu princesa, y a quién quisieras que escogiera llegado el momento?

Todo eso lo forjas tú, papá, mamá, desde este preciso momento. Cada palabra, cada actitud, cada gesto o reacción, están quedando grabadas en el corazón y en la mente de tus hijos. Ellos aprenden aunque tú no les enseñes, y el día de mañana tú también serás responsable de las elecciones que ellos tomen.

Yo tuve la dicha inmerecida de gozar de un padre excepcional. Lo tuve a mi lado casi 22 años, y un buen día partió, como él le llamaba, a la casa del Padre. Y aún ahora, él sigue aquí, guiándome, aconsejándome, consolándome, ejerciendo su paternidad... porque en cada una de mis decisiones lo siento presente en aquello que aprendí de él; él marcó mi alma, juntos mi madre y mi padre, la forjaron, le dieron forma, y puedo afirmar que mucho de lo que soy se lo debo a mamá y papá.

Papá sigue aquí, sus consejos y su ejemplo siguen vivos y me impulsarán durante el resto de mi vida. Así de importante es un padre y una madre: son el equipo perfecto, las únicas personas de este mundo a las que considero inmortales.

martes, 23 de junio de 2009

Ser feliz conlleva estar en paz con Dios, contigo mismo y con los demás / Autores: Conchi Vaquero y Arturo López
Esperar en el Señor en toda situación y acontecimiento de nuestra vida es engendrar al Hijo de Dios en el corazón. Conservar la esperanza y hacerla crecer cuando las dificultades y la contrariedades salen a nuestro encuentro es a veces muy cansado y erosionante.

El sufrimiento y el dolor pueden desalentarnos, deprimirnos y hacernos vivir en una oscuridad que nos desoriente y nos haga caminar como ovejas sin pastor. Es una sensación de vacío, en la cual no comprendemos porque vivimos esta experiencia si hemos querido ser fieles al Señor.


Dejarnos llevar al desierto

Nos sentimos abandonados y desolados. Es como si hubiéramos sido ubicados de repente en medio de un desierto sin caminos, sin nada para subsistir y nadie a quien acudir. El desierto es el lugar de la conversión, de hacer frente al mal, de llenarse de Dios para abrir caminos que lleven la Buena Noticia del Reino.

Juan el Bautista se va al desierto ha hacer una vida austera. Es allí donde empieza a anunciar que hay que arrepentirse de los pecados. Lo hace encontrando a Dios en el silencio y la soledad. Jesús es conducido por el Espíritu Santo al desierto, para ser tentado por el Diablo que utiliza fragmentos de la Palabra de Dios. Nosotros también somos llevados a desierto por el Señor para hacernos crecer en conversión y fidelidad a Él.

Cada día debemos mantener relaciones familiares, laborales y sociales. Antes de empezar la jornada es necesario dejarnos llevar al desierto por el Señor pidiendo desde el fondo del corazón la conversión de los pecados y las faltas del día anterior y de toda la vida. En la medida que tomemos consciencia que nuestras acciones y actitudes son desiertos sin caminos si no son iluminados por Dios podremos crecer en gracia, sabiduría, misericordia y santidad.

La conversión de los pecados durará toda la vida pero seremos llenados por la gracia de Dios proporcionalmente al arrepentimiento real, al perdón y a la necesidad vital que tengamos de la Santísima Trinidad. Sólo levantarnos debemos declararnos pobres de espíritu y débiles, mirando en nuestro interior, pero muy sedientos de la presencia y la luz del Altísimo.

La historia de la aguja y el alfiler

A veces somos purificados y probados por el Señor para consolidar en nuestro corazón su voluntad. El sufrimiento y el dolor son reacciones humanas a las dificultades y al mal, pero no son el MAL. Dios no quiere que seamos afectados por el mal y cuando nos alcanza, por nuestros actos y pecados o por los de los demás, el Padre del Cielo desea rescatarnos haciendo concurrir todo para nuestro bien. Dios es el único que ha vencido el mal con el nacimiento de Cristo, su muerte y su resurrección. De nuestros actos de muerte el Señor sólo anhela darnos nueva vida. En ocasiones debemos sentirnos débiles para acogernos al crecimiento que Dios quiere regalarnos. Nos pasa como a la aguja y al alfiler de la siguiente historia:

Un alfiler y una aguja encontrándose en una cesta de labores y no teniendo nada qué hacer, empezaron a reñir, entablándose la siguiente disputa:

¿De qué utilidad eres tú? Dijo el alfiler a la aguja; y ¿cómo piensas pasar la vida sin cabeza?

-Y a ti respondió la aguja con tono agudo, ¿de qué te sirve la cabeza si no tienes ojo?



-¿Y de qué te sirve un ojo si siempre tienes algo en él?

-Pues yo, con algo en mi ojo puedo hacer mucho más que tú.

-Sí; pero tu vida será muy corta pues depende de tu hilo.

Mientras hablaban así el alfiler y la aguja, entró una niña deseando coser. Tomó la aguja y echó mano a la obra por algunos momentos; pero tuvo la mala suerte de que se rompiera el ojo de la aguja. Después cogió el alfiler, y atándole el hilo a la cabeza procuró acabar su labor; pero tal fue la fuerza empleada que le arrancó la cabeza y disgustada lo echo con la aguja en la cesta y se fue.

Aquí estamos de nuevo se dijeron, parece que el infortunio nos ha hecho comprender nuestra pequeñez; no tenemos ya motivo para reñir. ¡Cómo nos asemejamos a los seres humanos que disputan acerca de sus dones y aptitudes hasta que los pierden, y luego… echados en el polvo, como nosotros, descubren que son hermanos!


El pecado: pozo, cueva y oscuridad

La cesta de la aguja y el alfiler equivalen a los pozos, cuevas y oscuridades en los que nos vemos hundidos como consecuencia del pecado y de todo lo que hacemos sin contar con la gracia de Dios. A diferencia de la Aguja y del Alfiler, que son dejados en la cesta, nosotros tenemos la posibilidad de ser rescatados por el Señor. Sólo necesitamos arrepentirnos y reconocer que sin el Altísimo nada podemos. En Flp 4, 13 se confirma: "Todo lo puedo en Aquel que me conforta". Pablo en 2 Cor 4, 7 nos define como caminamos en medio del espíritu del mundo peregrinando hacia el corazón de Dios: "Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros."

El profeta Isaias nos habla de acogernos a la Salvación de Cristo en Is. 55, 6-11:

"¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar,
llámenlo mientras está cerca!

Que el malvado abandone su camino
y el hombre perverso, sus pensamientos;
que vuelva al Señor, y Él le tendrá compasión,
a nuestro Dios, que es generoso en perdonar.

Porque los pensamientos de ustedes no son los míos,
ni los caminos de ustedes son mis caminos
–oráculo del Señor–.

Como el cielo se alza por encima de la tierra,
así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos
a los caminos y a los pensamientos de ustedes.

Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come,
así sucede con la palabra que sale de mi boca:
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé."


La esperanza y la escucha son actitudes activas



Cada instante que respiramos tenemos que dejar a Dios que nos guíe por sus caminos. Preguntemos al Señor con asiduidad manifiesta: ¿qué quieres que haga ante este suceso, dificultad o persona?. Para abrir caminos y allanar las sendas hacia la vida perdurable produciendo frutos que permanezcan, hay que tener la humildad de decir siempre: "habla Señor que tu siervo escucha".

La esperanza y la escucha son dos actitudes de fe cristiana activas y no pasivas. La esperanza es creer que Dios es fiel, nos ama profundamente como hijos suyos y seres únicos irrepetibles. Esperamos vivir en la presencia de Dios, rescatados del pecado por la muerte de Cristo. Esa salvación ya ha sido realizada. Si creemos que Dios nos creó de la nada para vivir eternamente y que Cristo murió y resucitó no podemos sentirnos abandonados por quien entregó a su Hijo por el perdón de nuestros pecados. La esperanza es acogernos a la salvación de Jesucristo renunciando al pecado y a la muerte. Como explicó el ángel a José y se narra en Mt. 1, 21: " Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".

Acogernos a la gracia de Dios para renunciar al pecado

Instaurar el Reino, acoger al Mesías, a Emmanuel, a Dios con nosotros, supone renunciar a todo pecado. Tomar conciencia de nuestras debilidades no consiste en sentirnos acusados por Dios. Todo lo contrario, supone acogernos a su gracia para que nos libre de todo pecado como se afirma en 1ª Jn. 1,7-9: "Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. Si decimos: "No tenemos pecado", nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia."

El camino real lo señala el Bautista cuando en Jn. 1,29 proclama:

"Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: "He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo."

En la carta a los Romanos S. Pablo se refiere al pecado:

* "todos pecaron y están privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser él justo y justificador del que cree en Jesús." (Rom. 3,23-26)

* "En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo!" (Rom. 5,17)

* "¿Qué diremos, pues? ¿Que debemos permanecer en el pecado para que la gracia se multiplique? ¡De ningún modo! Los que hemos muerto al pecado ¿cómo seguir viviendo en él? " (Rom. 6,1-2)

* "Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don gratuito de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." (Rom. 6,23)

En 1 Pe. 2, 20-25 se muestra como andar detrás del Mesías:

"¿Pues qué gloria hay en soportar los golpes cuando habéis faltado? Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios. Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus huellas. El que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño; el que, al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se ponía en manos de Aquel que juzga con justicia; el mismo que, sobre el madero, llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con cuyas heridas habéis sido curados. Erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras almas."

El perdón y la reconciliación con Dios

El hombre viejo debe dejar paso al hombre nuevo. Sí cambia nuestro corazón también tendremos otras maneras de actuar. Pablo lo explica en Ef. 4, 25-32:

"Por tanto, desechando la mentira, hablad con verdad cada cual con su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros. Si os airáis, no pequéis; no se ponga el sol mientras estéis airados, ni deis ocasión al Diablo. El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda hacer partícipe al que se halle en necesidad. No salga de vuestra boca palabra dañosa, sino la que sea conveniente para edificar según la necesidad y hacer el bien a los que os escuchen. No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención. Toda acritud, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre vosotros. Sed más bien buenos entre vosotros, entrañables, perdonándoos mutuamente como os perdonó Dios en Cristo."

El sacramento de la reconciliación debe ser una práctica de esperanza y salvación en nuestra vida, no un sacrificio. Cuando recibimos la gracia de Dios, el perdón de los pecados, estamos cumpliendo su voluntad. Él está contra el pecado y el mal pero no puede de ninguna manera rechazar y querer humillar a sus hijos amados. Dios abomina el pecado y el mal, pero siempre quiere rescatar, a quienes pecamos, de toda consecuencia negativa que hayamos podido sufrir al cometer nuestras faltas. S. Pablo lo escribe en su carta 2ª Co. 5, 18-21:

"Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios! A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él."

Discernir los pecados propios

La esperanza se alimenta con la escucha de la Palabra de Dios para poder hacerla vida y cerrar las cicatrices emocionales y espirituales provocadas por el pecado. La interiorización de la Palabra de Dios y de nuestras debilidades poniéndolas una frente a las otras, hará que nuestras heridas de muerte se conviertan por la sangre de Jesucristo en llagas luminosas de amor como las del Señor resucitado. Esas heridas cicatrizadas deben servir para curar, imitando al samaritano. Nuestras llagas han de mostrar el rostro de Cristo a quienes están tirados al borde del camino, para que los habilite y le puedan seguir.

El problema que tenemos en nuestro crecimiento espiritual es discernir a veces los pecados propios. Nos es muy fácil detectar la brizna en el ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro. Pidamos continuamente al Espíritu Santo que nos haga presentes nuestros pecados ocultos, aquellos que justificamos como actos hechos con buena intención. Todos cometemos pecados de falta de amor, fe, esperanza, orgullo, egoísmo, vanidad, pereza, soberbia, juicios y críticas, ira y mal genio, mentiras, palabrotas, resentimientos, gula, impaciencia...

Juzgamos a los demás sin interiorizar la mirada que Jesús tuvo con la adúltera. Muchas veces incluso somos muy rápidos y nos creemos con méritos para lanzar piedras contra el hermano pecador creyéndonos superiores. También protagonizamos pecados ocultos de omisión. Estamos convencidos que cuando una persona tiene un problema en la vida seguramente se lo habrá buscado. En lugar de ofrecerle la mano de Cristo amorosa que habita en nuestro corazón nos desentendemos totalmente.

Abre la cortina de tu corazón

"¿Dónde está Dios?" nos preguntamos muy a menudo. Aquí mismo. Dios está dentro de tu corazón, a tu lado. La única razón por la cual puedes no estar experimentando todo el poder de la Luz de Dios es porque se encuentra escondida detrás de una cortina. El ser ruin, odioso, interesado, egoísta... es una cortina. Afortunadamente, cada vez que actúas de acuerdo con la voluntad de Dios, de una forma tolerante, considerada, sin egoísmo, la cortina se corre. Mantén en mente que la Luz de Dios nunca cambia. Permanece constante. Tienes el libre albedrío de eliminar la cortina que envuelve tu corazón y atraer más Luz de Dios a tu mundo, o mantener cerrada la cortina y aumentar la oscuridad.

Hoy, revela toda la intensidad de la luminosidad del Señor. Haz algo por alguien sin ninguna razón. Sirve a otros antes de servirte a ti mismo. Tómate a ti mismo un poco menos en serio y un poco más a los demás.

Dios no toma en cuenta las veces que caemos, sino las que nos levantamos. Su amor arropa el dolor de su pueblo. El escucha nuestra oración, nos sana y nos guía al camino correcto.

El fin no justifica los medios


Nuestra vida cotidiana, llena de ocupaciones, nos hace vivir a un ritmo frenético aun en la rutina. Creemos en Dios y queremos dejarnos guiar por su Palabra, pero nuestro egoísmo nos lleva a faltar continuamente, sin ser conscientes, contra el primer mandamiento: "Amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas". Muchas veces no tenemos en cuenta al Señor asumiendo pragmáticamente que la paz consiste en solucionar problemas de la forma más ágil posible. Todos nuestros actos tienen consecuencias y si los realizamos sin orar y con la ausencia de la mirada de Dios conseguimos "hacer el mal que no quiero y dejar de hacer el bien que deseaba" como explicaba S. Pablo a las primeras comunidades cristianas.

La Virgen María en la Anunciación nos enseña con su actitud que el fin no justifica los medios. Al recibir el anuncio del ángel ella no responde de inmediato. Como persona de fe de su tiempo pregunta: "¿cómo será esto?". Sólo al recibir la respuesta de parte de Dios da su "SI". Si hubiera discernido que la forma en que debía cumplirse lo anunciado contradecía la Palabra de Dios y sus mandamientos no habría aceptado.

Aprende a besar con la mirada de Dios

El camino adecuado lo podremos abrir a los demás en su desierto particular si dejamos primero al Señor que nos alimente de su Palabra de Vida en nuestra soledad. Entonces iremos aprendiendo a besar nuestra alma y la de nuestros semejantes con la mirada de Dios:

El alma se nutre de la Palabra de Dios, como el cuerpo de la comida. El alma necesita ser alimentada la fortaleza del Amor para cumplir la misión para la cual hemos sido creados: Amar. Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión, y nunca juzgar a nadie, simplemente aceptar Las personas como son ...Sólo Dios puede enseñarnos.

Besar el alma es abrazarse cuando hay soledad, cuando se está triste ... Sin decir nada, solo sostenerse con ese abrazo de apoyo. Dios está siempre con nosotros y nos enseña como acompañar.

Besar el alma, es sentarse juntos cuando no hay necesidad de hablar, cuando solo hace falta el silencio , el no hacer preguntas ....Dios habla en el silencio del desierto: aprendamos su lenguaje de Amor. Dejemonos enseñar a comunicarnos con su mirada y a escuchar a los demás.

Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo fortaleciendo esa esperanza de vida y de compañía. Dios tiene siempre las manos abiertas para acogernos y fortalecernos. Deposita la fortaleza que recibes del Altísimo en el corazón débil del hermano.

Besar el alma, es decir un te quiero con la mirada ...Dios te creó de la nada con una mirada de amor y te ama eternamente. Muestra el rostro de el Padre acogiendo al Hijo Pródigo.

Besar el alma.... Es fácil , solo basta que decidamos bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos rodea y nos consume. Apoyemonos en la promesa de Jesús:
"Estaré con vosotros hasta el fin del mundo."

Besar el alma...¡¡¡ Cuantos de nosotros necesitamos de ese beso en el alma que Dios desea darte cada instante de tu vida. Abrazate a su Amor!!!

Por eso debemos comprender que :
Exactamente, la Felicidad es :
ESTAR EN PAZ CON DIOS!
ESTAR EN PAZ CONTIGO!
ESTAR EN PAZ CON TODO EL MUNDO!


Oremos:

Te doy gracias, Dios mío, por haberme creado, redimido,
hecho cristiano y conservado la vida.
Te ofrezco mis pensamientos, palabras y obras de este día.
No permitas que Te ofenda y dame fortaleza para huir de las ocasiones de pecar.
Haz que crezca mi amor hacia Ti y hacia los demás.

Quisiera
armar en estos
días
un árbol dentro de mi
corazón.

Y colgar en cada rama
los nombres
de todos mis amigos. Los de cerca
y los de lejos. Los de siempre y los de
ahora.

Los que veo cada día, y los que raramente
encuentro.
Los de siempre recordados y los que a veces se me
olvidan.

Los constantes y los inconstantes. Los de las horas
difíciles, y los de las horas alegres. A los que sin querer
herí y sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco
profundamente, y aquellos a quienes conozco apenas por sus
apariencias.

Los que me deben y a quienes debo mucho. Mis amigos humildes
y mis amigos importantes. Los nombro a todos y a los que pasaron
por mi vida.
Un árbol de raíces profundas para que sus nombres nunca sean arrancados
de mi corazón, y que al florecer en un tiempo traiga esperanza, amor y paz.
Y que siempre, Señor, nos podamos encontrar para compartir
esperanza,
derramando un poco
de felicidad en aquellos
que todo lo han perdido.


Que Dios en su infinita Misericordia derrame sobre nosotros una lluvia de bendiciones! Que Jesús reparta abundamentemente las gracias que necesitemos! El Espíritu Santo nos fortalezca para la lucha diaria y haga de este día un eterno descubrir el Amor del Padre en todas las dimensiones de nuestras vidas! Y nuestra amada madre la Santísima Virgen María nos cobije con su manto maternal y nos forme en su vientre purísimo así como lo hizo con Jesús!

"El verdadero secreto de la felicidad"

Para poder profundizar más en este tema te invitamos a ver el programa de la EWTN "De corazón a corazón" en el cual la hermana Gabriella aborda el tema de "el verdadero secreto de la felicidad".
Vídeo 1

Vídeo 2

Vídeo 3


Hilda Molina, médica neurocirujana militante de la Revolución Cubana : "Retorné a Dios de la mano de un ángel"
*"El vacío que siente un ser humano que ha conocido a Dios y se aleja de El por cualquier razón, es un vacío tan negro, que uno no encuentra qué es lo que le pasa. Y siente que nunca llega a tener la paz que todo ser humano necesita. Y es sencillamente que -para quien ha conocido a Dios, e inclusive creo que hasta para el que nunca lo ha conocido- la falta de Dios es una experiencia que no puedo describir con palabras. Es como vivir en una noche oscura, aunque uno tenga una labor tan humanitaria como era la mía en medicina."
23 de junio 2009.- “Retorné a Dios de la mano de un angel; nací en la fe católica, me alejé de la Iglesia y volví de la mano de mi madre”, contó la médica cubana Hilda Molina (en la fotografia de la derecha con su madre), quien llegó el sábado a Buenos Aires, para reunirse con su familia, tras 15 años de infructuosos pedidos de permiso para salir del país, presentados al gobierno de la isla. Habla desde su casa en El Palomar, un suburbio del oeste de Buenos Aires, con Hilda Morejón, su mamá de 90 años, descansando a su lado: su "angel".

(Patricio Downes / Religión Digital)A los 66 años, esta médica especializada en neurocirugía, destacada militante de la Revolución Cubana que la premió y eligió diputada, pudo por fin reunirse en Buenos Aires con su único hijo Roberto Quiñones, médico como ella. Aquí la esperaban también su madre, su nuera argentina Verónica Scarpati, y sus dos nietos Roberto Carlos (13) Y Juan Pablo (8). Su salida de Cuba fue apoyada por el Vaticano.

Detrás de la utilería del escenario político, late el corazón de una mujer que volvió a su fe y lo relata de una manera encantadora y a la vez emocionante.

“Nací en cuna católica, en especial de una madre católica, pero de esos católicos que pasan por la vida prodigando el bien solamente”, relató a RD la médica que llegó a ser amiga de Fidel Castro, “no su mujer” aclara, y a fundar y presidir el Centro de Restauración Neurológica (CIREN), desde 1989 a 1994. Ese año renunció al CIREN, al Partido Comunista y a su banca en la Asamblea Nacional.

- Contó que su madre sufrió mucho

Me gradué de bachiller con las monjas del Colegio Teresiano y en esa misma institución obtuve una beca para estudiar medicina en EEUU y España, pero coincide que triunfa el proceso político que aun gobierna Cuba. Y bueno, yo confié en su prédica y a medida que me adentraba, me iba alejando de la fe. Mi madre sufrió muchísimo, ¡cómo no!, pero ella es de esas personas muy tolerantes, fiel al Evangelio. Y mi madre se propuso que yo retornara a la práctica religiosa. Porque en el fondo de mi alma, nunca dejé de creer en Dios e incluso cuando nació mi único hijo, Roberto, le pedí “hazme el favor de bautizarlo y de enseñarla nuestra religión”. Así se lo dije y hoy mi hijo es un hombre de fe.

- ¿Y cómo fue esa época de juventud?

Bueno, mi madre sufrió, pero el vacío que siente un ser humano que ha conocido a Dios y se aleja de El por cualquier razón, es un vacío tan negro, que uno no encuentra qué es lo que le pasa. Y siente que nunca llega a tener la paz que todo ser humano necesita. Y es sencillamente que -para quien ha conocido a Dios, e inclusive creo que hasta para el que nunca lo ha conocido- la falta de Dios es una experiencia que no puedo describir con palabras. Es como vivir en una noche oscura, aunque uno tenga una labor tan humanitaria como era la mía en medicina.

- ¿Y cuándo retornó a su fe?

Fue por mi madre. Ella fue de las primeras personas que oyó en Cuba la Radio Católica Mundial (EWTN), que sólo se captaba por onda corta. Fue fundada por la hermana Angélica en Alabama y a ella le dediqué un artículo en mi blog. Mi madre me decía mirá qué interesante, qué bonito, y poquito a poquito fuí oyendo todas las cosas nuevas después del Vaticano II, con todos los cambios que se produjeron inclusive en la liturgia. Ella me iba informando, me iba hablando de la Iglesia, lo que iba pasando en los momentos difíciles en Cuba. Hasta que un día me dice: “vamos a la iglesia, quiero que veas qué lindas están las iglesias cubanas”. Y así comencé, mucho antes de renunciar (a sus cargos y al PC) a asistir a algunas misas. Hasta que por fin dí el paso de confesarme. Entonces yo sentí como que de nuevo mi vida cambiaba.

- ¿Cómo fue ese sentimiento?

No soy una persona demagoga, le estoy diciendo absolutamente la verdad. Tengo la alegría que el hospital que yo dirigía, en ese sistema que es ateo, fue –creo- el único del país donde se ha celebrado la eucaristía. Mi madre llevaba un sacerdote amigo que daba misa, bendecía a los enfermos cuando iban a operarse, y ella rezaba el Rosario. Por eso a mi madre le agradezco lo que soy, lo que ha hecho con mi hijo Roberto, y que me hizo regresar a la fe.

- Cómo está la fe en Cuba?

La religión en Cuba ha ganado muchísimo espacio, con una política muy inteligente. La Iglesia Católica está haciendo lo que debe hacer, respetuosa con el gobierno y dedicada a su función evangélica. A ganar almas. Y cada vez se llenan más los templos de una manera más conciente y fervorosa. Es una labor respetuosa y como yo creo que debe ser. Yo admiro a la Iglesia Católica de Cuba, a su dirección, a sus obispos, a sus religiosos y a sus laicos, sobre todo a los laicos comprometidos que nunca abandonaron la Iglesia, como es el caso de mi madre.
Marcela De Maria y Campos: "Dios me ha permitido vivir estos años de enfermedad para enseñarme que Él no desoye a sus hijos cuando sufren"
Ofrece las inyecciones que le ponen para la Esclerosis Múltiple como intercesión por quienes le piden oración

23 de junio de 2009.- (Marcela De Maria y Campos / www.mission-hope.com) En el verano del 2001 me diagnosticaron Esclerosis Múltiple, una enfermedad incurable y degenerativa con la que tenía que aprender a vivir desde ese momento en adelante. Desde el primer día, Dios me dio la gracia de saber que esta enfermedad era un regalo y una oportunidad para santificarme y vivir de cara al cielo. Me atrevo a decir que, después de mi vocación a la vida consagrada, esta enfermedad ha sido el mayor regalo que Dios me ha dado.

Yo soy muy cobarde para el sufrimiento y desde niña, cada vez que me ponían una inyección o me sacaban sangre, me desmayaba invariablemente. Cuando supe que el tratamiento para la enfermedad eran inyecciones y no sólo iba a inyectarme cada día, sino que tendría que hacerlo yo misma, pensé que si no lo hacía por alguien, con una intencionalidad apostólica, mi vida sería cada día más difícil. Yo sé que el amor es la fuerza más grande, y que por amor a otros soy capaz de hacerlo que no soy capaz de hacer por mí misma.

Desde la primera inyección puse nombre y apellido y empecé a ofrecerlo por personas que sabía que necesitaban mis oraciones y mi sacrificio. Cada día tenía una intención y poco a poco me empezaron a llegar peticiones especiales de algunos que sabían que estaba ofreciendo mis inyecciones. "Por favor, en tu inyección de hoy, encomienda a mi tío que está a punto de morir y no se ha confesado"… "por favor ofrécelo por mi hermana que tiene que mañana tiene que presentarse a un juicio y tiene todo en contra"… En los momentos más difíciles para mí, cuando me sentía más débil, nunca me faltó alguna petición "urgente" que me recordara que mi sacrificio tenía mucho valor a los ojos de Dios, y si lo unía al de Cristo, Él lo bendecía infinitamente.

Dios fue muy bueno conmigo y, para aumentar mi fe, me permitió ver muchas veces frutos inmediatos de mi oración y me hizo palpar que verdaderamente mi sufrimiento está vinculado misteriosamente a la salvación de muchas almas.

Así empecé a formar mi costal: la bolsa simbólica en la que pongo a todas las almas por las que ofrezco mi sacrificio y también cada uno de los sacrificios y actos de amor que voy viviendo durante el día. Me convencí de que atesorando para el cielo ningún sacrificio se pierde, por pequeño que sea. Es verdad que hay que esperar hasta el final de la vida para ver con totalidad el valor que Dios da a cada acto de amor, si estoy unida a Él por la vida de gracia, pero tengo la certeza de que ese día llegará, y en el cielo veré que todo ha valido la pena. Todas esas personas por las que yo ofrecí mi dolor estarán ahí ayudándome a mí también a entrar al cielo, y ahí sí la alegría será para siempre.

Dios me ha permitido vivir estos años de enfermedad para enseñarme que Él no desoye a sus hijos cuando sufren, y que si he consagrado mi vida para amarlo y colaborar con Él en la redención de las almas, la cruz es el camino privilegiado para lograrlo. Así, aunque a los ojos de los hombres mi vida pueda parecer inútil, yo sé que a los ojos de Dios mi vida es igual de valiosa, o quizá ahora sea más fecunda, porque no tengo oportunidad de distraerme con tantas cosas. Lo que importa es vivir para el cielo y aprovechar el tiempo que tengo de vida para llenar mi costal.

Han pasado más de siete años, con sus momentos fáciles y difíciles, pero siempre el pensar en el cielo y saber que mi costal me necesita me ha dado la fuerza para seguir adelante y con alegría. Al inicio pensaba que las almas de mi costal me necesitaban, pero estoy convencida que realmente soy yo quien las necesita, si no estuvieran ahí "pidiéndome" que abrace la voluntad de Dios con amor, que me ofrezca por ellas, muchas veces no habría salido adelante.

Desde hace tiempo tenía la inquietud de poder compartir con otras personas que sufren las motivaciones tan sencillas, pero tan sólidas que a mí me han ayudado a perseverar todos los días. Finalmente pude reunir en un "kit" todos los elementos que a mí me han sostenido y empecé a compartirlos en las oportunidades que tuve… yo misma me sorprendí del resultado… y me di cuenta que este regalo no es sólo para mí, que Dios me lo dio para que lo compartiera con muchos otros. Vivir de esta forma no sólo me ha cambiado a mí la vida. En menos de un año tenía ya más de 200 personas formando parte del batallón de intercesores. Hoy el batallón sigue creciendo; más de 300 personas que están ofreciendo cada día su pequeña cruz para unirla a la de Cristo y colaborar con la salvación de las almas. Este estilo de vida no cambia la realidad, no cura a los que están enfermos ni devuelve a los seres queridos a quienes los han perdido, pero da un sentido cristiano al propio sufrimiento, el sentido que realmente tiene, y recuerda que la vida definitiva no es ésta, sino la eterna, y vale la pena invertirlo todo para alcanzarla y ayudar a que muchos otros la alcancen.
Belén Lázaro, 24 años, está terminando la carrera de medicina: “Voy a ser Misionera de la Caridad, porque el Señor me llama”
* "Dios nunca pide a nadie lo que no puede dar"

23 de junio de 2009.- Belén Lázaro, en la fotografia de la derecha, tiene cinco hermanos, está terminando la carrera de medicina y vive con su familia en el municipio de Rivas, en Madrid. Su carrera le apasiona y siempre creyó que a estas alturas de la vida estaría pensando en ejercerla, casarse y formar una familia. Pero Dios tenía otros planes. Dentro de poco cambiará los vaqueros y el jersey fucsia que llevaba cuando la conocimos por el sari blanco con las dos rayas azules de las hermanas de la Madre Teresa. Y lo hace llena de felicidad porque está convencida de que “Dios nunca pide a nadie lo que no puede dar”.

(Sonsoles Calavera / Alba)Tiene tres hermanas y un hermano. Su padre es enfermera y su padre se ha dedicado siempre a la enseñanza. Belén es una chica muy activa. Le gusta salir con sus amigos, bailar, y sobre todo sentirse útil, haciendo cosas por los demás, por lo que tiene una larga trayectoria como voluntaria. Está muy unida a su familia, que considera que, para su vocación, ha sido fundamental. “Es lo mejor que Dios me ha regalado. Y estos años han sido una gozada porque he podido disfrutar muchísimo con ellos. Ahora me cuesta salir de casa, pero pensaba que me iba a costar mucho más. Si no fuera por cómo son mis padres, el colegio Aldeafuente, donde estudié y lo que he vivido en la congregación mariana a la que pertenezco, no estaría aquí. Mis padres ven que esto no es suyo, que les queda grande y es que, en definitiva, ha sido el Señor el que ha hecho todo”.

Cuenta que Dios le ha cambiado los planes pero confía plenamente en que Él llevará adelante todos sus proyectos para ella: “Siempre he querido ser médico y formar una familia. Pero lo que yo pensaba que era imposible, ahora no lo es. Es alucinante, esto no es mío. Pero Dios no me pide, ni a nadie, algo que no pueda dar”.

Experiencia como voluntaria

Belén ha sido durante años voluntaria en la casa de las misioneras de la Caridad, que cuidan enfermos de Sida en Madrid. En su primera etapa de formación irá a vivir a la casa de ‘las sisters’, como ella las llama, en Sabadell. Si le preguntas a qué se dedican, totalmente abandonada en Dios acerca de su futuro, dice que no está muy segura. Si hace falta que ponga en práctica sus conocimientos médicos lo hará encantada, pero eso ya no es imprescindible para ella. “Me parece que tengo una gran vocación de médico. Y si Él quiere utilizar lo que he aprendido y lo que me gusta, pues muy bien. No me importa atender enfermos, moribundos, parturientas o lo que sea. No sé si ejerceré pero ahora es secundario, porque noto que el Señor me llama a una cosa distinta”.

Las misioneras de la Caridad cuatro casas en España y cientos de casas en todo el mundo, por lo que lo más probable es que acabe en cualquier país, menos en el suyo. Esta congregación se dedica a los más pobres entre los pobres. “En cada país se dedican a una cosa, en Calcuta, sobre todo huérfanos y moribundos, en España, a enfermos de Sida, en un país árabe, a madres solteras repudiadas por su familia… Para eso tienen que vivir como ellos. No tienen nada suyo, ni siquiera el sari que llevan, que es de la congregación. Hay países donde les falta hasta la comida. Pero no tienen nada que no tengan los pobres: como televisión, lavadora… Y no pasa nada”. ‘¿No harían más trabajo con lavadora?’, -le preguntamos-. “Bueno harían algo…que no es su vocación. No se trata de lo que hagan sino de cómo lo hagan, con el amor que pongan y según la entrega que Dios les pide, que es total”, explica con enorme acierto. “De cómo viven no sé todo, pero en realidad yo me he dado cuenta de que eso da igual. A mí Dios me llama aquí y no quiero saber hasta el último detalle. Ya no pregunto“.

¿Y cómo se llega a descubrir un camino tan concreto? Ella lo tiene claro: "rezando. Yo no estaba cerrada a lo que Dios quisiera de mí. Al principio me agobiaba, no quería, pero desde el principio sentía que Dios me llamaba a eso: a ser Misionera de la Caridad, incluso antes de conocerlas, cuando sólo las había visto en las noticias“. Luego una amiga buscó un viaje de voluntariado a Tánger y fue el último impulso. “Después Dios me ha cambiado progresivamente el corazón. Ahora ya tengo el deseo de ser misionera, lo quiero yo. Aunque humanamente cueste, lo estoy deseando. Vi que renunciar a muchas cosas era ser más libre y más de Dios. Estoy muy feliz y no me voy a negar a lo que más feliz me va a hacer en el futuro”.
Samuel L. Jackson: «Todo lo que soy se lo debo a Dios»
Gracias a Él abandonó sus adicciones al alcohol y a la cocaína
23 de junio de 2009.-El gran actor ha contado sin vergüenza cómo su conversión le ayudó a superar sus adicciones al alcohol y a la cocaína. Desde entonces, cada mañana le pide «a Dios fuerza para no beber ni tomar drogas ese día». Y le funciona. Lleva quince años sin beber.

(M.V. / La Razón) Con más de 80 películas a sus espaldas, Samuel L. Jackson es uno de los actores más duros del cine norteamericano. Fetiche del director Quentin Tarantino, con quien ganó un Oscar por «Pulp Fiction», es el actor que más dinero ha recaudado en su extensísima carrera, pero, ante todo, es un hombre agradecido a Dios.

Según relata en una entrevista concedida a la revista «Pantalla semanal», su conversión le ayudó a salir del infierno de adicciones en el que vivía, enganchado al alcohol y a la cocaína hasta llegar al ingreso por sobredosis. «El simple hecho de estar aquí ahora y no estar borracho tirado en la calle o completamente drogado se lo debo a Dios», confiesa.

«Yo tuve la oportunidad de ver la luz. A veces la fe es importante para mantenerse sereno en los momentos de tentación», afirma. «Yo no he vuelto a tomar una copa en quince años. Probablemente podría beber sólo una copa de champán y estar bien, pero mi historial dice que cuando he abierto una botella de champán me he sentado hasta que he terminado con ella. Jamás he podido beber sólo una copa y eso me lo tengo que recordar día a día. Es una de las primeras cosas que hago por la mañana, pedirle a Dios fuerza para no beber ni tomar drogas ese día», sostiene.

Jackson ha participado, junto con actores cristianos de la talla de Angela Bassett, Cuba Gooding Jr, Denzel Washington o Forest Whitaker, en una espectacular versión sonora de la Biblia, («The Bible Experience») que se puede descargar en Internet en su versión para Ipod.

«Creo que Dios puede cuidar de todo el mundo», asegura. «Todo sucede por una razón determinada, no sé si para cumplir un destino o porque en la vida hay una serie de oportunidades que se presentan y dependiendo de cada decisión sigues un camino u otro», sostiene. «Yo, desde luego, rezo cada día por todo lo que tengo, merece la pena», concluye.
La Confraternidad de Ministros Evangélicos de Madrid lanza campaña a favor de la vida
23 de junio de 2009.-Desde el día 15 de Junio hay varias carteleras luminosas en el METRO de Madrid en las estaciones de Nuevos Ministerios, Sol, Plaza España, Cuatro Caminos, Avenida America, Gregorio Marañon, Legazpi, Ventas, Manuel Becerra y Goya. Estas estaciones de METRO son los que que más usuarios las utilizan. Llegando a un promedio de entre 3 y 5 millones de pasajeros por mes.

(EntreCristianos.com / NoticiaCristiana.com) La propuesta es un anuncio que apunta directamente a la conciencia del usuario de la ley del aborto. en este caso La madre. COMIMA quiere afirmar su posición en este debate expuesto ante la propuesta del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el que se pretende dar amplia libertad para que la mujer aborte si lo desea y por ello hacen un llamamiento a la conciencia afirmando exponiendo los siguientes principios:

+ El niño en el vientre de la madre es un ser humano independientemente de su tiempo de desarrollo.

+ El niño es un ser humano ÚNICO desde el momento de su concepción, puesto que ya tiene su propio ADN.

+ Los derechos del niño en el vientre de su madre son tan válidos como los de la mujer, estando incluso por encima de estos, por cuanto se trata de un ser humano totalmente indefenso que debe ser tutelado y protegido.

+ Es moralmente inaceptable argumentar a favor del aborto alegando razones de salud física o psíquica de la madre, e ignorar las razones de existencia que atañen al bebé. En el caso de la madre hablamos de salud, en el caso del niño hablamos de vida o muerte.

+ El aborto nunca puede ni debe ser una alternativa válida, y que a falta de una paternidad responsable la adopción del niño nacido es indiscutiblemente una alternativa mejor

Es por eso COMIMA se manfiesta a favor de la VIDA afirmando que el niño no nacido tiene derecho a la VIDA y que su vida esta en las manos de aquellos que deciden por él, en última instancia: su propia madre.

Finalmente; por las razones expuestas es que apelan a la conciencia de quienes deciden por el niño declarando que: el niño "Tiene derecho a la Vida"

lunes, 22 de junio de 2009

Miguel Aranguren, escritor*: “Los grandes pecadores me parecen interesantes”
*"Los novelistas suelen confundir al santo con el meapilas"
23 de junio de 2009.- En el colegio apuntaba maneras de escritor trotamundos; maneras que se le acabaron cuando se casó y le fueron naciendo los hijos. Él dice que formar una familia no afecta a la imaginación, que la obligación del escritor no está en vivir situaciones sino en observarlas y recrearlas.

(Gonzalo Altozano / Alba) -¿Se puede hacer un thriller con las cosas de Dios?
-Sí, porque son interesantísimas. El problema es que suelen contarse mal, de forma poco atractiva.

-No lo dirá por el Evangelio.
-Para nada. Hay pasajes de una plasticidad literaria maravillosa: cuando Cristo se aparece a los discípulos de Emaús o cuando, una vez resucitado, los apóstoles lo descubren en una playa asando pescado.

-Entonces, ¿por qué lo dice?
-Porque los novelistas -salvo Louis de Wohl y pocos más- confunden al santo con el ‘beato’.

-¿Entrecomillamos “beato”?
-Por supuesto. Con ‘beato’ me refiero al meapilas, al que siempre tiene un consejo, al que cuando reza, bisbisea.

-Los pecadores, en cambio, salen -literariamente hablando- mejor parados.
-Es que son muy interesantes. A mí, al menos, me lo parecen. Y cuanto más y con más gusto hayan pecado, mejor.

-¿Por qué?
-Porque tienen la posibilidad de una gran conversión.

-Hay quien dice que no hay aventura como la búsqueda y encuentro de Dios. Usted, que ha viajado por el mundo, ¿piensa lo mismo?
-Cualquiera que haya tenido cierta experiencia de Dios podrá decir que el compromiso con Él marca un antes y un después.

-¿Es su caso?
-Sí.

-¿Recuerda los detalles?
- Fue una tarde de hace veinte años, en una playa de Mombasa. De pronto, me di cuenta de que yo era un individuo entre millones y de que mi singularidad no se debía a mis méritos, sino a los de un Ser Superior que me había pensado, deseado y creado.

-¿Qué supuso aquello?
-El comienzo de la aventura.

-¿Se ha vuelto repetir?
-Nunca. Pero experiencias así valen para una vida.

-Nació en una familia cristiana y se educó en un colegio católico. ¿Se hace una idea de por qué eligió Dios una playa africana para llamar su atención?
-Porque para Él no existen los a prioris: como has nacido en esta familia, como has estudiado en tal colegio… Es Dios quien lleva la voz cantante y elige el momento, la persona y el lugar.

-¿Hasta entonces vivía alejado de Dios?
-Nunca he tenido etapas de alejamiento, como mucho de rebeldía. Vivía, eso sí, menos comprometido.

-Supongo que ese compromiso es el que le hace escribir y hablar de Dios con naturalidad. ¿Entiende que haya gente a la que le cueste?
-Claro. Es que la relación con Dios forma parte de lo más íntimo del ser humano, de aquellos aspectos más relacionados con el pudor.

-¿Y nunca le ha pasado sentir vergüenza ajena oyendo hablar de Dios?
-A veces, sí. Hay formas de expresión que me dan repelús.

-¿Por ejemplo?
-La familiaridad con la que a veces se trata lo majestuoso, esas canciones llenas de arabescos, ciertos giros presos del feísmo del posconcilio.

-Estará encantado con la vuelta de la misa en latín, ¿no?
-Me basta con una misa bien celebrada en lengua vernácula.

-¿Reza igual en una iglesia que en otra?
-Cerca de mi casa hay una parroquia que ha sido remozada, pero con un gusto tan terrible que cuando voy, rezo para que la ceremonia sea corta.

-En cualquier caso, reza.
-Lo procuro.

-¿Qué es para usted la oración?
-Un diálogo en el que hablan dos.

-¿No hay peligro de que eso se convierta en un monólogo de locos?
-Para eso está la lectura de los místicos (grandes o pequeños) y la dirección espiritual, elemento este que ha sido clave en el cristianismo, que se abandonó hace unas décadas y que ahora se está volviendo a recuperar.

-Y en ese diálogo, ¿se oye la voz del Otro?
-Si una cosa tengo clara en mi experiencia de orante mediocre, es que Dios habla muy bajo.

-¿Eso es bueno o malo?
-Es la forma que Él tiene de no violentar nuestra voluntad. O sea, que es bueno.
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*Entrevista publicada en ALBA el 12 de octubre de 2007.