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martes, 7 de octubre de 2025

Papa León XIV en mensaje para la JMJ: «Escuchemos la voz de Dios convirtiéndonos en artífices de paz y esa paz, don del Señor Resucitado, se hará visible a través del testimonio de quienes llevan su Espíritu en el corazón»

* «La mirada de Jesús, que quiere siempre y solamente nuestro bien, nos precede (cf. Mc 10,21). No nos quiere como siervos, ni como “activistas” de un partido; nos llama a estar con Él como amigos, para que nuestra vida sea renovada. Y el testimonio surge espontáneamente de la alegre novedad de esta amistad. Es una amistad única, que nos da la comunión con Dios; una amistad fiel, que nos hace descubrir nuestra dignidad y la de los demás; una amistad eterna, que ni siquiera la muerte puede destruir, porque tiene su principio en el Crucificado resucitado»        

Camino Católico.- El Santo Padre León XIV reflexiona en su mensaje para la XL Jornada Mundial de la Juventud sobre el testimonio en la amistad con Jesús y la construcción de la paz: “El testimonio cristiano nace de la amistad con el Señor”. “Escuchemos la voz de Dios en nosotros y venzamos nuestro egoísmo, convirtiéndonos en laboriosos artífices de paz. Entonces esa paz, que es don del Señor Resucitado (cf. Jn 20,19), se hará visible en el mundo a través del testimonio común de quienes llevan su Espíritu en el corazón”.

El mensaje ha sido publicado este 7 de octubre en la Memoria de la Bienaventurada Virgen María del Rosario y la Jornada Mundial de la Juventud, se celebrara el domingo de Cristo Rey, el 23 de noviembre de este año 2025. El texto íntegro del mensaje es el siguiente:

MENSAJE DEL SANTO PADRE LEÓN XIV

PARA LA XL JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

23 de noviembre de 2025

«Ustedes también dan testimonio, porque están conmigo» (Jn 15,27)

Queridos jóvenes:

Al comienzo de este primer mensaje que les envío, deseo ante todo decirles gracias. Gracias por la alegría que nos han transmitido al venir a Roma para su Jubileo, y gracias también a todos los jóvenes que se han unido a nosotros en la oración desde distintas partes del mundo. Ha sido un acontecimiento precioso para renovar el entusiasmo de la fe y compartir la esperanza que arde en nuestros corazones. Por eso, hagamos que el encuentro jubilar no sea un momento aislado, sino que marque, para cada uno de ustedes, un paso adelante en la vida cristiana y un fuerte estímulo para perseverar en el testimonio de la fe.

Precisamente esta dinámica está en el centro de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que celebraremos el domingo de Cristo Rey, el 23 de noviembre, y que tendrá como tema «Ustedes también dan testimonio, porque están conmigo» (Jn 15,27). Con la fuerza del Espíritu Santo, como peregrinos de esperanza, nos preparamos para convertirnos en valientes testigos de Cristo. Comencemos, pues, desde ahora, un camino que nos llevará hasta la edición internacional de la JMJ en Seúl, en 2027. En esta perspectiva, me gustaría detenerme en dos aspectos del testimonio: nuestra amistad con Jesús, que recibimos de Dios como un don; y el compromiso de cada uno en la sociedad, como constructores de paz.

Amigos, por lo tanto, testigos

El testimonio cristiano nace de la amistad con el Señor, crucificado y resucitado para la salvación de todos. Esta no debe confundirse con una propaganda ideológica, sino que es un verdadero principio de transformación interior y de sensibilización social. Jesús quiso llamar “amigos” a los discípulos, a quienes dio a conocer el Reino de Dios y les pidió que permanecieran con Él para formar su comunidad y enviarlos a proclamar el Evangelio (cf. Jn 15,15.27). Por eso, cuando Jesús nos dice: “Den testimonio”, nos está asegurando que nos considera sus amigos. Sólo Él conoce plenamente quiénes somos y por qué estamos aquí: conoce el corazón de cada uno de ustedes jóvenes, su indignación ante la discriminación y la injusticia, su deseo de verdad y belleza, de alegría y paz; con su amistad los escucha, los motiva y los guía, llamando a cada uno a una vida nueva.

La mirada de Jesús, que quiere siempre y solamente nuestro bien, nos precede (cf. Mc 10,21). No nos quiere como siervos, ni como “activistas” de un partido; nos llama a estar con Él como amigos, para que nuestra vida sea renovada. Y el testimonio surge espontáneamente de la alegre novedad de esta amistad. Es una amistad única, que nos da la comunión con Dios; una amistad fiel, que nos hace descubrir nuestra dignidad y la de los demás; una amistad eterna, que ni siquiera la muerte puede destruir, porque tiene su principio en el Crucificado resucitado.

Pensemos en el mensaje que nos deja el apóstol Juan al final del cuarto Evangelio: «Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero» (Jn 21,24). Todo el relato anterior se resume como un “testimonio”, lleno de gratitud y asombro, por parte de un discípulo que nunca dice su propio nombre, sino que se define como “el discípulo al que Jesús amaba”. Este apelativo es el reflejo de una relación: no es el nombre de un individuo, sino el testimonio de un vínculo personal con Cristo. Esto es lo que realmente importa para Juan: ser discípulo del Señor y sentirse amado por Él. Comprendemos entonces que el testimonio cristiano es fruto de la relación de fe y amor con Jesús, en quien encontramos la salvación de nuestra vida. Lo que escribe el apóstol Juan también vale para ustedes, queridos jóvenes. Cristo los invita a seguirlo y a sentarse a su lado, para escuchar su corazón y compartir de cerca su vida. Cada uno de ustedes es para Él un “discípulo amado”, y de este amor nace la alegría del testimonio.

Otro valiente testigo del Evangelio es el precursor de Jesús, Juan el Bautista, que dio «testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él» (Jn 1,7). Aunque gozaba de gran fama entre el pueblo, sabía bien que era sólo una “voz” que señalaba al Salvador: «Este es el Cordero de Dios» (Jn 1,36). Su ejemplo nos recuerda que el verdadero testigo no tiene como objetivo ocupar el centro del escenario, no busca seguidores que se unan a él. El verdadero testigo es humilde e interiormente libre, ante todo de sí mismo, es decir, de la pretensión de ser el centro de atención. Por eso es libre para escuchar, para interpretar y también para decir la verdad a todos, incluso ante los poderosos. De Juan el Bautista aprendemos que el testimonio cristiano no es un anuncio de nosotros mismos y no celebra nuestras capacidades espirituales, intelectuales o morales. El verdadero testimonio es reconocer y mostrar a Jesús, el único que nos salva, cuando Él se manifiesta. Juan lo reconoció entre los pecadores, inmerso en la humanidad común. Por eso el Papa Francisco insistió tanto en esto: si no salimos de nosotros mismos y de nuestras zonas de confort, si no salimos al encuentro de los pobres y de aquellos que se sienten excluidos del Reino de Dios, no nos encontramos con Cristo ni damos testimonio de Él; perdemos la dulce alegría de ser evangelizados y de evangelizar.

Queridos hermanos, invito a cada uno de ustedes a seguir buscando a los amigos y testigos de Jesús en la Biblia. Al leer los Evangelios, se darán cuenta de que todos ellos encontraron en la relación viva con Cristo el verdadero sentido de la vida. De hecho, nuestras preguntas más profundas no son escuchadas ni encuentran respuesta en el desplazamiento infinito de la pantalla del móvil, que capta la atención dejando la mente fatigada y el corazón vacío. No nos llevan lejos si las mantenemos encerradas en nosotros mismos o en círculos demasiado reducidos. La realización de nuestros deseos auténticos pasa siempre por salir de nosotros mismos.

Testigos, por lo tanto, misioneros

De esta manera, ustedes, jóvenes, con la ayuda del Espíritu Santo, pueden convertirse en misioneros de Cristo en el mundo. Muchos de sus compañeros están expuestos a la violencia, obligados a usar las armas, forzados a separarse de sus seres queridos, a migrar y a huir. Muchos carecen de educación y de otros bienes esenciales. Todos comparten con ustedes la búsqueda de sentido y la inseguridad que la acompaña, el malestar por las crecientes presiones sociales o laborales, la dificultad de afrontar las crisis familiares, la dolorosa sensación de falta de oportunidades, el remordimiento por los errores cometidos. Ustedes mismos pueden ponerse al lado de otros jóvenes, caminar con ellos y mostrarles que Dios, en Jesús, se ha hecho cercano a cada persona. Como solía decir el Papa Francisco: «Cristo muestra que Dios es proximidad, compasión y ternura» (Carta enc. Dilexit nos, 35).

Es cierto, no siempre es fácil dar testimonio. En los Evangelios encontramos a menudo la tensión entre la acogida y el rechazo de Jesús, «la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron» (Jn 1,5). De manera similar, el discípulo-testigo experimenta en primera persona el rechazo y, a veces, incluso la oposición violenta. El Señor no oculta esta dolorosa realidad, «si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes» (Jn 15,20). Sin embargo, precisamente esto se convierte en la ocasión para poner en práctica el mandamiento más alto, «amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores» (Mt 5,44). Esto es lo que han hecho los mártires desde los inicios de la Iglesia.

Queridos jóvenes, esta no es una historia que pertenece sólo al pasado. Todavía hoy, en muchos lugares del mundo, los cristianos y las personas de buena voluntad sufren a causa de la persecución, las mentiras y la violencia. Quizás también ustedes han sido tocados por esta dolorosa experiencia y quizás han sido tentados de reaccionar instintivamente poniéndose al nivel de quienes los han rechazado, adoptando actitudes agresivas. Recordemos, sin embargo, el sabio consejo de san Pablo: «No te dejes vencer por el mal. Por el contrario, vence al mal, haciendo el bien» (Rm 12,21).

Por tanto, no se desanimen, como los santos, también ustedes están llamados a perseverar con esperanza, sobre todo ante las dificultades y los obstáculos.

La fraternidad como vínculo de paz

De la amistad con Cristo, que es don del Espíritu Santo en nosotros, nace una forma de vivir que lleva consigo el carácter de la fraternidad. Un joven que ha encontrado a Cristo lleva consigo a todas partes el “calor” y el “sabor” de la fraternidad, y cualquiera que entre en contacto con él o con ella se siente atraído por una dimensión nueva y profunda, hecha de cercanía desinteresada, de compasión sincera y de ternura fiel. El Espíritu Santo nos hace ver al prójimo con ojos nuevos, ¡en el otro hay un hermano, una hermana!

El testimonio de fraternidad y paz que la amistad con Cristo suscita en nosotros nos libera de la indiferencia y la pereza espiritual, haciéndonos superar el aislamiento y la desconfianza. Además, nos une los unos a los otros, impulsándonos a comprometernos, desde el voluntariado hasta la caridad política, para construir nuevas condiciones de vida para todos. No sigan a quienes utilizan las palabras de la fe para dividir; organícense, en cambio, para eliminar las desigualdades y reconciliar a las comunidades polarizadas y oprimidas. Por eso, queridos amigos, escuchemos la voz de Dios en nosotros y venzamos nuestro egoísmo, convirtiéndonos en laboriosos artífices de paz. Entonces esa paz, que es don del Señor Resucitado (cf. Jn 20,19), se hará visible en el mundo a través del testimonio común de quienes llevan su Espíritu en el corazón.

Queridos jóvenes, ante los sufrimientos y las esperanzas del mundo, fijemos nuestra mirada en Jesús. Mientras agonizaba en la cruz, Él confió la Virgen María como madre a Juan, y a ella Juan como hijo. Ese último don de amor es para todo discípulo, para todos nosotros. Los invito, por tanto, a acoger este santo vínculo con María, Madre llena de afecto y comprensión, cultivándolo especialmente con la oración del rosario. Así, en cada situación de la vida, experimentaremos que nunca estamos solos, sino que siempre somos hijos amados, perdonados y animados por Dios. De todo esto, ¡den testimonio con alegría! 

Vaticano, 7 de octubre de 2025, Memoria de la Bienaventurada Virgen María del Rosario.

PAPA LEÓN XIV

Fotos: Vatican Media

Papa León XIV en homilía, 6-10-2025: «En la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, como María, debemos aprender a confiar porque el tiempo de Dios es perfecto y siempre viene a salvarnos y liberarnos»

* «Jesús no vino simplemente a redimirnos de la esclavitud del pecado, sino a liberar nuestros corazones para que le digamos "sí", tal como lo hizo nuestra Santísima Madre… San Agustín escribió: ‘Dios nos creó sin nosotros, pero no nos salvará sin nosotros’. Por lo tanto, estamos llamados a cooperar con él viviendo una vida de gracia como sus hijos e hijas, aportando nuestra propia contribución al plan de salvación. Esto es cierto aunque no sepamos qué nos depara el futuro. Sin embargo, como María, siempre podemos confiar y agradecer su obra de salvación»     

6 de octubre de 2025.- (Camino Católico)  “En la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, como María, debemos aprender a confiar porque el tiempo de Dios es perfecto y siempre viene a salvarnos y liberarnos” ha subrayado el Papa León XIV en su homilía en la celebración de las primeras vísperas de la festividad de la Santísima Virgen del Rosario, que ha presidido en la tarde del lunes, 6 de octubre, en la "Domus Australia", una casa de vacaciones religiosas en el centro de Roma, que acoge principalmente a peregrinos y turistas australianos -o de habla inglesa- que visitan la capital.


Al entrar en la iglesia, el Papa se detuvo en adoración al Santísimo Sacramento. Para darle la bienvenida, el coro londinense "The Gradualia Consort" cantó el himno "Tu es Petrus".



Al final de las Vísperas, el Papa bendijo la imagen de Nuestra Señora de Pompeya, una copia donada a los Padres Maristas por el Beato Bartolo Longo a finales del siglo XIX y restaurada pocos días antes de su elección el 8 de mayo. La imagen, un óleo con corona y estrellas doradas, se encuentra en la Iglesia de Santa María del Rosario de Pompeya y San Pedro Chanel, anexa a la Domus. 



CELEBRACIÓN DE LAS VÍSPERAS EN LA VIGILIA DE

LA FIESTA PATRONAL DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE POMPEYA 

HOMILÍA DE SU SANTIDAD EL PAPA LEÓN XIV

Domus Australia

Lunes, 6 de octubre de 2025

Queridos hermanos y hermanas:


Me complace estar con ustedes en la celebración de las Primeras Vísperas, en conmemoración de su Fiesta Patronal de Nuestra Señora del Rosario de Pompeya. De hecho, esta devoción a Nuestra Santísima Madre ocupa un lugar especial en mi corazón, por lo que también me complace compartir esta ocasión con la comunidad australiana presente en esta solemne bendición de la imagen restaurada de Nuestra Señora de Pompeya. Espero que esta imagen, donada para esta capilla hace muchas décadas por el futuro santo Bartolo Longo, inspire una devoción cada vez mayor entre los residentes de la Domus y quienes la visitan como peregrinos, así como entre los miembros de la comunidad local.


Providencialmente, nos reunimos durante este Año Jubilar, centrado en la virtud teologal de la Esperanza. De manera particular, María encarnó esta virtud mediante su confianza en que Dios cumpliría sus promesas. Esta esperanza, a su vez, le dio la fuerza y ​​el coraje para entregar su vida voluntariamente por el Evangelio y abandonarse por completo a la voluntad de Dios. Se ha dicho con frecuencia que la Encarnación tuvo lugar primero en el corazón de María, antes de ocurrir en su vientre. Esto subraya su fidelidad diaria a Dios.


Claro que María no sabía con precisión cómo ni cuándo Dios salvaría a su pueblo, pero vivió abandonada a su voluntad, confiando en que él salvaría a su pueblo según su designio. Dios nunca tarda; somos nosotros quienes debemos aprender a confiar, aunque requiera paciencia y perseverancia. El tiempo de Dios siempre es perfecto. Así, escuchamos en el pasaje bíblico de San Pablo: «Cuando llegó el tiempo señalado, Dios envió a su Hijo para redimir a los súbditos de la ley».


Dios siempre viene a salvarnos y liberarnos. Los israelitas nacieron bajo la ley, pero también con la fragilidad, la debilidad y la concupiscencia de nuestra condición humana caída. El plan de Dios se ha cumplido ahora en la misión del Señor Jesús. Además, no vino simplemente a redimirnos de la esclavitud del pecado, sino a liberar nuestros corazones para que le digamos "sí", tal como lo hizo nuestra Santísima Madre. 


Ahora, mediante el don del bautismo, nacemos bajo la ley de la gracia como hijos de Dios. En palabras del Cántico, Dios nuestro Padre «nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo… nos destinó en amor a ser sus hijos e hijas por medio de Jesucristo, según el designio de su voluntad». El propósito de su voluntad es llevarnos a la vida eterna. Al respecto, san Agustín escribió: «Dios nos creó sin nosotros, pero no nos salvará sin nosotros». Por lo tanto, estamos llamados a cooperar con él viviendo una vida de gracia como sus hijos e hijas, aportando nuestra propia contribución al plan de salvación. Esto es cierto aunque no sepamos qué nos depara el futuro. Sin embargo, como María, siempre podemos confiar y agradecer su obra de salvación. 


Queridos amigos, en un momento cantaremos el Magníficat. Al hacerlo, reflexionemos sobre cómo María, la verdadera Hija de Sión, se regocijó en Dios, su Salvador, al ver las gracias que le fueron concedidas y cómo Dios siempre ha sido fiel a Abraham y a su descendencia.


Mientras veneran a Nuestra Señora de Pompeya en la Domus Australia, mi oración es que ustedes también sean fortalecidos por el Espíritu Santo en su propio servicio al Señor y a su Iglesia, y que puedan dar mucho fruto, fruto que perdure.

PAPA LEÓN XIV


Fotos: Vatican Media, 6-10-2025

Homilía del P. José Blanco y lecturas de la Misa de hoy, martes, Bienaventurada Virgen María del Rosario, 7-10-2025

7 de octubre de 2025.- (Camino Católico) Homilía del P. José Blanco y lecturas de la Santa Misa de hoy, martes de la 27ª semana del Tiempo Ordinario, Bienaventurada Virgen María del Rosario, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Santa Misa de hoy, martes, Bienaventurada Virgen María del Rosario, 7-10-2025

7 de octubre de 2025.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, martes de la 27ª semana del Tiempo Ordinario, Bienaventurada Virgen María del Rosario, presidida por el P. José Blanco, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Misterios Dolorosos del Santo Rosario, desde el Santuario de Lourdes, 7-10-2025

7 de octubre de 2025.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Dolorosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy, martes, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero. 

Palabra de Vida 7/10/2025: «Bendita tú entre las mujeres» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 7 de octubre de 2025, martes de la 27ª semana de Tiempo Ordinario, Bienaventurada Virgen María del Rosario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 1, 39-56:

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Epíritu Santo y levantando la voz, exclamó:

«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

María dijo:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor, «se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava».

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mi: «su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación».

Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, «derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia» - como lo había prometido a «nuestros padres» - en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».

María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.

Adoración Eucarística con el P. José Aurelio Martín en la Basílica de la Concepción de Madrid, 7-10-2025

7 de octubre de 2025.- (Camino Católico) Adoración al Santísimo Sacramento con el P. José Aurelio Martín Jiménez, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Madre del Rosario, Virgen María, en tus manos ponemos nuestras súplicas en cada cuenta que rezamos / Por P. Carlos García Malo

 


lunes, 6 de octubre de 2025

Confío en Ti. Diálogo de un alma con Jesús de la Misericordia según lo que dijo el Señor a Santa Faustina Kowalska


Camino Católico.- Para grabar en nuestros corazones las palabras del Salmo 136 que nos recuerdan “que es eterna la misericordia del Señor”, la Fundación Eukmamie – HM Televisión ofrece este programa especial titulado: “Confío en Ti. Diálogo de un alma con Jesús de la Misericordia”.

Este “Diálogo” audiovisual, entre Jesús y un alma, se ha escrito tomando como base las anotaciones del Diario de la Divina Misericordia de Sta. Faustina Kowalska. Si bien algunos de los comentarios del alma han sido inventados, las palabras que pronunciará el Señor han sido fielmente respetadas de entre las que dijo el mismo Señor a la Apóstol de su Misericordia.

Veinte minutos en diálogo con la Divina Misericordia. Con imágenes y músicas cuidadas y trabajadas con el fin de introducirnos en esta “divina conversación”, que puede ser realmente transcendental en nuestra vida.


Santa Faustina y la Divina Misericordia – Película de Dibujos animados



Camino Católico.- Santa Faustina y la Divina Misericordia, película de dibujos animados para niños de la serie “Mi familia católica” de  EWTN .