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sábado, 20 de junio de 2009

‘Cytotec’, un protector estomacal usado como abortivo
'Mucho que decir', de Intereconomía TV, analizó los peligros del fármaco
20 de junio de 2009.-El programa ‘Mucho que Decir’ de Intereconomía Televisión analizó los pormenores del empleo de un fármaco con fines abortivos: el Cytotec. Este medicamento se dispensa como protector estomacal para aquellas personas a las que les recetan analgésicos fuertes por diversas patologías. Sin embargo, por su capacidad de provocar contracciones en el útero de forma similar a como lo hace la hormona oxitocina, muchas mujeres lo compran por Internet para darle un uso secundario: provocar abortos. Este uso secundario puede provocar también peligrosos efectos secundarios de los que quienes lo venden por Internet no advierten: hemorragias intensas para la madre y malformaciones graves en el bebé. El empleo de Cytotec como medicamento abortivo es algo conocido en España desde hace relativamente poco. Y es que según apunta el doctor Miguel Ángel Herráiz, Jefe de Obstetricia del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, “el Cytotec lo están vendiendo incluso a las puertas de los colegios e institutos desde que en España tenemos inmigración sudamericana porque allí se usa de forma común para provocar abortos”.

Teresa Hernández, Miguel Ángel Herráiz y Esther Fonseca.

(César Sinde Robledo / Alba) En España, este medicamento se vende con receta, pero muchas mujeres lo consiguen también por Internet. Para quienes lo venden, el negocio está asegurado ya que, según recuerda la presidenta de la Asociación Nacional de Farmacéuticos Católicos, Esther Fonseca, “este medicamento cuesta 10,80 euros en farmacia y la caja trae 40 comprimidos. En cambio, en Internet lo venden por no menos de 80 euros y sólo con 4 comprimidos“.

Posibles daños al bebé

Poco les importa a quienes lo venden por la Red que su uso no controlado por un facultativo puede provocar importantes hemorragias en las mujeres o “graves malformaciones” en el bebé, según apunta Mª Luisa Martínez Frías, miembro del Centro de Investigación de Anomalías Congénitas. La doctora Martínez Frías recuerda que se dan muchos casos en los que el Cytotec no provoca el aborto, pero sí graves daños al bebé como “ausencia de lengua o lengua muy corta, por lo que ese niño tendrá problemas en el habla. Además, el bebé puede tener malformaciones en la piel y huesos del cráneo así como incapacidad de sonreír, lo que se conoce como el mal de Moebius, según el cual, quedan dañados una serie de nervios de la cara”.

Miguel Ángel Herráiz (en la fotografia de la izquierda) explica que este medicamento no es malo, ya que resulta un gran aliado para los médicos cuando se usa bien, es decir, en caso de muerte natural del bebé en gestación. Cuando esto se produce, Herráiz apunta que el empleo del Cytotec es tremendamente positivo y que ha dejado obsoletas algunas prácticas médicas que pueden ser lesivas para la madre, como “el rasgamiento de la pared uterina al hacer un legrado tras un aborto espontáneo”. Herráiz recuerda que el Cytotec se administra, por ejemplo, “cuando se produce una muerte espontánea o natural del feto y necesitamos provocar contracciones en el útero para que el cuerpo de la madre expulse los restos“.

También se emplea este fármaco “cuando tras un parto la madre presenta fuertes hemorragias. En este caso, administramos varias pastillas de este medicamento en el recto, lo que provoca que el útero se contraiga y que cese la hemorragia”. Herráiz cita como otra de las bondades de este fármaco que gracias a él el Hospital Clínico San Carlos de Madrid está desarrollando una nueva terapia para mujeres de hasta 11 semanas de gestación que presentan abortos espontáneos a las que se les administra el fármaco. En este caso “se les administra 4 comprimidos por vía intravaginal y se manda a las pacientes a casa. Aunque vayan a tener dolores bastante intesos, se les administra una pauta analgésica y tras un día o dos su cuerpo expulsará los restos del embrión”.

Un buen medicamento, mal usado

Hasta aquí las bondades de un medicamento que, usado por facultativos, no resulta dañino, sino todo lo contrario. Como apunta Herráiz, el problema surge cuando “al hospital llegan todos los días mujeres sanas de todas las edades con embarazos que eran normales y que han empleado el Cytotec para provocarse el aborto y llegan al hospital prácticamente con el bebé fuera. Y da igual el periodo de gestación. Lo hemos visto en casos de 12, 24 ó 27 semanas de embarazo”. En estos casos, Herráiz recuerda que la mujer que tome una cantidad excesiva de este fármaco puede tener problemas de coagulación de la sangre y hasta pueden quedar estériles si el exceso del medicamento les provoca un desprendimiento de útero. Además, a partir de determinadas cantidades, el Cytotec puede provocar la muerte “aunque no es frecuente que se tome tanta cantidad como para llegar a esos extremos”.

Puesto que este fármaco se emplea de forma descontrolada para provocar abortos, La presidenta de la Asociación Nacional de Farmaceúticos Católicos, Esther Fonseca (en la fotografia de la derecha), recuerda que en España este fármaco “se vende con receta médica. Pero en la farmacia yo he visto casos de mujeres que lo piden sin la receta, alegando que se la han olvidado en casa y más tarde la traen, o que ya tenían receta pero es para su abuela y se les ha acabado… y hay que tener cuidado porque en muchas ocasiones lo piden para ellas mismas y provocarse un aborto”.

Fonseca denuncia también “el negocio que supone la venta por Internet de este medicamento. En la farmacia no cuesta más de 10′80 euros una caja de 40 comprimidos y en la Red lo llegan a vender por cantidades astronómicas: 150 euros por cuatro pastillas. Y además, no hay que olvidar que esas páginas web no ofrecen ninguna garantía, que no hay un prospecto fiable de cómo emplear el medicamento y que es muy posible que esa pastilla no contenga el principio activo que dice tener”.

En este sentido, el doctor Herráiz señala que en la Red no circulan consejos de uso seguro del medicamento para que, al menos, no provoque daños en la mujer. “Hay páginas donde dicen que se tomen dos comprimidos por vía oral y otros dos por intravaginal y que si a las 6 u 8 horas no se ha producido el aborto se repita la operación, pero aumentando la dosis”.

Pero el Cytotec no es el único medicamento al que se le dan fines abortivos. Según Esther Fonseca, hay otros fármacos que son empleados para este mismo fin ya que “tienen el mismo principio activo que el Cytotec pero se emplean originariamente para patologías relacionadas con la artritis. Son el Normulen y el Artrotec y llevan combinado un analgésico con el mismo principio activo del Cytotec: el dicoflenaco”.

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