* La llamada al sacerdocio la sintió de joven y abandonó el seminario por problemas de salud pero ha vivido con su esposa Guillermina, fallecida hace dos años, un fructífero apostolado matrimonial, sirviendo 32 años como diacono permanente
* "Yo he querido ser obediente a Dios, no elegir una ruta personal, sino siempre en respuesta a la directriz de Dios, a quien siempre he sentido cerca. Éste es el momento más decisivo de mi vida, uno vislumbra que estamos en la etapa final, no existe temor ni nostalgia, por lo que he de seguir haciendo la voluntad de Dios"
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