“Dios está vivo y trabaja. Dios está en la industria de los milagros… Ya nunca daré marcha atrás”
4 de agosto de 2013.- (Juan Antonio Ruiz J., LC / Con Tinta de Esperanza / Camino Católico) En 2010, la revista Maxim la catalogó como una de las actrices porno más importantes del año. Y, efectivamente, Brittini -o Jenna Preysler, como se hacía llamar profesionalmente- parecía tenerlo todo y gozar de mucha popularidad en el triste mundo del cine para adultos. Pero lo que casi nadie se imaginaba era que justamente ese año, Brittini comenzó a dar un cambio radical en su vida; un giro inesperado que la condujo a la fe de sus abuelos y a una vida auténticamente feliz.
Los primeros pasos en la industria del porno se dieron en épocas muy tempranas de su vida. Concretamente, a los 18 años, mientras frecuentaba el Santa Barbara City College en California. Ya antes había empezado a frecuentar los clubes de strippers. Y tal vez por eso, cuando dos hombres se le acercaron y le preguntaron si quería trabajar en"películas románticas", le pareció algo no sólo lógico, sino necesario. Filmó su primera película porno en Los Ángeles ese mismo fin de semana. Leer más...
domingo, 4 de agosto de 2013
Brittini, la actriz porno que encontró “el amor incondicional de Dios” después de las drogas, la prostitución y los intentos de suicidio
Etiquetas:
actriz,
afectividad,
Amor,
castidad,
conversión,
Dios,
drogas,
Evangelio,
fe,
fidelidad,
Heridas infancia,
Jesucristo,
Oración,
pornografía,
prostitución,
sexualidad,
Testimonio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario