Camino Católico.- La Hermana Susan Joost, S.H.M., creció en una familia católica y asistió siempre a colegios católicos. A pesar de ello, aunque sabía todas las respuestas de su fe, no la vivía.
No conocía a Dios ni entendía lo que creía. Se preocupaba más de las modas, la música y los amigos, que de Dios. Llevaba una doble vida, yendo a la misa todos los domingos pero, a la vez, viviendo alejada de Dios.
Por fin, hizo el propósito de rezar delante del Santísimo 5 minutos a la semana. Luego terminó yendo una hora todos los días. De esta manera, el Señor pudo ir cambiando su corazón poco a poco. Su testimonio lo cuenta en el vídeo entrevistada por H. M. Televisión en el programa “Cambio de agujas”.
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