* «Me di cuenta de que los católicos perdonan, aman y dan de manera diferente de como yo había aprendido a vivir. Lo que aprendí correspondía bien con mi alma. Le pregunté a Dios lo que significaba todo eso, y Él me dijo ‘significa que debes ser católica. Estoy muy agradecida de que el Señor esté usando lo poco que tengo que ofrecer a cambio de todas estas oportunidades para acercarme a Él y convertirme en la mujer que siempre quiso que fuera»
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