* “He recuperado la fe gracias a una gran confesión, a un cambio radical de vida. Yo puedo decir de mi conversión que es una palabra ¡enorme! Pero después, cada día, uno tiene que convertirse, tiene que decir: sí, Jesucristo, yo te amo, te quiero seguir; porque la tentación está siempre ahí”
* “Un converso o conversa es muy amado o muy detestado, porque no es sólo la prueba de que Dios existe, sino de que continúa actuando hoy, en este mundo, donde hay aborto, clonación, matrimonio homosexual, eutanasia. Eso es nuestra fe: un gran encuentro de amor”