Elige tu idioma

Síguenos en el canal de Camino Católico en WhatsApp para no perderte nada pinchando en la imagen:

lunes, 16 de septiembre de 2024

Palabra de Vida 16/9/2024: «Ni en Israel he encontrado tanta fe» / Por P. Jesús Higueras


Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 16 de septiembre de 2024, lunes de la 24ª semana de Tiempo Ordinario, Santos Cornelio y Cipriano, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 7, 1-10:

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún.

Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:

«Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la sinagoga».

Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle:

«Señor, no te molestes; porque no soy digno de que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo a uno: «Ve», y va; al otro: «Ven», y viene; y a mi criado: «Haz esto», y lo hace».

Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo:

«Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe».

Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.

Adoración Eucarística con el P. Carlos Martínez en la Basílica de la Concepción de Madrid, 16-9-2024

16 de septiembre de 2024.- (Camino Católico) Adoración al Santísimo Sacramento con el P. Carlos Martínez Oliveras, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Escruta la Palabra, deja que se haga vida en tu interior y disfruta de la intimidad con Dios / P. Carlos García Malo

 


domingo, 15 de septiembre de 2024

Papa Francisco en el Ángelus, 15-9-2024: «Para conocer al Señor no basta con saber algo de Él, sino que es necesario seguirlo, dejarse tocar y cambiar por su Evangelio»


 * «Se trata de tener con Él una relación, un encuentro. Yo puedo conocer muchas cosas de Jesús, pero si no lo he encontrado, entonces yo no sé quién es Jesús. Es necesario este encuentro que cambia la vida: cambia el modo de ser, cambia el modo de pensar, cambia las relaciones que tienes con los hermanos, la disposición a acoger y a perdonar, cambia las elecciones que haces en la vida. ¡Todo cambia si realmente has conocido a Jesús! Todo cambia»

      

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Y no olvidemos las guerras que ensangrientan el mundo. Pienso en la martirizada Ucrania, en Myanmar, pienso en Oriente Medio. ¡Cuántas víctimas inocentes! Pienso en las madres que han perdido hijos en las guerras. ¡Cuántas jóvenes vidas truncadas! Rezo por las víctimas y sigo estando cerca de todas las familias de los rehenes. ¡Que cese el conflicto en Palestina e Israel! ¡Que cesen las violencias, que cese el odio! Que se libere a los rehenes, continúen las negociaciones y se encuentren soluciones de paz» 

15 de septiembre de 2024.- (Camino Católico)  En el XXIV domingo del Tiempo Ordinario, Su Sanidad el Papa Francisco, al rezar el Ángelus, ante miles de fieles en la plaza de San Pedro, recuerda que “para conocer al Señor no basta con saber algo de Él, sino que es necesario seguirlo, dejarse tocar y cambiar por su Evangelio”. 

El Papa Francisco ha reflexionado sobre el Evangelio de la Liturgia del día que relata cuando Jesús empezó a hablar a sus discípulos del sufrimiento y de la muerte que le esperan y Pedro se opone. Jesús le increpa duramente, asegurando que Pedro “piensa como los hombres y no como Dios”.  En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

PAPA FRANCISCO


ÁNGELUS


Plaza de San Pedro


Domingo, 15 de septiembre de 2024


Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz domingo!


El Evangelio de la Liturgia del día nos relata que Jesús, después de haber preguntado a los discípulos qué pensaba la gente de Él, les pregunta directamente a ellos: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?» (Mc 8,29). Pedro responde en nombre de todo el grupo diciendo: «Tú eres el Mesías» (v. 30). Sin embargo, cuando Jesús empieza a hablar del sufrimiento y de la muerte que le esperan, el mismo Pedro se opone, y Jesús le increpa duramente: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! – le dice Satanás – ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!» (v. 33).


Fijándonos en la actitud del apóstol Pedro, también nosotros podemos preguntarnos qué significa realmente conocer a Jesús. Qué significa conocer a Jesús.


De hecho, por un lado, Pedro responde de manera perfecta, diciendo a Jesús que Él es el Mesías. Sin embargo, detrás de estas palabras correctas sigue habiendo un modo de pensar “según los hombres”, una mentalidad que imagina un Mesías fuerte, un Mesías victorioso, que no puede sufrir o morir. Por lo tanto, las palabras con las que Pedro responden son “correctas”, pero su modo de pensar no ha cambiado. Él tiene todavía que cambiar de mentalidad, él todavía tiene que convertirse.


Y este es un mensaje importante también para nosotros. En efecto, también nosotros hemos aprendido algo sobre Dios, conocemos la doctrina, rezamos las oraciones de manera correcta y, tal vez, a la pregunta de “¿quién es Jesús para ti?” respondemos bien, con alguna fórmula que hemos aprendido del catecismo. Pero, ¿estamos seguros de que esto significa conocer realmente a Jesús? En realidad, para conocer al Señor no basta con saber algo de Él, sino que es necesario seguirlo, dejarse tocar y cambiar por su Evangelio. Se trata de tener con Él una relación, un encuentro. Yo puedo conocer muchas cosas de Jesús, pero si no lo he encontrado, entonces yo no sé quién es Jesús. Es necesario este encuentro que cambia la vida: cambia el modo de ser, cambia el modo de pensar, cambia las relaciones que tienes con los hermanos, la disposición a acoger y a perdonar, cambia las elecciones que haces en la vida. ¡Todo cambia si realmente has conocido a Jesús! Todo cambia.


Hermanos y hermanas el teólogo y pastor luterano Bonhoeffer, víctima del nazismo, escribió así: «El problema que no me deja nunca tranquilo es el de saber qué es realmente para nosotros hoy el cristianismo o quién es Cristo» (Resistenza e Resa. Lettere e scritti dal carcere, Cinisello Balsamo 1996, 348) (Resistencia y sumisión: cartas y apuntes desde el cautiverio). Desafortunadamente, muchos ya no se hacen esta pregunta y se quedan “tranquilos”, adormecidos, incluso lejos de Dios. Es importante, en cambio, que nos preguntemos: ¿Yo me dejo inquietar, me pregunto quién es Jesús para mí y qué lugar ocupa en mi vida?


Que con esta pregunta nos ayude nuestra madre María, que conocía bien a Jesús.



Oración del Ángelus:                         


Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…


Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…


Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…


Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.


Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.


Amen.


Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…


Benedictio Apostolica seu Papalis


Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.


Amen.



Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:

 Queridos hermanos y hermanas:


Expreso mi cercanía a las poblaciones de Vietnam y de Myanmar, que sufren a causa de las inundaciones provocadas por un violento tifón. Rezo por los difuntos y por los heridos y los desplazados. Que Dios sostenga a quienes han perdido a sus seres queridos y su casa y bendiga a quienes están llevando ayuda.


Ayer, en la Ciudad de México, fue beatificado Moisés Lira Serafín, sacerdote, fundador de la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, fallecido en 1950, después de una vida dedicada a ayudar a las personas a progresar en la fe y en el amor al Señor. Que su celo apostólico estimule a los sacerdotes a entregarse sin reservas por el bien espiritual del pueblo santo de Dios. ¡Un aplauso para el nuevo Beato! Veo allí las banderas mexicanas…


Hoy en Italia se celebra la Jornada de los enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Aseguro un recuerdo en la oración para ellos y para sus familiares; animo el trabajo de investigación sobre esta patología y las asociaciones de voluntariado.


Y no olvidemos las guerras que ensangrientan el mundo. Pienso en la martirizada Ucrania, en Myanmar, pienso en Oriente Medio. ¡Cuántas víctimas inocentes! Pienso en las madres que han perdido hijos en las guerras. ¡Cuántas jóvenes vidas truncadas! Pienso en Hersh Goldberg-Polin, hallado muerto en septiembre, junto a otros cinco rehenes, en Gaza. En noviembre del año pasado conocí a la madre, Rachel, que me conmovió con su humanidad. La acompaño en este momento. Rezo por las víctimas y sigo estando cerca de todas las familias de los rehenes. ¡Que cese el conflicto en Palestina e Israel! ¡Que cesen las violencias, que cese el odio! Que se libere a los rehenes, continúen las negociaciones y se encuentren soluciones de paz.


Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos de Italia y de tantos países. En particular, a los fieles de la parroquia de Santa Edwige Reina en Radom (Polonia); al grupo de sacerdotes jesuitas que han llegado a Roma por sus estudios; a los estudiantes de Stade (Alemania); y a los participantes del relevo a pie de Roma a Asís. Y saludo a los muchachos de la Inmaculada, que han tenido tres ordenaciones en estos días, ¡enhorabuena!


Os deseo a todos un feliz domingo. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!


Francisco


Fotos: Vatican Media, 15-9-2024

Alondra Molina iba de fiestas, se drogaba y «negaba a Dios porque para mí era basura. Ante el Santísimo caí de rodillas. Me sentí amada con el amor de Dios, que no te juzga»

 


Alondra Molina

* «Era como si ya no hubiese `algo´ sino `alguien´ que me decía que no importaba lo que hubiese hecho. Dios existía. Mi vida ha cambiado en todo, ha dado una vuelta. El amor existe, también dentro de mi, valoro más a la familia a la que tanto daño le hice y me quiero y me acepto. Soy creación del Señor y si le amo, tengo que aprender a amarme a mí. Con dificultad, pero lo he ido logrando»

Camino Católico.-  Alondra Molina es una chica que creció con fe en Chile, pero debido a que no se aceptaba físicamente y a que comenzó a meterse en tribus urbanas, comenzó a alejarse de Dios e incluso a despreciarlo e insultarlo hasta llegar a experimentar el odio porque «para mí era basura y me burlaba». Se adentró en el mundo de la música electrónica, del alcohol, los chicos y la droga para intentar ser feliz y llenar el vacío que sentía. Acabó cayendo muy bajo en su vida, hasta tal punto que no pudo más y volvió a casa como el hijo pródigo. Estando en casa su madre le invitó a una Misa y ella fue. Allí el obispo le propuso colaborar con una hora de turnos de adoración, y esa hora cambiará su vida. Cuenta su testimonio de conversión en el programa “Cambio de Agujas” de H.M. Televisión.

Esta muchacha se crió en una familia numerosa, católica y misionera, para la que la Santa Misa y el Rosario eran sagrados. Alondra admite que lejos de aprovechar esa educación en la fe, nunca profundizó en ella. Fue a los 12 años, a raíz de un problema hormonal cuando empezó a autodestruirse: «Comencé a no aceptarme como persona y físicamente. Conocí modas, tribus urbanas y comencé a perderme y refugiarme del dolor y la frustración en el alcohol».

En un par de ocasiones rezó por aceptarse: «Según yo, no obtenía respuestas, no fui perseverante y encontré otros métodos del mundo más fáciles que hacían que me sintiese bien, donde pude refugiarme. Al cogerle el gusto al mundo, comenzó un engaño».

Fiesta, drogas y alcohol

Durante diez años «iba de fiesta todo el tiempo, engañaba a mis padres para poder estar tres días seguidos de fiesta y mis padres me aconsejaban mucho, pero no les escuchaba. No quise escuchar».

Empezó a trabajar nada más salir de la escuela, a los 15 años: «Me hizo mucho mal. Trabajaba en la calle fiscalizando el transporte público de Santiago de Chille. Ahí comencé a ver cosas que me impactaron: prostitución, drogadicción, la muerte frente a mí… incluso me amenazaron de muerte y mientras me involucré en las drogas de LSD y el alcohol».


Alondra Molina , antes de su conversión, cuando sus actos la autodestruían

Cambió de trabajo, la empresa quebró y de pronto se vio sin recursos ni capacidad de poder costearse los estudios ni su ritmo de vida. Sus padres se mudaron al sur del país y  solo la acogió su hermana mayor, pero la misma Alondra hizo que la convivencia fuese insoportable para las hermanas hasta que abandonó su casa. «Se me cayó el mundo», relata. En ese momento, Alondra caía en picado y no podía plantearse una vida en la que no pudiese estudiar ni costearse sus fiestas.

Alondra «quería desaparecer» y deambulando por las calles acabó en un concierto de música psicodélica donde le invitaron a probar una potente droga similar al LSD. «Estarás bien, te producirá felicidad», le dijeron. La joven perdió la noción del tiempo, tuvo visiones y pasadas nueve horas el ácido que consumió le hizo sentirse totalmente abrasada por dentro.

De pensar en suicidarse y negar a Dios a orar para desafiarlo para ver si existía

«¿Por qué te estás haciendo daño? ¿Qué estás haciendo?», se preguntó. En alguna ocasión, había pensado «quitarse de en medio«, pero aquella experiencia le hizo saber que, sin quererlo, había estado cerca de lograrlo. Asustada, sin amigos en quien confiar y sola, la idea de Dios se le pasó por la cabeza no sin dificultad, pues recuerda con dolor como solía «negar a ese Dios que supuestamente existía» en muchas ocasiones: «Para mí era basura y me burlaba». No le quedaba nada, salvo un antiguo rosario que le regalaron sus padres y que conservaba «por cariño». «¿Si existes, donde estás? Porque no creo en ti«, pensó.

Lo «intentó» para ver si existía y decidió «desafiar a Dios» rezando la Coronilla de la Divina Misericordia. «Al día siguiente, sentí la necesidad de volver a rezarla porque me sentí bien, solo lo hacía por eso», asegura.

Tras sufrir un reiterado acoso sexual por parte de una compañera lesbiana de su trabajo, Alondra decidió negociar su despido y viajar, sin contárselo a nadie, a Villarica, la localidad al sur del país donde se encontraba su familia. Aquel día era la Navidad del año 2014.

Alondra Molina tenía llena de fiestas su vida, pero vivía en un vacío existencial y burlándose de Dios, que le hizo pensar en quitarse la vida

Ante una Custodia con el Santísimo experimenta que Dios existe

«Cuando llegué, mis padres me recibieron y a mi padre se le cayeron las lágrimas. Estuve dos meses sin salir de casa, no quería conocer nada ni a nadie hasta que en febrero de 2015 me invitaron a una Misa en la catedral«, recuerda. En la homilía, el obispo anunció unos turnos de Adoración al Santísimo e invitó a los presentes a participar. «Por lo menos puedes ayudar», pensó Alondra, en pleno proceso de búsqueda de «este supuesto Dios».

Al ver la custodia frente a ella. «Caí de rodillas. Me sentí amada, pero con el amor de Dios, que no te juzga, como si ya no hubiese `algo´ sino `alguien´ que me decía que no importaba lo que hubiese hecho», rememora. La joven pasó cinco horas llorando y rezando, sin ser consciente del tiempo al darse cuenta de que tenía una prueba palpable de lo que llevaba tiempo  pidiendo: «Dios existía«.

Desde entonces asistió sin faltar un solo día a la Adoración, hasta que en marzo de 2015 acudió al obispado pidiendo un director espiritual. Como el hijo pródigo, Alondra regresó a la fe. Enamorada de la Adoración, se sintió llamada a comenzar un apostolado inexistente en su diócesis y pidió permiso al obispo para llevar a Villarica la Adoración Nocturna.

«Mi vida ha cambiado en todo, ha dado una vuelta. El amor existe, también dentro de mi, valoro más a la familia a la que tanto daño le hice y me quiero y me acepto. Soy creación del Señor y si le amo, tengo que aprender a amarme a mí. Con dificultad, pero lo he ido logrando», valora para concluir.

Homilía de Mons. Enrique Benavent, Arzobispo de Valencia, y lecturas de la Misa de hoy, XXIV domingo de Tiempo Ordinario, 15-9-2024


15 de septiembre de 2024.-  (Camino Católico) Homilía de  Mons. Enrique Benavent, Arzobispo de Valencia, y lecturas de la Misa de hoy, XXIV domingo de Tiempo Ordinario, emitida por 13 TV desde la parroquia de la Asunción de Torrent, Valencia.

Santa Misa de hoy, XXIV domingo de Tiempo Ordinario, en la parroquia de la Asunción de Torrent, Valencia, 15-9-2024

15 de septiembre de 2024.-  (Camino Católico)  Celebración de la Santa Misa de hoy, XXIV domingo de Tiempo Ordinario, presidida por Mons. Enrique Benavent, Arzobispo de Valencia, emitida por 13 TV desde la parroquia de la Asunción de Torrent, Valencia.


Palabra de Vida 15/9/2024: «Tú eres el Mesías. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho» / Por P. Jesús Higueras


Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 15 de septiembre de 2024, domingo de la 24ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Marcos 8, 27-35:

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos le contestaron:

«Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy?»

Pedro le contestó:

«Tú eres el Mesías.»

Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto.

Y empezó a instruirlos:

«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días».

Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro:

«¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».

Y llamando a la gente y a sus discípulos, y les dijo:

«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma».