jueves, 7 de diciembre de 2023
Federico Rizzi dejó el fútbol por el Señor al tener un encuentro con Él en Medjugorje y sus hijas siamesas probaron su fe: «Me dirigí a Dios: ‘Muéstrame si existes’»
* «Evelina y Elisabetta – ambas también llamadas Rita, en homenaje a la santa de lo imposible – nacieron siamesas. Nos hicieron entender que abortar sería más fácil y que así podríamos tener más hijos. Si no hubiésemos tenido una pizca de fe no habríamos afrontado el embarazo. O en todo caso creo que nos hubiésemos separado, en los cinco meses que las niñas permanecieron internadas, mi esposa y yo sólo nos veíamos en el hospital: nos turnábamos, uno estaba con María, el otro con las gemelas. Sin embargo, el Señor estaba cerca de nosotros y le fuimos fieles. No depende de Él si mueres o vives, pero sólo con Él puedes aceptar lo que sucede. Las pequeñas siamesas fueron operadas en 2018, cinco meses después de su nacimiento. En el quirófano veinte médicos dieron lo mejor de sí. La cuna de las bebés fue custodiada durante muchas semanas por una reliquia del Padre Pío, un trozo de gasa usada por el fraile en el costado, que nos dio una de sus hijas espirituales. Antes de operar, los médicos hicieron que el padre Paolo les bendijera las manos, porque no sabíamos cómo terminaría aquella intervención. Con nuestros padres nos quedamos todo el día en la capilla del hospital, orando frente al sagrario. Espiritualmente nunca estuvimos solos y luego fue como un segundo nacimiento. María y Jesús tienen una mano en nuestra vida y en la de nuestras hijas: les diremos a Evelina y a Isabel que se aferren a sus vidas porque el Señor ha hecho algo maravilloso por ellas»
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