Lo cuenta la hermana María de Guadalupe desde un barrio cristiano del centro de esta histórica ciudad de Siria, uno de los tantos castigados sin descanso por las bombas que al azar “llueven” sobre sus calles y edificios
“Porque no soy la única que sufre. Hay tantas familias destrozadas en Siria. La Virgen se lo ha llevado y lo tiene en sus brazos. Ahora Ella lo cuida mejor de lo que yo podría hacerlo. Él ya estaba preparado para el Cielo!”
“Porque no soy la única que sufre. Hay tantas familias destrozadas en Siria. La Virgen se lo ha llevado y lo tiene en sus brazos. Ahora Ella lo cuida mejor de lo que yo podría hacerlo. Él ya estaba preparado para el Cielo!”