* «Si no tienes fe, no tienes nada. Mi hijo tiene una conducta hiperactiva desde pequeño, más de una vez, se ha escapado o se ha tirado al suelo dándose cabezazos contra los bordillos y he tenido que llamar a la policía o a quien sea para que viniese a ayudarme. Por eso la fe ha sido importante para mí. Cuántas veces en mi vida he mirado al cielo en aquella situación esperando que venga un policía, esperando que alguien pasara por mi lado»