Aceptamos este premio no porque nos guste que algún seguidor nuestro nos diga que lo hacemos bien, sino porque orando percibimos que más que un premio, Juan Manuel quiere mostrar su comunión con lo que hacemos: señalar siempre hacia el Señor y a su corazón de misericordia. No deseamos que la gente se fidelice a nuestras páginas porque somos los mejores, los más atractivos, los que saben mucho o publican cosas interesantes. Si fuera así nos sentiríamos como auténticos fracasados. Todo cuanto hacemos se realiza siempre en permanente oración para que se produzca un encuentro entre el Señor y las personas que visitarán nuestras páginas que son publicaciones de la Comunidad Família, Evangelio y Vida.
Sin la contribución de la comunión y oración de los hermanos de la comunidad, de los grupos asociados y de cuantos visitan estas páginas no sería posible "Escuchar la Voz del Señor ". Pero sobre todo este clima de camino Emaús que se da en nuestras páginas es obra del amor de Dios Padre, del señorio de Jesucristo y de la acción salvadora del Espíritu Santo.
A veces, nuestras páginas y las comunicaciones con las personas que nos escriben se paralizan unas horas e incluso unos días por causa del trabajo de evangelización y pastoral que realizamos en otros ámbitos, pero aunque no se perciba seguimos escuchando lo que el Señor quiere para las webs y para la tarea de servicio que hacemos para la instauración del Reino de Dios. Así está pasando en estos días en que estamos preparando, entre otras cosas, una nueva vía de comunicación y oración, que en las próximas horas explicaremos. Este es un avance de la novedad más significativa:
A partir del próxmio martes 29 de septiembre abriremos el Teléfono de la Oración, para atender de forma ánónima todas las peticiones de intercesión que se nos presenten y por las cuales se realizará una plegaria telefónica. Más información en unas horas...
Gracias por vuestra fidelidad al Señor, vuestra oración y el amor que nos regaláis y que transforman cada día nuestros corazones. El único esfuerzo el del Señor. A Él toda la Gloría por los siglos de los siglos. Amén.