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domingo, 23 de marzo de 2025

Santa Misa de hoy, III domingo de Cuaresma, en la catedral de Toledo, 23-3-2025

23 de marzo de 2025.-  (Camino Católico)  Celebración de la Santa Misa de hoy, III domingo de Cuaresma, presidida por Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, emitida por 13 TV desde la Catedral de Toledo.

Misterios Gloriosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, 23-3-2025

23 de marzo de 2025.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Gloriosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy, domingo, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero.

Palabra de Vida 23/3/2025: «Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 23 de marzo de 2025, domingo de la 3ª semana de Cuaresma, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 13, 1-9:

En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.

Jesús respondió:

«¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera».

Y les dijo esta parábola:

«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.

Dijo entonces al viñador:

«Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?».

Pero el viñador contestó:

«Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar»».

Homilía del Evangelio del domingo: La conversión consiste en reorientar todo nuestro ser hacia Dios, acogiendo su voluntad de que vivamos en el amor y el servicio a los demás / Por P. José María Prats

* «Seriedad y urgencia, autenticidad y profundidad, paciencia y perseverancia: estas son las notas características de la conversión que nos señala hoy la palabra de Dios y que tienen que orientar nuestro itinerario cuaresmal y toda nuestra vida»

Domingo III de Cuaresma - C

Éxodo 3, 1-8a.13-15  /  Salmo 102  /  1 Corintios 10, 1-6.10-12  / San Lucas 13, 1-9

P. José María Prats / Camino Católico.- Estamos en plena cuaresma y las lecturas de hoy nos presentan aspectos importantes de la conversión.

La conversión consiste en reorientar todo nuestro ser hacia Dios, acogiendo su voluntad de que, renunciando al egoísmo y a la afirmación de nosotros mismos, vivamos en el amor y el servicio a los demás.

El evangelio deja muy claro que la conversión es algo extremadamente serio y urgente que reclama toda nuestra atención y nuestro esfuerzo. Sin ella no podemos acceder a la vida verdadera: «si no os convertís, todos pereceréis» ‒dice Jesús.

Dios nos ha creado para la vida y está más interesado que nosotros mismos en nuestra conversión. La parábola de la higuera lo deja muy claro: el viñador ‒que representa a Jesús‒ intercede ante el dueño de la viña ‒Dios Padre‒ pidiéndole un año más de plazo para que la higuera pueda producir fruto después de cavarla y abonarla. El tiempo de que disponemos en esta vida es limitado y, por ello, la conversión es urgente.

En la segunda lectura, San Pablo nos advierte de la necesidad de que nuestra conversión sea auténtica y profunda, y nos pone el ejemplo de los israelitas que Dios liberó de la esclavitud de Egipto pero que acabaron muriendo en el desierto. Dios obró multitud de signos y prodigios en su presencia: abrió las aguas del Mar Rojo, los acompañó en la nube y la columna de fuego, los alimentó con el maná y el agua que hizo manar de la roca... y, sin embargo, la mayoría vivieron estos portentos muy superficialmente sin que la fe llegara a arraigar en ellos, pues cuando Dios les invitó a conquistar la tierra de Canaán no confiaron en Él y no se atrevieron a hacerlo y, como consecuencia de ello, murieron en el desierto sin poder entrar en la tierra prometida. Los portentos que vivieron los israelitas ‒dice San Pablo‒ eran solamente figuras de las realidades definitivas que nosotros hemos vivido: el paso del Mar Rojo era figura del bautismo; el maná, de la eucaristía; el agua que brotó de la roca, del Espíritu Santo que manó del costado abierto de Cristo. Pues nosotros ‒nos advierte el Apóstol‒ corremos también el peligro de vivir todas estas realidades superficialmente sin que susciten en nosotros una verdadera conversión que nos lleve a vivir plenamente arraigados en Dios, y sin que podamos por ello entrar en la vida eterna, la tierra definitiva que Dios nos ha prometido.

Finalmente, la primera lectura nos recuerda que la conversión, la reorientación de todo nuestro ser hacia Dios, es un proceso arduo y prolongado que requiere mucha paciencia y perseverancia. Moisés tuvo que permanecer cuarenta años en el desierto de Madián reconsiderando su vida pasada en la corte del Faraón y su intento fallido de salvar a su pueblo con sus propias fuerzas, meditando la fe de Israel y viviendo una existencia sobria y escondida. Será después de este largo período de purificación y conversión cuando Dios se le aparecerá en el monte Horeb en el signo de la zarza que ardía sin consumirse, le revelará su nombre y le enviará a salvar a su pueblo de la esclavitud de Egipto.

Seriedad y urgencia, autenticidad y profundidad, paciencia y perseverancia: estas son las notas características de la conversión que nos señala hoy la palabra de Dios y que tienen que orientar nuestro itinerario cuaresmal y toda nuestra vida.

P. José María Prats

Evangelio

En aquel tiempo, llegaron algunos que contaron a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. 

Les respondió Jesús: 

«¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo».

Les dijo esta parábola: 

«Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?’. Pero él le respondió: ‘Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas’».

San Lucas 13, 1-9

Vera, 26 años, se bautizará en Pascua: «Comprendí el poder del amor de Dios en la vida de las personas y sentí el deseo de abrirle mi corazón»


 Vera va a recibir el bautismo y entrará en la Iglesia Católica en la Vigilia Pascual de este año 2025

* «Me dije: 'Si todo el mundo tiene derecho a Él, ¿por qué yo no? Lo que echaba de menos de niña era saber que Dios velaba por nosotros y que no estaba sola. Tengo la imagen de Dios abriendo una puerta para cada uno de nosotros, y cada uno decide si quiere atravesarla o no»

 Camino Católico.- Descubrió a Dios… ¡en la escuela primaria! Vera, de 26 años, trabaja en recursos humanos y será bautizada el 19 de abril en la iglesia de Notre-Dame du Vœu. Criada por unos padres alejados de la religión, no descubrió a Dios a través de su familia, sino en la escuela católica a la que asistía. "Era una niña curiosa que escuchaba con atención y asistía a las clases de catecismo con mucha atención. Siempre estuve convencida de que había algo más grande que nosotros", dice a Domitille Farret d'Astiès en Aleteia. Cuando era adolescente, se le pasó por la cabeza la idea del bautismo, pero, como ella misma reconoce, "el tiempo pasó y las ganas también".

A los 21 años conoció a Romain, hoy su marido, de familia católica practicante. Al cabo de unos años, "me pidió que me casara con él y me expresó su deseo de que pudiera hacerse por la iglesia", confiesa la joven. "Yo estaba a favor, pero más por amor que por convicción". Sin embargo, a Vera le gusta llegar al fondo de las cosas y reflexiona con regularidad durante los meses siguientes, hasta que finalmente se dice a sí misma: "¡No hay manera de que me case por la iglesia sin entender el significado! Una cosa llevó a la otra y empezó a pensar más profundamente en ello. Conoció a un sacerdote que le propuso una reunión rápida y la invitó a participar en un curso Alpha que empezaba la semana siguiente. "Las estrellas se alinearon", sonríe.

Este viaje fue una auténtica revelación para la joven. Le sorprendió la variedad de personas presentes, lejos de los clichés. "Había gente muy diferente y eso creó una verdadera riqueza dentro de nuestro grupo. Me dieron la bienvenida y todos llegamos a conocernos. A lo largo del camino, sentí realmente que pertenecía al grupo. Era la primera vez que me pasaba. No me sentí juzgada: podíamos hablar libremente. Es extraño, porque en la vida cotidiana no me habría acercado necesariamente a estas personas".

Poco a poco, su actitud fue cambiando. "Aprendí a ser más bondadosa y a recurrir a personas de las que habría desconfiado por naturaleza. Fue una llamada de atención y me di cuenta de que tenía que dejar de juzgar a primera vista". Recuerda a una persona del grupo que parecía frágil y al margen de la sociedad. "Estábamos en la misma mesa y descubrí una personalidad que no había imaginado, alguien que no estaba tan solo como yo pensaba, y desde luego más rodeado que yo, al final. Me sentí muy extraña". Su mirada se suaviza, como ocurre con una antigua compañera de clase cuyas muchas idiosincrasias solían molestarla, y de la que hoy puede decir: "Es tan amada por Dios como yo, y estamos en pie de igualdad. Cada uno tiene su historia y cada uno tiene derecho a ser como es".

A medida que avanzaban las reuniones y los testimonios, nació en ella una nueva atracción por Dios. "Comprendí el poder del amor de Dios en la vida de las personas. Me dije: 'Si todo el mundo tiene derecho a Él, ¿por qué yo no? Lo que echaba de menos de niña era saber que Dios velaba por nosotros y que no estaba sola. Tengo la imagen de Dios abriendo una puerta para cada uno de nosotros, y cada uno decide si quiere atravesarla o no. Sentí el deseo de abrir mi corazón a Dios y me dije que, para poder sellar esta unión, tenía que recibir el bautismo. Tenía la impresión de que aún me faltaba algo, de que no estaba totalmente comprometida".

La boda de Vera y Romain

El final del curso Alpha coincidió con el inicio del periodo de preparación al matrimonio. "Fue entonces cuando me di cuenta de lo que significa elegir amar a alguien. Puedes enamorarte, pero elegir amar a alguien hasta el final es otra cosa", se maravilla. Este tiempo de preparación alimenta su relación con Dios: "Dios nos ama incondicionalmente y la Biblia nos pide que amemos a su vez. No siempre es fácil en la vida cotidiana", sonríe. "Pero tienes que confiar en él y es reconfortante saber que no estás sola en tu relación". Vera y Romain se casaron el 7 de septiembre de 2024 y hoy ella espera su primer hijo. "A mis suegros les gusta decir que será bautizado dos veces. Una vez en el vientre de su madre, y otra en su bautizo 'real'".

Tiene buenos recuerdos de su entrada en la Iglesia. "Toda la congregación estaba dentro mientras yo estaba fuera. Llamé a la puerta y entré con la procesión. Qué emoción ser llevada por toda esa multitud con el órgano detrás de mí: ¡era tan hermoso! El 19 de abril será la fecha de su bautismo, pero también el aniversario de la muerte de su suegra, fallecida hace varios años. Su marido le habló mucho de ello, y ella confiesa que siente como si la conociera. Ve esta coincidencia de fechas como una "señal de Dios" y una promesa de que esa mujer a la que nunca conoció velará por ellos desde arriba. De momento, Vera se prepara para recibir el tan esperado bautismo: "Esto sellará por fin este amor con Dios, ¡y no es poco!"

Aurélie, 21 años, se bautizará en Pascua: «Me encanta en lo que me he convertido desde que Jesús está en mi vida; he aprendido a dar las gracias por lo que tengo, por lo que he llegado a ser, y estoy decidida a seguir adelante»


 Aurélie recibirá el bautismo y entrará en la Iglesia Católica en la Vigilia Pascual de este año 2025

* «Sentí que apoyándome en Jesús, podía a su vez cambiar cosas en mi vida para ser más feliz y sobre todo compartir esta alegría con los que me rodea»

Camino Católico.- Si hay algo a lo que Aurélie está ferozmente apegada es a su independencia. Y su libertad. A sus 21 años, la joven ha elegido conducir un camión frigorífico en la región francesa de Aude. Al volante de su vehículo, está sola; pero no del todo, porque Dios está con ella. Mientras se prepara para ser bautizada durante la Vigilia Pascual, nos confía con toda modestia y sencillez al Jesús que conoció a través de Christophe y Catherine, una pareja de campesinos católicos que conoció mientras realizaba un curso de formación.

Todavía en el Liceo Agrícola, está comprometida al 100% con sus prácticas. Muy trabajadora, se gana rápidamente la confianza de Christophe y Catherine, y con el paso de los días se da cuenta de "pequeños detalles" que le llaman la atención, como "la oración en la mesa". "Ni siquiera sabía que todavía había gente que iba a Misa regularmente", dice a Agnès Pinard Legry en Aleteia. Pero, sobre todo, este hogar desprende una amabilidad y calidez que ella nunca había encontrado. "Perdí a mi padre y era alcohólico, así que fue un poco complicado a nivel familiar", resume con sobriedad. Con su madre, profundamente enemistada con la religión, la corriente es eléctrica. En cuanto a sus dos hermanas, ya no habla con ellas.

Así que, al lado de Christophe y Catherine, y su familia, se sintió un poco como en casa. "Me daba un poco de vergüenza porque no estaba acostumbrada a ver tanta amabilidad", intenta quitarle importancia, aunque la emoción se cuela en su voz. "Pero también me sorprendió, quería tener esto: amabilidad y no violencia".

Una amabilidad que también encontró en su formación: "Cuando hacía travesuras, nunca me gritaban ni me hacían sentir mal por haber hecho algo mal", asegura. "Siempre me explicaban lo que estaba mal para que no volviera a ocurrir y para que pudiera hacerlo la próxima vez", recuerda.

Misa "como una llamada"

El primer curso llevó a un segundo, en el que decidió preguntar directamente a Christophe por la fe que tanto brilla en su casa. "Le pregunté qué era la fe, por qué era creyente y qué era la Misa", cuenta Aurélie. "Y luego le pedí ir a Misa solo para ver, por curiosidad". Al cabo de unos domingos, sintió la necesidad de ir "como una llamada".

Cuanto más descubre a este Dios que ama y perdona, cuanto más tiempo pasa con Christophe y Catherine, más se da cuenta de lo que puede cambiar en su vida.

"Sentí que apoyándome en Jesús, podía a su vez cambiar cosas en mi vida para ser más feliz y sobre todo compartir esta alegría con los que me rodean",

La joven decidió dar un paso hacia su familia. "Esperé al cumpleaños de una de mis hermanas para retomar el contacto", recuerda. "Éramos vecinas y ya no nos hablábamos, así que ese día le hice un regalo y fui a dárselo. Nos llevamos 13 años de diferencia y tenemos caracteres muy distintos, pero el gesto la emocionó y desde entonces somos hermanas de verdad". Luego le tocó el turno a su madre. "Siempre me he precipitado con mi madre", confiesa. "Pero justo cuando la acusaba de todos los males, me di cuenta de que yo tampoco tenía un carácter fácil. Decidí hacer un esfuerzo, simplemente tener más cuidado". Y Aurélie prosigue: "No podía limitarme a recibir, también tenía que dar". Al cabo de uno o dos años, al darse cuenta de que "esta forma de ser, de pensar y de vivir no es tan mala", se lanzó al catecumenado y eligió a Christophe como padrino.

Aurélie acompañada de su padrino Christophe

A medida que se acerca el día de su bautizo, Aurélie se emociona. Pero no quiere exagerar. "Me encanta en lo que me he convertido desde que Jesús está en mi vida", resume. "He aprendido a dar las gracias por lo que tengo, por lo que he llegado a ser, y estoy decidida a seguir adelante". Un testimonio que ya ha dado sus frutos: su madre, que antes se negaba a ir a Misa, ha aceptado acompañarla en varias ocasiones. "¡Es como si hubiera redescubierto el gusto por la fe! ".

Haz de cada instante un encuentro con Dios / Por P. Carlos García Malo

 


sábado, 22 de marzo de 2025

El Papa Francisco saldrá del hospital este domingo y volverá a Santa Marta para recuperarse durante dos meses; antes dará su bendición y saludará a los fieles, a las 12, desde su habitación del Gemelli


El Papa Francisco saluda desde un automóvil a su salida del hospital Gemelli en Roma, Italia, el 1 de abril de 2023, cuando estuvo ingresado para practicarle pruebas por una bronquitis / Foto: Vatican Media

Camino Católico.- Los médicos tratantes, Sergio Alfieri, director del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas del Hospital Gemelli y director del equipo que siguió al Papa, y Luigi Carbone, subdirector y médico de referencia del Santo Padre, han anunciado en una rueda de prensa, la tarde de este sábado, que: "La buena noticia que imagino que todo el mundo está esperando es que mañana el Santo Padre será dado de alta, mañana vuelve a Santa Marta”. 


Antes de salir del centro sanitario, está previsto que también se asome a la ventana del Hospital Gemelli a la hora del Ángelus para saludar e impartir la bendición, ha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El texto del Ángelus será distribuido por escrito como se ha hecho los últimos domingos y el Pontífice no lo leerá. 

La razón de alta médica es que la neumonía bilateral que padecía se ha curado. Aún así, Francisco todavía tendrá que enfrentar un periodo de terapias, rehabilitación y reposo de aproximadamente dos meses, han añadido.

De hecho, Alfieri, cirujano que ya operó a Francisco en dos ocasiones, ha explicado que su paciente, de 88 años, será dado de alta después de haber pasado al menos dos semanas "en condiciones estables". "La prescripción es continuar con las terapias farmacológicas por vía oral por mucho tiempo y con una recomendación de un periodo de reposo y convalecencia de dos meses", ha puntualizado.

El equipo médico que ha atendido al Papa Francisco en el hospital Gemelli en Roma, Italia, en la rueda de prensa en la que han anunciado el alta del Santo Padre / Foto: Vatican Media

De hecho, si bien Francisco se encuentra mejor, todavía padece de infecciones polimicrobianas por diversos bacterias, por lo que "no podrá inmediatamente retomar todas sus actividades habituales", ha dicho Alfieri. "Se desaconsejan las reuniones con grandes grupos, y los esfuerzos", ha añadido el médico.

“El Santo Padre quería volver a casa hace días, pero nos hizo caso”, señalaron los médicos del Gemelli. “Durante toda su estancia en el hospital siguió nuestras indicaciones. Ha sido un paciente ejemplar”. Alfieri añadió que el Papa “ha estado siempre lúcido, orientado y presente”, y que no ha tenido Covid ni problemas de diabetes.

Cuando Francisco reciba el alta médica, además, la gran incógnita es en qué actividades se podrá desempeñar Francisco y cuáles serán las terapias que tendrá que mantener. 

Los médicos respondieron a las preguntas de los periodistas, empezando por las relativas a la voz del Papa, después de las informaciones que circularon ayer sobre una dificultad, por parte del Pontífice, para hablar, dijeron que: “cuando se tiene una neumonía bilateral, los pulmones se han dañado y los músculos respiratorios también han tenido problemas… Una de las primeras cosas que ocurre es que se pierde un poco la voz. Es como cuando por alguna razón uno usa la voz demasiado alta”. Y como ocurre con todos los pacientes jóvenes y mayores, pero sobre todo con los ancianos, “la voz tardará en volver a ser lo que era antes”. Sin embargo, en comparación con hace diez días, se han producido “mejoras importantes” también en este aspecto.

Rueda de prensa completa en italiano del equipo médico que ha atendido al Papa Francisco en el hospital Gemelli en Roma

Máximo Napa Castro, pescador peruano que ha sobrevivido 95 días en altamar: «Quiero agradecer a Dios, porque nunca me abandonó; siempre tuve fe; gracias Dios mío por darme otra oportunidad»


Máximo Napa Castro, pescador peruano que ha sobrevivido 95 días en altamar, llegó a pasar 15 días sin acceso a agua potable ni alimentos

Camino Católico.- El pescador peruano Máximo Napa Castro acaba de ser rescatado después de pasar 95 días a la deriva en altamar. De 61 años, el hombre partió el 7 de diciembre de 2024 desde el puerto de San Juan de Marcona, en la región de Ica (Perú), y desde el 18 de diciembre no se sabía nada de él.

Máximo ha vuelto a su ciudad natal en la tarde de este sábado 15 de marzo, y ha sido recibido con una banda de música. El momento más emotivo fue cuando se encontró con su madre y la abrazó en medio de los aplausos de familiares y vecinos. El pescador también agradeció a todas las personas que habían rezado por él este tiempo.

La cucaracha en la boca

Todo comenzó cuando las malas condiciones climáticas, que empeoraron en diciembre y siguieron a comienzos de año, lo llevaron a perder el rumbo de su embarcación. Desde su bote —que bautizó como "Gatón II"— el pescador no lograba ver ni un solo punto de referencia de la tierra. Estaba entregado al oleaje, en plena altamar.

Máximo Napa Castro volvió a casa la tarde de este sábado 15 de marzo

Napa Castro ha relatado cómo logró mantenerse con vida todo este tiempo. Ante la falta de alimentos, recurrió a consumir insectos. "Gracias Dios mío por darme otra oportunidad. Llevaba 15 días sin comer. Me comí un pájaro, una tortuga... y de todo para sobrevivir. No quería perder a mi familia. No quería morir", señaló el pescador.

"Cuando estaba agonizando, y no me podía ni mover, apareció la tortuga. Puse las manos en el agua, la tortuga se me pegó y la agarré, se giró y la apreté de la patita de atrás con la última fuerza que me quedaba. La tortuga estaba en la cubierta, y no me quedaba otra, le corté la yugular y me tomé su sangre, esto me mantuvo un día más con vida. Cuando me ponía la cucaracha en la boca, quería vomitar, pero no lo hacía, me moría de hambre", añade Máximo.

"Y sobre todo crean en Dios"

Su fe también jugó un papel muy importante."Quiero agradecer a Dios, porque nunca me abandonó. Siempre tuve fe. Me quedaba cinco días sin comer, seis días... y de repente venía la lluvia y decía: 'no voy a morir, porque tengo a mis hijos y a mi madre'. Después, aguanté 15 días sin comer, sin tomar agua. Gracias a Dios y a una tortuga, que me tomé su sangre, estoy aquí, hermanos", dijo Máximo a los medios.


Máximo Napa Castro posando para la foto en su barca "Gatón II"

Napa contó que en el día 95 de su naufragio, y cuando se quedaba casi sin fuerzas, apareció un helicóptero ecuatoriano. Los pilotos solicitaron el apoyo de un buque para que lo rescataran a 388 millas de la costa, frente al puerto de Chimbote (Perú).

Trasladado a un centro médico debido a la falta de hidratación. A la salida, Máximo confesó que quería regresar rápido a casa para volver a ver a sus hijos, pero en especial, a su madre. "Pensaba en mi madre e hijos cuando quería que me mandaran la lluvia", comentó a América Noticias.

Máximo Napa fue encontrado en estado crítico el pasado miércoles 12 de marzo por una embarcación ecuatoriana, a unas 680 millas de la costa de Ecuador. El hombre había pasado 15 días sin acceso a agua potable ni alimentos, dependiendo únicamente de la lluvia y de su ingenio para mantenerse con vida.

Según contó el propio Napa, su travesía había comenzado con provisiones suficientes para unos días, pero, al agotarse, se tuvo que enfrentar a una dura prueba de resistencia. En los últimos 20 días antes de ser rescatado, el pescador recurrió a recolectar agua de lluvia para hidratarse y hasta utilizó la madera de su propio bote para cocinar.

Napa aseguró que su estado era tan crítico que no habría sobrevivido un día más si no hubiera sido rescatado.

La familia de Máximo Napa señaló que el recuerdo de sus seres queridos y su fe en Dios fueron decisivos para que el pescador superara esta experiencia tan dura. Según su hija Inés, su padre se aferró a la esperanza de volver a ver a su familia, lo que le dio fuerzas para resistir las duras condiciones del mar. "Su apoyo fue su familia, acordarse de mi abuela", aseguró.

"Gracias a los hermanos ecuatorianos que rescataron a mi papá. Es una historia increíble. Ha pasado muchas cosas en el mar pero solo nos ha contado una parte. Se estaba rindiendo, ya no le daba las fuerzas. Mi papá se arrodilló cuando el piloto lo vio", explicó su hija.

El pescador llegó a Lima horas después de su rescate y protagonizó un emotivo reencuentro con su familia en el Aeropuerto Jorge Chávez de la capital peruana. "Disfruten la vida, hagan feliz a su mamá y sobre todo crean en Dios", dijo al tocar suelo peruano.  

Homilía del P. José Aurelio Martín y lecturas de la Misa de hoy, sábado de la 2ª semana de Cuaresma, 22-3-2025

22 de marzo de 2025.- (Camino Católico) Homilía del P. José Aurelio Martín Jiménez y lecturas de la Santa Misa de hoy, sábado de la 2ª semana de Cuaresma, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.