viernes, 17 de agosto de 2007
Las Comunidades Neocatecumenales fuente de Vida / Autor: Hº Jaume Ruiz Castro, CM
Encuentro en febrero de este año 2007 de las comunidades Neocatecumenales de Barcelona con el Obispo
1. Reconocimiento legítimo de un grupo: Cuando surge un grupo en el seno de la Iglesia hay lo que se puede llamar un tiempo de tolerancia o de prueba hasta llegar a reconocer que ha sido inspirado por Dios y se aprueba sus Estatutos que ilustra su vocación y estilo de vida cristiana.
Puede pasar que el grupo aprobado rompa los esquemas tradicionales de la época y se cree una nueva figura jurídica como en el caso del Opus Dei que originó que saliese en el CIC de 1983 la Prelatura Personal, ya que en el CIC de 1917 no existía dicha figura.
También suele pasar como en el caso de las asociaciones que viven a modo de religiosos sean resituados por su propia naturaleza, como es el caso de la tercera orden franciscana, que actualmente consta como instituto secular y las sociedades de vida apostólica que en el CIC de 1917 constaba como religiosos tanto unos como los otros.
Las Comunidades Neocatecumenales dieron dolores de cabeza al Vaticano para resituarlo dentro de alguna figura jurídica o crear una nueva, hasta que se dieron cuenta que se habían reencontrado con la restauración del catecumenado primitivo, tal como lo reconocen sus Estatutos y por eso no se puede clasificar como movimiento o grupo, aunque por defecto comparativo en el siguiente punto utilizaré la palabra grupo.
2. Problemas de resituación de las Comunidades Neocatecumenales en una Parroquia: La gente que no está vinculada a ningún grupo eclesial se aterroriza cuando ven que una Vigilia Pascual dure unas 5 horas, que la Eucaristía la celebren a parte en un salón parroquial, que la celebración del triduo pascual lo tengan a parte o que el párroco tenga que buscar sustitutos para la Eucaristía dominical, ya que tuvo que ir a una convivencia de una Comunidad.
La gente se aterroriza por desconocimiento de esa nueva realidad y por la comodidad de ir a una Eucaristía dominical de 20 minutos, en lugar de celebrar la fe, aunque la Eucaristía te lleve 90 minutos. Estamos acostumbrados a limitar los procesos: Dos años de primera comunión, media hora de charla prebautismal, cinco días de cursos prematrimoniales, cuando en las Comunidades el tiempo es ilimitado, ya que lo importante es llegar al final del Camino con una solidez en la fe y cada persona o grupo tiene su ritmo de crecimiento.
Si comparamos dichas Comunidades Neocatecumenales con los grupos de jóvenes de una Parroquia, vemos que tiene su propio proceso de Educación de la Fe, las Eucaristías tienen la misma finalidad hasta que estén integrados en la Parroquia y la misma Pascua Joven que tiene esta finalidad educativa. El problema radica en que el Obispo nombra a un sacerdote para atender a los jóvenes y en las Comunidades Neocatecumenales es el párroco que ha puesto su Parroquia en un proceso de formación permanente en la Educación de la Fe y él tiene que estar allí como principal animador y celador de la Fe en su Parroquia.
Generalmente no nos estorba que un joven vaya a Los Almendros (Madrid) para que disfrute de una Pascua Joven y nos quejamos porque el párroco se tiene que dividir en dos, ya que tiene que hacer dos Pascuas, la del grupo y la del resto de los parroquianos.
A veces resulta difícil de encontrar un equilibrio de las dos tendencias para crear un clima de comunión.
3. El proceso catecumenal: Pablo VI dijo que las catequesis bautismales se pueden recibir antes o después del bautismo, en el caso que fuera antes sería la charla prebautismal y en el caso del bautismo de adultos las catequesis preparatorias del bautismo, con la reciente recuperación del catecumenado en la Diócesis.
El Directorio General de Catequesis de 1998 organiza un catecumenado adaptado a las diferentes etapas de la persona, siendo la recepción de los sacramentos a juicio del catequista y del párroco cuando la persona es considerada idónea para recibirlos.
Las asociaciones laicales que participan del carisma de un instituto de vida consagrada tienen el catecumenado incorporado e iluminado por el carisma de la asociación. El catecumenado quiere dar una respuesta sólida al repto que nos da el secularismo para que se pueda dar razón de la esperanza (1Pe 3,15) y es una alternativa a la Pastoral sacramental que ha caído en crisis al recibir la gente los sacramentos por tradición y se ha vaciado de contenido: “Este pueblo me honra de labios afuera, pero su corazón está lejos de mí. De nada sirve que me rinda culto, pues sus enseñanzas son mandatos de hombres.” (Mc 7,6- 7)
Como dato esperanzador de esta pretensión del catecumenado de dar repuesta al secularismo, en España el 33% de los miembros de las Comunidades Neocatecumenales son jóvenes entre 14 y 30 años que en el seno de una Comunidad heterogénea, haciendo el joven una experiencia de fe con gente que no son de su edad y no son de su sensibilidad.
Finalmente hay que recordar, que el catecumenado es uno de los sistemas para llevar a cabo la Nueva Evangelización.
4. Las Comunidades Neocatecumenales: Tienen como objetivo en estructurar la Parroquia en la Gran Comunidad que tiene pequeñas comunidades en proceso de Educación en la Fe, haciendo sus miembros la experiencia de vivir un proceso bautismal para valorar y vivir con autenticidad su vocación cristiana. El número de miembros máximo de cada Comunidad es de 45 personas.
Las Comunidades surgen después de una primera convivencia que la gente confirma su adhesión al Señor tras haber escuchado el Kerigma durante 15 catequesis y lo quieren seguir en Comunidad ahondando la fe, siguiendo los pasos del catecumenado de la Iglesia primitiva y está fundamentada en un trípode: Celebración de la Palabra, Celebración de la Eucaristía y la Convivencia que refuerza los lazos de comunión y amor de la Comunidad.
Los miembros de estas comunidades al preparar las celebraciones están recibiendo una formación bíblica intensa y en las últimas etapas del catecumenado van cogiendo compromisos misioneros y en todos ámbitos de la Parroquia.
Personalmente no estoy a favor, ni en contra de las Comunidades Neocatecumenales, pero he querido transmitir junto con los artículos de la Iglesia de los pobres y la Iglesia carismática, diferentes sensibilidades que tiene la Iglesia para dar vida a una Parroquia, hay otras porque la acción del Espíritu no se agota, pero son las tres tendencias donde las otras quieren llegar: Una Iglesia constituida por Comunidades Eclesiales de Base tiende a ser una Iglesia samaritana o de los pobres, por la preocupación social que tiene dicha Comunidad Eclesial de Base insertada en un barrio.
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