Elige tu idioma

Síguenos en el canal de Camino Católico en WhatsApp para no perderte nada pinchando en la imagen:

Mostrando entradas con la etiqueta masón. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta masón. Mostrar todas las entradas

viernes, 22 de noviembre de 2024

Louis-Alcine era «practicante no creyente», siendo masón fue por curiosidad al funeral de Juan Pablo II «y decidí volver a ser católico. Jesucristo estuvo en esa misa para mí»


Louis-Alcine en los encuentros veraniegos de Paray-le-Monial

* «Pude comprender íntimamente qué sabia es la Iglesia cuando dice que hay que elegir entre una verdad que construye el hombre por sí mismo,  y una Revelación trascendente que nos es entregada; entre un bautismo al que se invita a todo el mundo a la luz del día y un conocimiento abierto a todos, y un rito iniciático oculto para el cual uno es seleccionado… Y yo tenía una página en blanco ante mí, que es la liberación total que me ofrecía el sacramento de la penitencia. Era yo quien iba a escribir con total libertad las siguientes páginas. En un ritual tan sencillo, con tan poco ‘aparato’, ¡hay tal concentración de gracia! Tras un diálogo entre dos personas, y por medio de unas pocas palabras dichas en nombre de la Iglesia por el sacerdote, soy restaurado en la gracia de mi bautismo y de mi sacramento del matrimonio. ¡Jamás podremos descubrir toda la profundidad de este sacramento que abre una puerta al futuro y borra y perdona el pasado!»

Camino Católico.-   Como en el caso de Maurice Caillet y Serge Abad-Gallardo, para Louis-Alcine el momento de ingresar en la masonería coincidió con los primeros éxitos de una brillante carrera profesional: "Yo era un treintañero rodeado de triunfadores, todos ellos gente intelectualmente brillante. Llevaba diez años casado con una mujer alegre e inteligente".

Los fines de semana encadenaban cenas y salidas mundanas con agradables conversaciones entre amigos de su ámbito. No tenía grandes preocupaciones: "La vida me sonreía. Me propusieron hacerme masón y acepté, halagado de que una logia del Gran Oriente de Francia me hubiese escogido".

El bautizo

El 15 de febrero de 2005 nació su cuarta hija y se planteó la cuestión de su bautizo.

Hay muchos que se definen como 'creyentes no practicantes', pero el caso de Louis-Alcine era distinto: "Solo para no suprimir a Dios de mi vida totalmente, yo seguía yendo a misa los domingos, pensando que mal no podía hacerme, y a modo de recuerdo de lo que había vivido en otras épocas de mi vida. Mi mujer decía que me había convertido en un 'practicante no creyente'. Y así era", confesó él mismo en la sesión de la segunda semana de agosto de los encuentros de la Comunidad del Emmanuel en Paray-le-Monial, la localidad de Francia donde Santa Margarita María Alacoque difundió la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Louis-Alcine cuenta su conversión en un encuentro de Paray-le-Monial este agosto

Justo a esa comunidad estaba confiada la parroquia de la región parisina a la que acudieron para preparar la celebración. Cuando, en una reunión, los diversos padres fueron explicando por qué querían bautizar a sus hijos, los demás contaron "historias muy bellas", pero Louis-Alcine, "en un arranque de sinceridad", dijo lo que pensaba: "'Para contentar a mi esposa', dije... lo que no hizo sino aumentar su tristeza”.

El funeral

En ese periodo estaban, cuando el 2 de abril de 2005 murió Juan Pablo II. Un compañero de trabajo, que conocía su “pasado cristiano”, le insistió en que el funeral, que se preveía masivo e histórico (de hecho, pocas veces se ha visto tal concentración de jefes de Estado y de Gobierno, católicos y no católicos), era un acontecimiento que no podían perderse: "¡Vamos, tenemos que ir!", le animó.

“Nostálgico o curioso, decidí ir”, explica Louis-Alcine, quien nunca había estado en Roma. Una vez allí, siguió a la multitud por Via Conciliazione y logró situarse en un punto desde donde podía ver el ataúd, sobre el cual habían depositado unos Evangelios cuyas páginas iban pasando, impulsadas por la brisa.

Al Evangelio que fue depositado sobre el féretro con los restos mortales del Papa le iba pasando las páginas el viento en la Plaza de San Pedro

Ese ambiente le sugestionó y conmovió profundamente. Al llegar el Credo, lo rezó: "Invadido por mis recuerdos infantiles, canté la fe de la Iglesia universal. Y luego me impresionó el increíble recogimiento de esa masa de gente en el momento de la consagración. Cuando terminó la misa, a mediodía, el viento había pasado la última página del Evangelio, y yo decidí volver a ser católico. Éramos un millón de personas, pero Jesucristo, en esa misa, estuvo ahí para mí”.

Le costó despegarse de la Plaza de San Pedro, donde se quedó mucho tiempo, hasta que se vació casi por completo: "Yo no quería irme. Me sentía en casa. Había vuelto a mi hogar, donde Alguien me estaba esperando. Había llegado a Roma por una mezcla de curiosidad y nostalgia y había regresado católico".

Louis-Alcine y su esposa, contando su testimonio de su conversión en los encuentros veraniegos de Paray-le-Monial

La confesión sacramental

A las pocas semanas de regresar de la Ciudad Eterna, bautizaron a su hija. "¡Pero esta vez, no para contentar a mi mujer!”, bromea: "Ella estaba feliz de verme transformado".

Louis-Celine tenía, en cualquier caso, que "poner de nuevo en orden" su vida, y "quedaba la cuestión de la masonería": "Tuve la suerte de recibir una buena formación en mi juventud, así que conocía el magisterio de la Iglesia. Pude comprender íntimamente qué sabia es la Iglesia cuando dice que hay que elegir entre una verdad que construye el hombre por sí mismo,  y una Revelación trascendente que nos es entregada; entre un bautismo al que se invita a todo el mundo a la luz del día y un conocimiento abierto a todos, y un rito iniciático oculto para el cual uno es seleccionado. Yo elegí y le escribí al maestro de mi logia".

Louis-Alcine, acompañado de su esposa, en los encuentros veraniegos de Paray-le-Monial

El paso final era la confesión sacramental, que aún hubo de esperar "tres meses de penitencia y reconciliación" que le permitieron "pasar página": "La página anterior de mi vida quedaba escrita: era mi vida, una riqueza, porque servía para acordarme de mi debilidad. Y yo tenía una página en blanco ante mí, que es la liberación total que me ofrecía el sacramento de la penitencia. Era yo quien iba a escribir con total libertad las siguientes páginas".

Louis-Alcine siente "una debilidad especial" por el sacramento de la reconciliación: "En un ritual tan sencillo, con tan poco ‘aparato’, ¡hay tal concentración de gracia! Tras un diálogo entre dos personas, y por medio de unas pocas palabras dichas en nombre de la Iglesia por el sacerdote, soy restaurado en la gracia de mi bautismo y de mi sacramento del matrimonio. ¡Jamás podremos descubrir toda la profundidad de este sacramento que abre una puerta al futuro y borra y perdona el pasado!"

"Gracias por permitirme evocar este acontecimiento de mi vida, ese día en que el Señor vino a buscarme y me rescató", concluye Louis-Alcine, quien no olvida que todo pudo suceder gracias a una propuesta de un amigo que jamás habría esperado ese resultado: “Dios se sirve de nosotros en beneficio de nuestros hermanos. Las palabras tienen su importancia, pueden abrir un camino nuevo a alguien mucho más allá de lo que nosotros conocemos".

martes, 27 de agosto de 2019

El escritor Joseph Pearce, un violento racista y anticatólico masón, se convirtió en la cárcel: «Iba musitando oraciones que yo mismo inventaba, suplicando la fe y la caridad»

lunes, 24 de noviembre de 2014

Serge Abad-Gallardo dejó la masonería porque no encontraba a Dios: «Comprendí que Cristo me buscaba más que yo a Él»


* «Lo que encontré en la Iglesia, que no se puede encontrar en la masonería, es el camino que lleva a Dios: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí» (Jn 14, 6). Ésa es la Verdad esencial que Jesús nos trae y que la masonería nos quiere negar. El objetivo explícito de la masonería es prometer a todos la felicidad en la tierra. Soy testigo de que fracasa en ese objetivo»

sábado, 11 de enero de 2014

Lars Ekblad tras 40 años como pastor luterano sueco se convierte al catolicismo y lo tiene claro: «Quien escuche al Señor se hará católico»




"Es un anhelo largo, que empezó cuando yo tenía 14 años, muy personal. Y al final se convirtió en una cuestión de verdad y de conciencia. La voz del Señor me llamó y finalmente no me pude resistir. La unidad es un don que viene de Dios y viene cuando nos abrimos a ese don y lo recibimos de Él"

domingo, 21 de abril de 2013

Michel Viot era el obispo luterano de París y gran oficial masón pero la Virgen y el ecumenismo le llevaron a convertirse al catolicismo

21 de abril de 2013.- (Pablo J. Ginés / Religión en Libertad/ Camino Católico) Michel Viot es sacerdote católico de la diócesis de Blois (Francia) y un hombre ocupado: con los caballeros del Santo Sepulcro organiza mítines y manifestaciones en defensa del matrimonio; es asesor del obispo, responsable de la caridad diocesana, capellán en una prisión, párroco... Además, a menudo acude a encuentros católicos y a medios de comunicación a hablar de ecumenismo y masonería, dos temas que domina como pocos, porque él fue el obispo luterano de París de 1996 a 2001, y también fue "gran oficial" en la Gran Logia Nacional Francesa.
Michel Viot ostenta, pues, dos "récords": es el único obispo luterano que se ha hecho católico en Francia desde el siglo XVI y es el masón francés de grado más alto que ha dejado la masonería para ser sacerdote católico. En 2011, cumplidos 10 años de su vuelta a la Iglesia católica en la que había sido bautizado de niño, escribió su itinerario en su libro "De Lutero a Benedicto XVI" (en formato entrevista, con Charles-Henri Andigné). Leer más...

miércoles, 14 de marzo de 2012

Juan Guillermo Rios, periodista: Era masón y renegaba de Dios, se convirtió y afrontó un cáncer que lo dejó en estado de coma

14 de marzo de 2012.- Juan Guillermo Ríos es un conocido periodista colombiano que era masón, blasfemaba y renegaba de Dios y se reía de su madre que oraba por él. Tuvo un encuentro personal con Jesucristo, pero le diagnosticaron un cáncer mortal que lo dejó en estado de coma. En este vídeo cuenta su vida pasada alejada de Dios, su transformación interior y como hoy vive siendo testigo de la resurrección de Cristo y de su amor por cada persona.