El padre cuenta cómo adoptarla ha cambiado su vida, la de su familia y la de muchas personas por el testimonio de la niña
No ve, ni oye, no puede moverse ni hablar, pero desde su silla Jimena está llegando más lejos que muchos de los que podemos hacer todas esas cosas. Desde que la familia de Pepe y Celia la adoptó, cuentan que tenerla en casa ha hecho a toda la familia ser mejores personas. Es una niña muy especial que, con la única forma de comunicación que puede tener, la espiritual, está cambiando a mucha gente. Como dice su padre, “cuando acabamos con estos ‘seres de luz’, como Jimena, dejamos al mundo en tinieblas”. Leer el testimonio...