«Antes que en las obras, el cambio debe realizarse, pues, en el modo de pensar, es decir, en la fe. En el origen de la mundanización hay muchas causas, pero la principal es la crisis de fe. En este sentido, la exhortación del Apóstol no hace más que revitalizar la de Cristo al comienzo de su Evangelio: «Convertíos y creed», ¡convertíos, es decir, creed! Cambiad la manera de pensar; dejad de pensar «según los hombres» y comenzad a pensar «según Dios» (cf. Mt 16,23). Tenía razón san Tomás de Aquino al decir que «la primera conversión se realiza creyendo»: la prima conversio fit per fidem. La fe es el terreno de enfrentamiento primario entre el cristiano y el mundo. Por la fe el cristiano ya no es «del» mundo. Cuando leo las conclusiones que sacan los científicos no creyentes de la observación del universo, la visión del mundo que nos dan escritores y cineastas, donde, en el mejor de los casos, Dios es reducido a un vago y subjetivo sentido del misterio y Jesucristo ni siquiera es tomado en cuenta, siento que pertenezco, gracias a la fe, a otro mundo»
* «En estos días mi pensamiento está a menudo dirigido a la amada y martirizada Siria, donde la guerra se ha intensificado, especialmente en Guta oriental. Este mes de febrero ha sido uno de los más violentos en seis años de conflicto: centenares, millares de víctimas civiles, niños, mujeres, ancianos; los hospitales han sido golpeados; la gente no puede procurarse comida... Hermanos y hermanas, todo esto es inhumano. No se puede combatir el mal con otro mal. Y la guerra es un mal. Por lo tanto, dirijo mi llamamiento entristecido para que cese inmediatamente la violencia, se dé acceso a las ayudas humanitarias —comida y medicinas— y se evacúe a los heridos y a los enfermos. Pidamos juntos a Dios que esto suceda inmediatamente»
Video completo de las palabras del Papa traducidas al español