Camino Católico

Mi foto
Queremos que conozcas el Amor de Dios y para ello te proponemos enseñanzas, testimonios, videos, oraciones y todo lo necesario para vivir tu vida poniendo en el centro a Jesucristo.

Elige tu idioma

Síguenos en el canal de Camino Católico en WhatsApp para no perderte nada pinchando en la imagen:

domingo, 4 de mayo de 2025

Papa Francisco se confronta con el apóstol Pedro en inédita entrevista: «A los Papas, Jesús, si alguna vez nos apartamos de su plan de salvación, nos dice, ‘ese no es camino mío, es camino de Satanás’»


El Papa Francisco en 2021 durante la entrevista inédita que ahora se publica / Foto:Vatican Media

* «Siento que el Señor acompaña, que es Él el que elige, es Él el que empezó esta historia. Conmigo la empezó Él, me invitó Él, me acompañó Él. Y pese a mis infidelidades, a que soy un pecador como Pedro, Él no me abandona. Entonces, me siento cuidado por Él»

 

Vídeo de Vatican News con la entrevista inédita al Papa Francisco en 2021  por Noel Díaz de “El Sembrador, Nueva Evangelización”

* «Hay más mártires hoy que al principio de la Iglesia. Mártires cristianos, mártires que por el solo hecho de ser cristianos les cortan la cabeza y que confiesan a Jesús. Mártires que están en la cárcel por confesar a Jesús. ¡Son hermanos nuestros! Es la Iglesia de los mártires. Esta es la que triunfa, no la Iglesia con plata en los bancos. Esta es la que triunfa, la de los mártires, la del testimonio. Porque martirio quiere decir testimonio. Mencioné a los que dan la vida, pero también ese hombre, esa mujer que trabaja todos los días para educar a sus hijos en la vida cristiana y darles testimonio, es un mártir. “No, padre, qué va a ser mártir si no lo mataron”. ¡No, es que mártir significa testigo! Martirio es testimonio, esa es la traducción de la palabra griega. Cualquier testigo de Jesús es mártir, es decir, da testimonio. Y ese lleva adelante la Iglesia también» 

Camino Católico.-  Su confianza total en Dios, su conciencia de ser débil y pecador, una nueva llamada a los sacerdotes a ser servidores, su admiración por los mártires contemporáneos y su preocupación por los migrantes fueron solo algunas de los temas que el Papa Francisco abordó en 2021 en una entrevista en su casa de Santa Marta. Se trata de un diálogo a partir de pasajes bíblicos que sostuvo con Noel Díaz, mexicano radicado en Estados Unidos, donde lidera el apostolado “El Sembrador, Nueva Evangelización”, una asociación de fieles que anuncian la Palabra de Dios a través de la televisión y la radio. Generosamente han compartido esta entrevista inédita con Vatican News para hacer memoria agradecida de la vida y el Pontificado de Francisco, quien se confronta en este diálogo con el apóstol Pedro. A continuación, la transcripción integral de la entrevista.

- Usted hoy es el sucesor de este hombre llamado Simón. ¿Qué le recuerda esta Escritura (Lc 5,1-11), Santidad?

¡Tantas cosas! Que Jesús llama a Simón en medio del pueblo, no lo separa del pueblo. Estaba lleno de gente y Jesús predica, y la gente va a escuchar a Jesús porque está sedienta de la Palabra de Dios. Y Jesús habla como quien tiene autoridad.

Primera cosa, Jesús llama siempre a sus sacerdotes desde el pueblo, en medio del pueblo. Si Pedro se hubiera olvidado de su origen, hubiera traicionado al plan de Jesús, hubiera fundado una élite. ¡No! El pastor tiene que estar con las ovejas. Para eso es pastor.

Segundo, los signos que hace Jesús, no sólo la autoridad de su Palabra. Para que tengan confianza en Él, hace ese milagro maravilloso, y nadie lo esperaba. Donde está Jesús, se siente su fuerza; y Pedro, cuando dude, cuando no tenga fuerza, se recordará de esto, del milagro, que el Señor es capaz de cambiar las cosas.

¿Qué hace Pedro cuando ve que Jesús hace esto? Se arrodilla delante de Él, se siente nada, humilde, reconoce que es limitado, que es pecador: “Apártate de mí, Señor, que soy un pecador”. Y ahí Jesús llega donde quiere llegar.

El camino de Pedro es estar con el pueblo para escuchar al Señor. Salir a pescar según la orden del Señor y hacer ese milagro. Tercero, reconocer su poquedad, su nada, y decirle al Señor: “Apártate que soy un pecador”. “Porque eres así, pecador, porque me seguiste, yo te voy a hacer ahora pescador de hombres”. Es el cuarto paso.

Cuando Jesús lo unge, obispo, sacerdote, lo unge porque es pastor. No lo unge para ascenderlo, para que sea jefe de una oficina. No lo unge para organizar políticamente el país. No. Lo unge para ser pastor… y [Pedro] dejó todo.

El Papa Francisco y Noel Díaz / Foto: Vatican Media

- ¿Y cómo se siente usted al tomar el lugar de Pedro?

- Siento que el Señor acompaña, que es Él el que elige, es Él el que empezó esta historia. Conmigo la empezó Él, me invitó Él, me acompañó Él. Y pese a mis infidelidades, a que soy un pecador como Pedro, Él no me abandona. Entonces, me siento cuidado por Él.

- Qué maravilloso. La siguiente lectura que quiero compartir con usted es del evangelio de san Mateo (Mt 16, 13-23), donde el apóstol Pedro hace su confesión.

- Allí Jesús empieza con un sondeo, quiere escuchar. Y dice, “¿la gente qué dice de mí? Dicen que eres un profeta, que eres Juan Bautista, que resucitó”. Después que expresan lo que dice la gente, les dice: “pero ustedes”, o sea, los interpela. Jesús se dirige a nosotros interpelándonos: “¿qué dices de ti mismo? ¿qué dices de mí?” Es el diálogo con Jesús. Nos llama por el nombre.

Y Pedro, ya hacía notar que era el jefe, porque Jesús le había dicho el primer día que le cambió el nombre cuando lo conoció: eres Simón, pero te vas a llamar Pedro. Lo había puesto como piedra de apoyo del grupo. Y Pedro le hace esa confesión de fe, se juega entero. Pongámonos en la escena de decirle a una persona: “tú no eres ni Fulano, ni Mengano, tú eres Dios, el Hijo de Dios”. Si usted hoy le dice eso a alguno, lo llevan al manicomio, dicen que está mal cabeza. Él se jugó entero y Jesús explica por qué tuvo la valentía de jugar: “porque esto que dijiste no te lo reveló ninguna ciencia, sino el Padre a través de su Espíritu”. Y entonces cuando lo ve jugado así a Pedro, lo confirma en su nombre: “Tú, Simón, hijo de Jonás, que eres piedra, sobre esta piedra voy a edificar mi Iglesia”. Sobre la fragilidad de un hombre que tiene solidez de piedra en la medida que se apoya en la palabra de Jesús. Cuando se aleja de la palabra de Jesús, es como cualquier hombre, no tiene la solidez de la piedra. Por eso lo elige a él, porque tiene la solidez de la piedra. ¡A él, a él!

Pedro queda maravillado de eso que le dice Jesús: “Esto te lo reveló mi Padre”. Y entonces Jesús dice “bueno, pero sepan que yo ahora voy a Jerusalén y ahí me esperan cosas feas. Me van a llevar a juicio, me van a matar, me van a crucificar, pero voy a resucitar”.

Entonces Pedro, que ya se siente un poco el gallito del grupo, lo llama aparte, dice el Evangelio: “Señor, por favor, eso no”. Y Jesús, que había alabado a Pedro, que le había dicho “tú eres el receptáculo de la revelación de mi Padre”, lo reta. Le dice, “apártate de mí, Satanás!”, el peor insulto. ¿Por qué? Porque él lo quería apartar de su camino de cruz. Esa es la gran corrección al primer Papa, a Pedro.

También a los Papas, Jesús, si alguna vez nos apartamos de su plan de salvación, nos dice, “ese no es camino mío, es camino de Satanás”. ¿Por qué? Porque somos pecadores y podemos apartarnos. La historia nos hace ver a algunos papas que prefirieron un camino distinto, aunque nunca, nunca se equivocaron en la fe. Eso es verdad, nunca, aunque llevaran una vida mundana.

Pero cuando [Pedro] se equivoca en la fe, dice: “¡No, eso es de Satanás! Mi camino es la cruz”. O sea, mi confianza está en la palabra de Jesús que me da firmeza cuando me elige y que me da una bofetada cuando me equivoco.

- Es muy difícil a veces enfrentar los desafíos y los ataques del mundo secular, pero estoy seguro de que es más doloroso enfrentar los ataques dentro. Y esto dice: “Tú eres Pedro”. Usted ahora es el sucesor de Pedro y, aunque vengan todos estos ataques, las fuerzas no prevalecerán, dice la Palabra de Dios.

- ¿Qué fuerzas dice que no van a prevalecer? ¿Qué dice Jesús?

Las fuerzas del mal.

- ¡Del mal, del infierno! Es decir, cuando se pone la esperanza no en la revelación del Padre ni la elección de Jesús, sino en otros medios, en el dinero, por ejemplo. “Nosotros estamos bien porque tenemos dinero”. Imaginemos a un cura, un obispo que diga eso: “Nuestra Iglesia va bien, tenemos laicos que nos dan dinero y va adelante”. ¡No pongas la esperanza ahí porque te vas a desmoronar. Son fuerzas del infierno, no son las fuerzas de la revelación del Padre.

A Jesús lo insultaron, lo crucificaron, y si a Él se lo hicieron, ¿quién soy yo para que no me lo hagan a mí? Si al Maestro lo trataron así, a cualquiera de los discípulos, cualquiera de ustedes, no hace falta que sea Papa, no pretendamos otra cosa. Tantos mártires en la Iglesia nos enseñan esto.

- Hay otra Escritura en que el Señor confirma, es Juan 21: “Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: ‘Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero’. Jesús le dijo: ‘Apacienta mis ovejas. Te aseguro que cuando eras joven tú mismo te vestías e ibas a donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus brazos, y otro te atará y te llevará a donde no quieras’” (Juan 21,17-18).

- Fue una confirmación y una promesa. Le había prometido a Pedro cuando este lo confesó, que las puertas del infierno no iban a prevalecer, que él iba a estar firme mientras estuviera en la piedra. Acá lo confirma tres veces. Pedro se entristece porque se acuerda de las tres veces que lo negó, y entonces se entristece, y al final el Señor lo confirma por tercera vez. ¿Y le dice, acaso, “de ahora en adelante no te va a pasar nada malo. Ahora vas a tener todo el poder, ahora vas a tener toda la plata, ahora la gente te va a seguir”? ¿Le dice eso? ¡No! Le dice: “Ve adelante, porque cuando seas viejo vas a ir donde no quieras, te van a llevar donde no quieras, te van a despojar y vas a terminar como yo, crucificado”. El Señor promete a Pedro su propio camino, el camino de la cruz, el camino de la entrega total, el camino de poner la confianza solo en él.

Es interesante, así como cuando Pedro confesó que Jesús era el Hijo de Dios -la fuerza del Espíritu Santo lo hace confesar eso-, después pierde la orientación. Y cuando Jesús habla de la cruz, trata de convencerlo de que no. Pedro, cae en un pensamiento mundano y acá pasa lo mismo. Jesús le dice eso, acepta, [Pedro] se da vuelta y ve a Juan: “Y entonces, ah Señor, ya que está. ¿Y a este qué le va a pasar?”. Es el Pedro chismoso, el Pedro que se olvida en ese momento de lo que el Señor le había hablado para tener un chisme sobre otro.

Somos así, pero el Señor nos cuida con su poder, incluso cuando hay que ir al martirio, nos acompaña con su mano. Y hablando del martirio, yo quisiera terminar hablando de los mártires de hoy. Hay más mártires hoy que al principio de la Iglesia. Mártires cristianos, mártires que por el solo hecho de ser cristianos les cortan la cabeza y que confiesan a Jesús. Mártires que están en la cárcel por confesar a Jesús. ¡Son hermanos nuestros! Es la Iglesia de los mártires. Esta es la que triunfa, no la Iglesia con plata en los bancos. Esta es la que triunfa, la de los mártires, la del testimonio. Porque martirio quiere decir testimonio. Mencioné a los que dan la vida, pero también ese hombre, esa mujer que trabaja todos los días para educar a sus hijos en la vida cristiana y darles testimonio, es un mártir. “No, padre, qué va a ser mártir si no lo mataron”. ¡No, es que mártir significa testigo! Martirio es testimonio, esa es la traducción de la palabra griega. Cualquier testigo de Jesús es mártir, es decir, da testimonio. Y ese lleva adelante la Iglesia también.

Que Dios los bendiga a todos y recen por mí, por favor. Gracias

- ¿Santidad, puede mandar una bendición a los televidentes?

- Y a todos ustedes que están viendo, escuchando esta conversación, les deseo que el Señor les abra el corazón y entre su Palabra allí. Por eso los bendigo de todo corazón. Los bendigo. Les doy mi bendición como padre, como hermano mayor, como servidor de todos ustedes. Que los bendiga Dios Todopoderoso, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo. Y por favor recen por mí. Gracias.

- (Noel Díaz se pone de rodillas) Esto representa a los migrantes, a quienes les dije que yo iba a pedir su bendición.

Pensando en los migrantes, los que han tenido que dejar su patria, que son acogidos por tanta gente buena o gente indiferente, que están en el camino del exilio, lejos de su patria, con la añoranza de amigos, de la familia, de la belleza de su patria. A todos los migrantes les doy la bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.  

Antonietta Raco, curada de Esclerosis Lateral, último milagro reconocido en Lourdes: «Sentí un gran dolor en ambas piernas y después una sensación de alivio envolvente; algo le había pasado a mi cuerpo pero tenía miedo»

Antonietta Raco, italiana curada milagrosamente en Lourdes en 2009, milagro reconocido en 2025

* «Los médicos, las enfermeras que siempre me levantaban de la silla de ruedas para ponerme en una cama, estaban inmóviles, observándome. El médico jefe, el profesor Adriano Chiò, vino a recibirme. Se quedó impresionado. Me sometió a una larga serie de pruebas. Finalmente, sin decir palabra, me abrazó y nos emocionamos. La ciencia, señaló, no podía explicarlo… Yo ya era creyente, mi fe sólo se fortaleció. Siempre he considerado a la Virgen como una madre. En mi sencillez siempre he confiado en ella. No niego que, después de lo que me pasó, siento esa presencia a mi lado, como le puede pasar a todas las demás personas que confían en ella. ¿Yo elegida para un milagro? Somos solo un instrumento en las manos de Dios. Por supuesto, cuando escuchaba los pasajes del Evangelio, oía historias de milagros. Pero nunca piensas que aquellos acontecimientos, tan lejanos en el tiempo, pudieran volver a ocurrir. En cambio, nuestra fe nos permite comprender que Dios está siempre presente entre nosotros, entonces como ahora» 

Camino Católico.-  Este mes de abril de 2025 la Iglesia ha reconocido como un milagro por la intercesión de la Virgen de Lourdes la sanación de la italiana Antonietta Raco, que vivió una experiencia especial en las piscinas de Lourdes en 2009 y se curó repentinamente de su esclerosis múltiple, una esclerosis lateral primaria que durante 4 años había ido empeorando.

La Iglesia ha esperado estos años para confirmar que la curación era total y definitiva. Es el milagro número 72 que la Iglesia reconoce en el santuario (aunque muchas más personas han declarado mejorías, curaciones, conversiones, etc…)

En la catedral de Maria Annunziatta, en la diócesis italiana de Tursi, donde vive Antonietta, el obispo Vincenzo Orofino puso su firma solemne en una ceremonia en abril reconociendo el carácter milagroso de la curación. Vito Salinaro, del diario Avvenire, acudió a Francavilla in Sinni (Potenza, Italia) a hablar con la milagrada.

El periodista destaca la «serenidad cotidiana» en los ojos de Antonietta, que hoy tiene 67 años.

En la catedral, en el acto solemne, el obispo la abraza y le dice que aquel hecho inexplicable de 2009, 16 años antes, es ya oficialmente reconocido como milagro. Una pequeña multitud de periodistas quiere hablar con ella.

«Quizás no lo demuestre, pero en realidad siento una gran emoción por lo que sucedió durante la Misa Crismal del miércoles, en Tursi, donde el obispo habló de un signo divino de curación. Soy consciente de lo que pasó. Pero sinceramente os digo que para mí nada ha cambiado [estos días]», explica la milagrada.

El cambio fue el 2009, explica. «Era el 5 de agosto de 2009, cuando, después de 4 años, me levanté de la silla de ruedas y comencé a caminar nuevamente. Pero yo ya era creyente, mi fe sólo se fortaleció», detalla.

El momento exacto de la curación: dolor, alivio y una voz

En realidad, en 2009 acudió a Lourdes más bien para orar por una niña que conocía con ELA. Para ella misma, que llevaba cuatro años de enfermedad, sólo pedía paz para afrontarla. Estaba entonces impresionada por casos de pacientes terminales a quienes se les había retirado el soporte vital.

Unas voluntarias ayudan a una peregrina en una de las llamadas piscinas, o bañeras, de Lourdes

«A finales de julio [de 2009] participé en una peregrinación con Unitalsi, no necesariamente para que rezaran por mí. Cuando llegó mi turno en la piscina, tres ‘damas’ me ayudaron a entrar al agua. Poco después, dos se alejaron, mientras una continuó ayudándome. Entonces esta señora también se alejó un poco de mí. Y he aquí que fue entonces cuando sentí la presencia de otra persona sujetándome el cuello. Entonces, con dificultad, intenté darme la vuelta pero no había nadie allí».

«Luego sentí un gran dolor en ambas piernas. Y después una sensación de alivio envolvente. En ese momento oí, a mi izquierda, una hermosa voz femenina: era suave, ligera. Nunca había oído nada igual. Me dijo: ‘¡No tengas miedo, no tengas miedo!’ Pero yo estaba temblando, temblaba de miedo. Algo inexplicable estaba sucediendo, además porque sólo yo podía escuchar esa voz. No sabía en absoluto que estaba curada».

Por ese miedo, explica, en ese momento no se lo contó a nadie. Siguió usando la silla de ruedas. «Algo le había pasado a mi cuerpo pero tenía miedo, no podía revelarme a mí misma ni a mis seres queridos qué era. Después de todo, nuestra fe no se basa en hechos que deban exhibirse».

Volvió a casa. Unos días después, en la tarde del 5 de agosto, «estaba viendo la televisión sentada en el sofá, con mi marido a mi lado, cuando esa voz, la voz de Lourdes, regresó. ¡Qué miedo! “Llama a tu marido”, me dijo, “díselo”. Pero ¿qué se supone que debía decirle?, pensé. Estaba nervioso. Pero aún se oye la voz: «Llama a tu marido y díselo». Entonces llamé a mi marido Antonio y encontré la fuerza para intentar levantarme por mis propios medios. ¡Lo hice! Di algunos pasos y luego incluso algunos giros. Mi marido no podía creer lo que veía. Y le conté todo».

Su marido, Antonio, llamó al médico local, y también avisaron al párroco, que entonces era Franco La Canna (hoy es párroco en Chiaromonte). El párroco reunió la información para comunicarla al obispo Francescantonio Nolè (fallecido en 2022).

Antonietta Raco, a la izquierda en silla de ruedas en 2009, a la derecha curada y como voluntaria de UNITALSI

El asombro de los médicos

El médico dijo que lo que veía no era razonable ni explicable. Encargó a Antonietta acudir al centro de ELA del Hospital Molinette de Turín, donde ella había recibido sus tratamientos.

Antonietta entró caminando en el hospital, donde la conocían. «Los médicos, las enfermeras que siempre me levantaban de la silla de ruedas para ponerme en una cama, estaban inmóviles, observándome. El médico jefe, el profesor Adriano Chiò, vino a recibirme. Se quedó impresionado. Me sometió a una larga serie de pruebas. Finalmente, sin decir palabra, me abrazó y nos emocionamos. La ciencia, señaló, no podía explicarlo».

Los médicos le habían dicho que ella no tenía ninguna posibilidad de recuperación.

Desde entonces, ha sido examinada muchas veces y por muchos médicos. Acudió al Bureau des constatations médicales de Lourdes, la oficina médica oficial que examina este tipo de casos en el santuario. «He sido evaluada por especialistas italianos y extranjeros. También les dije que si mi historia puede ayudar a entender mejor esta enfermedad, todas las pruebas son bienvenidas».

La relación con la Virgen María

Antonietta explica su relación con la Virgen.

«Siempre he considerado a la Virgen como una madre. En mi sencillez siempre he confiado en ella. No niego que, después de lo que me pasó, siento esa presencia a mi lado, como le puede pasar a todas las demás personas que confían en ella. ¿Yo elegida para un milagro? Somos solo un instrumento en las manos de Dios. Por supuesto, cuando escuchaba los pasajes del Evangelio, oía historias de milagros. Pero nunca piensas que aquellos acontecimientos, tan lejanos en el tiempo, pudieran volver a ocurrir. En cambio, nuestra fe nos permite comprender que Dios está siempre presente entre nosotros, entonces como ahora».

Desde entonces, Antonietta se ha hecho voluntaria de Unitalsi, la gran organización italiana que desde 1903 lleva enfermos a Lourdes. Unitalsi tiene entre 6.000 y 7.000 voluntarios, pero sin duda Antonietta es una incorporación muy especial.

«Han hecho mucho por mí [en Unitalsi], con mucho cariño, y quiero hacer algo por los demás. Sin su ayuda no habría tenido la oportunidad de ir a Lourdes. Pero eres voluntario cada día, simplemente estando al lado de una persona que está sufriendo, por ejemplo».

Hoy considera que «Lourdes es mi casa. Y no hay un momento a lo largo del día en que mi mente no regrese a su Gruta».

El mensaje final de Antonietta es: «Nunca debemos perder la esperanza. La vida hay que vivirla hasta el final».

LAS FECHAS

En Julio del 2010 Antonietta declaró su curación ante la oficina médica de Lourdes. Empieza la investigación oficial de la oficina.

En el Año 2017, en reunión de la oficina médica de Lourdes, constatan la curación de Antonietta, calificada de inexplicable, según los conocimientos médicos.

En Noviembre del año 2024, el Comité Médico Internacional de Lourdes, declaró que la Sra Antonietta Raco estaba curada de su dolencia de ELP.

En abril de 2025 el obispo proclama el milagro.

Vídeo en italiano de Antonietta Raco en el que cuenta su testimonio de curación

Homilía de Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, y lecturas de Misa de hoy domingo, festividad de la Virgen de Araceli, 4-5-2025

4 de mayo del 2025.- (Camino Católico) Homilía de Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, y lecturas de Misa de hoy domingo, festividad de la Virgen de Araceli, emitida por 13 TV  desde la parroquia de San Mateo, Lucena, Córdoba

Santa Misa de hoy, domingo, festividad de la Virgen de Araceli, en Lucena, Córdoba, 4-5-2025

4 de mayo de 2025.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, domingo, festividad de la Virgen de Araceli, presidida por Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, emitida por 13 TV desde la parroquia de San Mateo, Lucena, Córdoba.

Misterios Gloriosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, 4-5-2025

4 de mayo de 2025.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Gloriosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy, domingo, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero.

Palabra de Vida 4/5/2025: «Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 4 de mayo de 2025, domingo de la 3ª semana de Pascua, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Juan 21, 1-19:

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberiades. Y se apareció de esta manera:

Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo; Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.

Simón Pedro les dice:

«Me voy a pescar».

Ellos contestan:

«Vamos también nosotros contigo».

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Jesús les dice:

«Muchachos, ¿tenéis pescado?».

Ellos contestaron:

«No».

Él les dice:

«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».

La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:

«Es el Señor».

Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces.

Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.

Jesús les dice:

«Traed de los peces que acabáis de coger».

Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.

Jesús les dice:

«Vamos, almorzad».

Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Homilía del evangelio del domingo: Llevar a todos los hombres al encuentro con Cristo resucitado para que, por medio de los sacramentos, compartan su vida, que es vida eterna, plenitud de vida / Por P. José María Prats

Domingo III de Pascua - C 

Hechos 5, 27b-32.40b-41 / Salmo 29  /  Apocalipsis 5, 11-14 / Juan 21, 1-19

P. José María Prats / Camino Católico.-  En este pasaje tan bonito del Evangelio de San Juan se nos comunica una enseñanza muy profunda sobre la misión de la Iglesia. Pero para poder adentrarnos en ella es necesario que nos fijemos en algunos detalles que están cargados de significado.

En primer lugar, es importante darse cuenta de que los discípulos que se encontraban reunidos junto al lago de Tiberiades eran justamente siete. El número siete, en la Biblia, indica plenitud y totalidad. El hecho de que siete discípulos salgan a pescar bajo la iniciativa de Pedro nos está indicando que la misión de la Iglesia es una tarea de todos los discípulos de Jesús que está liderada por aquél a quien Cristo ha puesto al frente de su Iglesia, es decir, por el apóstol Pedro, cuyo sucesor es el Santo Padre, el obispo de Roma.

Otro detalle importante es que los discípulos salen a pescar a oscuras y en toda la noche no consiguen pescar absolutamente nada. En la celebración de la Vigilia Pascual entramos en el templo a oscuras, significando con ello que Cristo todavía no había resucitado. La noche es, por tanto, un símbolo de la ausencia de Cristo resucitado, y cuando Él no está presente todos nuestros esfuerzos son vanos.

Cristo aparece en la orilla al amanecer significando que Él es la luz del mundo. Y cuando Él se hace presente y dirige la misión dando instrucciones que son acogidas por sus discípulos, entonces se produce el milagro de la pesca desbordante. 

Un detalle más difícil de descifrar es el de los 153 peces capturados. 153 es la suma de los 17 primeros números, y 17 es, a su vez, la suma de 10+7, dos números que representan plenitud y totalidad, con lo cual los 153 peces capturados significan la universalidad de razas y culturas alcanzadas por la misión. Y la fuerza de la red que es capaz de resistir sin romperse una carga tan pesada, nos indica que la Iglesia tiene la capacidad de congregar en ella a todos los hombres.

Finalmente, fijémonos en cómo Jesús resucitado pide a sus discípulos que acudan junto a Él a la orilla del lago arrastrando esa red repleta de peces que representa a todos los hombres que han acogido el anuncio del evangelio. Y allí les invita a participar de una comida que simboliza el banquete de la eucaristía. Esto nos está indicando que el objetivo final de la misión es llevar a todos los hombres a la orilla, es decir, al encuentro con Cristo resucitado para que, por medio de los sacramentos, compartan su vida, que es vida eterna, plenitud de vida. 

Por la misericordia de Dios, estamos entre esos 153 peces que han sido atrapados en las redes de los apóstoles y por eso estamos hoy aquí, en la orilla, junto a Cristo resucitado, compartiendo el banquete de la eucaristía que nos hace santos y sabios. Que este banquete sagrado sea siempre para nosotros la fuente secreta de nuestra fuerza, nuestra alegría y nuestra paz..

P. José María Prats


Evangelio

En aquel tiempo, se apareció Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. 

Simón Pedro les dice: 

«Voy a pescar». 

Le contestan ellos: 

«También nosotros vamos contigo». 

Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.

Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Díceles Jesús: 

«Muchachos, ¿no tenéis pescado?». 

Le contestaron: 

«No». 

Él les dijo: 

«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». 

La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. 

El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: 

«Es el Señor». 

Al oír Simón Pedro que era el Señor se puso el vestido —pues estaba desnudo— y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.

Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. 

Díceles Jesús: 

«Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». 

Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. 

Jesús les dice: 

«Venid y comed».

Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: 

«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?». 

Le dice él: 

«Sí, Señor, tú sabes que te quiero». 

Le dice Jesús: 

«Apacienta mis corderos». 

Vuelve a decirle por segunda vez: 

«Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». 

Le dice él: 

«Sí, Señor, tú sabes que te quiero». 

Le dice Jesús: 

«Apacienta mis ovejas». 

Le dice por tercera vez: 

«Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». 

Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero». 

Le dice Jesús: 

«Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras». 

Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios.

Dicho esto, añadió: 

«Sígueme».

San Juan 21, 1-19

Los discípulos una vez vieron a Jesús resucitado y recibieron el Espíritu Santo no pudieron callar lo que experimentaron en sus vidas al lado de Jesús / Por P. Carlos García Malo