3 de abril de 2009.- (www.ciudadela.es/) Anne Sophie, protagonista real de este libro, (con hábito junto a la autora del libro en la fotograrfía) no tuvo la suerte de conocer una infancia feliz. Nació en una familia difícil, en la que el amor era algo extraño. “Era un núcleo disfuncional, y desde los cinco hasta los catorce años sufrí en mis propias carnes la realidad de un comportamiento perturbador en los estados afectivos de mis padres, de mis hermanos y de mi hermana mayor”.
Mala Tierra está llamada a convertirse en obra de referencia para abrir los ojos sobre la realidad del aborto. Basada en hechos reales, María Vallejo-Nágera nos ofrece en su última obra, que estará a la venta a partir de hoy 3 de abril, un estremecedor testimonio cuya lectura se recomienda especialmente a todas las adolescentes mayores de 14 años, para que conozcan las consecuencias psicológicas y los graves riesgos que conlleva este espantoso negocio genocida, a la par que todas las mentiras que arrastra.
Sufrió desde su niñez distintos abusos, que se prolongaron hasta su juventud, uno de los cuales terminó en embarazo: “Un ser que se concibió por causa de la violencia humana y que falleció también por los mismos motivos”. Anne Sophie intenta expresarlo de alguna manera: “Lo que más me conmueve es que, durante un breve instante, mi corazón conecta con ese bebé que llora desconsolado. ¡Sus lamentos me atraviesan el alma! Y entonces derramo lágrimas a borbotones, porque siento que ese pequeñín me pertenece, que es mío, y que aún sigue unido a mis entrañas a través de un hilo eterno que no podría sesgar aunque quisiera…”
Sin embargo, la vida tiene la extraña costumbre de probar nuestra capacidad de mirar con ojos distintos el mal que nos rodea y conquistar, a continuación, cuanto de bueno podamos obtener. La vida, que nos puede castigar con un mal siempre inesperado, también nos sorprende con un bien aún más inimaginable. Con un amor que sobrepasa todo entendimiento.
Actualmente, Anne Sophie vive en Texas, Estados Unidos, donde ha fundado una sociedad que trabaja “por el respeto de la vida y la defensa de la familia desde la concepción hasta la muerte natural”.
Mala tierra es, en fin, la historia verídica de una mujer que nos enseña cómo lo más oscuro puede dejar de serlo y cómo ser arrastrado a las más profundas oquedades no es condición obligada para el derrotismo.
(www.mariavallejonagera.com) ¿Cómo surgió la idea de escribir Mala tierra? :
“no fue una “idea” como tal. Simplemente llegó a mis manos por correo un panfletito sobre la vida de esta mujer. Estaba mal escrito, desordenado y eran pocas las páginas. Lo había escrito ella misma para su parroquia de Texas. Su contenido ( su testimonio), me conmovió profundamente. Simplemente surgió en mi corazón un deseo irrefrenable de conocerla y me lancé a buscarla. Una amiga estadunidense que vive en Kentucky me ayudó a localizar su teléfono en Texas. La llamé y supliqué que me permitiera escribir una novela basada en su vida. Al principio se negó, pero con el paso de los meses nuestra amistad creció a través de llamadas y correos electrónicos. Le envié mis novelas y tras varios meses de discernimiento, aceptó relatarme toda su vida para plasmarla en una novela.”
¿Cómo ha sido para Anne Sophie (con hábito junto a la autora del libro en la fotografía) desenterrar los recuerdos de su infancia y su adolescencia?
Ella siempre me dice: “eres tremendamente ágil para arrancar secretos ocultos”, y se ríe. Pero durante todo mi trabajo como escritora de esta novela (un año y medio), no nos reímos nada… Fue muy doloroso. Yo no aceptaba que me relatara los hechos saltándose años, anécdotas o momentos hirientes. Como escritora de novelas basadas en hechos reales exijo siempre a mis protagonistas que me digan toda, absolutamente toda la verdad sobre su vida. A veces me estremezco porque me doy cuenta de que abro heridas en las que ellos no desean hurgar. Pero es necesario. Si abrimos la caja de los truenos, los truenos tienen que sonar. Ella se ha estremecido en muchas ocasiones a lo largo de nuestro trabajo, pues yo lograba arrancarla sucesos que hasta había olvidado y que sólo salieron a flote con mucha paciencia y cariño por mi parte. ¿Es posible realmente superar lo que ella sufrió? Sólo se puede superar una vida como la de Anne Sophie con el amor de Dios. Es tanto lo que ha padecido, tanto sufrimiento, que a veces los seres humanos nos quedamos cortos. Por supuesto que las personas podemos ayudar a las víctimas de violaciones, abusos, torturas, etc… (es además nuestra obligación como seres humanos), pero siempre es necesaria la mano de Dios para sanar totalmente las heridas desde lo más profundo, porque para perdonar a aquellos que infligen tanto mal, sólo un acto heróico de amor al prójimo puede lograrlo. Y la verdad es que Cristo habló mucho de ello y la religión católica es muy rica en este tipo de enseñanzas para el alma.
Anne Sophie (con hábito en la fotografía junto a la autora del libro) abortó con 15 años, ¿cómo le marcó para el resto de su vida?
Le ha quedado una huella de dolor tan espantosa que no se puede describir con palabras. Abortó a los 6, ½ de gestación. El bebé se comenzó a mover mucho al entrar en quirófano y entonces comprendió que lo que llevaba en su seno no era “un tejido de células muertas” como tanto le habían repetido los médicos y los asistentes sociales. Tras el aborto su vida cayó en picado y a punto estuvo de fallecer de tristeza. ¿Qué le parece que se debata la posibilidad de que las adolescentes puedan abortar sin el consentimiento de sus padres? Yo considero que una mujer que aborta comete el mismo acto si tiene 13, 14 o 45 años. Un aborto es un crimen se mire como se mire y se tenga la edad que se tenga. Creo que una mujer que aborta siempre lo hace porque no tiene la menor idea de la aberración que está cometiendo. Una vida es lo más sagrado del universo, un regalo inmenso de Dios para la humanidad. Esto lo digo con absoluto convencimiento y sin tener en cuenta para nada mi fe católica. Antes de mi conversión en el año 2000 pensaba igual. De niña pensaba igual. De adolescente pensaba igual. Nada me parece más monstruoso como el que un bebé que se desarrolla en el vientre de una madre sea asesinado por ella misma. Un bebé en pleno desarrollo (y me da igual que sea el día uno como el último día del 9ºmes de gestación), es un ser humano y punto. Los que defienden el aborto se mienten así mismos. Creo que lo defienden porque no tienen ni idea de la monstruosidad que están defendiendo.
¿Hay algún público en concreto al que le gustaría dirigir este libro?
Sí. Deseo que el libro sea leído por absolutamente todo el mundo, aunque es especialmente importante para las/los adolescentes. ¿Por qué? Porque leyéndolo sabrán la verdad sobre el aborto. La verdad es que cada vez me doy más cuenta de que ni los jóvenes ni los adultos se enteran. Parece mentira que en pleno siglo XXI aún se desconozcan los métodos para matar al niño en el vientre de su madre… ¡Si los supieran no abortarían! Sólo se escucha a las personas que los defienden, que, en su mayoría son las que lo hacen por ganar dinero con un negocio genocida.
¿Cómo situaría este libro dentro del conjunto de tu obra?
Es un libro muy típico mío. He disfrutado mucho escribiéndolo aunque ha sido sin duda el que más me ha costado. Algunos aspectos del mismo me obligaban a parar durante unos días… Necesitaba pensar, aprender y razonar sobre toda la información que a borbotones entraba en mi vida a través de la boca de mi nueva amiga y protagonista. Creo que es muy del estilo del “Mensajero en la noche”. Pido a Dios que “Mala Tierra” ayude tanto al público lector como lo hizo “Un mensajero en la noche”.
A los escritores les gusta decir que cada obra es diferente, ¿qué esperanzas tiene usted depositadas en Mala tierra?
Mi gran esperanza es que esta novela esclarezca a aquellos que estén pensando cometer un aborto que se van a destruir a si mismos:a sus cuerpos y sobre todo a sus almas. También deseo llevar esperanza (¡toda la del mundo!), a aquellas mujeres que ya hayan abortado y que sufren por ello. Quiero repetir hasta la saciedad que existe un futuro después de cometer un aborto, y que no se hundan emocionalmente tras cometerlo. Hay muchos suicidios de jóvenes tras abortar. Quiero que sepan que Dios siempre perdona si un alma rota se acerca a El con arrepentimiento y amor. Da igual el pecado. Sólo deben utilizar su error pasado para gritar al mundo que el aborto está mal, que les destrozó la vida y pueden ayudar a millones de personas a entender que el bebé es el más inocente de toda esta tragedia humana.