1 de noviembre de 2022.- (Camino Católico) Homilía del P. Francisco Javier Pérez y lecturas de la Santa Misa de hoy, martes, Solemnidad de Todos los Santos, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Mateo 5, 1-12a:
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
31 de octubre de 2022.- (Camino Católico) “Recemos para que los niños y niñas que sufren, los que viven en las calles, las víctimas de las guerras y los huérfanos, puedan acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia”, pide el Santo Padre en el “Video del Papa” del mes de noviembre de 2022.
El Pontífice explica que “Todavía hay millones de niños y niñas que sufren y viven en condiciones muy parecidas a la esclavitud. No son números: son seres humanos con un nombre, con un rostro propio, con una identidad que Dios les ha dado. Demasiadas veces olvidamos nuestra responsabilidad y cerramos los ojos ante la explotación de estos niños que no tienen derecho ni a jugar, ni a estudiar, ni a soñar. Ni siquiera tienen el calor de una familia”. El texto completo de las palabras de Francisco en “el Video del Papa” es el siguiente:
Todavía hay millones de niños y niñas que sufren y viven en condiciones muy parecidas a la esclavitud.
No son números: son seres humanos con un nombre, con un rostro propio, con una identidad que Dios les ha dado.
Demasiadas veces olvidamos nuestra responsabilidad y cerramos los ojos ante la explotación de estos niños que no tienen derecho ni a jugar, ni a estudiar, ni a soñar. Ni siquiera tienen el calor de una familia.
¡Cada niño marginado, abandonado por su familia, sin escolarización, sin atención médica, es un grito! Un grito que se eleva a Dios y acusa al sistema que los adultos hemos construido.
Un niño abandonado es culpa nuestra.
No podemos permitir más que se sientan solos y abandonados; necesitan poder recibir una educación y sentir el amor de una familia para saber que Dios no los olvida.
Recemos para que los niños y niñas que sufren, los que viven en las calles, las víctimas de las guerras y los huérfanos, puedan acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia.
Francisco
Continuar leyendo* «¡Existe salvación también para el rico! Zaqueo es la prueba de esto. Dios puede hacer el milagro de convertir y salvar a un rico sin, necesariamente, reducirlo al estado de pobreza. Una esperanza, ésta, que Jesús no negó jamás y que incluso alimentó, no desdeñando frecuentar, Él, el pobre, también a algunos ricos y jefes militares. Cierto: Él jamás halagó a los ricos ni buscó su favor suavizando, cuando estaba en su compañía, las exigencias de su Evangelio. ¡Todo lo contrario! Zaqueo, antes de oír que se le dice: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa», tuvo que tomar una valiente decisión: dar a los pobres la mitad de su dinero y de los bienes acumulados, reparar los fraudes cometidos en su trabajo restituyendo el cuádruple. El caso de Zaqueo se presenta, así, como el reflejo de la conversión evangélica que es siempre y a la vez conversión a Dios y a los hermanos»
Evangelio: San Lucas 14, 12-14:
En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado:
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos».
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «Mientras celebramos la victoria de Cristo sobre el mal y sobre la muerte, oremos por las víctimas del atentado terrorista que, en Mogadiscio, ha causado la muerte de más de cien personas, entre ellas numerosos niños. ¡Que Dios convierta el corazón de los violentos! Y recemos también al Señor Resucitado por quienes han muerto esta noche en Seúl —sobre todo jóvenes— debido a las trágicas consecuencias de una repentina estampida de la multitud»
Evangelio: San Lucas 19, 1-10:
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
«Zaqueo, data prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prosa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también este es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».