4 de diciembre del 2022.- (Camino Católico) Homilía del obispo de Córdoba Mons. Demetrio Fernández, y lecturas de la Misa de hoy, II domingo de Adviento, emitida por 13 TV desde la Catedral de Córdoba.
Evangelio: San Mateo 3, 1-12:
Por aquellos días, Juan el Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando:
«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».
Este es el que anunció el profeta Isaías, diciendo:
«Voz del que grita en el desierto:
“Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”».
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados; y él los bautizaba en el Jordán.
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizará, les dijo:
«¡Raza de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente?
Dad el fruto que pide la conversión.
Y no os hagáis ilusiones, pensando: “Tenemos por padre a Abrahán”, pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras.
Ya toca el hacha la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será talado y echado al fuego.
Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo y no merezco ni llevarle las sandalias.
Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.
Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga».
Evangelio: San Mateo 9, 35-10, 1. 6-8:
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el Evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.
Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».
Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«ld a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».
1 de diciembre de 2022.- (Camino Católico) “Recemos para que las organizaciones de voluntariado y de promoción humana encuentren personas que estén deseosas de comprometerse con el bien común y buscar nuevas vías de colaboración a nivel internacional”, pide el Santo Padre en el “Video del Papa” del mes de diciembre de 2022.
El Pontífice explica que “ser voluntario es trabajar con la gente a la que uno sirve. No solo para la gente, sino con la gente. Trabajar con la gente”. El texto completo de las palabras de Francisco en “el Video del Papa” es el siguiente:
El mundo necesita voluntarios y organizaciones que quieran comprometerse con el bien común.
Sí, es la palabra que hoy muchos quieren borrar: “compromiso”.
Y el mundo necesita voluntarios que se comprometan por el bien común.
Ser voluntario solidario es una opción que nos hace libres; nos hace abiertos a las necesidades del otro; a las demandas de justicia, a la defensa de los pobres, al cuidado de la creación.
Es ser artesanos de misericordia: con las manos, con los ojos, con el oído atento, con la cercanía.
Y ser voluntario es trabajar con la gente a la que uno sirve. No solo para la gente, sino con la gente. Trabajar con la gente.
La labor de las organizaciones de voluntariado es mucho más eficaz cuando colaboran entre sí y también con los Estados.
Al trabajar coordinados, por pocos que sean sus recursos, dan lo mejor de sí y hacen realidad el milagro de la multiplicación de la esperanza.
¡Necesitamos tanto multiplicar la esperanza!
Recemos para que las organizaciones de voluntariado y de promoción humana encuentren personas que estén deseosas de comprometerse con el bien común y buscar nuevas vías de colaboración a nivel internacional.
Francisco
Evangelio: San Mateo 9, 27-31:
En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando:
«Ten compasión de nosotros, hijo de David».
Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo:
«¿Creéis que puedo hacerlo?»
Contestaron:
«Sí, Señor».
Entonces les tocó los ojos, diciendo:
«Que os suceda conforme a vuestra fe».
Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente:
«¡Cuidado con que lo sepa alguien!»
Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.