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domingo, 10 de noviembre de 2024

Papa Francisco en el Ángelus, 10-11-2024: «Jesús enseña que la autoridad es abnegación y servicio humilde hacia las personas más necesitadas para levantarlas, dándoles esperanza y ayuda»

  * «Podemos preguntarnos: ¿cómo me comporto en mis ámbitos de responsabilidad? ¿Actúo con humildad, o me enorgullezco de mi posición? ¿Soy generoso y respetuoso con las personas, o las trato con rudeza y autoridad? Y con más frágiles, ¿estoy cerca de ellos, puedo agacharme para ayudarles a levantarse?»

    

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Renuevo mi recuerdo por la población de Valencia y de otras partes de España, que están afrontando las consecuencias de las inundaciones. Les hago una pregunta: ¿han rezado por Valencia? ¿Han pensado en hacer alguna contribución para ayudar a esas personas? Es sólo una pregunta»  


10 de noviembre de 2024.- (Camino Católico) La autoridad es abnegación, servicio humilde, ternura maternal y paternal hacia las personas, especialmente aquellas más necesitadas. Nos lo enseña Jesús «con su palabra y su ejemplo» invitando «a quienes están investidos de ella a mirar a los demás, desde su posición de poder, no para humillarlos, sino para levantarlos, dándoles esperanza y ayuda». En el Ángelus del segundo domingo de noviembre, Francisco ha exhortado a reflexionar sobre el modo de ejercer un cargo importante, deteniéndose en la página dominical del Evangelio, en la que Jesús, «en el templo de Jerusalén, denuncia ante el pueblo la actitud hipócrita de algunos escribas.

Tras rezar la oración mariana del Ángelus con los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa dirigió su atención a diversos acontecimientos en el mundo, comenzando por la beatificación de un sacerdote español en Sevilla ayer sábado: “Ayer fue proclamado Beato en Sevilla el Padre José Torres Padilla, cofundador de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz. Vivió en la España del siglo XIX y se distinguió como sacerdote confesor y guía espiritual, dando testimonio de una gran caridad con los necesitados. Que su ejemplo sostenga sobre todo a los sacerdotes en su ministerio. ¡Un aplauso para el nuevo Beato!”. 

Dirigiéndose a los fieles en la Plaza de San Pedro, el Pontífice recordó también a las poblaciones españolas afectadas por las inundaciones, remitiéndose a su llamamiento del pasado domingo, 3 de noviembre: «¿Qué hago yo por la gente de Valencia? ¿Rezo? ¿Ofrezco algo? Piensen en esta pregunta». En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

PAPA FRANCISCO

ÁNGELUS


XXXII domingo del Tiempo Ordinario


Plaza de San Pedro


 10 de noviembre de 2024


Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz domingo!


Hoy el Evangelio de la liturgia (cf. Mc 12,38-44) nos habla de Jesús que, en el templo de Jerusalén, denuncia ante el pueblo la actitud hipócrita de algunos escribas (cf. vv. 38-40).


A estos últimos se les había confiado un papel importante en la comunidad de Israel: leían, transcribían e interpretaban las Escrituras. Por eso se les tenía en gran estima y el pueblo les rendía reverencia.


Sin embargo, más allá de las apariencias, su comportamiento a menudo no se correspondía con lo que enseñaban. No eran coherentes. De hecho, algunos, amparándose en el prestigio y el poder de que gozaban, miraban a los demás «desde arriba » -esto es muy feo, mirar al otro desde arriba-, se daban aires de grandeza y, escondiéndose tras una fachada de pretendida respetabilidad y legalismo, se arrogaban privilegios e incluso llegaban a cometer auténticos robos contra los más débiles, como las viudas (cf. v. 40). En lugar de utilizar la función de la que estaban investidos para servir a los demás, la convirtieron en instrumento de arrogancia, de manipulación. E incluso la oración corría el riesgo de dejar de ser para ellos un momento de encuentro con el Señor y convertirse en una ocasión para ostentar una respetabilidad y una piedad fingidas, útiles para atraer la atención de la gente y obtener su aprobación (cf. ibíd.). Recordemos lo que dice Jesús sobre la oración del publicano y del fariseo (cf. Lc 18,9-14).


Ellos -no todos- se comportaban como corruptos, alimentando un sistema social y religioso en el que era normal aprovecharse a espaldas de los demás, especialmente de los más indefensos, cometiendo injusticias y asegurándose la impunidad.


De esas personas Jesús recomienda alejarse, «tener cuidado» (cf. v. 38), no imitarlas. Al contrario, con su palabra y su ejemplo, como sabemos, enseña cosas muy distintas sobre la autoridad. Habla de ella en términos de abnegación y servicio humilde (cf. Mc 10,42-45), de ternura maternal y paternal hacia las personas (cf. Lc 11,11-13), especialmente hacia los más necesitados (Lc 10,25-37). Invita a quienes están investidos de ella a mirar a los demás, desde su posición de poder, no para humillarlos, sino para levantarlos, dándoles esperanza y ayuda.


Así pues, hermanos y hermanas, podemos preguntarnos: ¿cómo me comporto en mis ámbitos de responsabilidad? ¿Actúo con humildad, o me enorgullezco de mi posición? ¿Soy generoso y respetuoso con las personas, o las trato con rudeza y autoridad? Y con más frágiles, ¿estoy cerca de ellos, puedo agacharme para ayudarles a levantarse?


Que la Virgen María nos ayude a combatir en nosotros la tentación de la hipocresía -Jesús les dice «hipócritas», la hipocresía es una gran tentación-, y nos ayude a hacer el bien sin apariencias y con sencillez.



Oración del Ángelus:                         


Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…


Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…


Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…


Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.


Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.


Amen.


Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…


Benedictio Apostolica seu Papalis


Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.


Amen.



Después de la oración mariana del Ángelus el Papa ha dicho:


Queridos hermanos y hermanas


Ayer fue proclamado beato en Sevilla el padre José Torres Padilla, cofundador de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz. Vivió en la España del siglo XIX y se distinguió como sacerdote confesor y guía espiritual, dando testimonio de una gran caridad con los necesitados. Que su ejemplo sostenga sobre todo a los sacerdotes en su ministerio. ¡Aplaudamos al nuevo Beato!


Hace tres años se lanzó la Plataforma de Acción Laudato Si'. Doy las gracias a todos los que trabajan en favor de esta iniciativa. A este respecto, espero que la Conferencia sobre el cambio climático COP 29, que comienza mañana en Bakú, contribuya eficazmente a la protección de nuestra casa común.


Estoy cerca de la población de la Isla de Flores, en Indonesia, afectada por la erupción de un volcán; rezo por las víctimas, sus familias y los desplazados. Y renuevo mi recuerdo por la población de Valencia y de otras partes de España, que están afrontando las consecuencias de las inundaciones. Les hago una pregunta: ¿han rezado por Valencia? ¿Han pensado en hacer alguna contribución para ayudar a esas personas? Es sólo una pregunta.


Las noticias que llegan de Mozambique son preocupantes. Invito a todos al diálogo, a la tolerancia y a la búsqueda incansable de soluciones justas. Recemos por toda la población mozambiqueña, para que la situación actual no les haga perder la fe en el camino de la democracia, la justicia y la paz.


Y sigamos rezando, por favor, por la atormentada Ucrania, donde también se ven afectados hospitales y otros edificios civiles; y recemos por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán. Recemos por la paz en todo el mundo.


Hoy la Iglesia italiana celebra el Día de Acción de Gracias. Expreso mi gratitud al mundo de la agricultura y animo a cultivar la tierra para preservar su fertilidad también para las generaciones futuras.


Saludo con afecto a todos ustedes, romanos y peregrinos. En particular, a los fieles de Kazajstán, Moscú, Nueva York, Bastia (Córcega), Beja y el Algarve en Portugal, Varsovia, Lublin y otros lugares de Polonia. Saludo al Comité promotor del Pacto Educativo Global con representantes de numerosas universidades católicas; saludo a los confirmandos de Empoli; a los voluntarios del Banco de Alimentos y a la Banda italiana del Arma Trasporti e Materiali. ¡Esperemos que luego la banda nos haga escuchar algo bueno!


Y les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no olvidéis rezar por mí. Buen provecho y ¡hasta luego!


Francisco


Fotos: Vatican Media, 10-11-2024

Homilía del P. Alfonso Guillamón de los Reyes y lecturas de la Misa de hoy, XXXII Domingo de Tiempo Ordinario, 10-11-2024

10 de noviembre de 2024.-  (Camino Católico) Homilía del  P. Alfonso Guillamón de los Reyes García y lecturas de hoy, XXXII Domingo de Tiempo Ordinario emitida por 13 TV desde la Catedral de Murcia.

Santa Misa de hoy, XXXII Domingo de Tiempo Ordinario, en la Catedral de Murcia, 10-11-2024

10 de noviembre de 2024.-  (Camino Católico)  Celebración de la Santa Misa de hoy, XXXII Domingo de Tiempo Ordinario, presidida por el P. Alfonso Guillamón de los Reyes García Mons. José Manuel Lorca Planes, obispo de Cartagena, emitida por 13 TV desde la Catedral de Murcia.

Misterios Gloriosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, 10-11-2024

10 de noviembre de 2024.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Gloriosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy domingo, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero.

Palabra de Vida 10/11/2024: «Esta viuda pobre ha echado más que nadie» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 10 de noviembre de 2024, domingo de la 32ª semana del Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Marcos 12, 38-44:

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo:

«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en las plazas, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, y aparentan hacer largas oraciones. Éstos recibirán una condenación más rigurosa».

Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante.

Llamando a sus discípulos, les dijo:

«En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

Homilía del evangelio del domingo: El matrimonio no termina con la muerte, sino que es transfigurado, sustraído a todos aquellos límites que marcan la vida en la tierra / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.

 * «¿Qué decir a quienes tuvieron una experiencia negativa, de incomprensión y de sufrimiento, en el matrimonio terreno? ¿No es para ellos motivo de temor, en vez de consuelo, la idea de que el vínculo no se rompa ni con la muerte? No, porque en el paso del tiempo a la eternidad el bien permanece, el mal cae. El amor que les unió, tal vez hasta por poco tiempo, permanece; los defectos, las incomprensiones, los sufrimientos que se infligieron recíprocamente caen. Es más, este sufrimiento, aceptado con fe, se convertirá en gloria. Muchísimos cónyuges experimentarán sólo cuando se reúnan 'en Dios' el amor verdadero entre sí y, con él, el gozo y la plenitud de la unión que no disfrutaron en la tierra. En Dios todo se entenderá, todo se excusará, todo se perdonará»

    Llegó una pobre viuda  

Domingo XXXII del tiempo ordinario - B:

1ª Reyes 17, 10-16  /  Sal 145  /  Hebreos 9, 24-28  /  Marcos 12, 38-44

Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap. / Camino Católico.- Un día, estando frente al arca del tesoro del templo, Jesús observa a los que allí echan limosnas. Se fija en una viuda pobre que deposita allí todo cuanto tiene: dos moneditas, o sea, la cuarta parte de un as. Entonces, se vuelve a sus discípulos y dice: «Os digo en verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del tesoro. Pues todos han echado de lo que les sobraba; ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir». 

Podemos llamar a este domingo el «domingo de las viudas». También en la primera lectura se relata la historia de una viuda: la viuda de Sarepta que se priva de todo cuanto tiene (un puñado de harina y algo de aceite) para dar de comer al profeta Elías. 

Es una buena ocasión para dedicar nuestra atención a las viudas y, naturalmente, también a los viudos de hoy. Si la Biblia habla con tanta frecuencia de las viudas y jamás de los viudos es porque en la sociedad antigua la mujer que se quedaba sola está en mucha mayor desventaja que el hombre que se queda solo. Actualmente no existe gran diferencia entre ambos; es más, dicen que la mujer que se queda sola se las arregla, en general, mejor que el hombre en la misma situación. 

Desearía, en esta ocasión, aludir a un tema que interesa vitalmente no sólo a los viudos y viudas, sino a todos los casados, y que es particularmente actual en este mes de difuntos. La muerte del cónyuge, que marca el final legal de un matrimonio, ¿indica también el final total de toda comunión? ¿Queda algo en el cielo del vínculo que unió tan estrechamente a dos personas en la tierra, o en cambio todo se olvidará al cruzar el umbral de la vida eterna?

Un día algunos saduceos presentaron a Jesús el caso límite de una mujer que había sido sucesivamente esposa de siete hermanos, y le preguntaron de quién sería mujer tras la resurrección de los muertos. Jesús respondió: «Cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas maridos, sino que serán como ángeles en los cielos» (Marcos 12, 25). Interpretando de manera errónea esta frase de Cristo, algunos han sostenido que el matrimonio no tiene ninguna continuidad en el cielo. Pero con esta frase Jesús rechaza la idea caricaturesca que los saduceos presentan del más allá, como si fuera una sencilla continuación de las relaciones terrenas entre los cónyuges; no excluye que ellos puedan reencontrar, en Dios, el vínculo que les unió en la tierra. 

De acuerdo con esta perspectiva, el matrimonio no termina del todo con la muerte, sino que es transfigurado, espiritualizado, sustraído a todos aquellos límites que marcan la vida en la tierra, como, por lo demás, no se olvidan los vínculos existentes entre padres e hijos, o entre amigos. En un prefacio de difuntos, la liturgia proclama: «La vida no termina, sino que se transforma». También el matrimonio, que es parte de la vida, es transfigurado, no suprimido. 

Pero ¿qué decir a quienes tuvieron una experiencia negativa, de incomprensión y de sufrimiento, en el matrimonio terreno? ¿No es para ellos motivo de temor, en vez de consuelo, la idea de que el vínculo no se rompa ni con la muerte? No, porque en el paso del tiempo a la eternidad el bien permanece, el mal cae. El amor que les unió, tal vez hasta por poco tiempo, permanece; los defectos, las incomprensiones, los sufrimientos que se infligieron recíprocamente caen. Es más, este sufrimiento, aceptado con fe, se convertirá en gloria. Muchísimos cónyuges experimentarán sólo cuando se reúnan «en Dios» el amor verdadero entre sí y, con él, el gozo y la plenitud de la unión que no disfrutaron en la tierra. En Dios todo se entenderá, todo se excusará, todo se perdonará. 

Se dirá: ¿y los que estuvieron legítimamente casados con varias personas? ¿Por ejemplo los viudos y las viudas que se vuelven a casar? (Fue el caso presentado a Jesús de los siete hermanos que habían tenido, sucesivamente, por esposa a la misma mujer). También para ellos debemos repetir lo mismo: lo que hubo de amor y donación auténtica con cada uno de los esposos o de las esposas que se tuvieron, siendo objetivamente un «bien» y viniendo de Dios, no se suprimirá. Allá arriba ya no habrá rivalidad en el amor o celos. Estas cosas no pertenecen al amor verdadero, sino a la limitación intrínseca de la criatura.

Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.

Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a las gentes en su predicación:

«Guardaos de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y que devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones. Esos tendrán una sentencia más rigurosa».

Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: 

«Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado de lo que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir».

Marcos 12, 38-44

Homilía del evangelio del domingo: Todo lo que se ofrece para la construcción del Reino de Dios se convierte en frutos de vida eterna / Por P. José María Prats

  

* «Lo que Jesús nos plantea con el ejemplo de la viuda pobre es la cuestión fundamental de dónde hemos puesto nuestro corazón, si en la construcción de nuestro propio reino o en la del Reino de Dios. Nuestros afanes, esfuerzos y desvelos ¿están encaminados a realizar nuestros sueños y asegurar nuestro bienestar o aspiran a construir un mundo más justo, solidario y fraterno, conforme al designio de Dios?»

     Domingo XXXII del tiempo ordinario - B:

1ª Reyes 17, 10-16  /  Sal 145  /  Hebreos 9, 24-28  /  Marcos 12, 38-44

P. José María Prats / Camino Católico.- En el evangelio que acabamos de proclamar Jesús alaba a una viuda pobre que echó en el tesoro del Templo todo lo que tenía para vivir. ¿Nos pide entonces Jesús que demos a la Iglesia incluso aquello que necesitamos para vivir? Evidentemente que no: sería absurdo darlo todo y a continuación tener que acudir a nuestros familiares y amigos, o a la misma Iglesia, para que socorrieran nuestras necesidades.

Lo que Jesús nos plantea con el ejemplo de la viuda pobre es otra cosa: es la cuestión fundamental de dónde hemos puesto nuestro corazón, si en la construcción de nuestro propio reino o en la del Reino de Dios. Nuestros afanes, esfuerzos y desvelos ¿están encaminados a realizar nuestros sueños y asegurar nuestro bienestar o aspiran a construir un mundo más justo, solidario y fraterno, conforme al designio de Dios?

El testimonio de la viuda pobre del Evangelio es un ejemplo elocuente de esta opción radical por el Reino de Dios: el Templo de Jerusalén representaba para ella la presencia y la gloria de Dios en medio de su pueblo, y su ofrenda era un acto de alabanza, una manifestación de su entrega total al servicio del Reino de Dios.

En cambio, los escribas, que buscaban bienes, reverencias, ocupar los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes, son ejemplos penosos del olvido del Reino de Dios para construir su propio reino, un reino de insolidaridad y vanidad.

Un poema de R. Tagore en el que un mendigo cuenta su historia dice así:

«Había estado mendigando de puerta en puerta por toda la aldea, cuando apareció a lo lejos una carroza de oro. Era la carroza del hijo del rey. Yo pensé: “Es la oportunidad de mi vida”. Me senté abriendo mi alforja de par en par, esperando que se me daría la limosna sin tener que pedirla siquiera; más aún, que las riquezas lloverían al suelo a mi alrededor. Pero cuál fue mi sorpresa cuando, al llegar junto a mí, la carroza se paró, el hijo del rey bajó y, tendiendo la mano derecha, me dijo: “¿Qué tienes para darme?”. ¿Qué clase de gesto real era ese de tenderle la mano a un mendigo? Confuso e indeciso, saqué de mi alforja un grano de arroz, sólo uno, el más pequeño, y se lo di. Pero qué tristeza sentí por la noche cuando, hurgando en mi alforja, encontré un pequeño grano de oro, sólo uno. Lloré amargamente por no haber tenido el valor de dárselo todo».

Este es el secreto que conocía la viuda pobre: que todo lo que se ofrece para la construcción del Reino de Dios se convierte en oro, en frutos de vida eterna.

P. José María Prats


Evangelio

En aquel tiempo, dijo Jesús a las gentes en su predicación:

«Guardaos de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y que devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones. Esos tendrán una sentencia más rigurosa».

Jesús se sentó frente al arca del Tesoro y miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: 

«Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado de lo que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir».

Marcos 12, 38-44

Reflexionemos con el evangelio de mañana domingo, San Marcos 12, 38-44: Si damos de lo que nos sobra es justicia pues primero lo hemos recibido de Dios. Dar de lo que nos falta ¡eso sí es caridad y amor al otro! / Por P. Carlos García Malo

 


sábado, 9 de noviembre de 2024

Homilía del Cardenal Marcello Semeraro en la beatificación del padre José Torres Padilla, 9-11-2024


9 de noviembre de 2024.-  (Camino Católico) Homilía del Cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, en la beatificación del padre José Torres Padilla,  emitida por 13 TV desde la catedral de Sevilla.

Santa Misa de beatificación del padre José Torres Padilla, en la catedral de Sevilla, 9-11-2024


9 de noviembre de 2024.-  (Camino Católico) Celebración de la santa misa de beatificación del padre José Torres Padilla, presidida por el Cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, emitida por 13 TV desde la catedral de Sevilla.


Misterios Gozosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, 9-11-2024

9 de noviembre de 2024.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Gozosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy sábado, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero.