martes, 12 de junio de 2012
Vivir el matrimonio, redescubrir cada día el amor de Dios / Por P. Javier Alonso
martes, 5 de junio de 2012
El gran reto en la vida: Mirar como Dios mira / Por P. Javier Alonso
martes, 15 de mayo de 2012
Sanación interior es el camino de la vida en Dios / Por Arturo López
15 de mayo de 2012.- La meditación-oración la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Las heridas emocionales de nuestra vida son las que nos impiden acoger el amor incondicional de Dios. Tomar conciencia ante el Señor de nuestras heridas y dejarnos sanar por su mirada es el objetivo de esta serie de enseñanzas-oraciones. En esta sexta y última se profundiza en la necesidad de vivir unidos a Dios, para poder crecer espiritual y personalmente y ser curados por Cristo de nuestras heridas. Para conseguir esa unidad con el Señor diariamente hay que orar personalmente y con otras personas, leer y meditar la Palabra de Dios y participar en los sacramentos, confesión y Eucaristía. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 7 de mayo de 2012. Ver vídeo...
viernes, 11 de mayo de 2012
Margherita Coletta, viuda de soldado italiano muerto en atentado en Irak: «tras nueve años, sigo orando por los asesinos de mi marido»
«La justicia debe seguir su curso, siempre. Ahora bien, la verdadera justicia vendrá de Dios. Aquí en la tierra debería también ser así para aquellos que han cometido un delito grave: como pago por sus pecados y con la esperanza de que la sangre derramada por nuestros hijos para la paz algún día conduzca a un cambio de actitud en estas personas. Aunque probablemente nunca lo sabremos».
No, no hay rastro de odio en las palabras de Margherita, la esposa del general de brigada de la Policía Giuseppe Coletta. De hecho, reflejan aquel pensamiento de Juan Pablo II, cuando decía que no hay justicia sin perdón y no hay paz sin justicia. Leer más...
miércoles, 2 de mayo de 2012
Perdona y serás sanado por el amor de Dios / Por Arturo López
Meditación-oración de sanación interior en vídeo grabada en directo 2 de mayo de 2012.- La meditación-oración la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Las heridas emocionales de nuestra vida son las que nos impiden acoger el amor incondicional de Dios. Tomar conciencia ante el Señor de nuestras heridas y dejarnos sanar por su mirada es el objetivo de esta serie de enseñanzas-oraciones. En esta quinta se profundiza en el perdón como un paso esencial para que el amor de Dios sane de raíz los recuerdos dolorosos y cierre nuestras heridas. Si optamos por perdonar todos los días elegimos el camino de la conversión y amar y acoger la misericordia de Dios que nos transforma y cura. Se reza durante la meditación para que seamos capaces de realizar el acto de la voluntad necesario para perdonar a cada persona que nos ha ofendido. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 23 de abril de 2012. | |
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sábado, 14 de abril de 2012
Señor muéstrame la raíz de mi amargura y transfórmala en paz y amor / Por Arturo López
14 de abril de 2012.- La meditación-oración la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Las heridas emocionales de nuestra vida son las que nos impiden acoger el amor incondicional de Dios. Tomar conciencia ante el Señor de nuestras heridas y dejarnos sanar por su mirada es el objetivo de esta serie de enseñanzas-oraciones. En esta tercera se ora para que Cristo nos revele las situaciones de la vida que nos han asentado en la amargura y la soledad y que nos impiden amar y sentirnos amados por Dios y por los demás. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 2 de abril de 2012. Ver vídeo...
martes, 27 de marzo de 2012
Él sana los corazones destrozados y venda sus heridas / Por Arturo López
27 de marzo de 2012.- La meditación-oración la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Las heridas emocionales de nuestra vida son las que nos impiden acoger el amor incondicional de Dios. Tomar conciencia ante el Señor de nuestras heridas y dejarnos sanar por su mirada es el objetivo de esta serie de enseñanzas-oraciones. En esta primera se reza para que Cristo ilumine nuestra vida con un baño de su luz y para que podamos aceptar nuestra realidad dejándonos transformar y sanar interiormente por Él. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 19 de marzo de 2012. Ver vídeo...
jueves, 8 de marzo de 2012
La Cruz, mirada de salvación por el amor sublime de Jesucristo / Por Arturo López
8 de marzo de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Esta charla es la octava y última de una serie de meditaciones en las que se profundiza como interiorizar la mirada de Dios en el corazón, por el don del Espíritu Santo siguiendo las enseñanzas de Cristo. La mirada de Jesucristo en la cruz fue tan infinitamente inmensa que abrazó a la humanidad, al salvarla y rescatarla de pecado y de la muerte, en un acto de amor sublime. Interiorizar la mirada de Jesús en la cruz nos llevará toda la vida pero debemos aprender de Él que es manso y humilde de corazón.
También en esta meditación se profundiza en el mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2012: «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (Hebreos 10, 24). Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 27 de febrero de 2012. Ver vídeo...
miércoles, 29 de febrero de 2012
En tu mirada Señor hallo mi dignidad / Por Arturo López
29 de febrero de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Esta charla es la séptima de una serie de meditaciones en las que se profundiza como interiorizar la mirada de Dios en el corazón, por el don del Espíritu Santo siguiendo las enseñanzas de Cristo. En una cultura como la judía, en la que la mujer era considerada una realidad devaluada. «Bendito seas, tú, Señor, porque no me has hecho gentil, mujer o esclavo», rezaba tres veces al día todo varón israelita, la actitud de Jesús resultó llamativa: no rehuyó su encuentro; más aún, no dudó en dejarse acompañar en su ministerio público por un grupo de mujeres, que le fueron fieles hasta la muerte.
Jesús miró a las mujeres con generosidad, compasión, misericordia, ternura, y sobre todo dignificando a cada persona, amando y enseñando amar con su mirada. En la mirada de Cristo podemos encontrar nuestra dignidad y aprender a respetar profundamente la de los demás para no herirnos y degradarnos mutuamente. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 20 de febrero de 2012. Ver vídeo...
martes, 21 de febrero de 2012
Mírame con tu amor Señor y sáname en cada negación / Por Arturo López
21 de febrero de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Esta charla es la sexta de una serie de meditaciones en las que se profundiza como interiorizar la mirada de Dios en el corazón, por el don del Espíritu Santo siguiendo las enseñanzas de Cristo. Jesús actuó ante las traiciones, infidelidades y dificultades con una mirada llena de misericordia, amor, humildad, verdad, justicia, dolor y sabiduría. Para aprender a afrontar las contrariedades debemos dejarnos mirar por el Señor para ser transformados por Él. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 13 de febrero de 2012. Ver vídeo...
martes, 14 de febrero de 2012
Hombres de la Tierra bendecid con la mirada de Cristo a Dios Creador / Por Arturo López
14 de febrero de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Esta charla es la quinta de una serie de meditaciones en las que se profundiza como interiorizar la mirada de Dios en el corazón, por el don del Espíritu Santo siguiendo las enseñanzas de Cristo. Jesús admiró la naturaleza creada por Dios Padre, se fascinó por su belleza, pero tuvo una mirada de sabiduría sobre toda la creación. Es esa sabiduría la que debemos interiorizar para poder convertir nuestra vida en un himno de alabanza a Dios. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 6 de febrero de 2012. Ver vídeo...
sábado, 4 de febrero de 2012
Una mirada humilde es fruto de un corazón convertido / Por Arturo López
4 de febrero de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Esta charla es la cuarta de una serie de meditaciones en las que se profundiza como interiorizar la mirada de Dios en el corazón, por el don del Espíritu Santo siguiendo las enseñanzas de Cristo. La mirada humilde de Jesucristo ante el joven rico y el acaudalado Zaqueo centran esta enseñanza para interiorizar en el corazón que nada es imposible para Dios y que nosotros somos meros servidores y testigos ante los demás de su amor. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 30 de enero de 2012. Ver vídeo...
martes, 31 de enero de 2012
Jesucristo enséñanos a ver la vida con tu mirada / Por Arturo López
31 de enero de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Dios no sólo ha hablado al mundo y al hombre, también los ha mirado, y Jesús es esa mirada plena, definitiva y exhaustiva de Dios. Cristo no es sólo la Palabra de Dios encarnada; encarna también su mirada: entrañable, benevolente, misericordiosa, paterna. A Jesús, en cuanto encarnación de la mirada de Dios, hemos de contemplarle con atención para poder interiorizar su mirada ante la vida. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 23 de enero de 2012. Ver vídeo...
domingo, 22 de enero de 2012
Mirar con la mirada de Amor de Dios Padre / Por Arturo López
22 de enero de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Tener la mirada de Dios sobre cada acto y acontecimiento de la vida y en nuestras relaciones con los demás es lo que nos hará vivir una vida acorde con el evangelio y dará credibilidad a nuestro testimonio cristiano. Esta charla es la segunda de una serie de meditaciones en las que se profundiza como interiorizar la mirada de Dios en el corazón, por el don del Espíritu Santo siguiendo las enseñanzas de Cristo. Es a partir de la Parábola del Hijo Pródigo como en esta meditación se escudriña que actitudes pueden hacernos mirar a las personas y a los acontecimientos con la mirada de amor de Dios Padre. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 16 de enero de 2012. Ver vídeo...
martes, 17 de enero de 2012
Desde la mirada de Dios / Por Arturo López
17 de enero de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Tener la mirada de Dios sobre cada acto y acontecimiento de la vida y en nuestras relaciones con los demás es lo que nos hará vivir una vida acorde con el evangelio y dará credibilidad a nuestro testimonio cristiano. Esta charla es la primera de una serie de meditaciones en las que se profundiza como interiorizar la mirada de Dios en el corazón, por el don del Espíritu Santo siguiendo las enseñanzas de Cristo. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 9 de enero de 2012. Ver vídeo...
jueves, 29 de mayo de 2008
Mirar con ojos cansados / Autor: Cardenal Ricard Mª CARLES
Esta forma de esperanza tiene que ver, y mucho, con el prójimo. Y ello por dos razones. Si el otro adivina que no le creemos capaz de conversión, le quitaremos fuerza. Y otra razón importante: si oramos por él, pero no creemos que pueda cambiar esta persona, mi plegaria por él puede no ser suficiente. Pues Jesús dijo muy frecuentemente: «Que se haga como has creído», y yo ruego sin tener fe, sin confiar en la conversión ajena.
Jean Daniélou dijo que la confianza es difícil porque pide una cierta desposesión de uno mismo. De cara a Dios, desposesión de pecados. De cara al prójimo, pedir perdón y perdonar. Ambas cosas nos hacen falta, porque nos desposeemos, perdonando o pidiendo perdón. Esta ayuda a los otros tiene que ver con un paso, no muy frecuente en las escaladas, llamado «paso de espalda». Poner la espalda es poner oración, amistad, para que otro ascendiera espiritualmente adonde parecía que no podía llegar.
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Fuente: La Razón
miércoles, 14 de mayo de 2008
Irradiar desde dentro / Autor:José Mª ALIMBAU
- «Un día tuve la suerte de hablar largamente con Rabindranath Tagore, Premio Nobel de Literatura, y quise preguntarle «cuál era la causa de la ceguera ante la milenaria sabiduría de la India». Tagore, apretando mi mano -de hombre ciego- entre las suyas -de hombre vidente- y cerrando los ojos, para asemejarse en esto a mí, me citó lentamente las antiguas palabras del Veda, una invitación a elevarnos? Después, con su voz agradable y serena, concluyó:
- «Si quieres ser cantor de historias, tú que eres ciego, tú que no ves la luz del sol? contempla la vida como no la contemplan los demás. ¡Canta lo que eres; canta lo que tienes dentro de ti!...».
- Como decía Saint-Exupéry: «Hay cosas que no se ven bien con los ojos materiales... Hay que mirarlas con el corazón».
- Debemos mentalizarnos que cada uno tenemos una cualidad, una virtud, ? «algo» que no tienen los demás y que debemos ofrecérselo.
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Fuente: La Razón
jueves, 10 de enero de 2008
¿Pudor o tabú? / Autor: Alfonso López Quintás
No pocas personas estiman que la exhibición corpórea debe ser permitida porque la contraponen al tabú, no al pudor, con los valores positivos que éste encierra para la personalidad humana. El término “tabú” apenas indica nada preciso: se limita a sugerir un ámbito de realidades o acciones prohibidas, intocables. Su misma oscuridad le confiere poder estratégico, porque el vocablo “prohibición” se opone a “permiso”, “apertura”, “libertad”, vocablos que están cargados de prestigio en la sociedad actual. Esta contraposición deja al término “tabú” –y al término “pudor”, en cuanto rehuye el exhibicionismo- en una situación desairada.
Conviene, por ello, esforzarse en dar a cada término su sentido preciso. El pudor tiene un valor funcional, relativo al sentido que otorgamos a nuestra vida al relacionarnos con otras personas. No trata sólo ni principalmente de ocultar algunas partes del cuerpo, sino de darles el trato respetuoso que merecen. El pudor vela las partes del cuerpo que denominamos “íntimas” por estar en relación directa con actos personales que no tienen sentido en la esfera pública, sino sólo en la esfera privada de la relación dual a la que está confiada la creación de nuevas vidas.
No faltan actualmente quienes parecen sentir complacencia en quebrantar las normas del pudor, a las que tachan de ñoñas y obsoletas. “El cuerpo no es malo –proclaman como algo obvio-; todas sus partes tienen el mismo valor y deben contemplarse con normalidad”.
En el nivel biológico, esta afirmación es cierta. Cada parte del cuerpo realiza la función que le compete y está, por ello, plenamente justificada. De ahí que en las consultas médicas se muestre el cuerpo con toda espontaneidad, sin necesidad de sonrojarse, pues la desnudez presenta aquí un sentido ético positivo por ser necesaria para la curación de la persona.
En el nivel lúdico o creativo, el cuerpo es “la palabra del espíritu”, el lugar viviente de la realización del hombre como persona. No es un útil a su servicio, ni un instrumento de instrumentos. Te doy la mano para saludarte y en ella vibra toda mi persona. Cuando dos personas se abrazan, no estamos sólo ante dos cuerpos que se entrelazan, sino, al mismo tiempo y en un nivel superior, ante dos personas que crean un campo de afecto mutuo. Esta simultaneidad es posible porque los cuerpos no son únicamente algo material; son ámbitos, fuentes de posibilidades, realidades expresivas vivificadas por ese hálito de vida enigmático que llamamos alma. No hay en el mundo ni un solo objeto o instrumento que tenga semejante poder de hacer presente a una persona. Pensemos en la expresividad de un gesto, una sonrisa, una palabra amable..., y veremos que el cuerpo humano supera inmensamente todos los objetos, los útiles, los instrumentos, los materiales de un tipo u otro.
Si nos hacemos cargo del poder que tiene el cuerpo humano de remitir a realidades superiores que en él se hacen de algún modo presentes y en él actúan, advertiremos que, al unirse sexualmente dos personas, no realizan un mero ayuntamiento corpóreo; crean una relación personal que debe estar cargada de sentido. En toda relación amorosa, el cuerpo juega un papel expresivo singular. No es una especie de trampolín para pasar hacia algo que está más allá de él, como cuando oímos o comunicamos una noticia. En este caso, lo importante es tomar nota de lo que se comunica. Apenas importa quién lo hace y de qué forma. En la relación amorosa, en cambio, el cuerpo se hace valer, es vehículo indispensable de la presencia de quienes manifiestan su afecto.
El cuerpo participa activamente en las relaciones amorosas íntimas. Intimidad significa aquí que tú y yo estamos fundando una relación de encuentro en la cual tú no estás fuera de mí ni frente a mí. Los dos estamos en un mismo campo de interacción y enriquecimiento mutuo, y actuamos con espontaneidad, sinceridad, apertura de espíritu, confianza, fidelidad y cordialidad. Ese campo de juego común es para nosotros algo singular, irrepetible, incanjeable, único en el mundo. Por eso no puede ser comprendido de veras sino por quienes lo están creando en cada momento, pues el encuentro es fuente de luz, y, al encontrarnos, vamos descubriendo lo que somos, los ideales que impulsan nuestras vidas, los sentimientos que suscita nuestro trato, el sentido que va cobrando nuestra existencia.
Lo que significa nuestra vida en la intimidad sólo nos es accesible a nosotros, no a quienes se encuentran fuera de ella. Consiguientemente, exhibir lo que sucede en ese recinto privado no tiene el menor sentido, es insensato. Puede tener un significado, en cuanto significa un incentivo erótico para quienes lo contemplan; pero no tiene sentido reducir una parcela de la vida privada de unas personas a mero incentivo para enardecer los instintos. Una realidad digna de respeto en sí misma es tomada como mero medio para unos fines y, por ello, degradada.
Figurémonos que en la puerta de una habitación de un hotel hay una cerradura a la antigua usanza, y se te ocurre contemplar a su través un acto íntimo realizado por una pareja. Si alguien te sorprende, te sonrojas, porque sabes que tal acción es indigna de una persona adulta. Lo es por carecer de sentido. Nadie te ha prohibido realizar semejante acto. Ni se trata, tampoco, de un tabú. Sencillamente, intuyes que tal gesto no tiene sentido, aunque tenga un significado -el de saciar una curiosidad morbosa-. Lo que de verdad expresa el acto que contemplas sólo puede ser comprendido por quienes lo realizan. Contemplarlo desde fuera es sacarlo de contexto; constituye una profanación.
Tal profanación acontece a diario en algunos espectáculos y medios de comunicación. Las páginas de los diarios y las revistas, así como las pantallas de cine y televisión vienen a ser gigantescos ojos de cerradura por los que millones de personas se adentran en la intimidad de otros seres. Como éstos suelen exhibirse voluntariamente a cambio de una gratificación económica, convierten su intimidad en un medio para lograr fines ajenos a la misma, la rebajan de rango, la envilecen, literalmente la prostituyen. Este verbo español procede del latino “prostituere”, que significa poner en público, poner en venta.
Los espectadores debemos considerar si es digno participar en tal proceso de envilecimiento. Recordemos que el sentido del tacto es el más posesivo. Agarrar algo con la mano y “tenerlo en un puño” es signo de posesión. Al tacto le sigue en poder posesivo la mirada, que es una especie de tacto a distancia. “Si no lo veo, no lo creo”, solemos decir, ya que ver equivale a palpar la realidad de algo. Por eso, dejarse ver es, en cierta medida, dejarse poseer. Y, viceversa, mirar supone un intento de poseer. Pero intentar poseer lo que de por sí exige respeto, estima y colaboración significa un rebajamiento injusto y presenta –como sabemos- una condición sádica.
Cuando Orfeo –en el conocido mito- recobró a su amada Eurídice del reino de los muertos, fue advertido de que, para retenerla junto a sí, debería no mirarle al rostro durante una noche. En la literatura y la mitología, la noche simboliza un período de prueba. Mirar indica el afán de poseer. El rostro es el lugar en que vibra el ser entero de una persona. A Orfeo se le vino a decir que para crear una relación estable, auténtica, con Eurídice debía renunciar al deseo de poseerla y adoptar una actitud de respeto, estima y voluntad de colaboración.
Ofrecer a las miradas ajenas las partes íntimas del cuerpo implica dejarse poseer en lo que tiene uno de más peculiar, propio y personal. Protegerse pudorosamente de miradas extrañas no indica ñoñería, aceptación de tabúes, sometimiento a preceptos religiosos irracionales –como se dice a veces banalmente-. Significa evitar que lo más genuino de la propia persona sea rebajado de rango y convertido en pasto erótico. El pudor tiene un sentido eminentemente positivo. No consiste tanto en ocultar una parte de nuestra superficie corpórea cuanto en salvaguardarnos del uso irrespetuoso, manipulador, posesivo, de nuestras fuerzas creadoras, a fin de estar disponibles para la creación de formas elevadas de unidad o encuentro.
No tiene el menor sentido afirmar que se practica el exhibicionismo para “liberarse” de normas y tabúes, porque, si una norma es juiciosa y fomenta nuestro desarrollo personal, prescindir de ella supone perder todas las posibilidades creativas que nos otorga. Ofrecer la intimidad a un público anónimo, como si fuera un mero objeto de contemplación, un espectáculo, significa renunciar al encuentro personal. Constituye, por tanto, una degradación.
A tal degradación se exponen quienes contemplan escenas fuertemente eróticas en las pantallas de televisión o cine. Si alguien piensa que este acto no es degradante porque las personas contempladas se exhiben libremente a cambio de una retribución pecuniaria, debe pensar que vender la intimidad significa rebajar el propio cuerpo a la condición de medio para el logro de un fin. La consecuencia de este envilecimiento, provocado por el vértigo de la ambición, es la tristeza y la amargura. Se comprende el rictus amargo de los rostros que figuran en las imágenes pornográficas.
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Fuente Catholic.net