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Bienvenido a Escuchar y a Dar

Este blog, no pretende ser un diario de sus autores. Deseamos que sea algo vivo y comunitario. Queremos mostrar cómo Dios alimenta y hace crecer su Reino en todo el mundo.

Aquí encontrarás textos de todo tipo de sensibilidades y movimientos de la Iglesia Católica. Tampoco estamos cerrados a compartir la creencia en el Dios único Creador de forma ecuménica. Más que debatir y polemizar queremos Escuchar la voluntad de Dios y Dar a los demás, sabiendo que todos formamos un sólo cuerpo.

La evangelización debe estar centrada en impulsar a las personas a tener una experiencia real del Amor de Dios. Por eso pedimos a cualquiera que visite esta página haga propuestas de textos, testimonios, actos, webs, blogs... Mientras todo esté hecho en el respeto del Amor del Evangelio y la comunión que siempre suscita el Espíritu Santo, todo será públicado. Podéís usar los comentarios pero para aparecer como texto central enviad vuestras propuestas al correo electrónico:

escucharlavoz@yahoo.es

Oremos todos para que la sabiduría de Jesús Resucitado presida estas páginas y nos bendiga abundamente.

Página web de Escuchar la Voz del Señor

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miércoles, 12 de enero de 2022

El Papa en la Audiencia, 12-1-2022: «El trabajo es esencial en la vida y para la santificación, unción de dignidad, nos hace sentir útiles y colaborar en el proyecto de Dios»

 


 «Los gobernantes deben dar a todos la posibilidad de ganar el pan, porque esta ganancia les da dignidad. El trabajo es una unción de dignidad y esto es importante. Muchos jóvenes, muchos padres y muchas madres viven el drama de no tener un trabajo que les permita vivir serenamente, viven al día. Y muchas veces la búsqueda se vuelve tan dramática que los lleva hasta el punto de perder toda esperanza y deseo de vida. En estos tiempos de pandemia muchas personas han perdido el trabajo ―lo sabemos― y algunos, aplastados por un peso insoportable, han llegado al punto de quitarse la vida. Quisiera hoy recordar a cada uno de ellos y a sus familias. Hagamos un momento de silencio recordando a esos hombres, esas mujeres, desesperados porque no encuentran trabajo»

Video completo de la transmisión en directo realizada por 13 TV de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa ha hecho en nuestro idioma

* «Oh, san José, patrón de la Iglesia, tú que junto con el Verbo encarnado trabajaste cada día para ganarte el pan, encontrando en Él la fuerza de vivir y trabajar; tú que has sentido la inquietud del mañana, la amargura de la pobreza, la precariedad del trabajo; tú que muestras hoy el ejemplo de tu figura, humilde delante de los hombres, pero grandísima delante de Dios, protege a los trabajadores en su dura existencia diaria, defiéndelos del desaliento, de la revuelta negadora, como de la tentación del hedonismo; y custodia la paz del mundo, esa paz que es la única que puede garantizar el desarrollo de los pueblos. Amén»

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sábado, 4 de mayo de 2013

Cardenal Bergoglio: “Señor que podamos rescatar a quienes tienen explotados como esclavos”

“Señor que podamos ver el corazón de esos hombres y mujeres que explotan a sus hermanos convertidos a Ti”
4 de mayo de 2013.- (Camino Católico) El cardenal Jorge Mario Bergoglio, actualmente Papa Francisco, en el mes de septiembre de 2012, ahora hace siete meses, celebró una Eucaristía y predicó en medio de una plaza en Constitución, Argentina, hablando de la esclavitud y trata de personas que se produce en esa ciudad en diferentes formas: en el trabajo, con menores, prostitución, drogas, mendicidad. En la homilía que se visualiza y escucha en el vídeo, el cardenal Bergoglio interpela a todos en nombre del Señor como cuando Caín mató a Ábel: “¿Dónde está tu hermano esclavizado y explotado”. Bergoglio pide: “Señor que podamos rescatar a quienes tienen explotados como esclavos y que podamos ver el corazón de esos hombres y mujeres que explotan a sus hermanos convertidos a Ti”. Leer más...

jueves, 8 de marzo de 2012

La Cruz, mirada de salvación por el amor sublime de Jesucristo / Por Arturo López

Meditación en vídeo grabada en directo

8 de marzo de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Esta charla es la octava y última de una serie de meditaciones en las que se profundiza como interiorizar la mirada de Dios en el corazón, por el don del Espíritu Santo siguiendo las enseñanzas de Cristo. La mirada de Jesucristo en la cruz fue tan infinitamente inmensa que abrazó a la humanidad, al salvarla y rescatarla de pecado y de la muerte, en un acto de amor sublime. Interiorizar la mirada de Jesús en la cruz nos llevará toda la vida pero debemos aprender de Él que es manso y humilde de corazón.

También en esta meditación se profundiza en el mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2012: «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (Hebreos 10, 24). Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 27 de febrero de 2012. Ver vídeo...

miércoles, 29 de febrero de 2012

En tu mirada Señor hallo mi dignidad / Por Arturo López

Meditación en vídeo grabada en directo

29 de febrero de 2012.- La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. Esta charla es la séptima de una serie de meditaciones en las que se profundiza como interiorizar la mirada de Dios en el corazón, por el don del Espíritu Santo siguiendo las enseñanzas de Cristo. En una cultura como la judía, en la que la mujer era considerada una realidad devaluada. «Bendito seas, tú, Señor, porque no me has hecho gentil, mujer o esclavo», rezaba tres veces al día todo varón israelita, la actitud de Jesús resultó llamativa: no rehuyó su encuentro; más aún, no dudó en dejarse acompañar en su ministerio público por un grupo de mujeres, que le fueron fieles hasta la muerte.

Jesús miró a las mujeres con generosidad, compasión, misericordia, ternura, y sobre todo dignificando a cada persona, amando y enseñando amar con su mirada. En la mirada de Cristo podemos encontrar nuestra dignidad y aprender a respetar profundamente la de los demás para no herirnos y degradarnos mutuamente. Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 20 de febrero de 2012. Ver vídeo...

viernes, 11 de febrero de 2011

Hospital indio defiende a mujer discapacitada de la petición de eutanasia hecha por una periodista

* Aruna Shanbaug está en estado vegetativo desde 1973 cuando sufrió un daño cerebral severo al ser estrangulada y violada

* La peridoista Pinki Virani ha escrito un libro y ha pedido al centro sanitario que se la deje de alimentar

* El doctor Sanjay Oak, decano del Hospital KEM donde se encuentra ingresada, asegura que Aruna “está muy viva...Ella tiene una dieta líquida y le encanta escuchar la música. Nosotros nunca la hemos sometido a una alimentación intravenosa o por el uso de un tubo. Durante todos estos años, ella no ha sufrido ni una escara. Las personas que la cuidan, no tienen un problema con ello, no entiendo la razón por la que alguien, que no tiene nada que ver con ella ni con lo que necesita, tiene por qué interesarse. Nosotros no tenemos el derecho moral de terminar con su vida. Definitivamente yo estoy en contra de que Shanbaug sea sometida a un acto de la eutanasia. Yo la visito cada vez que puedo sacar el tiempo. Yo estoy presente cuando ella sufre de disentería o tiene cualquier otro problema"

11 de febrero de 2011.- Los médicos en el Hospital Memorial Rey Eduardo (King Edward Memorial/KEM Hospital) en Mumbai en India, han mostrado inquietud por la vida de Aruna Shanbaug (en las dos imagenes de la derecha), una ex enfermera de la KEM, quien sufrió un daño cerebral severo cuando fue estrangulada y violada en 1973. Desde entonces, ella ha estado bajo el cuidado del personal del hospital. El Tribunal Supremo de India ordenó que se realizara una investigación sobre la condición de Shanbaug, depués de que una periodista, quien escribió un libro sobre Shanbaug, ha hecho una petición solicitando que se ordenara al personal de hospital que se la deje de alimentar. Leer más...

lunes, 15 de diciembre de 2008

La Iglesia desaprueba la “adopción prenatal”
La Congregación para la Doctrina de la Fe publica la Instrucción Dignitas personae con orientaciones sobre la clonación, la terapia génica, la fecundación artificial
15 de diciembre de 2008.- La idea de la “adopción prenatal” con la que algunas personas tratan de dar una oportunidad de nacer a tantos embriones congelados es “una propuesta basada en la loable intención de respetar y defender la vida humana que, sin embargo, presenta problemas éticos”, los mismos que hacen ilícita la procreación artificial “como toda forma de maternidad subrogada”, por ejemplo el problema de separar la procreación del contexto íntegramente personal del acto conyugal. Así lo señala la nueva Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Dignitas personae sobre algunas cuestiones de bioética, presentada este viernes 12 de diciembre, que afronta nuevos problemas relativos a la procreación, examina algunas propuestas terapéuticas y recuerda los aspectos antropológicos, teológicos y éticos en los que la Iglesia basa su defensa de la vida humana. Leer más sobre la sintesis del documento "Dignitas personae"...

Para leer el texto integro de la Instrucción vaticana "Dignitas personae" que reivindica la dignidad del embrión humano pincha AQUÍ

martes, 3 de junio de 2008

La pastoral de migraciones debe incorporar la “perspectiva de familia” / Autora: Inmaculada Álvarez

Según el Consejo Pontificio para la Pastoral de Emigrantes e Itinerantes

CIUDAD DEL VATICANO, (ZENIT.org) La familia es el camino de la Iglesia, y la pastoral a favor de las familias de migrantes e itinerantes debe dirigirse particularmente a favorecer su integración y cohesión. Así resume el comunicado final, recién publicado, de la Plenaria del Consejo Pontificio para la Pastoral de Emigrantes e Itinerantes, que se celebró en Roma los pasados 13, 14 y 15 de mayo, con el tema "La familia migrante e itinerante".

Las sesiones de la Plenaria se dedicaron a exponer los elementos fundamentales para una pastoral familiar de inmigrantes, a la luz de la Erga migrantes caritas Christi (Juan Pablo II, 1 de mayo de 2004), última instrucción publicada hasta ahora por la Santa Sede sobre el tema.

El documento final hace una serie de propuestas sobre cómo enfocar la pastoral de migraciones desde esta perspectiva, e insiste en la importancia de llevar esta reflexión a las Conferencias Episcopales de los distintos países.

Asimismo, insiste en la importancia de crear una "cultura de acogida" teniendo como punto de referencia la parroquia, para favorecer el acompañamiento y la integración. El Consejo pide también que exista una mayor comunicación entre las Iglesias de los países de origen y los de acogida, para desarrollar estrategias pastorales comunes.

La Iglesia tiene, según concluye la Plenaria, "un importante papel que desempeñar en la defensa del 'derecho a vivir en una familia unida' (Centessimus Annus, 47), y en la promoción de los derechos sociales relativos a la familia de los emigrantes".

Reunificación familiar

Según el comunicado, el mayor problema que deben afrontar los emigrantes es la separación prolongada de sus familias, lo que a la larga puede producir tensiones e incluso rupturas. "Son sobre todo los emigrantes sin documentos, o irregulares, quienes tienen que abandonar su país sin el resto de la familia, con la intención de enviar a casa remesas de dinero".

Este tipo de inmigrante aporta riqueza a los países de acogida, y ello debería mover a éstos a favorecer la reunificación familiar. Sin embargo, constata el documento, "estos países están restringiendo cada vez más esta posibilidad". El Consejo pide a las Conferencias Episcopales que "apelen a sus gobiernos para que revisen sus políticas migratorias".

El documento insiste en que la condición de inmigrante irregular "no debe suponer un menoscabo a sus derechos como persona", especialmente en el caso de tratarse de víctimas del tráfico de personas, para quienes se proponen desarrollar programas de protección.

Otro de los puntos en los que insiste el documento es en la necesidad de examinar las causas que provocan la emigración, ya que las personas "tienen derecho a no tener que emigrar para poder llevar una vida digna".

Otros puntos del documento se refieren al acompañamiento de las familias, a los problemas de inculturación, al riesgo de pérdida de la fe que corren los inmigrantes católicos cuando llegan a países más secularizados, y a cuestiones relacionadas con el matrimonio, como es el caso de los matrimonios mixtos entre personas de distintas religiones.

"Entre los grandes cambios a los que los inmigrantes están sujetos (lengua, costumbres, ...), sólo una cosa no cambia nunca, la Iglesia. Ella, además, puede ser un protector válido de los inmigrantes defendiendo su causa en la sociedad que les recibe. Es necesario subrayar que la acción pastoral no debe limitarse a las iniciativas sociales o al sostenimiento terapéutico, sino que debe tener una dimensión trascendente, católica", concluye.

jueves, 10 de enero de 2008

Tu dignidad / Autor: P. Jesús Higueras

"En aquel tiempo fue Jesús desde Galilea al río Jordán, a donde estaba Juan, para que este le bautizase. Al principio, Juan se resistió diciendole:
–Yo tendría que ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Jesús le contestó:
–Déjalo así por ahora, pues es conveniente que cumplamos todo lo que es justo delante de Dios.
Entonces Juan consintió. Jesús, una vez bautizado, salió del agua. En esto el cielo se abrió, y Jesús vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. Y se oyó una voz del cielo, que decía: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido.”"
Mt 3, 13-17

Todos sabemos que Cristo no tenía ninguna necesidad de recibir el Bautismo. Sin embargo quiso aprovechar esa circunstancia, no solamente para darnos un ejemplo de humildad, sino que sirvió también como manifestación de la Trinidad, con la voz del Padre, la presencia del Espíritu, para darnos a entender que el Bautismo realiza la habilitación de la Trinidad en todo aquél que recibe el agua salvadora y sobre el cual es pronunciada esa frase maravillosa: “Este es mi Hijo amado, éste es mi predilecto”.

Hoy que celebramos la fiesta del Bautismo del Señor, es un día para que todos recordemos y agradezcamos ése sacramento del Bautismo que recibimos muchos de nosotros en nuestra infancia, como el mejor de los regalos que nuestros padres y nuestra madre la Iglesia nos pudo hacer al comenzar la vida.

Valorar el Bautismo, es ser consciente que se sembró en nosotros una semilla, que si la cultivamos y la cuidamos, crecerá y se hará un gran árbol que dará frutos de vida, que alimentarán a los demás.

Cuando uno piensa que el apóstol San Pablo a los primeros cristianos les llamaba “los santos”, porque al estar bautizados era consciente de que esa semilla de santidad ha sido puesta ya en el corazón de los hombres, así también nosotros deberíamos respetarnos y llamarnos unos a otros “los santos”, porque esa santidad de Dios reposa en nuestra alma. Hemos sido constituidos templo de la Trinidad, y tenemos que saber ser templo abierto, para que los demás, al tratar con nosotros, puedan tratar con el mismo Dios. Qué desolador es encontrar las Iglesias cerradas cuando uno tiene necesidad de encontrarse con su Dios. Qué gusto da cuando uno encuentra una Iglesia abierta para poder rezar y hablar con su Señor. Así, igual de desolador, es encontrarse al cristiano con las puertas cerradas, que no quiere transmitir a Dios, que no quiere transmitir a nada, sino que está encerrado en sí mismo. Por eso, tener las puertas y las ventanas abiertas para que los demás puedan entrar, participar en nuestra intimidad, y poder dejar ellos también su intimidad en nuestro corazón, de algún modo es querer vivir ése Bautismo, y querer que los demás puedan percibir los frutos de ese Bautismo, que están en nosotros.

¡Cuánto don ha sido puesto en nuestras vidas! Cuanto mimo y cuanto cariño ha puesto Dios en nuestra historia, aunque nosotros muchas veces percibimos solamente lo negativo, y olvidemos que Dios con su gracia nos hizo imagen de su hijo Jesucristo. Toda la fuerza del Espíritu Santo está en nosotros, y somos los hijos predilectos del Padre.

El Bautismo nos tiene que ayudar a vivir esa filiación divina que es saber agradecer al Padre que nos ha dado todo; nos ha dado la vida, la fe, la familia y tantas cosas. Por eso Dios mío, que sea muy consciente de la dignidad tan grande que yo tengo. Decía el Papa San León Magno: “Reconoce cristiano tu dignidad”. Que seas consciente de quién eres, y que la dignidad ha querido reposar en ti y morar en ti. Aunque a ti te parezca que eres una basura y que eres lo peor del mundo, a Dios no le importa ni te hace ascos. Comprende que en medio de esa fragilidad tuya, está Dios habitando dentro de ti. Cuando busques a Dios, lo buscarás en el Cielo, y estará. Lo buscarás en las Iglesias, especialmente en el Sagrario, y estará. Pero sobre todo búscalo en el fondo de tu alma, búscalo en ese santuario que quedó edificado desde el día de tu Bautismo, y ahí podrás encontrarte con tu Dios, disfrutar de Él, y gozar de un Dios que se llamó Enmanuel, es decir, Dios siempre con nosotros.

Ojalá que hoy todos los cristianos queramos renovar ese sacramento bendito que es la fuente de todas las gracias, que sepamos vivir en ese templo que somos de Dios, y que queramos allí, no solamente encontrarnos con Él, sino hacer que los demás se encuentren con Él en nosotros.

¿Pudor o tabú? / Autor: Alfonso López Quintás

El pudor, salvaguardia de la dignidad humana

No pocas personas estiman que la exhibición corpórea debe ser permitida porque la contraponen al tabú, no al pudor, con los valores positivos que éste encierra para la personalidad humana. El término “tabú” apenas indica nada preciso: se limita a sugerir un ámbito de realidades o acciones prohibidas, intocables. Su misma oscuridad le confiere poder estratégico, porque el vocablo “prohibición” se opone a “permiso”, “apertura”, “libertad”, vocablos que están cargados de prestigio en la sociedad actual. Esta contraposición deja al término “tabú” –y al término “pudor”, en cuanto rehuye el exhibicionismo- en una situación desairada.

Conviene, por ello, esforzarse en dar a cada término su sentido preciso. El pudor tiene un valor funcional, relativo al sentido que otorgamos a nuestra vida al relacionarnos con otras personas. No trata sólo ni principalmente de ocultar algunas partes del cuerpo, sino de darles el trato respetuoso que merecen. El pudor vela las partes del cuerpo que denominamos “íntimas” por estar en relación directa con actos personales que no tienen sentido en la esfera pública, sino sólo en la esfera privada de la relación dual a la que está confiada la creación de nuevas vidas.

No faltan actualmente quienes parecen sentir complacencia en quebrantar las normas del pudor, a las que tachan de ñoñas y obsoletas. “El cuerpo no es malo –proclaman como algo obvio-; todas sus partes tienen el mismo valor y deben contemplarse con normalidad”.

En el nivel biológico, esta afirmación es cierta. Cada parte del cuerpo realiza la función que le compete y está, por ello, plenamente justificada. De ahí que en las consultas médicas se muestre el cuerpo con toda espontaneidad, sin necesidad de sonrojarse, pues la desnudez presenta aquí un sentido ético positivo por ser necesaria para la curación de la persona.

En el nivel lúdico o creativo, el cuerpo es “la palabra del espíritu”, el lugar viviente de la realización del hombre como persona. No es un útil a su servicio, ni un instrumento de instrumentos. Te doy la mano para saludarte y en ella vibra toda mi persona. Cuando dos personas se abrazan, no estamos sólo ante dos cuerpos que se entrelazan, sino, al mismo tiempo y en un nivel superior, ante dos personas que crean un campo de afecto mutuo. Esta simultaneidad es posible porque los cuerpos no son únicamente algo material; son ámbitos, fuentes de posibilidades, realidades expresivas vivificadas por ese hálito de vida enigmático que llamamos alma. No hay en el mundo ni un solo objeto o instrumento que tenga semejante poder de hacer presente a una persona. Pensemos en la expresividad de un gesto, una sonrisa, una palabra amable..., y veremos que el cuerpo humano supera inmensamente todos los objetos, los útiles, los instrumentos, los materiales de un tipo u otro.

Si nos hacemos cargo del poder que tiene el cuerpo humano de remitir a realidades superiores que en él se hacen de algún modo presentes y en él actúan, advertiremos que, al unirse sexualmente dos personas, no realizan un mero ayuntamiento corpóreo; crean una relación personal que debe estar cargada de sentido. En toda relación amorosa, el cuerpo juega un papel expresivo singular. No es una especie de trampolín para pasar hacia algo que está más allá de él, como cuando oímos o comunicamos una noticia. En este caso, lo importante es tomar nota de lo que se comunica. Apenas importa quién lo hace y de qué forma. En la relación amorosa, en cambio, el cuerpo se hace valer, es vehículo indispensable de la presencia de quienes manifiestan su afecto.

El cuerpo participa activamente en las relaciones amorosas íntimas. Intimidad significa aquí que tú y yo estamos fundando una relación de encuentro en la cual tú no estás fuera de mí ni frente a mí. Los dos estamos en un mismo campo de interacción y enriquecimiento mutuo, y actuamos con espontaneidad, sinceridad, apertura de espíritu, confianza, fidelidad y cordialidad. Ese campo de juego común es para nosotros algo singular, irrepetible, incanjeable, único en el mundo. Por eso no puede ser comprendido de veras sino por quienes lo están creando en cada momento, pues el encuentro es fuente de luz, y, al encontrarnos, vamos descubriendo lo que somos, los ideales que impulsan nuestras vidas, los sentimientos que suscita nuestro trato, el sentido que va cobrando nuestra existencia.

Lo que significa nuestra vida en la intimidad sólo nos es accesible a nosotros, no a quienes se encuentran fuera de ella. Consiguientemente, exhibir lo que sucede en ese recinto privado no tiene el menor sentido, es insensato. Puede tener un significado, en cuanto significa un incentivo erótico para quienes lo contemplan; pero no tiene sentido reducir una parcela de la vida privada de unas personas a mero incentivo para enardecer los instintos. Una realidad digna de respeto en sí misma es tomada como mero medio para unos fines y, por ello, degradada.

Figurémonos que en la puerta de una habitación de un hotel hay una cerradura a la antigua usanza, y se te ocurre contemplar a su través un acto íntimo realizado por una pareja. Si alguien te sorprende, te sonrojas, porque sabes que tal acción es indigna de una persona adulta. Lo es por carecer de sentido. Nadie te ha prohibido realizar semejante acto. Ni se trata, tampoco, de un tabú. Sencillamente, intuyes que tal gesto no tiene sentido, aunque tenga un significado -el de saciar una curiosidad morbosa-. Lo que de verdad expresa el acto que contemplas sólo puede ser comprendido por quienes lo realizan. Contemplarlo desde fuera es sacarlo de contexto; constituye una profanación.

Tal profanación acontece a diario en algunos espectáculos y medios de comunicación. Las páginas de los diarios y las revistas, así como las pantallas de cine y televisión vienen a ser gigantescos ojos de cerradura por los que millones de personas se adentran en la intimidad de otros seres. Como éstos suelen exhibirse voluntariamente a cambio de una gratificación económica, convierten su intimidad en un medio para lograr fines ajenos a la misma, la rebajan de rango, la envilecen, literalmente la prostituyen. Este verbo español procede del latino “prostituere”, que significa poner en público, poner en venta.

Los espectadores debemos considerar si es digno participar en tal proceso de envilecimiento. Recordemos que el sentido del tacto es el más posesivo. Agarrar algo con la mano y “tenerlo en un puño” es signo de posesión. Al tacto le sigue en poder posesivo la mirada, que es una especie de tacto a distancia. “Si no lo veo, no lo creo”, solemos decir, ya que ver equivale a palpar la realidad de algo. Por eso, dejarse ver es, en cierta medida, dejarse poseer. Y, viceversa, mirar supone un intento de poseer. Pero intentar poseer lo que de por sí exige respeto, estima y colaboración significa un rebajamiento injusto y presenta –como sabemos- una condición sádica.

Cuando Orfeo –en el conocido mito- recobró a su amada Eurídice del reino de los muertos, fue advertido de que, para retenerla junto a sí, debería no mirarle al rostro durante una noche. En la literatura y la mitología, la noche simboliza un período de prueba. Mirar indica el afán de poseer. El rostro es el lugar en que vibra el ser entero de una persona. A Orfeo se le vino a decir que para crear una relación estable, auténtica, con Eurídice debía renunciar al deseo de poseerla y adoptar una actitud de respeto, estima y voluntad de colaboración.

Ofrecer a las miradas ajenas las partes íntimas del cuerpo implica dejarse poseer en lo que tiene uno de más peculiar, propio y personal. Protegerse pudorosamente de miradas extrañas no indica ñoñería, aceptación de tabúes, sometimiento a preceptos religiosos irracionales –como se dice a veces banalmente-. Significa evitar que lo más genuino de la propia persona sea rebajado de rango y convertido en pasto erótico. El pudor tiene un sentido eminentemente positivo. No consiste tanto en ocultar una parte de nuestra superficie corpórea cuanto en salvaguardarnos del uso irrespetuoso, manipulador, posesivo, de nuestras fuerzas creadoras, a fin de estar disponibles para la creación de formas elevadas de unidad o encuentro.

No tiene el menor sentido afirmar que se practica el exhibicionismo para “liberarse” de normas y tabúes, porque, si una norma es juiciosa y fomenta nuestro desarrollo personal, prescindir de ella supone perder todas las posibilidades creativas que nos otorga. Ofrecer la intimidad a un público anónimo, como si fuera un mero objeto de contemplación, un espectáculo, significa renunciar al encuentro personal. Constituye, por tanto, una degradación.

A tal degradación se exponen quienes contemplan escenas fuertemente eróticas en las pantallas de televisión o cine. Si alguien piensa que este acto no es degradante porque las personas contempladas se exhiben libremente a cambio de una retribución pecuniaria, debe pensar que vender la intimidad significa rebajar el propio cuerpo a la condición de medio para el logro de un fin. La consecuencia de este envilecimiento, provocado por el vértigo de la ambición, es la tristeza y la amargura. Se comprende el rictus amargo de los rostros que figuran en las imágenes pornográficas.

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Fuente Catholic.net