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sábado, 31 de julio de 2021

Mahira Bergallo, atleta católica con parálisis cerebral, competirá en los Juegos Paralímpicos de Tokio: «Dios me encaminó y Él me guió hasta donde me encuentro hoy»

 


* «Yo siempre le decía a Dios que me mostrara quién era. De chica yo me preguntaba ‘quién soy’, ‘para qué estoy en este mundo’ y Él me mostró cosas que solo de Él pueden venir. Hoy ya sé cuál es mi camino y por dónde tengo que seguir y más que feliz por confirmarlo. Creo que esto es y era lo que estaba esperando, y es aún mejor»

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domingo, 10 de febrero de 2013

Ana Isabel Cabezas, ciega, cuida durante más de treinta años a su hija, con parálisis cerebral: «Esa fuerza me la ha dado Dios, son dones de Dios que me iluminaba»

10 de febrero de 2013.- (José Calderero /Alfa y Omega / Camino Católico) Ana Isabel Cabezas había querido ser misionera desde pequeña, pero su ceguera lo impidió. Su entrega estaba reservada para una hija con parálisis cerebral, a la que lleva cuidando 31 años. Entre medias, tuvo que soportar las palizas de un marido que le obligó a abortar su segundo hijo. Pudo reconciliarse con Dios y rehacer su vida. Las cosa nunca han sido fáciles para ella, pero no tiene queja. «¿Momentos felices? Muchos, todos», asegura.
Ana Isabel Cabezas tiene sólo un 10% de visión, y lleva 31 años cuidando de su hija Noelia, con parálisis cerebral. A pesar de las dificultades y de llevar una vida de entrega a su hija, ella no se siente modelo de nada: «Yo no soy un ejemplo a seguir. Los que ayudamos a los enfermos no somos ningún ejemplo porque somos humanos y no somos perfectos. Al que hay que imitar es a Jesucristo».  Leer más...

sábado, 21 de noviembre de 2009

Eugenio Nasarre cuenta la experiencia cristiana y familiar con su hijo con parálisis cerebral

* El diputado del PP en el parlamento español da testimonio de lo que le ha enriquecido convivir con Mauro, el hijo que sufrió esta discapacidad severa desde los primeros momentos de su vida y que murió a los 23 años
* “Debemos mucho a este ser indigente; él nos ha enseñado que el sufrimiento es la vida misma, y ahora, nos sentimos desvalidos sin Mauro”

21 de noviembre de 2009.-
El diputado Eugenio Nasarre es conocido por su defensa de los valores del humanismo cristiano, llegando a romper en ocasiones la disciplina de voto del partido. Menos conocida es su experiencia vital: su
hijo Mauro nació con parálisis cerebral severa, lo que ha marcado la vida de su familia. “Los protagonistas principales de esta historia son mi hijo Mauro y mi mujer; ella iba a empezar a prepararse oposiciones y optó por quedarse al cuidado de su hijo“. En la fotografia de la derecha vemos a Mauro y a su madre. Así comienza el diputado popular Eugenio Nasarre el relato de su experiencia vital. Una experiencia que -asegura- resultaría incomprensible fuera de su condición de cristiano. “Nosotros vivíamos un cristianismo normal, pero este hecho ha acompañado nuestra vida matrimonial y familiar y lo hemos intentado vivir con una praxis cristiana”, asegura en un acto organizado por Familias para la Acogida. “Nos ha ayudado que ambos hayamos compartido esta visión común”, señala. “No es una experiencia heroica o ejemplar, sino normal, que a mi mujer y a mí nos ha enriquecido”, explica. Leer más...

martes, 16 de junio de 2009

Pepe Herrero, de Gran Hermano, se manifiesta en contra del aborto y Carlos Sobera defiende la vida del no nacido discapacitado
16 de junio de 2009.- Mientras el Gobierno se empeña en sacar adelante una ley del aborto que contemplará, entre otras cosas, la posibilidad de abortar a niños con “graves anomalías”, organizaciones como la Fundación Numen -que trabaja con paralíticos cerebrales- se dejan la piel para brindar a esos niños ‘diferentes’ una vida mejor.

(Rosa Cuervas-Mons / Alba)Y para eso, nada más importante que contar con muchos recursos. De los humanos van sobrados; de eso se encargan los padres de los niños afectados, también fundadores de la asociación. De los materiales siempre se anda justo; así que, con la ayuda de Además Proyectos Solidarios, Numen ha celebrado por cuarto año consecutivo el Campeonato de Mus por la Concordia. La cita fue el pasado lunes en el hotel Mirasierra Suites de Madrid. Muchas caras conocidas que, con su presencia, apoyaron esta buena causa entre órdagos y envites.

Carlos Sobera y Pepe Herrero, dos famosos solidarios.


Abordamos al presentador Carlos Sobera mientras esperaba a su pareja de mus y charlaba con sus contrincantes, el ganador de Gran Hermano 7, Pepe Herrero, y el futbolista y participante en el concurso Supervivientes, José Luis Luna. “Cualquier ONG que tenga como objetivo fundamental ayudar a los chavales me parece que es para ponerles un monumento”, reconoce Sobera, que asegura que “después de haber conocido como trabajan, en qué condiciones, con tan pocos medios, el tiempo que le dedican, la ilusión que le ponen… creo que habría que librarles de pagar IRPF y, si pagan sociedades, también; mensaje para Zapatero: que les quiten el Impuesto de Sociedades”.

Una vida igual de digna

Carlos, usted que ha visto de cerca el trabajo que se hace con estos niños ¿cree que su vida merece la pena, que es igual de digna que la de los demás?. “¡Hombre, por supuesto! creo que el hecho de no tener una vida plenamente normal, como la tenemos afortunadamente la mayoría de las personas, no significa tener menos vida. Afecta a su calidad de vida, sí, pero eso no quiere decir que en su modo de vida desmerezcan lo más mínimo; todo lo contrario. Hay que echarles una mano y conseguir las mejores condiciones para ellos. Precisamente, hay que acabar con la mirada sesgada que la sociedad tiene para todos estos colectivos. Su vida es maravillosa y dentro de sus posibilidades viven plenamente, y eso merece un respeto absoluto“.

Preguntamos entonces por la reforma del aborto, y ese supuesto que permite abortar a un niño que venga con ‘anomalías’. Sobera resopla…: “no conozco la ley del aborto, y sé que se plantean algunos supuestos que van en función del lapso de tiempo, y el tiempo nunca me ha parecido una cuestión importante en esta materia“.

“Creo que éste es un debate ético, moral y científico, y creo también que en cada caso concreto los padres -que son los que tienen que asumir la responsabilidad de tener un hijo con graves deficiencias- son los que tienen que tomar la decisión, pero tienen que tomarla pensando también que no solamente cuenta su vida o lo cómoda que pueda ser, sino que también cuenta la vida del ser humano que han concebido. Es un debate muy complejo”,
dice Sobera, que añade: “Lo que sí sé, lo único que sí sé, es que la cuestión tiempo es precisamente el único factor que no debería contar porque, si hay vida, probablemente la hay desde el momento uno“.

Turno de Pepe, ganador de Gran Hermano 7, que está encantado de poder aportar su granito de arena en causas como ésta. Sobre el aborto asegura que “personalmente”, se manifiesta “en contra. Pero no soy nadie para poder criticar a una persona que de repente se encuentra ante un problema en el que yo, a Dios gracias, no me he encontrado. Son posturas muy complicadas, pero yo creo que es jugar con una vida humana. Que una malformación o una enfermedad congénita justifiquen un aborto… yo no lo veo, no lo entiendo”. Les dejamos porque comienza la partida, y es por una muy buena causa…

Nunca habría abortado

Hablamos también con Maribel López-Ayllón, presidenta de la Fundación Numen, que asegura que jamás se habría planteado abortar a un hijo con alguna discapacidad. Y sabe de lo que habla. Maribel López-Ayllón, madre de uno de estos niños con parálisis cerebral, trabaja desde hace 18 años para darles una vida lo más digna posible en todos los aspectos; una educación, la atención que merecen.

“Hasta hace dos años solo atendíamos a niños, porque contábamos con un colegio. Pero ahora hemos conseguido abrir un centro de día, y así, cuando van pasando la edad del colegio, los pasamos al centro”, explica. Numen surgió gracias al esfuerzo de varios padres afectados. “Necesitábamos un colegio que se atuviera a las necesidades de nuestros hijos”, cuenta Maribel, que reconoce que todos los recursos son pocos, de ahí la importancia de actividaddes benéficas como el Torneo .

Y usted, que trata todos los días con niños ‘diferentes’ ¿qué piensa de la posibilidad de abortar a los niños que sufran alguna discapacidad? “Yo puedo hablar de mi opinión personal, como madre, y jamás me habría planteado abortar un hijo con cualquier tipo de problema”.

lunes, 7 de julio de 2008

Habla Inma, madre de siete hijos, uno de ellos con parálisis cerebral / Autor: A. Llamas Palacios

«La mejor ayuda para nuestra hija: que seamos felices»
(Alfa y Omega) La tercera hija de Inma y Javier nació con parálisis cerebral. Poco tiempo más tarde, tuvieron cuatro hijos más. Lo que para muchos sería una desgracia, ellos, a golpe de fe y esperanza, lo han transformado en su felicidad particular, entretejida en una familia numerosa y unida, en la que se cuidan unos a otros y donde nunca falta la alegría.

Inma y Javier se casaron hace 19 años. Él tenía 27 años, y ella 24. Al poco, nació Almudena, que ya tiene 18 años. Después, vino Santiago, de 17, y dos años más tarde, vendría Pilar. Cuando Inma estaba embarazada de Pilar, comenzó a tener graves complicaciones, que le obligaron a permanecer en el hospital inmovilizada varios meses. Finalmente, Pilar nació a los seis meses de gestación, y pesó poco más de un kilo. Aunque al principio todo parecía que marchaba bien, a los quince días los médicos comenzaron a alertar sobre unas manchas en el cerebro de la niña, que se podían advertir en el scáner... El resultado, más adelante, estuvo claro: la niña padecía parálisis cerebral.

«Yo creo que la asistente social que nos atendió en su día estaba segura de que yo no sabía a qué me estaba enfrentando -dice Inma-, de que no acababa de darme cuenta qué suponía la enfermedad de mi hija. Supongo que era por mi juventud, pero no quise perder el ánimo en ningún momento. Esto era lo que tenía, y con ello tenía que salir adelante. En el fondo sentía como si Dios me hubiera dicho: «Mira lo que te mando, a ver cómo me lo cuidas. Y yo creo que Dios te da la gracia para sobrellevarlo».

«El neurólogo que trató a la niña -explica Inma- fue muy claro desde el primer momento. Nos dijo que la niña no avanzaría nunca, que tenía lesiones irreversibles, y que lo único que la ayudaría sería que nosotros disfrutáramos de la vida, que nos divirtiéramos, que, como matrimonio, estuviéramos muy unidos y fuéramos felices. Fue uno de los consejos más útiles que me han dado».

Después de nacer Pilar, les recomendaron que, ya que la niña necesitaba muchos cuidados, esperaran unos años antes de tener más hijos. Y de hecho, esperaron, hasta que decidieron fiarse de Dios, y cuatro años más tarde llegó Pablo. Y después Álvaro, y después Antonio, y después Inmaculada. «La gente me decía que si estaba loca, que cómo se me ocurría tener más hijos, con la dedicación que necesita Pilar. Pero mi marido y yo somos creyentes, estamos muy enamorados el uno del otro, y creemos que nuestros hijos son los que Dios ha querido poner en nuestras manos. Me hace gracia cuando me preguntan si Pilar era un hijo deseado. ¿Cómo no va a serlo? Cuando te casas con alguien a quien amas, estás abierto a la vida, y aceptas lo que venga y cuando venga, como una gran alegría».

Claro, si no estuvieras tú...

A Pilar le encantan las Navidades, y cuando coge una pandereta no hay quien la pare, aunque sólo mueva una mano. Casi no ve, pero conoce perfectamente a toda su familia y al personal del colegio. Aprende muy lentamente, pero se sabe todos los villancicos y todas las oraciones, hasta las más largas. Y es la favorita de sus hermanos, pues ninguno se olvida de ella. «El hecho de que los padres no lo veamos como un problema -opina Inma- hace que sus hermanos lo vean de la misma manera. Y es cierto que ella nos condiciona todas las salidas que hacemos en familia. Hasta hace poco no teníamos rampa, y cuando queríamos hacer algún plan, siempre había que pensar en que estaba ella, que había que cargar con la silla, etc. Y si a algún hermano se le escapa: Claro, si no estuviera Pilar..., con mucha gracia alguien le dice: Claro, si no estuvieras tú...»

Inma piensa que todas las cosas, las buenas y las malas, pueden llevarse con alegría y garbo. Sin grandes ostentaciones, con sencillez, el sufrimiento puede mirarse desde otro punto de vista si uno acepta la realidad que Dios le pone a cada uno en su camino. «Al poco tiempo de nacer Pilar -recuerda-, escuché el Evangelio que habla del ciego de nacimiento. Me acuerdo de que me ayudó muchísimo. En aquella lectura, se planteaba si el hecho de que hubiera nacido ciego era un castigo para sus padres. Y te explica que no, que es ciego y ya está. Me di cuenta de que, ante las dificultades, no puedes pensar: ¿Qué he hecho yo para merecer esto? No. Yo pienso: ¿Dónde iba a estar Pilar, mejor que con nosotros? ¿Dónde se la iba a querer y cuidar más?»