Testimonio para prácticar: Hablar bien, ¡hasta de los amigos!
30 de junio de 2009.-Un grupo de formación nos reuníamos semanalmente. En cierta ocasión despotricamos excesivamente sobre uno de nuestros compañeros ausentes, lo cual nos dejó un sabor amargo. Me tocó señalar el tema de estudio para la semana siguiente y sugerí: a) No hablar mal de nadie, y b) Hablar bien, venga o no a cuento, de todos los que tratemos, incluidos los amigos.
(Alejo Fernández Pérez / Yo Influyo) En principio nos pareció fácil, pero al final resultó mucho más difícil de lo que parecía. No hablar mal de alguien se puede aguantar, pero hablar bien, incluso de los amigos, era mucho más de lo que se podía soportar. ¿Qué pasaba? Pues pasaba que al hablar bien de Juan, Juan subía en la escala social, mientras nosotros quedábamos más abajito. Y esto afecta la fibra más íntima de nuestro "yo", de nuestra importancia.
Todos queremos ser los más guapos, ricos, inteligentes, graciosos y los que metemos más goles del grupo, pero eso es casi imposible, así que era mucho más cómodo rebajar al que sobresale, poniendo encima de las mesa todos sus defectos, vicios y manías, sean verdad o no, y, por supuesto, callándonos sus virtudes. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Que Juan fuese más listo que los demás... ¡jamás!
Como siempre, la luz proviene de esos libritos que se llaman Evangelios. ¿Qué autoridad hay semejante a Cristo que nos enseñe cómo hemos de vivir? Él dijo: "No juzguéis y no seréis juzgados, porque como juzguéis os juzgarán, y con la medida que midiereis se os medirá. ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo ves la paja en el ojo de tu hermano y no ves la viga en el tuyo?" (Mt 7 1-5).
Además recalcó: "Este es mi precepto, que os améis los unos a los otros como yo os he amado". Aquí está la clave y el fundamento de todo el cristianismo: el amor.
La parte negativa del amor es no hacer daño, pero lo que importa es hacer el bien, hablar bien. Sólo amando y siendo amados podemos alcanzar un poco de felicidad en este mundo. El ser humano exige mucho más que la felicidad del animal sano, bien alimentado y cuidado.
Necesitamos ser amados, estimados, respetados, valorados y de alguna forma, admirados. El hombre o la mujer nunca son más felices que cuando son reconocidos y "alabados" por sus trabajos o cualidades personales. Basta ver la satisfacción de ese buen futbolista que mete un difícil gol y salta de alegría, se revuelca, brinca y es alabado con estruendosos aplausos.
La más pequeña de las acciones o regalos hechos con amor suelen agradecerse como el mejor de los tesoros. El mismo Jesús lo reconoció así en la pobre mujer que, dando el poco dinero que tenía para comer, lo ofreció todo por amor. ¡Con razón la oración preferida y deseada por Yahvé es la oración de alabanza, la de los santos y las monjas encerradas!
Igualmente, los Mandamientos de la ley de Dios carecen de valor y de sentido sin el primero: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
En conclusión, no perdamos ninguna ocasión para alabar sincera y honestamente a toda persona en sus actividades. Pero ¡ojo!, díselo de corazón, de verdad, con normalidad, con una sonrisa, y comprobarás cómo te lo agradecerán. Además, nunca mentirás, pues todo lo que hace el Señor es hermoso.
Sin embargo, existe un requerimiento: hay que entrenarse. No hace falta mentir ni disimular, pues todos tienen algo bueno. Cuando no podamos decir nada bueno, ¡callémonos! Mientras tanto, podemos empezar con algo como: "María qué guapa estás hoy, ¿quién te ha peinado?". O "¡qué vestido tan bonito llevas!".
"Paco, ¡enhorabuena! me han dicho que has aprobado ‘casi’ todo". Al mal alumno hay que alabarle lo poco bueno que haga, en vez de criticarle duramente lo malo. Sorprendido, se esmerará un poco más.
Todo hay que decirlo con cara alegre y sonriente. ¡Ojo!, si se nos ocurriese utilizar la "coba" nos pasaríamos de listos, lo notarían rápidamente y caeríamos en un repugnante fariseísmo.
Los principios de la física también valen para la vida: "Toda acción tiene una reacción igual y contraria". Por tanto, sonríe y te sonreirán, critica y te criticarán, ayuda y te ayudarán, odia y serás odiado, ama y serás amado. Al sembrar amor y palabras amables, el ambiente cambia rápidamente a nuestro alrededor, y a cada sonrisa se nos responderá con otra parecida.
Prueben durante una semanita y comprobarán los excelentes resultados que se obtienen por un precio tan pequeño, sin necesidad de ser ricos, guapos ni una lumbrera.
martes, 30 de junio de 2009
domingo, 28 de junio de 2009
La soledad buscada es imprescindible para crecer como personas y espiritualmente: Maneras de estar solo
28 de junio de 2009.-La mitad de nuestros males proceden de no poder estar solos. La otra mitad de no saber estarlo. Con esto no quiero decir que la soledad involuntaria sea buena. No, no. Eso es aislamiento y desgasta y mata el alma y los afectos.
28 de junio de 2009.-La mitad de nuestros males proceden de no poder estar solos. La otra mitad de no saber estarlo. Con esto no quiero decir que la soledad involuntaria sea buena. No, no. Eso es aislamiento y desgasta y mata el alma y los afectos.
(Nacho Uría / Diario de Burgos) Me refiero más bien al don de estar apaciblemente solo. Sin ruido. Sin prisa. A la invencible sensación de tener el tiempo en las manos y sentir como se escurre, cómo se desliza y desaparece sin dejar rastro.
En estos días nuestros, severos y atropellados, la soledad es un lujo al alcance de pocos y percibirlo es un don de menos. Todo nos empuja, sin piedad, en sentido contrario, por eso la lentitud y el sosiego cotizan a la baja en el bazar moro que se ha convertido la vida.
Hay mil maneras de estar solo. Eso lo descubrí con Eloy Sánchez Rosillo, poeta tranquilo, y el libro del mismo título con el que ganó el Adonais hace tres décadas. La soledad es, desde entonces, algo necesario, un tiempo de espera y también de plenitud.
Estar solo para sentarse en un parque y ver la vida pasar y saludarla mientras se aleja. Estar solo para leer de nuevo aquel viejo libro que tanto dijo. O para catar un vino joven que promete y cumple. Estar solo y echar a andar sin saber adónde ir y permitir a los pies que elijan la senda correcta. Estar solo para crecer hacia dentro, para librarse de la tensión de una familia excesivamente cercana y numerosa o para alejar la neurosis de un trabajo monótono y mal pagado. Estar solo, en fin, para no hacer nada que no sea estar solo y pensar. O rezar, si es que eso ayuda. Ni más ni menos.
Antaño la soledad era algo cotidiano. Entonces la vida pasaba con otro ritmo, más humano, más exacto. Los días eran largos, como los de un niño en verano. Hogaño no. Ahora hay que correr, acelerarse, hacer más cosas. ¿Más cosas? Quizá lo único urgente sea hacerlas mejor. Con pausa, con sentido, con el oficio del que ya ha visto mucho y quiere apurar la vida que le resta. ¿Apurar? No, apurar no, degustar, sin prejuicios.
Los hijos... Hoy falta tiempo para maravillarse con lo pequeño porque la realidad nos aturde y nos aleja de nosotros mismos. Vivimos un exilio forzado y en nuestra demencia inculcamos la prisa a nuestros hijos, que sobreviven como pueden en medio de cursillos absurdos (inglés y tenis, a ser posible al mismo tiempo), competiciones necias y modas extravagantes (como las clases de chino mandarín).
Algunos padres dicen –y otros se lo creen– que hay que prepararlos para el futuro, pero me temo que ese futuro será de psiquiatras y lexatines. El porvenir, que ya es presente, es de niños hiperactivos y desgraciados, que saben elegir un hierro o una madera de su bolsa de palos de golf, pero que el único conejo que han visto en su vida se llama Bugs Bunny.
Otro gallo nos cantaría si fuéramos capaces de no planificar nada y que esa decisión no nos provocara ansiedad. Si encontráramos el tiempo para estar con nosotros mismos, aún a riesgo de no gustarnos, solos con nuestra soledad. Si cayéramos en la cuenta de que a menos velocidad, más felicidad. Si durmiéramos las horas necesarias, si aflojáramos el ritmo, si apagáramos el móvil.
Quizá entonces la vida volvería a ser vida y no una carrera de obstáculos. Simplemente vida.
En estos días nuestros, severos y atropellados, la soledad es un lujo al alcance de pocos y percibirlo es un don de menos. Todo nos empuja, sin piedad, en sentido contrario, por eso la lentitud y el sosiego cotizan a la baja en el bazar moro que se ha convertido la vida.
Hay mil maneras de estar solo. Eso lo descubrí con Eloy Sánchez Rosillo, poeta tranquilo, y el libro del mismo título con el que ganó el Adonais hace tres décadas. La soledad es, desde entonces, algo necesario, un tiempo de espera y también de plenitud.
Estar solo para sentarse en un parque y ver la vida pasar y saludarla mientras se aleja. Estar solo para leer de nuevo aquel viejo libro que tanto dijo. O para catar un vino joven que promete y cumple. Estar solo y echar a andar sin saber adónde ir y permitir a los pies que elijan la senda correcta. Estar solo para crecer hacia dentro, para librarse de la tensión de una familia excesivamente cercana y numerosa o para alejar la neurosis de un trabajo monótono y mal pagado. Estar solo, en fin, para no hacer nada que no sea estar solo y pensar. O rezar, si es que eso ayuda. Ni más ni menos.
Antaño la soledad era algo cotidiano. Entonces la vida pasaba con otro ritmo, más humano, más exacto. Los días eran largos, como los de un niño en verano. Hogaño no. Ahora hay que correr, acelerarse, hacer más cosas. ¿Más cosas? Quizá lo único urgente sea hacerlas mejor. Con pausa, con sentido, con el oficio del que ya ha visto mucho y quiere apurar la vida que le resta. ¿Apurar? No, apurar no, degustar, sin prejuicios.
Los hijos... Hoy falta tiempo para maravillarse con lo pequeño porque la realidad nos aturde y nos aleja de nosotros mismos. Vivimos un exilio forzado y en nuestra demencia inculcamos la prisa a nuestros hijos, que sobreviven como pueden en medio de cursillos absurdos (inglés y tenis, a ser posible al mismo tiempo), competiciones necias y modas extravagantes (como las clases de chino mandarín).
Algunos padres dicen –y otros se lo creen– que hay que prepararlos para el futuro, pero me temo que ese futuro será de psiquiatras y lexatines. El porvenir, que ya es presente, es de niños hiperactivos y desgraciados, que saben elegir un hierro o una madera de su bolsa de palos de golf, pero que el único conejo que han visto en su vida se llama Bugs Bunny.
Otro gallo nos cantaría si fuéramos capaces de no planificar nada y que esa decisión no nos provocara ansiedad. Si encontráramos el tiempo para estar con nosotros mismos, aún a riesgo de no gustarnos, solos con nuestra soledad. Si cayéramos en la cuenta de que a menos velocidad, más felicidad. Si durmiéramos las horas necesarias, si aflojáramos el ritmo, si apagáramos el móvil.
Quizá entonces la vida volvería a ser vida y no una carrera de obstáculos. Simplemente vida.
sábado, 27 de junio de 2009
Testimonio-Oración de un matrimonio, reo de familia numerosa... y de 5 hijas monjas de clausura: «¿Estáis locos?»
27 de junio de 2009.-Han tenido que soportar la incomprensión de muchos, pero hoy pueden volver la vista atrás y dar gracias a Dios por una vida matrimonial y familiar plena. En la Seguridad Social, quisieron convencerles para someterle a ella a una operación de ligamiento de trompas, y les echaron, al insulto de integristas. Muchos tampoco entendieron que permitieran a su hija Esther hacerse monja de clausura... Éste es el testimonio-oración que ofrecieron el matrimonio Ripoll, del Camino neocatecumenal, y su hija Elena, durante la celebración del Corpus Christi en Madrid presidida por el cardenal Rouco
La familia Ripoll (con la toca, Esther, hoy Sor Jordán),
en el convento de clarisas de Lerma, el día de la entrada de Inma
27 de junio de 2009.-Han tenido que soportar la incomprensión de muchos, pero hoy pueden volver la vista atrás y dar gracias a Dios por una vida matrimonial y familiar plena. En la Seguridad Social, quisieron convencerles para someterle a ella a una operación de ligamiento de trompas, y les echaron, al insulto de integristas. Muchos tampoco entendieron que permitieran a su hija Esther hacerse monja de clausura... Éste es el testimonio-oración que ofrecieron el matrimonio Ripoll, del Camino neocatecumenal, y su hija Elena, durante la celebración del Corpus Christi en Madrid presidida por el cardenal Rouco
La familia Ripoll (con la toca, Esther, hoy Sor Jordán),
en el convento de clarisas de Lerma, el día de la entrada de Inma
(Alfa y Omega)
Inma: Cuántas veces te he preguntado: «¿Qué quieres? ¿Por qué nos envías tantos hijos? ¿Por qué el paro? ¿Por qué el cáncer del niño?» ¡Qué difíciles fueron los embarazos de los siete! Cinco nacieron por cesárea. Y cada uno venía con un sufrimiento añadido, porque nos atacaban: en la familia, en el trabajo... Incluso en ambientes que se llaman cristianos, nos atacaban los médicos...
Jano: Señor, en cada nuevo embarazo había médicos que me trataban como si fuera un asesino, y me preguntaban: «¿Otra vez por aquí? ¿Pero usted qué es lo que quiere, matar a su mujer?» Y nos echaron de la Seguridad Social porque nos negamos a firmar un papel autorizándoles a ligar las trompas a Inma. Nos llamaron integristas y no sé cuántas cosas más. Al final, acudimos a un ginecólogo con sentido cristiano, y decidimos seguir Tus planes, aunque -perdónanos, Señor- a veces tampoco nosotros los entendíamos. Seis chicas y, por último, un chico. No me los esperaba, y me asombraban Tus planes.
Inma: Nuestros hijos fueron creciendo. Los problemas de pañales se convirtieron en rebeldía. Una de nuestras hijas, Esther, cuando estudiaba Enfermería, pasó por unos momentos difíciles. Le aconsejamos que fuera unos días de descanso a la hospedería de un convento de clausura. Antes de irse, nos dijo que iba con la intención de demostrar a las monjas que Dios no existía: ¡que Tú, Señor, no existías! Y pocos meses después, no sólo te encontró, sino que decidió hacerse monja y entrar en el convento de las clarisas de Lerma.
Jano: ¡Y se montó de nuevo el escándalo! «¿La vais a dejar ir, ahora que está en la plenitud de la vida? ¿Estáis locos?» Pero aunque a mi mujer y a mí nos costaba mucho, nosotros sabíamos, Señor, que ésa era una nueva forma que tenías de bendecirnos. Año y medio después, Esther tomó el hábito.
Jano: Señor, en cada nuevo embarazo había médicos que me trataban como si fuera un asesino, y me preguntaban: «¿Otra vez por aquí? ¿Pero usted qué es lo que quiere, matar a su mujer?» Y nos echaron de la Seguridad Social porque nos negamos a firmar un papel autorizándoles a ligar las trompas a Inma. Nos llamaron integristas y no sé cuántas cosas más. Al final, acudimos a un ginecólogo con sentido cristiano, y decidimos seguir Tus planes, aunque -perdónanos, Señor- a veces tampoco nosotros los entendíamos. Seis chicas y, por último, un chico. No me los esperaba, y me asombraban Tus planes.
Inma: Nuestros hijos fueron creciendo. Los problemas de pañales se convirtieron en rebeldía. Una de nuestras hijas, Esther, cuando estudiaba Enfermería, pasó por unos momentos difíciles. Le aconsejamos que fuera unos días de descanso a la hospedería de un convento de clausura. Antes de irse, nos dijo que iba con la intención de demostrar a las monjas que Dios no existía: ¡que Tú, Señor, no existías! Y pocos meses después, no sólo te encontró, sino que decidió hacerse monja y entrar en el convento de las clarisas de Lerma.
Jano: ¡Y se montó de nuevo el escándalo! «¿La vais a dejar ir, ahora que está en la plenitud de la vida? ¿Estáis locos?» Pero aunque a mi mujer y a mí nos costaba mucho, nosotros sabíamos, Señor, que ésa era una nueva forma que tenías de bendecirnos. Año y medio después, Esther tomó el hábito.
Inma: Ese día, durante la ceremonia, mis hijas Raquel y Berta encontraron la respuesta. Pusieron nombre al anhelo más profundo de su corazón y decidieron seguir el mismo camino. Y tras el discernimiento oportuno, poco tiempo después, ya teníamos tres hijas monjas de clausura. ¡Se dice pronto, Señor! Nuestra hija Inma estaba en Uruguay, haciendo un voluntariado, y se iba enterando de todo esto por teléfono. Volvió para la entrada de Raquel en el convento..., y su corazón reconoció que también ése era su sitio. Pidió consejo espiritual, y un sacerdote le dijo: «Lo mejor es que te vayas a tomar el Sol». Ella entendió, y se fue a tomar el Sol ante el sagrario, donde estás Tú, el Sol del mundo, el que da la verdadera luz, el calor y el color a nuestras vidas.
Jano: Y también decidió ingresar en el convento. Esto parecía de risa. ¡Cuatro hijas monjas de clausura! Y más incomprensión a nuestro alrededor. ¡Cuántas horas pasamos frente a Ti, en la Eucaristía! Han sido años muy duros, vividos también con mucho gozo. Pero no acaba ahí la cosa. Nuestra hija Elena ha terminado, la semana pasada, la carrera de Magisterio Infantil, y el sábado que viene ingresa en el convento. Al final, nos vamos a quedar con la parejita, con Mar y con Alejandro, que están aquí hoy dándote las gracias.
Inma: Señor, nos cuesta mucho, pero nos sentimos profundamente agradecidos por el don maravilloso de tener 5 hijas entregadas a Dios. Sabes que éstos no eran nuestros planes. Queríamos que se casaran y soñábamos con tener un montón de nietos. ¡Pero son las mujeres más felices del mundo! Llama la atención. María nos enseña a entregártelas de nuevo todos los días.
Jano: Y ahora, Señor, ¿qué hacemos con la furgoneta? ¿Qué hacemos con la casa, que antes era pequeña y ahora se nos ha quedado tan grande? Pero dice el salmo: Me encanta mi heredad, ¿cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Elena Ripoll: «Que muchos jóvenes te digan Sí»
A una semana de entrar en el convento, sólo puedo decirte lo mismo que mis padres: ¡gracias! Gracias por haberte fijado en mí, a pesar de haberte negado tantas veces. Te agradezco de corazón los padres que me has dado y la fe que me han transmitido. Sé que vas a cuidar muy bien de ellos y de mis dos hermanos Mar y Alejandro. Bendícelos siempre. En esta tarde del Corpus, te pido, Señor, por todos los que están sufriendo las consecuencias de la crisis económica y moral que estamos sufriendo. Cuánto dolor, cuánto paro, cuántas situaciones difíciles. Te pido también especialmente por las jóvenes y los jóvenes a los que quieres tocar el corazón; para que, ante el miedo de la llamada, sean valientes y respondan con generosidad a la vocación, a tu grito de Amor. Que sean muchas y muchos los que te digan Sí.
Jano: Y también decidió ingresar en el convento. Esto parecía de risa. ¡Cuatro hijas monjas de clausura! Y más incomprensión a nuestro alrededor. ¡Cuántas horas pasamos frente a Ti, en la Eucaristía! Han sido años muy duros, vividos también con mucho gozo. Pero no acaba ahí la cosa. Nuestra hija Elena ha terminado, la semana pasada, la carrera de Magisterio Infantil, y el sábado que viene ingresa en el convento. Al final, nos vamos a quedar con la parejita, con Mar y con Alejandro, que están aquí hoy dándote las gracias.
Inma: Señor, nos cuesta mucho, pero nos sentimos profundamente agradecidos por el don maravilloso de tener 5 hijas entregadas a Dios. Sabes que éstos no eran nuestros planes. Queríamos que se casaran y soñábamos con tener un montón de nietos. ¡Pero son las mujeres más felices del mundo! Llama la atención. María nos enseña a entregártelas de nuevo todos los días.
Jano: Y ahora, Señor, ¿qué hacemos con la furgoneta? ¿Qué hacemos con la casa, que antes era pequeña y ahora se nos ha quedado tan grande? Pero dice el salmo: Me encanta mi heredad, ¿cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Elena Ripoll: «Que muchos jóvenes te digan Sí»
A una semana de entrar en el convento, sólo puedo decirte lo mismo que mis padres: ¡gracias! Gracias por haberte fijado en mí, a pesar de haberte negado tantas veces. Te agradezco de corazón los padres que me has dado y la fe que me han transmitido. Sé que vas a cuidar muy bien de ellos y de mis dos hermanos Mar y Alejandro. Bendícelos siempre. En esta tarde del Corpus, te pido, Señor, por todos los que están sufriendo las consecuencias de la crisis económica y moral que estamos sufriendo. Cuánto dolor, cuánto paro, cuántas situaciones difíciles. Te pido también especialmente por las jóvenes y los jóvenes a los que quieres tocar el corazón; para que, ante el miedo de la llamada, sean valientes y respondan con generosidad a la vocación, a tu grito de Amor. Que sean muchas y muchos los que te digan Sí.
Belén: "Abortar no sólo fue matar a mi niño, fue matarme a mi misma, una parte de mi se fue con él, murió con él"
27 de junio de 2009.- (Belén / http://www.mujerescontraelaborto.com ) Soy una madre de 42 años, tengo cuatro hijos maravillosos y ellos han sido y son la razón de mi vida junto a mi marido. Juntos hemos formado una familia a la que nos dedicamos por entero con gran pasión y cariño, es nuestra razón de ser. Pero desgraciadamente uno de ellos no se encuentra entre nosotros, su nombre es Borja y tengo la plena seguridad que estará en el Cielo junto a los ángeles. Y no está porque cuando tenía 21 años no tuve la fortaleza suficiente para luchar por él, y me dejé llevar por el deseo de un hombre y de sus amenazas, y los consejos de un hermano mayor que decía querer lo mejor para mi. Cuánto deseaba aquel hijo! Lo sentía crecer dentro de mí y me sentía plenamente feliz. Pero yo que había recorrido no sé cuantas capitales andaluzas manifestándome en contra del aborto me sentí sola y sin el apoyo de nadie, nadie que gritara vamos a conseguirlo, vamos adelante. Tal vez si mi madre me hubiese apoyado en aquel momento… pero ella estaba desconcertada, asustada y la presión social era demasiado grande, no supo decir SÍ. Y qué os puedo decir? Fui una cobarde, tuve miedo y me negué a mi misma y a mi propio hijo, lo que más deseaba en el mundo. Abortar no sólo fue matar a mi niño, fue matarme a mi misma, una parte de mi se fue con él, murió con él.
He tardado muchos años en conseguir superar aquel acto de cobardía e inconsciencia, un acto del cual me arrepiento cada día de mi vida, y os puedo decir que no he conseguido superarlo sola, gracias a mi marido y a ayuda psicológica estoy superándolo ahora. Ya han pasado 21 años y han hecho falta otros 21 para poder perdonarme a mi misma, para poder hacerle un sitio en nuestra familia, el lugar que le corresponde. Y os aseguro que sin el apoyo de mi marido no lo hubiera conseguido. Tan sólo hace dos meses que lloré por última vez su muerte. Y lo que hasta ahora habían sido lágrimas de sangre pasaron a ser sencillamente lágrimas
Con este testimonio tan sólo quiero haceros reflexionar de lo que supone asesinar a un ser humano, una criatura que tiene vida propia, que tiene su sitio en el mundo, su razón de ser, en definitiva una vida que no nos pertenece ni nos toca a nosotros arrancar, una vida que tiene todo el derecho a SER y EXISTIR.
27 de junio de 2009.- (Belén / http://www.mujerescontraelaborto.com ) Soy una madre de 42 años, tengo cuatro hijos maravillosos y ellos han sido y son la razón de mi vida junto a mi marido. Juntos hemos formado una familia a la que nos dedicamos por entero con gran pasión y cariño, es nuestra razón de ser. Pero desgraciadamente uno de ellos no se encuentra entre nosotros, su nombre es Borja y tengo la plena seguridad que estará en el Cielo junto a los ángeles. Y no está porque cuando tenía 21 años no tuve la fortaleza suficiente para luchar por él, y me dejé llevar por el deseo de un hombre y de sus amenazas, y los consejos de un hermano mayor que decía querer lo mejor para mi. Cuánto deseaba aquel hijo! Lo sentía crecer dentro de mí y me sentía plenamente feliz. Pero yo que había recorrido no sé cuantas capitales andaluzas manifestándome en contra del aborto me sentí sola y sin el apoyo de nadie, nadie que gritara vamos a conseguirlo, vamos adelante. Tal vez si mi madre me hubiese apoyado en aquel momento… pero ella estaba desconcertada, asustada y la presión social era demasiado grande, no supo decir SÍ. Y qué os puedo decir? Fui una cobarde, tuve miedo y me negué a mi misma y a mi propio hijo, lo que más deseaba en el mundo. Abortar no sólo fue matar a mi niño, fue matarme a mi misma, una parte de mi se fue con él, murió con él.
He tardado muchos años en conseguir superar aquel acto de cobardía e inconsciencia, un acto del cual me arrepiento cada día de mi vida, y os puedo decir que no he conseguido superarlo sola, gracias a mi marido y a ayuda psicológica estoy superándolo ahora. Ya han pasado 21 años y han hecho falta otros 21 para poder perdonarme a mi misma, para poder hacerle un sitio en nuestra familia, el lugar que le corresponde. Y os aseguro que sin el apoyo de mi marido no lo hubiera conseguido. Tan sólo hace dos meses que lloré por última vez su muerte. Y lo que hasta ahora habían sido lágrimas de sangre pasaron a ser sencillamente lágrimas
Con este testimonio tan sólo quiero haceros reflexionar de lo que supone asesinar a un ser humano, una criatura que tiene vida propia, que tiene su sitio en el mundo, su razón de ser, en definitiva una vida que no nos pertenece ni nos toca a nosotros arrancar, una vida que tiene todo el derecho a SER y EXISTIR.
Es muy triste escuchar como se habla hoy del aborto, con que frialdad se habla de quitar la vida a un ser humano, dando prioridad al placer y a la promiscuidad, nuestras hijas avanzan por derroteros oscuros de los que no hay vuelta ni salida, lo tienen claro, cuando no es la pastilla del día después es el aborto del día de mañana, y peor aún, lo más grave, sin necesidad de consentimiento por parte de los padres. Creo que es una atrocidad y una grave falta de consciencia. Qué poco saben de un acto de crueldad que creen tan heroico!
Y este es el legado que damos a nuestros hijos, pero somos nosotros, padres, los que cometemos el error más grave cuando consentimos que la sociedad en que vivimos pierda el norte, pierda el rumbo y desencadene en lo que forma parte hoy de nuestra realidad, la violencia, el aborto, la crueldad, la falta de respeto por el prójimo…, nosotros que queremos ser tan libres nos hemos creado nuestra propia sepultura y la de nuestros propios hijos.
Espero que mi experiencia y mi testimonio sirva a alguna mujer o a alguna niña para tomar un rumbo diferente en su vida sin llegar a cometer el mismo error que yo cometí, de verdad y de corazón os digo que si Dios nos ha creado y nos ha dado ese don tan perfecto como mujer de llevar en nuestro seno durante nueve meses a una criatura, disfrutémoslo, vivámoslo, con orgullo, con amor, con respeto, con gratitud, al fin y al cabo es un don solo nuestro al que ninguna mujer debería de renunciar junto al hombre al que ama. El amor tiene su sitio en la familia. Dios nos ha dado la vida y sólo a Él le toca decidir.
Y este es el legado que damos a nuestros hijos, pero somos nosotros, padres, los que cometemos el error más grave cuando consentimos que la sociedad en que vivimos pierda el norte, pierda el rumbo y desencadene en lo que forma parte hoy de nuestra realidad, la violencia, el aborto, la crueldad, la falta de respeto por el prójimo…, nosotros que queremos ser tan libres nos hemos creado nuestra propia sepultura y la de nuestros propios hijos.
Espero que mi experiencia y mi testimonio sirva a alguna mujer o a alguna niña para tomar un rumbo diferente en su vida sin llegar a cometer el mismo error que yo cometí, de verdad y de corazón os digo que si Dios nos ha creado y nos ha dado ese don tan perfecto como mujer de llevar en nuestro seno durante nueve meses a una criatura, disfrutémoslo, vivámoslo, con orgullo, con amor, con respeto, con gratitud, al fin y al cabo es un don solo nuestro al que ninguna mujer debería de renunciar junto al hombre al que ama. El amor tiene su sitio en la familia. Dios nos ha dado la vida y sólo a Él le toca decidir.
Testimonio de 2 jóvenes en la vigilia de oración y adoración en el Cerro de los Ángeles:
Ignacio Noriyasu, seminarista japonés, se convirtió, aunque no sabía ni rezar, al empezar a repetir en la iglesia "te quiero Jesús, te quiero"
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Mercedes Alsina, tetrapléjica, contó como el Señor le ayuda a vivir con alegria y paz y oró por las madres que desean abortar y por los enfermos desesperados
27 de junio de 2009.- Ignacio Noriyasu y Mercedes Alsina dieron testimonio de sus vidas ante los tres mil jóvenes que acudieron la noche del pasado sábado a la vigilia de oración y adoración al Santísimo Sacramento, que se celebró en el Cerro de los Ángeles, en la Diócesis de Getafe, presidida por José Ignacio Munilla, Obispo de Palencia y responsable del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española, con motivo del 90 aniversario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.
Ignacio Noriyasu, un seminarista japonés que estudia en Toledo, contó su conversión, como fruto del encuentro con un joven español en Canadá, y fue conmovedor cuando relató que él al principio no sabía rezar, pero le decía a Jesús una sola cosa: "Te quiero Jesús, te quiero". Mercedes Alsina, una joven tetrapléjica de Barcelona. Hizo una bonita oración ante el Corazón de Jesús en la Eucaristía, dando gracias por la vida, por haberle conocido, por saber que estaba allí, y pidió por las madres que no aceptan a sus hijos, rezó para que los acepten aunque tengan dificultades. También pidió por los enfermos que quieren tirar la toalla, y contó como la fe le hace llevar con alegría y paz su enfermedad. En este vídeo de Popular TV podemos ver y escuchar los dos testimonios en 20 minutos.
Ignacio Noriyasu, un seminarista japonés que estudia en Toledo, contó su conversión, como fruto del encuentro con un joven español en Canadá, y fue conmovedor cuando relató que él al principio no sabía rezar, pero le decía a Jesús una sola cosa: "Te quiero Jesús, te quiero". Mercedes Alsina, una joven tetrapléjica de Barcelona. Hizo una bonita oración ante el Corazón de Jesús en la Eucaristía, dando gracias por la vida, por haberle conocido, por saber que estaba allí, y pidió por las madres que no aceptan a sus hijos, rezó para que los acepten aunque tengan dificultades. También pidió por los enfermos que quieren tirar la toalla, y contó como la fe le hace llevar con alegría y paz su enfermedad. En este vídeo de Popular TV podemos ver y escuchar los dos testimonios en 20 minutos.
Jesús García, periodista: “A Cristo lo puedes encontrar en una persona, en un movimiento de la Iglesia, en una situación trágica, en un momento dulce… Él está detrás de todas las esquinas de la vida"
*“Las cartas de san Pablo son los mejores reportajes”
*"La fe aporta al mundo las más grandes historias"
27 de junio de 2009.- Camina con paso firme por la senda que trazó Vittorio Messori: la del periodista que indaga en los misterios de la fe. Ahí están sus incontables reportajes en ALBA y su primer libro, Medjugorje (Ed. Libros Libres), en el que da las claves de por qué desde 1981 más de 30 millones de personas han ido en peregrinación a ese pueblito perdido de Bosnia-Herzegovina.
(Gonzalo Altozano / Alba) -¿Se define como periodista católico?
-Digamos que soy un católico metido a periodista.
-Pero ¿es eso posible?
-¡Claro! La existencia de la Iglesia es un acontecimiento universal que parte de una noticia concreta. Y la proclamación de esa noticia es el más grande de los periodismos.
-O sea, que con las cosas de Dios pueden hacerse buenos reportajes.
-¿Buenos? ¡Los mejores!
-¿Por ejemplo?
-Las cartas de san Pablo. Son crónicas que, además de carga argumental, están llenas de viajes, de anécdotas, de aventuras…
-Y de contratiempos…
-A pesar de los cuales el periodista, en este caso san Pablo, con tal de proclamar la verdad, no se viene abajo.
-Habla de aventuras. ¿Es de los que piensa que no la hay más apasionante que la de la fe?
-Absolutamente. El de la fe siempre es un camino hacia lo desconocido (con certezas, sí, pero intangibles). Por eso la fe ha aportado -y sigue aportando- al mundo las más grandes historias; historias que, además, son verdaderas, no fabuladas.
-Incluye, supongo, las de conversión. ¿Por qué a unos les suceden y a otros no?
-La llamada a la conversión es universal. Pero hay personas que se cierran tanto que Dios tiene que buscarles un camino específico.
-Específico y, a veces, increíbles. ¿Cómo dar por verdadera una historia así?
-Juzgando por los frutos. Conocí a un tipo que de los dieciocho a los veinticinco fue el rey del narcotráfico en Frankfurt. Hoy, quince años después, y tras una serie de avatares, es sacerdote católico y utiliza su experiencia de dolor y de cruz para sacar a gente del pozo de la droga.
-Otro testimonio.
-El del hombre que tenía planeado viajar a Cuba, en plan turista sexual. Al llegar a Barajas, se dio cuenta de que la agencia de viajes le había engañado. La compañía aérea, para solucionarlo, le metió en un avión rumbo a los Balcanes.
-¿Y?
-Acabó en Medjugorje, una pequeña aldea católica rodeada de musulmanes, al sur de Bosnia-Herzegovina. Allí se convirtió al catolicismo.
-En Medjugorje, dicen, se aparece la Virgen desde 1981. La Iglesia estudia el caso. Hacer eso en el siglo XXI, ¿no es dar argumentos a los que tratan de ridiculizar a los católicos?
-Las apariciones marianas no son invento de la Iglesia, sino intervenciones de Dios. Cuando la Iglesia estudia una no es ella la que queda a los pies de los caballos, sino sus enemigos.
-¿Por qué?
-Porque ¿y si la ciencia se agota sin explicar el fenómeno? ¿Qué harán los que ridiculizan a la Iglesia? ¿Plegar velas? ¿Convertirse?
-Fátima, Lourdes, Banneux… ¿No le llama la atención que María elija para aparecerse destinos tan poco turísticos?
-Cuando se quiere dar difusión a algo, lo normal es ir a las televisiones, dar una rueda de prensa en Naciones Unidas, montar un numerito en Las Vegas. ..
-¿Qué quiere decir?
-Que para hacerse hombre, Dios eligió el último pueblo de la última provincia romana: Belén. ¡Y en un tiempo en que no existía Google Maps!
-O sea que…
-Es la forma que Dios tiene de actuar. Cuando el Señor irrumpe en la Historia, quiere dejar claro que es Él quien lo hace, no los hombres los que le obligan.
-Y para tener un encuentro personal con Cristo, ¿es necesario peregrinar?
-¡En absoluto! A Cristo lo puedes encontrar en una persona, en un movimiento de la Iglesia, en una situación trágica, en un momento dulce… Él está detrás de todas las esquinas de la vida.
-Hablamos de peregrinación. Defínala.
-Ejercicio espiritual y físico que conlleva disposiciones interiores y exteriores.
-O sea, que no es un viaje.
-Sí, pero no uno cualquiera. El destino final está más dentro que fuera. El peregrino se pone en camino para detenerse en lo importante de sí mismo.
-¿Algún consejo?
-No buscar satisfacer tus anhelos materiales ni tu ego, tener la mente abierta, abandonarte en manos de Dios, dejarle hacer… Sólo así actuará en nosotros; si no, seremos turistas, no peregrinos.
-Conclusión.
-Peregrinar es darle la oportunidad a Dios de demostrarte en pocos días lo que puede hacer por ti en toda tu vida.
27 de junio de 2009.- Camina con paso firme por la senda que trazó Vittorio Messori: la del periodista que indaga en los misterios de la fe. Ahí están sus incontables reportajes en ALBA y su primer libro, Medjugorje (Ed. Libros Libres), en el que da las claves de por qué desde 1981 más de 30 millones de personas han ido en peregrinación a ese pueblito perdido de Bosnia-Herzegovina.
(Gonzalo Altozano / Alba) -¿Se define como periodista católico?
-Digamos que soy un católico metido a periodista.
-Pero ¿es eso posible?
-¡Claro! La existencia de la Iglesia es un acontecimiento universal que parte de una noticia concreta. Y la proclamación de esa noticia es el más grande de los periodismos.
-O sea, que con las cosas de Dios pueden hacerse buenos reportajes.
-¿Buenos? ¡Los mejores!
-¿Por ejemplo?
-Las cartas de san Pablo. Son crónicas que, además de carga argumental, están llenas de viajes, de anécdotas, de aventuras…
-Y de contratiempos…
-A pesar de los cuales el periodista, en este caso san Pablo, con tal de proclamar la verdad, no se viene abajo.
-Habla de aventuras. ¿Es de los que piensa que no la hay más apasionante que la de la fe?
-Absolutamente. El de la fe siempre es un camino hacia lo desconocido (con certezas, sí, pero intangibles). Por eso la fe ha aportado -y sigue aportando- al mundo las más grandes historias; historias que, además, son verdaderas, no fabuladas.
-Incluye, supongo, las de conversión. ¿Por qué a unos les suceden y a otros no?
-La llamada a la conversión es universal. Pero hay personas que se cierran tanto que Dios tiene que buscarles un camino específico.
-Específico y, a veces, increíbles. ¿Cómo dar por verdadera una historia así?
-Juzgando por los frutos. Conocí a un tipo que de los dieciocho a los veinticinco fue el rey del narcotráfico en Frankfurt. Hoy, quince años después, y tras una serie de avatares, es sacerdote católico y utiliza su experiencia de dolor y de cruz para sacar a gente del pozo de la droga.
-Otro testimonio.
-El del hombre que tenía planeado viajar a Cuba, en plan turista sexual. Al llegar a Barajas, se dio cuenta de que la agencia de viajes le había engañado. La compañía aérea, para solucionarlo, le metió en un avión rumbo a los Balcanes.
-¿Y?
-Acabó en Medjugorje, una pequeña aldea católica rodeada de musulmanes, al sur de Bosnia-Herzegovina. Allí se convirtió al catolicismo.
-En Medjugorje, dicen, se aparece la Virgen desde 1981. La Iglesia estudia el caso. Hacer eso en el siglo XXI, ¿no es dar argumentos a los que tratan de ridiculizar a los católicos?
-Las apariciones marianas no son invento de la Iglesia, sino intervenciones de Dios. Cuando la Iglesia estudia una no es ella la que queda a los pies de los caballos, sino sus enemigos.
-¿Por qué?
-Porque ¿y si la ciencia se agota sin explicar el fenómeno? ¿Qué harán los que ridiculizan a la Iglesia? ¿Plegar velas? ¿Convertirse?
-Fátima, Lourdes, Banneux… ¿No le llama la atención que María elija para aparecerse destinos tan poco turísticos?
-Cuando se quiere dar difusión a algo, lo normal es ir a las televisiones, dar una rueda de prensa en Naciones Unidas, montar un numerito en Las Vegas. ..
-¿Qué quiere decir?
-Que para hacerse hombre, Dios eligió el último pueblo de la última provincia romana: Belén. ¡Y en un tiempo en que no existía Google Maps!
-O sea que…
-Es la forma que Dios tiene de actuar. Cuando el Señor irrumpe en la Historia, quiere dejar claro que es Él quien lo hace, no los hombres los que le obligan.
-Y para tener un encuentro personal con Cristo, ¿es necesario peregrinar?
-¡En absoluto! A Cristo lo puedes encontrar en una persona, en un movimiento de la Iglesia, en una situación trágica, en un momento dulce… Él está detrás de todas las esquinas de la vida.
-Hablamos de peregrinación. Defínala.
-Ejercicio espiritual y físico que conlleva disposiciones interiores y exteriores.
-O sea, que no es un viaje.
-Sí, pero no uno cualquiera. El destino final está más dentro que fuera. El peregrino se pone en camino para detenerse en lo importante de sí mismo.
-¿Algún consejo?
-No buscar satisfacer tus anhelos materiales ni tu ego, tener la mente abierta, abandonarte en manos de Dios, dejarle hacer… Sólo así actuará en nosotros; si no, seremos turistas, no peregrinos.
-Conclusión.
-Peregrinar es darle la oportunidad a Dios de demostrarte en pocos días lo que puede hacer por ti en toda tu vida.
De la industria pornográfica a la explotación sexual infantil: dos negocios ligados
Profundo análisis de Ma. Jesús López en el que nos expone la manera como se relacionan el oscuro y negativo mundo de la pornografía, los medios de comunicación y la explotación sexual infantil.
La pornografía lleva a la adicción y ésta, a un ´´aumento de dosis´´
27 de junio de 2009.-La pornografía mueve cada año 60.000 millones de euros en el mundo, una cifra que, aunque podría escandalizarnos, resulta normal si tenemos en cuenta que unos 250 millones de personas en el mundo son consumidores de esta clase de "entretenimiento", según datos de la revista FORBES.
( Mª Jesús López e-cristians) La industria del cine y el vídeo es la que mayores beneficios obtiene dentro del mercado del sexo: en Estados Unidos se ruedan cada año 13.000 películas porno y en Europa, unas 1.500, lo cual provoca que las productoras alcancen alrededor del 40 por ciento de beneficio por película.
Esta cifra también resulta normal considerando que el coste medio de una película porno es de unos 30.000 euros, y que las ganancias se sitúan en torno a los 3.000 euros en las salas X, 12.000 en el circuito de vídeo, otros 12.000 por la venta de los derechos en el extranjero. La lista se completa con las televisiones de pago, cada una de las cuales puede pagar hasta 6.000 euros por cada media docena de pases. Tan amplia es la facturación de ciertas empresas que alguna de ellas ya cotiza en Bolsa.
En España, concretamente durante el año 2000, el Ministerio de Cultura clasificó 1.028 títulos como "X" frente a las 1.480 películas que recibieron la calificación de "Para todos los públicos". En cuanto a los usuarios de la pornografía en nuestro país, 850.000 personas consumen este tipo de productos, de los que el 45 por ciento son consumidores habituales.
Pero donde más se ha disparado el consumo de pornografía en los últimos años ha sido en Internet. El anonimato, el fácil acceso y la inmediatez es lo que ha hecho de este medio el "paraíso" para los usuarios de esta actividad. Los internautas españoles son los ciudadanos que visitan más páginas de contenido sexual: según el anuario eEspaña 2001 , realizado por Retevisión, el 38 por ciento de los cibernautas españoles navega por webs de contenido pornográfico.
Una práctica peligrosa
Especial sobre la Pornografía Infantil
Peligros del mal uso de Internet - Presentan estudio de la RCPI-Perú
Facebook, lo bueno, lo malo y lo feo
Profundo análisis de Ma. Jesús López en el que nos expone la manera como se relacionan el oscuro y negativo mundo de la pornografía, los medios de comunicación y la explotación sexual infantil.
La pornografía lleva a la adicción y ésta, a un ´´aumento de dosis´´
27 de junio de 2009.-La pornografía mueve cada año 60.000 millones de euros en el mundo, una cifra que, aunque podría escandalizarnos, resulta normal si tenemos en cuenta que unos 250 millones de personas en el mundo son consumidores de esta clase de "entretenimiento", según datos de la revista FORBES.
( Mª Jesús López e-cristians) La industria del cine y el vídeo es la que mayores beneficios obtiene dentro del mercado del sexo: en Estados Unidos se ruedan cada año 13.000 películas porno y en Europa, unas 1.500, lo cual provoca que las productoras alcancen alrededor del 40 por ciento de beneficio por película.
Esta cifra también resulta normal considerando que el coste medio de una película porno es de unos 30.000 euros, y que las ganancias se sitúan en torno a los 3.000 euros en las salas X, 12.000 en el circuito de vídeo, otros 12.000 por la venta de los derechos en el extranjero. La lista se completa con las televisiones de pago, cada una de las cuales puede pagar hasta 6.000 euros por cada media docena de pases. Tan amplia es la facturación de ciertas empresas que alguna de ellas ya cotiza en Bolsa.
En España, concretamente durante el año 2000, el Ministerio de Cultura clasificó 1.028 títulos como "X" frente a las 1.480 películas que recibieron la calificación de "Para todos los públicos". En cuanto a los usuarios de la pornografía en nuestro país, 850.000 personas consumen este tipo de productos, de los que el 45 por ciento son consumidores habituales.
Pero donde más se ha disparado el consumo de pornografía en los últimos años ha sido en Internet. El anonimato, el fácil acceso y la inmediatez es lo que ha hecho de este medio el "paraíso" para los usuarios de esta actividad. Los internautas españoles son los ciudadanos que visitan más páginas de contenido sexual: según el anuario eEspaña 2001 , realizado por Retevisión, el 38 por ciento de los cibernautas españoles navega por webs de contenido pornográfico.
Una práctica peligrosa
La iniciación a la pornografía puede darse por simple curiosidad, por la simple búsqueda de placer fácil que el usuario novato puede considerar de lo más inocente -aunque vergonzosa-, porque se trata de algo de uso personal.
Sin embargo, esta simple intención de pasar un buen rato mirando una página web de contenido sexual, ojeando una revista porno o viendo una película "X" conlleva consecuencias muy graves que pueden afectar seriamente no sólo a la integridad psíquica y física del consumidor de pornografía, sino también a la integridad de los que le rodean.
Según Josep Antón Arrebola, secretario general del Consorcio ECPAT España (www.acim.es/ecpat ) -dedicado a combatir la explotación sexual infantil-, "cuanta más pornografía se consume, más aumenta el deseo de seguir consumiéndola, lo que refleja la presencia de alguna dificultad importante para mantener una vida sexual normal, porque el consumidor de pornografía utiliza esos materiales como sustitutivos".
De igual parecer se muestra el sexólogo Ferran Trullols, quien asegura que "poco a poco la persona va perdiendo sensibilidad, por lo cual debe aumentar sus estímulos, que cada vez son menos personales y más genitalizados. Al final se produce una búsqueda incesante de nuevas experiencias, que nunca llegan a satisfacer del todo, lo que la convierte en adicta a la pornografía".
Existen, pues, muchos adictos a la pornografía que no saben que lo son. ¿Cómo curar esta adicción? Según Trullols, "es imprescindible la colaboración activa del adicto. Una vez pasada la primera fase de aceptación de su adicción, se pasa a reestructurar su pensamiento, informándole de lo que es un cuerpo humano, una persona, y enseñándole el respeto a su propia dignidad y a la de los demás. Es un tratamiento largo, progresivo y costoso".
La pornografía y los abusos a menores
Sin embargo, esta simple intención de pasar un buen rato mirando una página web de contenido sexual, ojeando una revista porno o viendo una película "X" conlleva consecuencias muy graves que pueden afectar seriamente no sólo a la integridad psíquica y física del consumidor de pornografía, sino también a la integridad de los que le rodean.
Según Josep Antón Arrebola, secretario general del Consorcio ECPAT España (www.acim.es/ecpat ) -dedicado a combatir la explotación sexual infantil-, "cuanta más pornografía se consume, más aumenta el deseo de seguir consumiéndola, lo que refleja la presencia de alguna dificultad importante para mantener una vida sexual normal, porque el consumidor de pornografía utiliza esos materiales como sustitutivos".
De igual parecer se muestra el sexólogo Ferran Trullols, quien asegura que "poco a poco la persona va perdiendo sensibilidad, por lo cual debe aumentar sus estímulos, que cada vez son menos personales y más genitalizados. Al final se produce una búsqueda incesante de nuevas experiencias, que nunca llegan a satisfacer del todo, lo que la convierte en adicta a la pornografía".
Existen, pues, muchos adictos a la pornografía que no saben que lo son. ¿Cómo curar esta adicción? Según Trullols, "es imprescindible la colaboración activa del adicto. Una vez pasada la primera fase de aceptación de su adicción, se pasa a reestructurar su pensamiento, informándole de lo que es un cuerpo humano, una persona, y enseñándole el respeto a su propia dignidad y a la de los demás. Es un tratamiento largo, progresivo y costoso".
La pornografía y los abusos a menores
Pero como en todas las adicciones, el consumidor de pornografía necesita cada vez dosis mayores para que su cuerpo y su mente reciban el mismo estímulo que al principio. El adicto tiene la necesidad de experimentar nuevas sensaciones. Además, esta actitud puede degenerar en delitos como la pornografía infantil y el abuso a menores.
Según Arrebola, "la pornografía infantil, con sus elementos adictivos, tan sólo constituye un sustituto temporal del abuso físico, y además fomenta el deseo en el consumidor de pasar a la acción y protagonizar en el mundo real aquello que le venía proporcionando el placer sexual hasta ahora". Además "la producción, distribución, venta, exhibición y consumo de cualquier tipo de pornografía infantil es en sí un delito de explotación sexual infantil, pues cada vez que un consumidor visualiza una imagen de un menor siendo abusado, se reproduce automáticamente la situación de abuso".
Actualmente, la explotación sexual comercial infantil (ESCI) es cuantitativamente la tercera industria ilegal a escala mundial, después del tráfico de armas y el tráfico de drogas. Según Arrebola, "existen unos 100 millones de menores en todo el mundo atrapados en redes de explotación sexual", de los cuales se calcula que 5.000 se encuentran en España.
Estos abusos aumentan con el llamado "turismo sexual", una práctica muy común que algunos ciudadanos del Primer Mundo practican en países de Latinoamérica y Asia. "Entre 30.000 y 35.000 ciudadanos españoles viajan cada año a América Latina con el exclusivo propósito de tener relaciones sexuales con menores", asegura Josep Anton Arrebola.
La edad media de las víctimas está bajando alarmantemente por temor al SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual. Si hace unos años era de unos 10-12 años, en la actualidad se sitúa entre los 4 y los 8. En este sentido, la legislación española no ayuda en absoluto a resolver esta grave situación. Actualmente, el Código Penal español permite que alguien de 60 años seduzca a un menor de 14, ya que la edad del consentimiento sexual se sitúa en los 13 años. En caso de que el padre del menor trate de evitarlo, puede ser sancionado por incurrir en un delito de coacción.
Conciencia social y educación
Según Arrebola, "la pornografía infantil, con sus elementos adictivos, tan sólo constituye un sustituto temporal del abuso físico, y además fomenta el deseo en el consumidor de pasar a la acción y protagonizar en el mundo real aquello que le venía proporcionando el placer sexual hasta ahora". Además "la producción, distribución, venta, exhibición y consumo de cualquier tipo de pornografía infantil es en sí un delito de explotación sexual infantil, pues cada vez que un consumidor visualiza una imagen de un menor siendo abusado, se reproduce automáticamente la situación de abuso".
Actualmente, la explotación sexual comercial infantil (ESCI) es cuantitativamente la tercera industria ilegal a escala mundial, después del tráfico de armas y el tráfico de drogas. Según Arrebola, "existen unos 100 millones de menores en todo el mundo atrapados en redes de explotación sexual", de los cuales se calcula que 5.000 se encuentran en España.
Estos abusos aumentan con el llamado "turismo sexual", una práctica muy común que algunos ciudadanos del Primer Mundo practican en países de Latinoamérica y Asia. "Entre 30.000 y 35.000 ciudadanos españoles viajan cada año a América Latina con el exclusivo propósito de tener relaciones sexuales con menores", asegura Josep Anton Arrebola.
La edad media de las víctimas está bajando alarmantemente por temor al SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual. Si hace unos años era de unos 10-12 años, en la actualidad se sitúa entre los 4 y los 8. En este sentido, la legislación española no ayuda en absoluto a resolver esta grave situación. Actualmente, el Código Penal español permite que alguien de 60 años seduzca a un menor de 14, ya que la edad del consentimiento sexual se sitúa en los 13 años. En caso de que el padre del menor trate de evitarlo, puede ser sancionado por incurrir en un delito de coacción.
Conciencia social y educación
¿Cómo podría la sociedad acabar con el abuso a menores y la explotación sexual infantil? Según el doctor Trullols, "el problema está en la sociedad, que debería ser personalista. A los ciudadanos en la teoría se les llena la boca de grandes defensas de la persona, pero en sus manifestaciones prácticas son hedonistas y utilitaristas. Esta incongruencia social favorece los abusos."
Por su parte, Arrebola asegura que "lo más importante es crear conciencia social de que existe este problema para que la sociedad pierda el miedo a asumirlo y se posicione activamente en contra. Hay que mejorar los mecanismos legales de prevención, protección, rescate y recuperación de las víctimas, e invertir fuertemente en recursos. El llamado Primer Mundo debe luchar para acabar con la demanda, ya que si no existiera la demanda, no existiría la oferta en el Tercer Mundo".
Por su parte, Arrebola asegura que "lo más importante es crear conciencia social de que existe este problema para que la sociedad pierda el miedo a asumirlo y se posicione activamente en contra. Hay que mejorar los mecanismos legales de prevención, protección, rescate y recuperación de las víctimas, e invertir fuertemente en recursos. El llamado Primer Mundo debe luchar para acabar con la demanda, ya que si no existiera la demanda, no existiría la oferta en el Tercer Mundo".
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Tres vídeos-repotajes para profundizar en la adicción a la pornografía y como prevenirla
Especial sobre la Pornografía Infantil
Peligros del mal uso de Internet - Presentan estudio de la RCPI-Perú
Facebook, lo bueno, lo malo y lo feo
Nueve de cada diez mujeres embarazadas en España sufren acoso laboral
EL EMBARAZO ES YA LA PRIMERA CAUSA DE DESPIDO DE MUJERES ENTRE 18 Y 25 AÑOS, SEGÚN LA FUNDACIÓN MADRINA
27 de junio de 2009.-A muchas se les «anima» a abortar para mantener su puesto de trabajo. Otras, al reincorporarse tras la baja maternal, ven cómo el acoso emocional se traduce en una completa anulación profesional. Ésta es la triste situación de las mujeres trabajadoras que quieren tener hijos en España. El embarazo es ya la primera causa de despido entre las mujeres de entre 18 y 25 años.
(Mar Velasco / Revista Misión) Antes callaban. Por miedo, quizá. Ahora empiezan a luchar por sus derechos como madres y como empleadas. Los casos de acoso emocional en el trabajo a la mujer embarazada son cada día más numerosos, y las mujeres que los sufren comienzan a denunciar, en público y en privado, en el juzgado y en los medios de comunicación.
El mobbing maternal en España se ceba con mujeres de clase media, de entre 25 y 30 años, con contrato temporal y que están embarazadas o son madres solteras con bebés a su cargo menores de un año. Y, en general, afecta a todas las madres y mujeres embarazadas que han pedido o van a solicitar su baja por maternidad; una baja que, al parecer, incomoda a las empresas. Según las leyes europeas, hay una normativa clara que impide despedir a una mujer desde que se queda embarazada hasta que acaba el permiso por maternidad.
Ésa es la teoría, pero, por desgracia, la práctica demuestra que muchas veces se arrincona a la mujer hasta anularla: «Estuve de baja dos meses por problemas en mi embarazo y ahora que me he reincorporado me encuentro con una nueva compañera que hace todo mi trabajo», cuenta Inma. «No tengo nada que hacer, salvo el trabajo sucio que es archivar y ordenar albaranes y facturas del año 2002 al 2007. Mis jefes me ignoran. Ya os podéis imaginar qué es ir a trabajar cada día. A veces llego a casa llorando...». El caso de Inma es muy parecido al de Blanca: «Ahora que me reincorporo, me encuentro con que no tengo ni una mesa donde trabajar, ni una silla donde sentarme. Nadie me ha insultado, ni me ha degradado directamente pero imaginaos cómo es, para mí, venir a la oficina...».
Despedirse… o abortar
La otra versión es la presión «a la japonesa»: los jefes imponen un horario descabellado hasta que la madre se ve obligada a escoger entre el trabajo o su hijo y termina por claudicar. Es el caso de Magda: «Yo fui madre hace cinco meses y hace uno me reincorporé con mi hora de lactancia», relata en un foro de Internet. «Teóricamente hago 7 horas, pero ahora mi jefe me obliga a hacer una hora de comida y durante esa hora debo atender llamadas y personal... Además, dos días a la semana me obliga a hacer un curso de idioma y me obliga a recuperar esas dos horas, por lo que dos días hago ¡9 horas! ¡Estoy hartísima! Voy a denunciar porque no puedo más…».
Muchas mujeres como Magda se atreven a denunciar. Algunas terminan dejando el trabajo por pura impotencia. Pero hay cada vez más casos de mujeres embarazadas a las que se «anima» a abortar desde la empresa y, lamentablemente, también aumenta el número de mujeres que, anuladas por la indefensión, abortan ante la amenaza de perder su trabajo.
«Todo el mundo sabe que existen muchos empresarios –y empresarias– que ven mal que una empleada se quede embarazada», afirma Javier Borrego, presidente de las asociación Universidad 2015 y coordinador de la «I Jornada sobre Mobbing Maternal» celebrada recientemente en Madrid y que ha congregado a psicólogos, expertos en Derecho Laboral, representantes de sindicatos y empresarios: «Muchos empresarios ven el embarazo, o el posible embarazo, como una amenaza para la empresa y premian a quienes no quieren o no pueden tener hijos, discriminando a las madres o a quienes pudieran serlo algún día», asegura.
«Muchas mujeres saben que si se quedan embarazadas sufrirán un acoso que puede derivar en su despido; sin embargo, todavía hay menos denuncias de las deseables. Pocos casos llegan a los sindicatos o a los tribunales, principalmente por miedo. Por eso es necesario informar a las mujeres de sus derechos y a los empresarios de los beneficios sociales que supone una trabajadora embarazada», sostiene.
Proteger la vida
Sandra Cuadrado Nicoli, doctora en Psicología y profesora de la Universidad de Comillas sostiene que «cualquier tipo de mobbing laboral se dispara frente a las personas percibidas como diferentes, amenazantes o envidiables» –explica Sandra Cuadrado– «y ¿qué podría simbolizar mejor estas características en una empresa sino una mujer gestante llena de vida trabajando a pleno rendimiento?». La doctora Cuadrado defiende con contundencia el derecho de la mujer y del niño a ser protegidos en todos los ámbitos durante esta etapa trascendental de su vida: «Los nueve meses de gestación de un ser humano corren a cargo directamente de su madre, en cuerpo y alma. Su salud física y emocional va a ser determinante en el nacimiento y el desarrollo del bebé. Los cambios psicofísicos que acompañan durante el embarazo hacen a las gestantes más vulnerables a los factores estresantes del entorno laboral y, por tanto, con una mayor necesidad de protección», concluye.
¿Soluciones?
El mobbing maternal se lleva a cabo en España en un 41% en PYMES, un 24% en la empresa pública, un 27% en grandes empresas y multinacionales y un 2% en empresas familiares. Así lo cifra un estudio de Fundación Madrina, que a su vez propone 37 medidas de conciliación y 80 medidas de igualdad, que apoyan a la mujer madre en su entorno laboral, social y personal. Éstas son algunas:
• Salario maternal y baja remunerada de hasta 2 años
• Repartir entre las familias con más dificultad al menos un 10% de los más de 1,5 millones de pisos en stock
• Que las empresas dediquen el 0,7% de su producción a apoyar con productos maternales y de infancia a las economías familiares más débiles. Para la Fundación Madrina, «la mujer madre trabajadora aporta intangibles tan valiosos a la empresa como responsabilidad, productividad, madurez, creatividad y fidelidad».
EL EMBARAZO ES YA LA PRIMERA CAUSA DE DESPIDO DE MUJERES ENTRE 18 Y 25 AÑOS, SEGÚN LA FUNDACIÓN MADRINA
27 de junio de 2009.-A muchas se les «anima» a abortar para mantener su puesto de trabajo. Otras, al reincorporarse tras la baja maternal, ven cómo el acoso emocional se traduce en una completa anulación profesional. Ésta es la triste situación de las mujeres trabajadoras que quieren tener hijos en España. El embarazo es ya la primera causa de despido entre las mujeres de entre 18 y 25 años.
(Mar Velasco / Revista Misión) Antes callaban. Por miedo, quizá. Ahora empiezan a luchar por sus derechos como madres y como empleadas. Los casos de acoso emocional en el trabajo a la mujer embarazada son cada día más numerosos, y las mujeres que los sufren comienzan a denunciar, en público y en privado, en el juzgado y en los medios de comunicación.
El mobbing maternal en España se ceba con mujeres de clase media, de entre 25 y 30 años, con contrato temporal y que están embarazadas o son madres solteras con bebés a su cargo menores de un año. Y, en general, afecta a todas las madres y mujeres embarazadas que han pedido o van a solicitar su baja por maternidad; una baja que, al parecer, incomoda a las empresas. Según las leyes europeas, hay una normativa clara que impide despedir a una mujer desde que se queda embarazada hasta que acaba el permiso por maternidad.
Ésa es la teoría, pero, por desgracia, la práctica demuestra que muchas veces se arrincona a la mujer hasta anularla: «Estuve de baja dos meses por problemas en mi embarazo y ahora que me he reincorporado me encuentro con una nueva compañera que hace todo mi trabajo», cuenta Inma. «No tengo nada que hacer, salvo el trabajo sucio que es archivar y ordenar albaranes y facturas del año 2002 al 2007. Mis jefes me ignoran. Ya os podéis imaginar qué es ir a trabajar cada día. A veces llego a casa llorando...». El caso de Inma es muy parecido al de Blanca: «Ahora que me reincorporo, me encuentro con que no tengo ni una mesa donde trabajar, ni una silla donde sentarme. Nadie me ha insultado, ni me ha degradado directamente pero imaginaos cómo es, para mí, venir a la oficina...».
Despedirse… o abortar
La otra versión es la presión «a la japonesa»: los jefes imponen un horario descabellado hasta que la madre se ve obligada a escoger entre el trabajo o su hijo y termina por claudicar. Es el caso de Magda: «Yo fui madre hace cinco meses y hace uno me reincorporé con mi hora de lactancia», relata en un foro de Internet. «Teóricamente hago 7 horas, pero ahora mi jefe me obliga a hacer una hora de comida y durante esa hora debo atender llamadas y personal... Además, dos días a la semana me obliga a hacer un curso de idioma y me obliga a recuperar esas dos horas, por lo que dos días hago ¡9 horas! ¡Estoy hartísima! Voy a denunciar porque no puedo más…».
Muchas mujeres como Magda se atreven a denunciar. Algunas terminan dejando el trabajo por pura impotencia. Pero hay cada vez más casos de mujeres embarazadas a las que se «anima» a abortar desde la empresa y, lamentablemente, también aumenta el número de mujeres que, anuladas por la indefensión, abortan ante la amenaza de perder su trabajo.
«Todo el mundo sabe que existen muchos empresarios –y empresarias– que ven mal que una empleada se quede embarazada», afirma Javier Borrego, presidente de las asociación Universidad 2015 y coordinador de la «I Jornada sobre Mobbing Maternal» celebrada recientemente en Madrid y que ha congregado a psicólogos, expertos en Derecho Laboral, representantes de sindicatos y empresarios: «Muchos empresarios ven el embarazo, o el posible embarazo, como una amenaza para la empresa y premian a quienes no quieren o no pueden tener hijos, discriminando a las madres o a quienes pudieran serlo algún día», asegura.
«Muchas mujeres saben que si se quedan embarazadas sufrirán un acoso que puede derivar en su despido; sin embargo, todavía hay menos denuncias de las deseables. Pocos casos llegan a los sindicatos o a los tribunales, principalmente por miedo. Por eso es necesario informar a las mujeres de sus derechos y a los empresarios de los beneficios sociales que supone una trabajadora embarazada», sostiene.
Proteger la vida
Sandra Cuadrado Nicoli, doctora en Psicología y profesora de la Universidad de Comillas sostiene que «cualquier tipo de mobbing laboral se dispara frente a las personas percibidas como diferentes, amenazantes o envidiables» –explica Sandra Cuadrado– «y ¿qué podría simbolizar mejor estas características en una empresa sino una mujer gestante llena de vida trabajando a pleno rendimiento?». La doctora Cuadrado defiende con contundencia el derecho de la mujer y del niño a ser protegidos en todos los ámbitos durante esta etapa trascendental de su vida: «Los nueve meses de gestación de un ser humano corren a cargo directamente de su madre, en cuerpo y alma. Su salud física y emocional va a ser determinante en el nacimiento y el desarrollo del bebé. Los cambios psicofísicos que acompañan durante el embarazo hacen a las gestantes más vulnerables a los factores estresantes del entorno laboral y, por tanto, con una mayor necesidad de protección», concluye.
¿Soluciones?
El mobbing maternal se lleva a cabo en España en un 41% en PYMES, un 24% en la empresa pública, un 27% en grandes empresas y multinacionales y un 2% en empresas familiares. Así lo cifra un estudio de Fundación Madrina, que a su vez propone 37 medidas de conciliación y 80 medidas de igualdad, que apoyan a la mujer madre en su entorno laboral, social y personal. Éstas son algunas:
• Salario maternal y baja remunerada de hasta 2 años
• Repartir entre las familias con más dificultad al menos un 10% de los más de 1,5 millones de pisos en stock
• Que las empresas dediquen el 0,7% de su producción a apoyar con productos maternales y de infancia a las economías familiares más débiles. Para la Fundación Madrina, «la mujer madre trabajadora aporta intangibles tan valiosos a la empresa como responsabilidad, productividad, madurez, creatividad y fidelidad».
jueves, 25 de junio de 2009
¿Quieres que tus hijos escojan bien a su pareja?
25 de junio de 2009.- Mucho se ha dicho que de lo único que se puede tener certeza en cuanto a filiación se trata, es lo referente a la maternidad. Dicho de otra manera, siempre sabremos con absoluta seguridad quién es la madre, pero el padre... ¡quién sabe!
(Luz del Carmen Abascal Olascoaga / Yo Influyo) Papá puede estar o no, pero no es indispensable más que para aportar su granito de arena en el momento de la concepción... y después de eso, pues tan tan.
El padre biológico siempre puede decir: "¡Ah no! Ese no es mi hijo... Quién sabe con quién más te habrás metido, porque yo no soy responsable de nada"; pero la madre jamás podrá decir: "¡quién sabe quién es la mamá del bebé que crece en mi seno... porque yo jamás he hecho nada para engendrar a un hijo!".
Suena obvio y quizá hasta un poco pedestre, pero es ese mismo argumento en el que se basan muchos para atribuirle a la madre la "propiedad" del hijo, así como la responsabilidad total.
Y es cierto que entre madre e hijo se establece un vínculo especial: llevar a una criatura dentro del propio ser, durante nueve meses, no es algo intrascendente, pero no por ello podemos pensar que papá no es importante o que no comparte una responsabilidad, no sólo en el momento de concebir al hijo, sino también durante su desarrollo a lo largo de la vida.
Las personas que hemos tenido la dicha de gozar de un padre ejemplar, amoroso, tierno, a la vez que firme, fuerte, y con una autoridad no derivada del autoritarismo, sino de su inmensa capacidad de diálogo, podemos dar fe de la importancia que tiene la figura paterna en la vida de los hijos.
Evidentemente, en este mundo de inmensa diversidad existen muchos, muchísimos tipos de padre y madre. No intento basarme en ningún estereotipo de paternidad/maternidad, sino en un arquetipo que respeta las diferencias, pero que reconoce la esencia de cada uno de esos roles.
Mamá y papá, ¡el equipo perfecto!
Tenemos que convenir en que papá y mamá tienen diferentes roles en la familia, y no me refiero al tema económico/laboral –si a uno le toca trabajar y a la otra hacerse cargo de la casa y de los hijos– porque, repito, no pretendo alimentar la concepción estereotipada que durante mucho tiempo prevaleció.
Sin embargo, cada uno, en su singularidad, en su personalidad única e irrepetible, y en sus características femeninas (ella) y masculinas (él), aportan y configuran el carácter del hijo. Sólo mamá le podrá enseñar con el ejemplo a su hija lo que es ser una mujer valiente, decidida, a la vez que dulce y amable, por poner un ejemplo.
De la misma forma, sólo papá le podrá enseñar con el ejemplo a su hijo lo que es ser un hombre en toda la extensión de la palabra y las responsabilidades que ello conlleva. Sólo él le podrá demostrar lo que es respetar a una mujer, lo que es ser el compañero fiel de una esposa, y tantas cosas que definen, en su variedad, a los diferentes hombres de este mundo.
Mamá podrá decirle a su hijo: "hijo mío, tienes que respetar a las mujeres y ser caballeroso", y quizá el hijo lo aprenda... pero no hay nada como verlo en el ejemplo de otro hombre al que admire, al que quiera y que lo quiera de vuelta.
De igual forma, papá podrá decirle a su hija: "hija mía, tienes que darte a respetar", y quizá también ella lo aprenda conceptualmente, pero no hay nada como ver a mamá dándose a respetar, y aprender con el ejemplo, con la congruencia de vida.
Hasta aquí podemos concluir que tanto papá como mamá son importantes en la familia, pero podríamos pensar que la misión de papá se limita exclusivamente a los hijos varones, y la misión de mamá a las niñas. No hay nada más falso.
Papá tiene muchísimo que aportar a sus hijas. Dependerá, en buena medida, de la concepción que aprendan ellas de "ser hombre", de lo que un hombre es, o de lo que puede esperarse de él, que ellas, a su vez, elegirán en su momento a un compañero para toda la vida.
Es bien sabido que, con frecuencia, las hijas de padres golpeadores, alcohólicos, etcétera, repiten el patrón. Quizá detestan lo que es su padre, pero esa es la concepción de masculinidad que respiraron durante toda su vida, y al momento de elegir, suelen escoger –no siempre, no debemos caer en determinismos, pero sí considerar los predisponentes– a alguien muy parecido a su padre.
Incluso, a un nivel biológico, un estudio publicado en enero de 2002 en la revista Nature Genetics, y realizado por los doctores Suma Jacob, Martha K. McClintock, Bethanne Zelano y Carole Ober, señala que la mujer elige por compañero a un hombre que tenga un olor parecido al de su padre.
Lo mismo sucede con la madre. Dependerá en mucho de la concepción de femineidad que se les forme a los hijos, su elección a futuro.
¿Qué clase de hombre quieres que sea tu hijo, y qué clase de mujer querrías que eligiera en un futuro? ¿Qué clase de mujer quieres que sea tu princesa, y a quién quisieras que escogiera llegado el momento?
Todo eso lo forjas tú, papá, mamá, desde este preciso momento. Cada palabra, cada actitud, cada gesto o reacción, están quedando grabadas en el corazón y en la mente de tus hijos. Ellos aprenden aunque tú no les enseñes, y el día de mañana tú también serás responsable de las elecciones que ellos tomen.
Yo tuve la dicha inmerecida de gozar de un padre excepcional. Lo tuve a mi lado casi 22 años, y un buen día partió, como él le llamaba, a la casa del Padre. Y aún ahora, él sigue aquí, guiándome, aconsejándome, consolándome, ejerciendo su paternidad... porque en cada una de mis decisiones lo siento presente en aquello que aprendí de él; él marcó mi alma, juntos mi madre y mi padre, la forjaron, le dieron forma, y puedo afirmar que mucho de lo que soy se lo debo a mamá y papá.
Papá sigue aquí, sus consejos y su ejemplo siguen vivos y me impulsarán durante el resto de mi vida. Así de importante es un padre y una madre: son el equipo perfecto, las únicas personas de este mundo a las que considero inmortales.
25 de junio de 2009.- Mucho se ha dicho que de lo único que se puede tener certeza en cuanto a filiación se trata, es lo referente a la maternidad. Dicho de otra manera, siempre sabremos con absoluta seguridad quién es la madre, pero el padre... ¡quién sabe!
(Luz del Carmen Abascal Olascoaga / Yo Influyo) Papá puede estar o no, pero no es indispensable más que para aportar su granito de arena en el momento de la concepción... y después de eso, pues tan tan.
El padre biológico siempre puede decir: "¡Ah no! Ese no es mi hijo... Quién sabe con quién más te habrás metido, porque yo no soy responsable de nada"; pero la madre jamás podrá decir: "¡quién sabe quién es la mamá del bebé que crece en mi seno... porque yo jamás he hecho nada para engendrar a un hijo!".
Suena obvio y quizá hasta un poco pedestre, pero es ese mismo argumento en el que se basan muchos para atribuirle a la madre la "propiedad" del hijo, así como la responsabilidad total.
Y es cierto que entre madre e hijo se establece un vínculo especial: llevar a una criatura dentro del propio ser, durante nueve meses, no es algo intrascendente, pero no por ello podemos pensar que papá no es importante o que no comparte una responsabilidad, no sólo en el momento de concebir al hijo, sino también durante su desarrollo a lo largo de la vida.
Las personas que hemos tenido la dicha de gozar de un padre ejemplar, amoroso, tierno, a la vez que firme, fuerte, y con una autoridad no derivada del autoritarismo, sino de su inmensa capacidad de diálogo, podemos dar fe de la importancia que tiene la figura paterna en la vida de los hijos.
Evidentemente, en este mundo de inmensa diversidad existen muchos, muchísimos tipos de padre y madre. No intento basarme en ningún estereotipo de paternidad/maternidad, sino en un arquetipo que respeta las diferencias, pero que reconoce la esencia de cada uno de esos roles.
Mamá y papá, ¡el equipo perfecto!
Tenemos que convenir en que papá y mamá tienen diferentes roles en la familia, y no me refiero al tema económico/laboral –si a uno le toca trabajar y a la otra hacerse cargo de la casa y de los hijos– porque, repito, no pretendo alimentar la concepción estereotipada que durante mucho tiempo prevaleció.
Sin embargo, cada uno, en su singularidad, en su personalidad única e irrepetible, y en sus características femeninas (ella) y masculinas (él), aportan y configuran el carácter del hijo. Sólo mamá le podrá enseñar con el ejemplo a su hija lo que es ser una mujer valiente, decidida, a la vez que dulce y amable, por poner un ejemplo.
De la misma forma, sólo papá le podrá enseñar con el ejemplo a su hijo lo que es ser un hombre en toda la extensión de la palabra y las responsabilidades que ello conlleva. Sólo él le podrá demostrar lo que es respetar a una mujer, lo que es ser el compañero fiel de una esposa, y tantas cosas que definen, en su variedad, a los diferentes hombres de este mundo.
Mamá podrá decirle a su hijo: "hijo mío, tienes que respetar a las mujeres y ser caballeroso", y quizá el hijo lo aprenda... pero no hay nada como verlo en el ejemplo de otro hombre al que admire, al que quiera y que lo quiera de vuelta.
De igual forma, papá podrá decirle a su hija: "hija mía, tienes que darte a respetar", y quizá también ella lo aprenda conceptualmente, pero no hay nada como ver a mamá dándose a respetar, y aprender con el ejemplo, con la congruencia de vida.
Hasta aquí podemos concluir que tanto papá como mamá son importantes en la familia, pero podríamos pensar que la misión de papá se limita exclusivamente a los hijos varones, y la misión de mamá a las niñas. No hay nada más falso.
Papá tiene muchísimo que aportar a sus hijas. Dependerá, en buena medida, de la concepción que aprendan ellas de "ser hombre", de lo que un hombre es, o de lo que puede esperarse de él, que ellas, a su vez, elegirán en su momento a un compañero para toda la vida.
Es bien sabido que, con frecuencia, las hijas de padres golpeadores, alcohólicos, etcétera, repiten el patrón. Quizá detestan lo que es su padre, pero esa es la concepción de masculinidad que respiraron durante toda su vida, y al momento de elegir, suelen escoger –no siempre, no debemos caer en determinismos, pero sí considerar los predisponentes– a alguien muy parecido a su padre.
Incluso, a un nivel biológico, un estudio publicado en enero de 2002 en la revista Nature Genetics, y realizado por los doctores Suma Jacob, Martha K. McClintock, Bethanne Zelano y Carole Ober, señala que la mujer elige por compañero a un hombre que tenga un olor parecido al de su padre.
Lo mismo sucede con la madre. Dependerá en mucho de la concepción de femineidad que se les forme a los hijos, su elección a futuro.
¿Qué clase de hombre quieres que sea tu hijo, y qué clase de mujer querrías que eligiera en un futuro? ¿Qué clase de mujer quieres que sea tu princesa, y a quién quisieras que escogiera llegado el momento?
Todo eso lo forjas tú, papá, mamá, desde este preciso momento. Cada palabra, cada actitud, cada gesto o reacción, están quedando grabadas en el corazón y en la mente de tus hijos. Ellos aprenden aunque tú no les enseñes, y el día de mañana tú también serás responsable de las elecciones que ellos tomen.
Yo tuve la dicha inmerecida de gozar de un padre excepcional. Lo tuve a mi lado casi 22 años, y un buen día partió, como él le llamaba, a la casa del Padre. Y aún ahora, él sigue aquí, guiándome, aconsejándome, consolándome, ejerciendo su paternidad... porque en cada una de mis decisiones lo siento presente en aquello que aprendí de él; él marcó mi alma, juntos mi madre y mi padre, la forjaron, le dieron forma, y puedo afirmar que mucho de lo que soy se lo debo a mamá y papá.
Papá sigue aquí, sus consejos y su ejemplo siguen vivos y me impulsarán durante el resto de mi vida. Así de importante es un padre y una madre: son el equipo perfecto, las únicas personas de este mundo a las que considero inmortales.
martes, 23 de junio de 2009
Ser feliz conlleva estar en paz con Dios, contigo mismo y con los demás / Autores: Conchi Vaquero y Arturo López
Esperar en el Señor en toda situación y acontecimiento de nuestra vida es engendrar al Hijo de Dios en el corazón. Conservar la esperanza y hacerla crecer cuando las dificultades y la contrariedades salen a nuestro encuentro es a veces muy cansado y erosionante.
El sufrimiento y el dolor pueden desalentarnos, deprimirnos y hacernos vivir en una oscuridad que nos desoriente y nos haga caminar como ovejas sin pastor. Es una sensación de vacío, en la cual no comprendemos porque vivimos esta experiencia si hemos querido ser fieles al Señor.
Dejarnos llevar al desierto
Nos sentimos abandonados y desolados. Es como si hubiéramos sido ubicados de repente en medio de un desierto sin caminos, sin nada para subsistir y nadie a quien acudir. El desierto es el lugar de la conversión, de hacer frente al mal, de llenarse de Dios para abrir caminos que lleven la Buena Noticia del Reino.
Juan el Bautista se va al desierto ha hacer una vida austera. Es allí donde empieza a anunciar que hay que arrepentirse de los pecados. Lo hace encontrando a Dios en el silencio y la soledad. Jesús es conducido por el Espíritu Santo al desierto, para ser tentado por el Diablo que utiliza fragmentos de la Palabra de Dios. Nosotros también somos llevados a desierto por el Señor para hacernos crecer en conversión y fidelidad a Él.
Cada día debemos mantener relaciones familiares, laborales y sociales. Antes de empezar la jornada es necesario dejarnos llevar al desierto por el Señor pidiendo desde el fondo del corazón la conversión de los pecados y las faltas del día anterior y de toda la vida. En la medida que tomemos consciencia que nuestras acciones y actitudes son desiertos sin caminos si no son iluminados por Dios podremos crecer en gracia, sabiduría, misericordia y santidad.
La conversión de los pecados durará toda la vida pero seremos llenados por la gracia de Dios proporcionalmente al arrepentimiento real, al perdón y a la necesidad vital que tengamos de la Santísima Trinidad. Sólo levantarnos debemos declararnos pobres de espíritu y débiles, mirando en nuestro interior, pero muy sedientos de la presencia y la luz del Altísimo.
La historia de la aguja y el alfiler
A veces somos purificados y probados por el Señor para consolidar en nuestro corazón su voluntad. El sufrimiento y el dolor son reacciones humanas a las dificultades y al mal, pero no son el MAL. Dios no quiere que seamos afectados por el mal y cuando nos alcanza, por nuestros actos y pecados o por los de los demás, el Padre del Cielo desea rescatarnos haciendo concurrir todo para nuestro bien. Dios es el único que ha vencido el mal con el nacimiento de Cristo, su muerte y su resurrección. De nuestros actos de muerte el Señor sólo anhela darnos nueva vida. En ocasiones debemos sentirnos débiles para acogernos al crecimiento que Dios quiere regalarnos. Nos pasa como a la aguja y al alfiler de la siguiente historia:
Un alfiler y una aguja encontrándose en una cesta de labores y no teniendo nada qué hacer, empezaron a reñir, entablándose la siguiente disputa:
¿De qué utilidad eres tú? Dijo el alfiler a la aguja; y ¿cómo piensas pasar la vida sin cabeza?
-Y a ti respondió la aguja con tono agudo, ¿de qué te sirve la cabeza si no tienes ojo?
-¿Y de qué te sirve un ojo si siempre tienes algo en él?
-Pues yo, con algo en mi ojo puedo hacer mucho más que tú.
-Sí; pero tu vida será muy corta pues depende de tu hilo.
Mientras hablaban así el alfiler y la aguja, entró una niña deseando coser. Tomó la aguja y echó mano a la obra por algunos momentos; pero tuvo la mala suerte de que se rompiera el ojo de la aguja. Después cogió el alfiler, y atándole el hilo a la cabeza procuró acabar su labor; pero tal fue la fuerza empleada que le arrancó la cabeza y disgustada lo echo con la aguja en la cesta y se fue.
Aquí estamos de nuevo se dijeron, parece que el infortunio nos ha hecho comprender nuestra pequeñez; no tenemos ya motivo para reñir. ¡Cómo nos asemejamos a los seres humanos que disputan acerca de sus dones y aptitudes hasta que los pierden, y luego… echados en el polvo, como nosotros, descubren que son hermanos!
El pecado: pozo, cueva y oscuridad
La cesta de la aguja y el alfiler equivalen a los pozos, cuevas y oscuridades en los que nos vemos hundidos como consecuencia del pecado y de todo lo que hacemos sin contar con la gracia de Dios. A diferencia de la Aguja y del Alfiler, que son dejados en la cesta, nosotros tenemos la posibilidad de ser rescatados por el Señor. Sólo necesitamos arrepentirnos y reconocer que sin el Altísimo nada podemos. En Flp 4, 13 se confirma: "Todo lo puedo en Aquel que me conforta". Pablo en 2 Cor 4, 7 nos define como caminamos en medio del espíritu del mundo peregrinando hacia el corazón de Dios: "Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros."
El profeta Isaias nos habla de acogernos a la Salvación de Cristo en Is. 55, 6-11:
"¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar,
llámenlo mientras está cerca!
Que el malvado abandone su camino
y el hombre perverso, sus pensamientos;
que vuelva al Señor, y Él le tendrá compasión,
a nuestro Dios, que es generoso en perdonar.
Porque los pensamientos de ustedes no son los míos,
ni los caminos de ustedes son mis caminos
–oráculo del Señor–.
Como el cielo se alza por encima de la tierra,
así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos
a los caminos y a los pensamientos de ustedes.
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come,
así sucede con la palabra que sale de mi boca:
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé."
La esperanza y la escucha son actitudes activas
Cada instante que respiramos tenemos que dejar a Dios que nos guíe por sus caminos. Preguntemos al Señor con asiduidad manifiesta: ¿qué quieres que haga ante este suceso, dificultad o persona?. Para abrir caminos y allanar las sendas hacia la vida perdurable produciendo frutos que permanezcan, hay que tener la humildad de decir siempre: "habla Señor que tu siervo escucha".
La esperanza y la escucha son dos actitudes de fe cristiana activas y no pasivas. La esperanza es creer que Dios es fiel, nos ama profundamente como hijos suyos y seres únicos irrepetibles. Esperamos vivir en la presencia de Dios, rescatados del pecado por la muerte de Cristo. Esa salvación ya ha sido realizada. Si creemos que Dios nos creó de la nada para vivir eternamente y que Cristo murió y resucitó no podemos sentirnos abandonados por quien entregó a su Hijo por el perdón de nuestros pecados. La esperanza es acogernos a la salvación de Jesucristo renunciando al pecado y a la muerte. Como explicó el ángel a José y se narra en Mt. 1, 21: " Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".
Acogernos a la gracia de Dios para renunciar al pecado
Instaurar el Reino, acoger al Mesías, a Emmanuel, a Dios con nosotros, supone renunciar a todo pecado. Tomar conciencia de nuestras debilidades no consiste en sentirnos acusados por Dios. Todo lo contrario, supone acogernos a su gracia para que nos libre de todo pecado como se afirma en 1ª Jn. 1,7-9: "Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. Si decimos: "No tenemos pecado", nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia."
El camino real lo señala el Bautista cuando en Jn. 1,29 proclama:
"Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: "He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo."
En la carta a los Romanos S. Pablo se refiere al pecado:
* "todos pecaron y están privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser él justo y justificador del que cree en Jesús." (Rom. 3,23-26)
* "En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo!" (Rom. 5,17)
* "¿Qué diremos, pues? ¿Que debemos permanecer en el pecado para que la gracia se multiplique? ¡De ningún modo! Los que hemos muerto al pecado ¿cómo seguir viviendo en él? " (Rom. 6,1-2)
* "Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don gratuito de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." (Rom. 6,23)
En 1 Pe. 2, 20-25 se muestra como andar detrás del Mesías:
"¿Pues qué gloria hay en soportar los golpes cuando habéis faltado? Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios. Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus huellas. El que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño; el que, al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se ponía en manos de Aquel que juzga con justicia; el mismo que, sobre el madero, llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con cuyas heridas habéis sido curados. Erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras almas."
El perdón y la reconciliación con Dios
El hombre viejo debe dejar paso al hombre nuevo. Sí cambia nuestro corazón también tendremos otras maneras de actuar. Pablo lo explica en Ef. 4, 25-32:
"Por tanto, desechando la mentira, hablad con verdad cada cual con su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros. Si os airáis, no pequéis; no se ponga el sol mientras estéis airados, ni deis ocasión al Diablo. El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda hacer partícipe al que se halle en necesidad. No salga de vuestra boca palabra dañosa, sino la que sea conveniente para edificar según la necesidad y hacer el bien a los que os escuchen. No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención. Toda acritud, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre vosotros. Sed más bien buenos entre vosotros, entrañables, perdonándoos mutuamente como os perdonó Dios en Cristo."
El sacramento de la reconciliación debe ser una práctica de esperanza y salvación en nuestra vida, no un sacrificio. Cuando recibimos la gracia de Dios, el perdón de los pecados, estamos cumpliendo su voluntad. Él está contra el pecado y el mal pero no puede de ninguna manera rechazar y querer humillar a sus hijos amados. Dios abomina el pecado y el mal, pero siempre quiere rescatar, a quienes pecamos, de toda consecuencia negativa que hayamos podido sufrir al cometer nuestras faltas. S. Pablo lo escribe en su carta 2ª Co. 5, 18-21:
"Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios! A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él."
Discernir los pecados propios
La esperanza se alimenta con la escucha de la Palabra de Dios para poder hacerla vida y cerrar las cicatrices emocionales y espirituales provocadas por el pecado. La interiorización de la Palabra de Dios y de nuestras debilidades poniéndolas una frente a las otras, hará que nuestras heridas de muerte se conviertan por la sangre de Jesucristo en llagas luminosas de amor como las del Señor resucitado. Esas heridas cicatrizadas deben servir para curar, imitando al samaritano. Nuestras llagas han de mostrar el rostro de Cristo a quienes están tirados al borde del camino, para que los habilite y le puedan seguir.
El problema que tenemos en nuestro crecimiento espiritual es discernir a veces los pecados propios. Nos es muy fácil detectar la brizna en el ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro. Pidamos continuamente al Espíritu Santo que nos haga presentes nuestros pecados ocultos, aquellos que justificamos como actos hechos con buena intención. Todos cometemos pecados de falta de amor, fe, esperanza, orgullo, egoísmo, vanidad, pereza, soberbia, juicios y críticas, ira y mal genio, mentiras, palabrotas, resentimientos, gula, impaciencia...
Juzgamos a los demás sin interiorizar la mirada que Jesús tuvo con la adúltera. Muchas veces incluso somos muy rápidos y nos creemos con méritos para lanzar piedras contra el hermano pecador creyéndonos superiores. También protagonizamos pecados ocultos de omisión. Estamos convencidos que cuando una persona tiene un problema en la vida seguramente se lo habrá buscado. En lugar de ofrecerle la mano de Cristo amorosa que habita en nuestro corazón nos desentendemos totalmente.
Abre la cortina de tu corazón
"¿Dónde está Dios?" nos preguntamos muy a menudo. Aquí mismo. Dios está dentro de tu corazón, a tu lado. La única razón por la cual puedes no estar experimentando todo el poder de la Luz de Dios es porque se encuentra escondida detrás de una cortina. El ser ruin, odioso, interesado, egoísta... es una cortina. Afortunadamente, cada vez que actúas de acuerdo con la voluntad de Dios, de una forma tolerante, considerada, sin egoísmo, la cortina se corre. Mantén en mente que la Luz de Dios nunca cambia. Permanece constante. Tienes el libre albedrío de eliminar la cortina que envuelve tu corazón y atraer más Luz de Dios a tu mundo, o mantener cerrada la cortina y aumentar la oscuridad.
Hoy, revela toda la intensidad de la luminosidad del Señor. Haz algo por alguien sin ninguna razón. Sirve a otros antes de servirte a ti mismo. Tómate a ti mismo un poco menos en serio y un poco más a los demás.
Dios no toma en cuenta las veces que caemos, sino las que nos levantamos. Su amor arropa el dolor de su pueblo. El escucha nuestra oración, nos sana y nos guía al camino correcto.
El fin no justifica los medios
Nuestra vida cotidiana, llena de ocupaciones, nos hace vivir a un ritmo frenético aun en la rutina. Creemos en Dios y queremos dejarnos guiar por su Palabra, pero nuestro egoísmo nos lleva a faltar continuamente, sin ser conscientes, contra el primer mandamiento: "Amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas". Muchas veces no tenemos en cuenta al Señor asumiendo pragmáticamente que la paz consiste en solucionar problemas de la forma más ágil posible. Todos nuestros actos tienen consecuencias y si los realizamos sin orar y con la ausencia de la mirada de Dios conseguimos "hacer el mal que no quiero y dejar de hacer el bien que deseaba" como explicaba S. Pablo a las primeras comunidades cristianas.
La Virgen María en la Anunciación nos enseña con su actitud que el fin no justifica los medios. Al recibir el anuncio del ángel ella no responde de inmediato. Como persona de fe de su tiempo pregunta: "¿cómo será esto?". Sólo al recibir la respuesta de parte de Dios da su "SI". Si hubiera discernido que la forma en que debía cumplirse lo anunciado contradecía la Palabra de Dios y sus mandamientos no habría aceptado.
Aprende a besar con la mirada de Dios
El camino adecuado lo podremos abrir a los demás en su desierto particular si dejamos primero al Señor que nos alimente de su Palabra de Vida en nuestra soledad. Entonces iremos aprendiendo a besar nuestra alma y la de nuestros semejantes con la mirada de Dios:
El alma se nutre de la Palabra de Dios, como el cuerpo de la comida. El alma necesita ser alimentada la fortaleza del Amor para cumplir la misión para la cual hemos sido creados: Amar. Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión, y nunca juzgar a nadie, simplemente aceptar Las personas como son ...Sólo Dios puede enseñarnos.
Besar el alma es abrazarse cuando hay soledad, cuando se está triste ... Sin decir nada, solo sostenerse con ese abrazo de apoyo. Dios está siempre con nosotros y nos enseña como acompañar.
Besar el alma, es sentarse juntos cuando no hay necesidad de hablar, cuando solo hace falta el silencio , el no hacer preguntas ....Dios habla en el silencio del desierto: aprendamos su lenguaje de Amor. Dejemonos enseñar a comunicarnos con su mirada y a escuchar a los demás.
Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo fortaleciendo esa esperanza de vida y de compañía. Dios tiene siempre las manos abiertas para acogernos y fortalecernos. Deposita la fortaleza que recibes del Altísimo en el corazón débil del hermano.
Besar el alma, es decir un te quiero con la mirada ...Dios te creó de la nada con una mirada de amor y te ama eternamente. Muestra el rostro de el Padre acogiendo al Hijo Pródigo.
Besar el alma.... Es fácil , solo basta que decidamos bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos rodea y nos consume. Apoyemonos en la promesa de Jesús: "Estaré con vosotros hasta el fin del mundo."
Besar el alma...¡¡¡ Cuantos de nosotros necesitamos de ese beso en el alma que Dios desea darte cada instante de tu vida. Abrazate a su Amor!!!
Por eso debemos comprender que :
Exactamente, la Felicidad es :
ESTAR EN PAZ CON DIOS!
ESTAR EN PAZ CONTIGO!
ESTAR EN PAZ CON TODO EL MUNDO!
Oremos:
Te doy gracias, Dios mío, por haberme creado, redimido,
hecho cristiano y conservado la vida.
Te ofrezco mis pensamientos, palabras y obras de este día.
No permitas que Te ofenda y dame fortaleza para huir de las ocasiones de pecar.
Haz que crezca mi amor hacia Ti y hacia los demás.
Quisiera
armar en estos
días
un árbol dentro de mi
corazón.
Y colgar en cada rama
los nombres
de todos mis amigos. Los de cerca
y los de lejos. Los de siempre y los de
ahora.
Los que veo cada día, y los que raramente
encuentro.
Los de siempre recordados y los que a veces se me
olvidan.
Los constantes y los inconstantes. Los de las horas
difíciles, y los de las horas alegres. A los que sin querer
herí y sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco
profundamente, y aquellos a quienes conozco apenas por sus
apariencias.
Los que me deben y a quienes debo mucho. Mis amigos humildes
y mis amigos importantes. Los nombro a todos y a los que pasaron
por mi vida.
Un árbol de raíces profundas para que sus nombres nunca sean arrancados
de mi corazón, y que al florecer en un tiempo traiga esperanza, amor y paz.
Y que siempre, Señor, nos podamos encontrar para compartir
esperanza,
derramando un poco
de felicidad en aquellos
que todo lo han perdido.
Que Dios en su infinita Misericordia derrame sobre nosotros una lluvia de bendiciones! Que Jesús reparta abundamentemente las gracias que necesitemos! El Espíritu Santo nos fortalezca para la lucha diaria y haga de este día un eterno descubrir el Amor del Padre en todas las dimensiones de nuestras vidas! Y nuestra amada madre la Santísima Virgen María nos cobije con su manto maternal y nos forme en su vientre purísimo así como lo hizo con Jesús!
Esperar en el Señor en toda situación y acontecimiento de nuestra vida es engendrar al Hijo de Dios en el corazón. Conservar la esperanza y hacerla crecer cuando las dificultades y la contrariedades salen a nuestro encuentro es a veces muy cansado y erosionante.
El sufrimiento y el dolor pueden desalentarnos, deprimirnos y hacernos vivir en una oscuridad que nos desoriente y nos haga caminar como ovejas sin pastor. Es una sensación de vacío, en la cual no comprendemos porque vivimos esta experiencia si hemos querido ser fieles al Señor.
Dejarnos llevar al desierto
Nos sentimos abandonados y desolados. Es como si hubiéramos sido ubicados de repente en medio de un desierto sin caminos, sin nada para subsistir y nadie a quien acudir. El desierto es el lugar de la conversión, de hacer frente al mal, de llenarse de Dios para abrir caminos que lleven la Buena Noticia del Reino.
Juan el Bautista se va al desierto ha hacer una vida austera. Es allí donde empieza a anunciar que hay que arrepentirse de los pecados. Lo hace encontrando a Dios en el silencio y la soledad. Jesús es conducido por el Espíritu Santo al desierto, para ser tentado por el Diablo que utiliza fragmentos de la Palabra de Dios. Nosotros también somos llevados a desierto por el Señor para hacernos crecer en conversión y fidelidad a Él.
Cada día debemos mantener relaciones familiares, laborales y sociales. Antes de empezar la jornada es necesario dejarnos llevar al desierto por el Señor pidiendo desde el fondo del corazón la conversión de los pecados y las faltas del día anterior y de toda la vida. En la medida que tomemos consciencia que nuestras acciones y actitudes son desiertos sin caminos si no son iluminados por Dios podremos crecer en gracia, sabiduría, misericordia y santidad.
La conversión de los pecados durará toda la vida pero seremos llenados por la gracia de Dios proporcionalmente al arrepentimiento real, al perdón y a la necesidad vital que tengamos de la Santísima Trinidad. Sólo levantarnos debemos declararnos pobres de espíritu y débiles, mirando en nuestro interior, pero muy sedientos de la presencia y la luz del Altísimo.
La historia de la aguja y el alfiler
A veces somos purificados y probados por el Señor para consolidar en nuestro corazón su voluntad. El sufrimiento y el dolor son reacciones humanas a las dificultades y al mal, pero no son el MAL. Dios no quiere que seamos afectados por el mal y cuando nos alcanza, por nuestros actos y pecados o por los de los demás, el Padre del Cielo desea rescatarnos haciendo concurrir todo para nuestro bien. Dios es el único que ha vencido el mal con el nacimiento de Cristo, su muerte y su resurrección. De nuestros actos de muerte el Señor sólo anhela darnos nueva vida. En ocasiones debemos sentirnos débiles para acogernos al crecimiento que Dios quiere regalarnos. Nos pasa como a la aguja y al alfiler de la siguiente historia:
Un alfiler y una aguja encontrándose en una cesta de labores y no teniendo nada qué hacer, empezaron a reñir, entablándose la siguiente disputa:
¿De qué utilidad eres tú? Dijo el alfiler a la aguja; y ¿cómo piensas pasar la vida sin cabeza?
-Y a ti respondió la aguja con tono agudo, ¿de qué te sirve la cabeza si no tienes ojo?
-¿Y de qué te sirve un ojo si siempre tienes algo en él?
-Pues yo, con algo en mi ojo puedo hacer mucho más que tú.
-Sí; pero tu vida será muy corta pues depende de tu hilo.
Mientras hablaban así el alfiler y la aguja, entró una niña deseando coser. Tomó la aguja y echó mano a la obra por algunos momentos; pero tuvo la mala suerte de que se rompiera el ojo de la aguja. Después cogió el alfiler, y atándole el hilo a la cabeza procuró acabar su labor; pero tal fue la fuerza empleada que le arrancó la cabeza y disgustada lo echo con la aguja en la cesta y se fue.
Aquí estamos de nuevo se dijeron, parece que el infortunio nos ha hecho comprender nuestra pequeñez; no tenemos ya motivo para reñir. ¡Cómo nos asemejamos a los seres humanos que disputan acerca de sus dones y aptitudes hasta que los pierden, y luego… echados en el polvo, como nosotros, descubren que son hermanos!
El pecado: pozo, cueva y oscuridad
La cesta de la aguja y el alfiler equivalen a los pozos, cuevas y oscuridades en los que nos vemos hundidos como consecuencia del pecado y de todo lo que hacemos sin contar con la gracia de Dios. A diferencia de la Aguja y del Alfiler, que son dejados en la cesta, nosotros tenemos la posibilidad de ser rescatados por el Señor. Sólo necesitamos arrepentirnos y reconocer que sin el Altísimo nada podemos. En Flp 4, 13 se confirma: "Todo lo puedo en Aquel que me conforta". Pablo en 2 Cor 4, 7 nos define como caminamos en medio del espíritu del mundo peregrinando hacia el corazón de Dios: "Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros."
El profeta Isaias nos habla de acogernos a la Salvación de Cristo en Is. 55, 6-11:
"¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar,
llámenlo mientras está cerca!
Que el malvado abandone su camino
y el hombre perverso, sus pensamientos;
que vuelva al Señor, y Él le tendrá compasión,
a nuestro Dios, que es generoso en perdonar.
Porque los pensamientos de ustedes no son los míos,
ni los caminos de ustedes son mis caminos
–oráculo del Señor–.
Como el cielo se alza por encima de la tierra,
así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos
a los caminos y a los pensamientos de ustedes.
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo
y no vuelven a él sin haber empapado la tierra,
sin haberla fecundado y hecho germinar,
para que dé la semilla al sembrador
y el pan al que come,
así sucede con la palabra que sale de mi boca:
ella no vuelve a mí estéril,
sino que realiza todo lo que yo quiero
y cumple la misión que yo le encomendé."
La esperanza y la escucha son actitudes activas
Cada instante que respiramos tenemos que dejar a Dios que nos guíe por sus caminos. Preguntemos al Señor con asiduidad manifiesta: ¿qué quieres que haga ante este suceso, dificultad o persona?. Para abrir caminos y allanar las sendas hacia la vida perdurable produciendo frutos que permanezcan, hay que tener la humildad de decir siempre: "habla Señor que tu siervo escucha".
La esperanza y la escucha son dos actitudes de fe cristiana activas y no pasivas. La esperanza es creer que Dios es fiel, nos ama profundamente como hijos suyos y seres únicos irrepetibles. Esperamos vivir en la presencia de Dios, rescatados del pecado por la muerte de Cristo. Esa salvación ya ha sido realizada. Si creemos que Dios nos creó de la nada para vivir eternamente y que Cristo murió y resucitó no podemos sentirnos abandonados por quien entregó a su Hijo por el perdón de nuestros pecados. La esperanza es acogernos a la salvación de Jesucristo renunciando al pecado y a la muerte. Como explicó el ángel a José y se narra en Mt. 1, 21: " Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".
Acogernos a la gracia de Dios para renunciar al pecado
Instaurar el Reino, acoger al Mesías, a Emmanuel, a Dios con nosotros, supone renunciar a todo pecado. Tomar conciencia de nuestras debilidades no consiste en sentirnos acusados por Dios. Todo lo contrario, supone acogernos a su gracia para que nos libre de todo pecado como se afirma en 1ª Jn. 1,7-9: "Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. Si decimos: "No tenemos pecado", nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia."
El camino real lo señala el Bautista cuando en Jn. 1,29 proclama:
"Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: "He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo."
En la carta a los Romanos S. Pablo se refiere al pecado:
* "todos pecaron y están privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser él justo y justificador del que cree en Jesús." (Rom. 3,23-26)
* "En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo!" (Rom. 5,17)
* "¿Qué diremos, pues? ¿Que debemos permanecer en el pecado para que la gracia se multiplique? ¡De ningún modo! Los que hemos muerto al pecado ¿cómo seguir viviendo en él? " (Rom. 6,1-2)
* "Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don gratuito de Dios, la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." (Rom. 6,23)
En 1 Pe. 2, 20-25 se muestra como andar detrás del Mesías:
"¿Pues qué gloria hay en soportar los golpes cuando habéis faltado? Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios. Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus huellas. El que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño; el que, al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se ponía en manos de Aquel que juzga con justicia; el mismo que, sobre el madero, llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con cuyas heridas habéis sido curados. Erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras almas."
El perdón y la reconciliación con Dios
El hombre viejo debe dejar paso al hombre nuevo. Sí cambia nuestro corazón también tendremos otras maneras de actuar. Pablo lo explica en Ef. 4, 25-32:
"Por tanto, desechando la mentira, hablad con verdad cada cual con su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros. Si os airáis, no pequéis; no se ponga el sol mientras estéis airados, ni deis ocasión al Diablo. El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda hacer partícipe al que se halle en necesidad. No salga de vuestra boca palabra dañosa, sino la que sea conveniente para edificar según la necesidad y hacer el bien a los que os escuchen. No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención. Toda acritud, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre vosotros. Sed más bien buenos entre vosotros, entrañables, perdonándoos mutuamente como os perdonó Dios en Cristo."
El sacramento de la reconciliación debe ser una práctica de esperanza y salvación en nuestra vida, no un sacrificio. Cuando recibimos la gracia de Dios, el perdón de los pecados, estamos cumpliendo su voluntad. Él está contra el pecado y el mal pero no puede de ninguna manera rechazar y querer humillar a sus hijos amados. Dios abomina el pecado y el mal, pero siempre quiere rescatar, a quienes pecamos, de toda consecuencia negativa que hayamos podido sufrir al cometer nuestras faltas. S. Pablo lo escribe en su carta 2ª Co. 5, 18-21:
"Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios! A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él."
Discernir los pecados propios
La esperanza se alimenta con la escucha de la Palabra de Dios para poder hacerla vida y cerrar las cicatrices emocionales y espirituales provocadas por el pecado. La interiorización de la Palabra de Dios y de nuestras debilidades poniéndolas una frente a las otras, hará que nuestras heridas de muerte se conviertan por la sangre de Jesucristo en llagas luminosas de amor como las del Señor resucitado. Esas heridas cicatrizadas deben servir para curar, imitando al samaritano. Nuestras llagas han de mostrar el rostro de Cristo a quienes están tirados al borde del camino, para que los habilite y le puedan seguir.
El problema que tenemos en nuestro crecimiento espiritual es discernir a veces los pecados propios. Nos es muy fácil detectar la brizna en el ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro. Pidamos continuamente al Espíritu Santo que nos haga presentes nuestros pecados ocultos, aquellos que justificamos como actos hechos con buena intención. Todos cometemos pecados de falta de amor, fe, esperanza, orgullo, egoísmo, vanidad, pereza, soberbia, juicios y críticas, ira y mal genio, mentiras, palabrotas, resentimientos, gula, impaciencia...
Juzgamos a los demás sin interiorizar la mirada que Jesús tuvo con la adúltera. Muchas veces incluso somos muy rápidos y nos creemos con méritos para lanzar piedras contra el hermano pecador creyéndonos superiores. También protagonizamos pecados ocultos de omisión. Estamos convencidos que cuando una persona tiene un problema en la vida seguramente se lo habrá buscado. En lugar de ofrecerle la mano de Cristo amorosa que habita en nuestro corazón nos desentendemos totalmente.
Abre la cortina de tu corazón
"¿Dónde está Dios?" nos preguntamos muy a menudo. Aquí mismo. Dios está dentro de tu corazón, a tu lado. La única razón por la cual puedes no estar experimentando todo el poder de la Luz de Dios es porque se encuentra escondida detrás de una cortina. El ser ruin, odioso, interesado, egoísta... es una cortina. Afortunadamente, cada vez que actúas de acuerdo con la voluntad de Dios, de una forma tolerante, considerada, sin egoísmo, la cortina se corre. Mantén en mente que la Luz de Dios nunca cambia. Permanece constante. Tienes el libre albedrío de eliminar la cortina que envuelve tu corazón y atraer más Luz de Dios a tu mundo, o mantener cerrada la cortina y aumentar la oscuridad.
Hoy, revela toda la intensidad de la luminosidad del Señor. Haz algo por alguien sin ninguna razón. Sirve a otros antes de servirte a ti mismo. Tómate a ti mismo un poco menos en serio y un poco más a los demás.
Dios no toma en cuenta las veces que caemos, sino las que nos levantamos. Su amor arropa el dolor de su pueblo. El escucha nuestra oración, nos sana y nos guía al camino correcto.
El fin no justifica los medios
Nuestra vida cotidiana, llena de ocupaciones, nos hace vivir a un ritmo frenético aun en la rutina. Creemos en Dios y queremos dejarnos guiar por su Palabra, pero nuestro egoísmo nos lleva a faltar continuamente, sin ser conscientes, contra el primer mandamiento: "Amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas". Muchas veces no tenemos en cuenta al Señor asumiendo pragmáticamente que la paz consiste en solucionar problemas de la forma más ágil posible. Todos nuestros actos tienen consecuencias y si los realizamos sin orar y con la ausencia de la mirada de Dios conseguimos "hacer el mal que no quiero y dejar de hacer el bien que deseaba" como explicaba S. Pablo a las primeras comunidades cristianas.
La Virgen María en la Anunciación nos enseña con su actitud que el fin no justifica los medios. Al recibir el anuncio del ángel ella no responde de inmediato. Como persona de fe de su tiempo pregunta: "¿cómo será esto?". Sólo al recibir la respuesta de parte de Dios da su "SI". Si hubiera discernido que la forma en que debía cumplirse lo anunciado contradecía la Palabra de Dios y sus mandamientos no habría aceptado.
Aprende a besar con la mirada de Dios
El camino adecuado lo podremos abrir a los demás en su desierto particular si dejamos primero al Señor que nos alimente de su Palabra de Vida en nuestra soledad. Entonces iremos aprendiendo a besar nuestra alma y la de nuestros semejantes con la mirada de Dios:
El alma se nutre de la Palabra de Dios, como el cuerpo de la comida. El alma necesita ser alimentada la fortaleza del Amor para cumplir la misión para la cual hemos sido creados: Amar. Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión, y nunca juzgar a nadie, simplemente aceptar Las personas como son ...Sólo Dios puede enseñarnos.
Besar el alma es abrazarse cuando hay soledad, cuando se está triste ... Sin decir nada, solo sostenerse con ese abrazo de apoyo. Dios está siempre con nosotros y nos enseña como acompañar.
Besar el alma, es sentarse juntos cuando no hay necesidad de hablar, cuando solo hace falta el silencio , el no hacer preguntas ....Dios habla en el silencio del desierto: aprendamos su lenguaje de Amor. Dejemonos enseñar a comunicarnos con su mirada y a escuchar a los demás.
Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo fortaleciendo esa esperanza de vida y de compañía. Dios tiene siempre las manos abiertas para acogernos y fortalecernos. Deposita la fortaleza que recibes del Altísimo en el corazón débil del hermano.
Besar el alma, es decir un te quiero con la mirada ...Dios te creó de la nada con una mirada de amor y te ama eternamente. Muestra el rostro de el Padre acogiendo al Hijo Pródigo.
Besar el alma.... Es fácil , solo basta que decidamos bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos rodea y nos consume. Apoyemonos en la promesa de Jesús: "Estaré con vosotros hasta el fin del mundo."
Besar el alma...¡¡¡ Cuantos de nosotros necesitamos de ese beso en el alma que Dios desea darte cada instante de tu vida. Abrazate a su Amor!!!
Por eso debemos comprender que :
Exactamente, la Felicidad es :
ESTAR EN PAZ CON DIOS!
ESTAR EN PAZ CONTIGO!
ESTAR EN PAZ CON TODO EL MUNDO!
Oremos:
Te doy gracias, Dios mío, por haberme creado, redimido,
hecho cristiano y conservado la vida.
Te ofrezco mis pensamientos, palabras y obras de este día.
No permitas que Te ofenda y dame fortaleza para huir de las ocasiones de pecar.
Haz que crezca mi amor hacia Ti y hacia los demás.
Quisiera
armar en estos
días
un árbol dentro de mi
corazón.
Y colgar en cada rama
los nombres
de todos mis amigos. Los de cerca
y los de lejos. Los de siempre y los de
ahora.
Los que veo cada día, y los que raramente
encuentro.
Los de siempre recordados y los que a veces se me
olvidan.
Los constantes y los inconstantes. Los de las horas
difíciles, y los de las horas alegres. A los que sin querer
herí y sin querer me hirieron. Aquellos a quienes conozco
profundamente, y aquellos a quienes conozco apenas por sus
apariencias.
Los que me deben y a quienes debo mucho. Mis amigos humildes
y mis amigos importantes. Los nombro a todos y a los que pasaron
por mi vida.
Un árbol de raíces profundas para que sus nombres nunca sean arrancados
de mi corazón, y que al florecer en un tiempo traiga esperanza, amor y paz.
Y que siempre, Señor, nos podamos encontrar para compartir
esperanza,
derramando un poco
de felicidad en aquellos
que todo lo han perdido.
Que Dios en su infinita Misericordia derrame sobre nosotros una lluvia de bendiciones! Que Jesús reparta abundamentemente las gracias que necesitemos! El Espíritu Santo nos fortalezca para la lucha diaria y haga de este día un eterno descubrir el Amor del Padre en todas las dimensiones de nuestras vidas! Y nuestra amada madre la Santísima Virgen María nos cobije con su manto maternal y nos forme en su vientre purísimo así como lo hizo con Jesús!
"El verdadero secreto de la felicidad"
Para poder profundizar más en este tema te invitamos a ver el programa de la EWTN "De corazón a corazón" en el cual la hermana Gabriella aborda el tema de "el verdadero secreto de la felicidad".
Vídeo 1
Vídeo 2
Vídeo 3
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