* «Jesucristo vino por mí. Él es mi amigo, mi Dios, mi Creador. Cuando Él vino a este mundo, enseñó a la gente, predicó a las personas. Él ha dado su vida por mí. Y ha venido a la tierra y me ha salvado de mis pecados, ha muerto para salvarme del pecado… Iré a testimoniar a Cristo, a predicar el Evangelio teniendo un respeto por la fe de cada cual, sea éste budista o musulmán, llevaré la Buena Noticia y seguiré el ejemplo del Papa Francisco de trabajar por los seres humanos. Serviré a mi pueblo en la parroquia del Sagrado Corazón en Suihari… Amaré a mi gente, a los pobres e inválidos, a cristianos y a musulmanes»
* «A vosotros, queridos hijos, que vais a ser ordenados presbíteros, os incumbirá, en la parte que os corresponde, la función de enseñar en nombre de Cristo, el Maestro. Transmitid a todos la Palabra de Dios que habéis recibido con alegría. Y al meditar en la ley del Señor, procurad creer lo que leéis, enseñar lo que creéis y practicar lo que enseñáis. Que vuestra enseñanza sea alimento para el pueblo de Dios; que vuestra vida sea un estímulo para los discípulos de Cristo, a fin de que con vuestra palabra y vuestro ejemplo se vaya edificando la casa, que es la Iglesia de Dios»