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jueves, 12 de septiembre de 2024

Palabra de Vida 12/9/2024: «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso» / Por P. Jesús Higueras


Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 12 de septiembre de 2024, jueves de la 23ª semana de Tiempo Ordinario, el Santísimo Nombre de María, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 6, 27-38:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.

Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.

Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien solo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.

Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.

Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.

Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».

Adoración Eucarística con el P. José Aurelio Martín en la Basílica de la Concepción de Madrid, 12-9-2024


12 de septiembre de 2024.- (Camino Católico) Adoración al Santísimo Sacramento con el P. José Aurelio Martín, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.

Oración al Santísimo Nombre de María invocando su protección / Por P. Carlos García Malo



* «Qué dulce es tu nombre María y cómo se estremecen de emoción los labios al pronunciarlo, como el arcángel Gabriel en la anunciación… Que mirándote en cualquier imagen o advocación al pronunciar el dulce nombre de María sintamos tu manto protector que nos cobija y abraza con la «dulzura y ternura» que sólo una madre sabe dar»

Camino Católico.-  Cada 12 de septiembre la Iglesia celebra el Santísimo Nombre de la Madre de Dios que San Lucas señala en su Evangelio para veneración de todos los cristianos: “el nombre de la virgen era María” (Lc. 1, 27).

En el libro “El secreto admirable del Santísimo Rosario” (p. 68), San Luis María Grignion de Montfort cuenta que la Virgen, llevando sobre el pecho la salutación angélica escrita en letras de oro, se le apareció a Santa Matilde y le dijo:

“El nombre de María, que significa Señora de la luz, indica que Dios me colmó de sabiduría y luz, como astros brillantes, para iluminar los cielos y la tierra”.

Invoquemos el Santísimo Nombre de María pidiendo su protección:


María, nombre sencillo y completo a la vez.

«Excelsa» pensaron tus Padres Joaquín y Ana pues intuyeron algo divino en el regalo que Dios les otorgó al tenerte por hija.

«Amada de Dios», pues en ti se volcó todo el amor trinitario al gestarse en tu vientre el fruto que trajo la redención, Jesús.

Qué dulce es tu nombre María y cómo se estremecen de emoción los labios al pronunciarlo, como el arcángel Gabriel en la anunciación.

Felicidades, Madre de la humanidad herida.

Que mirándote en cualquier imagen o advocación al pronunciar el dulce nombre de María sintamos tu manto protector que nos cobija y abraza con la «dulzura y ternura» que sólo una madre sabe dar.

Santa María. Ruega por nosotros.

             P. Carlos García Malo

«Yo creo, adoro, espero y te amo. Y te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman» / Por P. Carlos García Malo

 


miércoles, 11 de septiembre de 2024

Carlos Manero era corredor de bolsa, su novia murió súbitamente, cayó en un abismo de tristeza y vicios, pero fue a Medjugorje donde la Virgen le habló y ahora le sirve


Carlos Manero fue a Medjugorje donde la Virgen le habló y ahora le sirve

* «La monja Jene Rally, de 70 años, por la noche me preguntó qué me pasaba. Le conté todo envuelto en llanto. Me invitó a ir a la Adoración al Santísimo. Llegamos, me hinqué como ella me lo indicó, empecé a llorar sin parar, pidiéndole perdón a Jesús por lo que había hecho. Yo no quería estar en este lugar, pensaba en por qué me quitaron a mi novia y recordé lo que Vicka nos había dicho. Y reconozco con pena que dije a la Virgen: ‘No es cierto, tú no estás en este lugar. Si me equivoco, dime ahora mismo por qué tu Hijo me quitó a mi novia’… En ese momento aún tenía los ojos cerrados, empecé a escuchar una voz dulce y llena de amor en los oídos y en mi corazón tan que me decía: `Carlos, Carlitos, quiero pedirte que nunca más le vuelvas a preguntar a mi hijo Jesús por qué te quitó a tu novia. Eres muy injusto cuando preguntas por qué te la quitó. No has querido aceptar su voluntad y Él no se equivoca. Es Dios, sabe proveer y sabe en qué momento va a mandar algo en tu vida, y nunca lo ha hecho ni lo hará para lastimarte, lo ha hecho para tu bien eterno. Carlitos, a partir de hoy, donde quiera que vayas y hables de mí, quiero que les enseñes lo que te estoy enseñando esta noche. Enséñales a todos a partir de hoy que no es por que murió tu novia sino el para qué’»

Carlos Manero cuenta su testimonio al canal Mundo Católico y el trágico suceso que le convertiría en un auténtico apóstol de la Virgen María

Camino Católico.-  A sus 30 años, ocupado de sus finanzas y de los preparativos de su boda con Angélica, Carlos Manero no tenía tiempo para ‘malgastarlo’ en Dios y en el prójimo, menos porque se hallaba entregado a su labor como corredor de bolsa, representando a compañías trasnacionales en la Bolsa Mexicana de Valores. Pero un día, en cuestión de un segundo, vio derrumbarse ante sí aquella vida de bonanza.

Era febrero de 1992 y estaba preparando la boda y el curso prematrimonial con su prometida Angélica. La recuerda como «el instrumento» que usó Dios para llevarle de vuelta a la fe y siempre que podía le invitaba a ir a misa y a rezar el rosario. Con motivo del reciente estreno de Medjugorje. La película en México, Carlos ha contado al canal Mundo Católico el trágico suceso que le convertiría en un auténtico apóstol de la Virgen María.

Desesperación con la muerte súbita de su novia

El 28 de febrero de 1992, quedaban solo  tres semanas para su boda, Carlos y su novia concluían sus cursos prematrimoniales, y cuando el sacerdote les entregaba la constancia para que pudieran anunciar las amonestaciones, sucedió algo que acabó con los planes: Angélica comenzó a sentirse mal. De pronto, le dijo a Carlos que no podría haber boda. «En ese momento, entendí la mano izquierda de Jesús. La estaba abrazando cuando tuvo un paro respiratorio y cardíaco. Cayó desplomada y murió al final del curso prematrimonial», relata.

Carlos estaba en shock. Ya en el hospital tras intentar reanimarla sin éxito, le invitaron a visitar la capilla, donde estaba expuesto el Santísimo: «Me acerqué al altar, escupí al Santísimo y le preguntaba llorando: `¿Por qué me quitaste a mi novia?´».

Aquella reacción y la muerte de su prometida le marcarían de por vida. Comenzó a recibir medicación psiquiátrica para intentar mantenerse «en pie» y a beber y solo pensaba en morirse.

Lo demás fue para Carlos un constante hundimiento en un abismo de tristeza. “Organizar el funeral, ir a recoger las invitaciones, devolver los regalos que nos habían adelantado. Todo me destrozaba. Pronto caí en el vicio y otros comportamientos nocivos. Y no había nada que detuviera mi caída”, recuerda.

Su madre, desesperada cuidando a su marido con Alzheimer y preocupada por su hijo, le dio un ultimátum:  Se le arrodilló y le pidió que saliera ya de esa tristeza; le habló de un lugar de Europa, Medjugorje donde, decían, la Virgen María se manifestaba y sanaba gente y que ella sanaría sus heridas. “Me prometió conseguir dinero y pagarme un viaje de un mes a aquel lugar para que pudiera dejar atrás mi dolor”, cuenta a Desde la fe.

Para Carlos, la idea de las manifestaciones de la Virgen no le resultó atractiva, pero sí la de irse de viaje un mes. Y así, en compañía de 50 peregrinos norteamericanos, viajó al sitio indicado: Medjugorje en Bosnia-Herzegovina.

La religiosa que lo ayudó

Carlos llegó a Medjugorje poco después de que comenzase la guerra de Bosnia, en 1992, inscrito en un grupo de peregrinos norteamericanos  y entre ellos iba una monja llamada Jene Rally, que no hablaba español, sin poder casi comunicarse, a quien Carlos le ayudó a cargar las maletas, pues a sus 70 años se le dificultaba hacerlo por ella misma. Eso estrechó la relación entre ambos. e.

Recuerda que al llegar pudo conocer a una de las videntes de Medjugorje, Vicka Ivanković, que le relató uno de los mensajes pronunciados por la Virgen en las apariciones: «Hijos cuando ustedes están en adoración, quiero que sepan que yo bajo del cielo y me arrodillo junto a ustedes ante el Santísimo sacramento del altar».C


Carlos Manero

Tras escuchar a Vicka, Carlos optó por irse a su habitación, donde estuvo llorando todo el día por Angélica, y reclamándole a Cristo su muerte. “Nadie me extrañó –platica–, salvo la madre Jene Rally. Por la noche fue preguntarme qué me pasaba. Le conté todo envuelto en llanto. Me invitó a ir a la Adoración al Santísimo. Llegamos, me hinqué como ella me lo indicó, empecé a llorar sin parar, pidiéndole perdón a Jesús por lo que había hecho. Yo no quería estar en este lugar, pensaba en por qué me quitaron a mi novia y recordé lo que Vicka nos había dicho. Y reconozco con pena que dije a la Virgen: ‘No es cierto, tú no estás en este lugar. Si me equivoco, dime ahora mismo por qué tu Hijo me quitó a mi novia’”.

La respuesta de la Virgen María

Tras tanto dolor, Carlos vivió el momento más dulce de su existencia. Refiere que “en ese momento aún tenía los ojos cerrados, empecé a escuchar una voz dulce y llena de amor en los oídos y en mi corazón tan que me decía: `Carlos, Carlitos, quiero pedirte que nunca más le vuelvas a preguntar a mi hijo Jesús por qué te quitó a tu novia. Eres muy injusto cuando preguntas por qué te la quitó. No has querido aceptar su voluntad y Él no se equivoca. Es Dios, sabe proveer y sabe en qué momento va a mandar algo en tu vida, y nunca lo ha hecho ni lo hará para lastimarte, lo ha hecho para tu bien eterno´».

Cuando abrió los ojos, «estaba llorando de alegría» y se giró preguntándose por qué la monja que le acompañaba también lloraba. Cuando volvió a cerrar los ojos, escuchó de nuevo la voz de la Virgen: «Carlitos, a partir de hoy, donde quiera que vayas y hables de mí, quiero que les enseñes lo que te estoy enseñando esta noche. Enséñales a todos a partir de hoy que no es por que murió tu novia sino el para qué«.

Abrió los ojos espantado, y en ese momento la madre Jene Rally lo abrazó y le preguntó: «Carlos, ¿escuchaste a la Gospa? La Virgen te habló y yo la escuché en un perfecto inglés y tú en un perfecto español. ¡Le preguntaste el por qué y ella te dijo que no es el por qué sino el para qué. También lo escuché!».“¿Escuchaste lo que te dijo la Virgen?”. Era cerca de la medianoche. Fueron en busca de un teléfono para que Carlos se comunicara a México con su madre y le relatara lo acontecido.

“‘Mamá, escuché la voz de María”, le dijo. Pero fue cuando Jene Rally le explicó a su madre, que ella le creyó.

La virgen le hace crear el canal de televisión Mariavisión

Entonces lo entendió todo y buscó la mejor forma para cambiar de vida. Tras hablar con el obispado mexicano, se fue al seminario durante dos meses, renunció a su puesto de trabajo y le prohibieron hablar de lo ocurrido en Medjugorje durante tres años.

Poco después, volvió a Medjugorje y recibió una nueva misión: «La Gospa quiere encargarte un proyecto. Quiere que comiences un canal de televisión».

Manero no dio crédito cuando vio los acuerdos y contratos a falta de su firma. Se los presentó a la Conferencia Episcopal Mexicana y a su entonces vicepresidente, Manuel Pérez Gil y a Ramón Gaudines. Pocos días después falleció el obispo de Aguascalientes, con quien tenía relación, profetizándole el día que comenzaría el proyecto.

Y así sucedió. El 1 de noviembre de 1993 vio la luz Claravisión, actualmente Maríavisión, con un programa llamado Principios, que actualmente se dirige a casi cien millones de espectadores en todo el mundo. Al mismo tiempo presentaron la Fundación Medjugorje 2000, presidida por el mismo Manero, que ha dado la vuelta al mundo dando conferencias sobre Medjugorje en más de 27 países.


Carlos Manero en Medjugoirje, en 2013, con la vidente Vicka Ivanković, que hablaba a un grupo de peregrinos mexicanos, y a quien él traducía

«La Gospa lo hizo todo. Nosotros solo fuimos instrumentos. Ya son 30 años trabajando para María, a través de la Fundación hemos llevado a 107 grupos y 8170 peregrinos de varios países y pagado el viaje a 420 sacerdotes», explica.

Desde entonces, su vida dedicada a la fe, a la Adoración y a la Virgen no ha tenido descanso. También ha sufrido «represalias» por ello: sin saberlo, se casó con una integrante de una secta satánica que secuestró a su único hijo durante ocho años y, de nuevo en Medjugorje, le preguntó a Vicka por qué pudo sucederle algo así.

«Satanás está enfadado contigo y la conversión de tantas personas. Fue sobre tu hijo para que renegarás de Dios y no volvieras a hablar de Medjugorje», le respondió la vidente.

Junto con la ayuda de Vicka, del nuncio de Benedicto XVI en México y el sacerdote Carlos Piña, localizaron y rescataron a su hijo en Chihuahua (México), en lo que ha sido «una vida de aventuras y golpes».

Desde entonces, Carlos es un auténtico apóstol de «la Gospa» y ha asistido cientos de veces a Medjugorje como organizador de grupos de miles de peregrinos.

La Iglesia católica no ha confirmado la autenticidad de las apariciones de Medjugorge, pero permite el acompañamiento pastoral para su comunidad parroquial y los turistas que acuden en peregrinación a ese lugar.

Sergio Carranza se abocó al culto satánico al morir su padre porque «le cogí mucho rencor a Dios», pero Cristo le liberó y rescató al asistir a un retiro espiritual al que le invitaron

 


Antes de su conversión, el mexicano Sergio Carranza acostumbraba a tratar con el demonio y pedirle favores a cambio de renunciar a Dios

* «El llamado que me hizo Dios en el retiro fue muy especial y de una forma muy sencilla me llenó mucho más que todo lo malo que pudiese haber hecho, incluso que las conversaciones con el demonio. Le decía a mi pareja que no me quería casar con ella porque no tenía nada que ofrecerle. Pero cuando llegó ese llamado de Dios le dije: `¿Sabes qué? Ahora si tengo algo que ofrecerte, y sé lo que debo hacer para que seáis felices: quiero casarme´. Supe que el Señor es más fuerte, el que nos puede dar todo sin sacrificar mi vida, mis hijos o dañar a mi esposa, y sin tener que matar a una persona, Él me lo ofreció todo. Así empecé mi vida con Dios»

Camino Católico.- El mexicano Sergio Carranza Martínez desterró a Dios de su vida e instauró el culto satánico cuando murió su padre en un trágico accidente. «Para mí era todo lo que necesitaba y le cogí mucho rencor a Dios: Él lo tenía todo, ángeles, arcángeles… ¿Por qué tenía que quitarme todo lo que yo tenía?», cuenta al canal del misionero católico Jorge López.

Asustado por su familia, quiso volver atrás, pero el demonio comenzó a cobrar su deuda. La invitación a un retiro espiritual le llevó a ser rescatado por Dios y a su conversión. Pero para ir al encuentro no tenía dinero y oró así: «Siempre he sabido Dios que existes pero no he querido estar contigo. Si quieres que lo esté, ayúdame a pagar ese retiro, porque no tengo dinero».  Y el dinero llegó de las formas más inimaginables. “Cristo me lo ofreció todo”,  reconoce en su testimonio.

Entre las consecuencias cotidianas en las que vivía inmerso por el culto a satanás estaba el hecho habitual que muebles de su cuarto se movían sin explicación. Sergio rememora una ocasión en que, acuciado por necesidades económicas «le decía al demonio que no quería estar del lado de Dios» por haberse «llevado» a su padre. En su lugar, pidió ayuda al demonio para solventar sus problemas. Y asegura: «Al día siguiente apareció una persona ofreciéndome más dinero de lo que necesitaba, pero a cambio de que le quitara la vida a otro hombre».

Carranza subraya que Dios siempre le ha permitido pensar y discernir antes de actuar. Por ello declinó las propuestas que podían suponer daño para terceros como asesinatos o drogas, pero se entregó en muchas otras, convencido de que «las batallas espirituales son aún más fuertes que una adicción«.

«Esa rebeldía y rencor que tenía hacia Dios me llevaron a hacer cosas similares, me sentía a gusto con que alguien me escuchase y recibiendo una respuesta», menciona refiriéndose a  la oración que dirigía al demonio.


Sergio Carranza Martínez

El culto a la muerte, los amuletos «curados»  -poseedores de ciertas energías-,  las oraciones y las consagraciones al demonio o las invitaciones a sectas formaban parte de las conversaciones del día a día de Sergio, aunque matiza que nunca formó parte de ninguna agrupación. Matiza que su participación en el satanismo siempre fue «privada» y que él no quería profesar un culto concreto o difundir el satanismo, simplemente sentirse «pleno» o escuchado ante la pérdida de su padre.

«Solo encontraba una persona que me escuchaba -el demonio- y no veía como algo malo el trato directo que tenía, pensaba que solo hablaba y él respondía, pero no hacía ningún sacrificio o ritual«, asevera.

En lo económico, sus necesidades fueron escuchadas. Sin embargo, el vacío por la pérdida de su padre nunca desapareció: «Se camuflaba con otras cosas pero nunca fui feliz. El demonio te satisface algunas necesidades, pero nunca te dejas de sentir vacío o con problemas». Asumió  que iba hundiéndose «cada vez más» y que sus dificultades se agravaban, decidió «caminar solo», sin Dios, pero también sin Satanás.

«No pude. Cuando le negué la entrada al demonio en mi vida, empezaron los ataques. Me encontraba personas en la calle que nunca había visto y me atacaban como si me conocieran, una persona disfrazada de payaso me miraba siempre fijamente y también me agredía».

Los ataques se prolongaron en el tiempo, y el mexicano ya conocía la sensación que acompañaba a la presencia diabólica. «Cuando vives una vida espiritual al lado del demonio lo entiendes. Había una persona de negro que en la madrugada siempre estaba al pie de mi cama, mirándome. Sé quién eres, a qué vienes y qué quieres, pero no me interesa estar contigo», le dijo a la presencia.

Aquella noche fue la última vez que Carranza vio aquella figura, pero permaneció entre su familia: «Mi hija mayor no podía dormir durante las noches, le pregunté y me dijo: `Una persona de negro se pone en mi cama, cuando abro los ojos lo veo y cuando los cierro siento que pega su cara a la mía y me asusta´».

Entre aquellos ataques espirituales que reclamaban su deuda, recibía continuas invitaciones para realizar cultos a la muerte, participar en sectas, acercarse a brujos e incluso consagrarse como servidor del demonio.

«¿Qué hago? Es mi familia, pero contra el demonio no puedo hacer nada físicamente. Necesito ayuda», pensó.

En esta ocasión, la respuesta tampoco tardó en llegar: «Una persona me invitó a un retiro espiritual en el que se hacían oraciones de liberación, sanación y rompimiento de cadenas, por las que el demonio quede alejado sin ningún poder sobre ti o tu familia.  Era lo que necesitaba» y pese a no tener dinero para pagarlo, sabía que tenía que ir.


Sergio Carranza Martínez sirve junto a su familia en la parroquia y en la comunidad carismática Sermón de la Montaña, cuyos miembros aparecen en la imagen y que él considera su segunda familia

«Siempre he sabido Dios que existes pero no he querido estar contigo. Si quieres que lo esté, ayúdame a pagar ese retiro, porque no tengo dinero». Como si de pequeños milagros se tratasen, el dinero necesario apareció sin explicación.

«El llamado que me hizo Dios en el retiro fue muy especial y de una forma muy sencilla me llenó mucho más que todo lo malo que pudiese haber hecho, incluso que las conversaciones con el demonio», recuerda Sergio. Un llamado que no solo fue especial por devolverle a la fe, sino por ayudarle a formalizar su familia. «Le decía a mi pareja que no me quería casar con ella porque no tenía nada que ofrecerle. Pero cuando llegó ese llamado de Dios le dije: `¿Sabes qué? Ahora si tengo algo que ofrecerte, y sé lo que debo hacer para que seáis felices: quiero casarme´».

«Supe que el Señor es más fuerte, el que nos puede dar todo sin sacrificar mi vida, mis hijos o dañar a mi esposa, y sin tener que matar a una persona, Él me lo ofreció todo. Así empecé mi vida con Dios», concluye. Hoy, pasados los años, sirve junto a su familia en la parroquia y en la comunidad carismática Sermón de la Montaña, que le auxilió.


Javier Salazar, buscaba el cambio revolucionario social en Ecuador, fue torturado, pero se convirtió a Cristo y defiende la vida


Camino Católico.- Javier Salazar es de Ecuador, fue militante en un movimiento de izquierda revolucionario buscando el cambio social. Fue torturado por sus creencias, pero a raíz de la enfermedad de su esposa Amparo Medina, -también militante de la izquierda radical, pro-abortista, que trabajaba para el Fondo de Población de las Naciones Unidas y se convirtió y se hizo presidente de la Red Pro Vida de Ecuador-,empiezan unos cambios drásticos y se ponen en marcha para defender la vida. Explica el testimonio de transformación de su vida en el programa “Cambio de Agujas” de H.M. televisión.