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domingo, 13 de julio de 2025

Papa León XIV en el Ángelus, 13-7-2025: «Para vivir la vida eterna no hace falta engañar a la muerte, sino servir la vida, es decir, cuidar la existencia de los demás en el tiempo que compartimos con ellos»

* «En Cristo, Dios se ha hecho prójimo de cada hombre y de cada mujer: por eso, cada uno de nosotros puede y debe hacerse prójimo de quien encuentra en el camino.Siguiendo el ejemplo de Jesús, Salvador del mundo, también nosotros estamos llamados a llevar consuelo y esperanza, especialmente a quienes están desanimados y decepcionados»     

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Hermanos y hermanas, no olvidemos rezar por la paz y por todos aquellos que, a causa de la violencia y de la guerra, se encuentran en estado de sufrimiento y necesidad» 

13 de julio de 2025.- (Camino Católico)  Durante su primer Ángelus en Castel Gandolfo, el Papa León XIV subraya que “para vivir la vida eterna no hace falta engañar a la muerte, sino servir la vida, es decir, cuidar la existencia de los demás en el tiempo que compartimos con ellos. Esta es la ley suprema, que está por encima de toda norma social y le da sentido”.

El Santo Padre se ha dirigido a los fieles y peregrinos reunidos en la Piazza della Libertá (Plaza de la Libertad) de Castel Gandolfo, donde se trasladó el pasado 6 de julio para transcurrir un breve periodo de reposo. Está previsto que regrese al Vaticano el próximo domingo.

Frente al Palacio Apostólico de la Villa Pontificia, un palacio fortificado del siglo XVII a orillas del lago Albano, el Pontífice ha centrado su reflexión en una pregunta clave en relación al Evangelio del día. (Lucas 10, 25): “Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”.

“El Evangelio de hoy comienza con una bellísima pregunta dirigida a Jesús: ‘Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?’ Estas palabras expresan un deseo constante en nuestra vida: el deseo de salvación, es decir, de una existencia libre del fracaso, del mal y de la muerte”, explica.

A continuación, señala que lo que el corazón del hombre espera “se describe como un don que se hereda”. Y agregó: “No se trata de conquistarlo con la fuerza, ni de implorarlo como siervos, ni de obtenerlo por contrato. La vida eterna, que solo Dios puede dar, se transmite en herencia al ser humano como de padre a hijo”.

Por eso –prosigue–, Jesús responde que para recibir el regalo de Dios es necesario acoger su voluntad. “Como está escrito en la Ley: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón’ y ‘a tu prójimo como a ti mismo’. De este modo, correspondemos al amor del Padre: la voluntad de Dios, de hecho, es esa ley de vida que Él mismo practica hacia nosotros, amándonos con todo su ser en el Hijo Jesús”, señala.

En este punto, León XIV invita a los fieles a mirar a Cristo como revelación del amor verdadero "hacia Dios y hacia el hombre". Un amor -explica- que "se entrega y no posee, amor que perdona y no exige, amor que socorre y nunca abandona". "En Cristo, Dios se ha hecho prójimo de cada hombre y de cada mujer: por eso, cada uno de nosotros puede y debe hacerse prójimo de quien encuentra en el camino.Siguiendo el ejemplo de Jesús, Salvador del mundo, también nosotros estamos llamados a llevar consuelo y esperanza, especialmente a quienes están desanimados y decepcionados.”

Tras el rezo del Ángelus, exhorta a los fieles: “Hermanos y hermanas, no olvidemos rezar por la paz y por todos aquellos que, a causa de la violencia y de la guerra, se encuentran en estado de sufrimiento y necesidad”.

Después, se declara «feliz» de estar en Castel Gandolfo y agradece a todos «la calurosa acogida» recibida.

También ha recordado la beatificación celebrada ayer en Barcelona de Licarion May, nacido François Benjamin, hermano marista asesinado durante las revueltas populares de 1909 «en odio a la fe y en circunstancias hostiles». «Vivió con pasión y valentía su misión educativa» en medio de los más pobres, recuerda el Papa, que pide que su testimonio «sea un estímulo para todos», especialmente para quienes trabajan en el campo de la educación.

Y siempre mirando a ese mundo -el de la educación- hecho de nociones, ideas y propuestas, de conocimientos aprendidos y luego transmitidos, el Pontífice da las gracias a los animadores y educadores que pasan los meses de verano junto a niños y jóvenes. En este contexto, define como una «iniciativa importante» el Giffoni Film festival, el festival de cine de la zona de Salerno que cada año reúne a chicas y chicos, algunos muy jóvenes, de todo el mundo. La edición de este año está dedicada al tema «Llegar a ser humano»: comenzará el 17 de julio, pero ya ha recibido la «bendición» del Obispo de Roma.

Al término del Ángelus, el Papa León se dirige a la plaza, abarrotada desde la mañana por miles de fieles colocados tras las barreras o en los balcones, bajo un cielo primero soleado y luego nublado. En sus saludos pasa revista a los grupos presentes: los participantes en el curso de verano de la Academia Litúrgica de Polonia, los peregrinos de la Parroquia de San Pedro Apóstol de la diócesis de Alcalá de Henares, que celebra su 400 aniversario; las monjas agustinas en formación a las que ofrece una sonrisa y una mirada de comprensión; el coro de niños de la Académie Musicale de Liesse de Francia, a los que da las gracias por «el compromiso que lleváis a cabo con el canto y la música.

En particular, el Papa dedica unas palabras a los alumnos del Curso de Carabinieri de la Escuela de Velletri, que lleva el nombre del Venerable Salvo D'Acquisto: «Os animo a continuar vuestro camino al servicio de la patria y de la sociedad civil», dijo. Y pide a la multitud un «fuerte aplauso para los que sirven».

Cuando finaliza su alocución, el Pontífice se dirige a las primeras filas para un saludo personal a todos los presentes. Más apretones de manos, caricias, bendiciones, al final de una mañana que comenzó con la «inmersión» en el corazón de esta ciudad del Lacio, feliz de ver al Sucesor de Pedro caminar una vez más entre sus murallas, sus calles, sus senderos lacustres.


Oración del Ángelus:  
                      


Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…


Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…


Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…


Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.


Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.


Amen.


Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…


Benedictio Apostolica seu Papalis


Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.


Amen.



Fotos: Vatican Media, 13-7-2025

Santa Misa, presidida por el Papa León XIV, de hoy, XV domingo del Tiempo Ordinario, 13-7-2025

13 de julio de 2025.- (Camino Católico  El Papa León XIV ha celebrado su primera misa con los fieles de Castel Gandolfo en la parroquia de San Tomás de Villanueva, ubicada en la plaza principal de la localidad, en el XV domingo del Tiempo Ordinario. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha toda la celebración. 

En su homilía, centrada en la parábola del buen samaritano, invitó a reconocer como “prójimo” a todo aquel que encontramos en el camino de la vida, sin importar su nacionalidad o religión y subrayó lo importante que es haberse dejado transformar por Cristo para tener la misma misericordia que Él: Sanados y amados por Cristo, nos convertimos también nosotros en signos de su amor y de su compasión en el mundo.



La celebración ha contado con la presencia del Obispo de Albano, Mons. Vincenzo Viva, y del alcalde de Castel Gandolfo, Alberto De Angelis, así como numerosos fieles que llenaron por completo la pequeña parroquia. Entre los concelebrantes se encontraba el Cardenal Michael Czerny, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.



Al término de la celebración, el Papa ha obsequiado a la parroquia un cáliz de oro, que definió como “un instrumento de comunión”. Con este gesto simbólico, ha renovado su llamado a vivir en comunión y a promover una fraternidad que se traduzca en gestos concretos en la vida cotidiana. “El cáliz que ofrezco a esta iglesia quiere ser signo de unidad: nos recuerda que, en la Eucaristía, se forja la comunión que estamos llamados a vivir y a testimoniar”, afirma el Pontífice.



Antes de la Misa, León XIV recorrió las calles de Castel Gandolfo en uno de los dos papamóviles eléctricos y ecológicos que le regalaron el pasado domingo y que también usará para sus próximos viajes apostólicos, ya que están diseñados para poder caber en un avión. El Pontífice saludó a los cientos de fieles que desde primera hora de la mañana se congregaron en las inmediaciones de esta iglesia.

Homilía de Mons. Jesús Fernández, obispo de Córdoba, y lecturas de la Misa de hoy, XV domingo del Tiempo Ordinario, 13-7-2025

13 de julio de 2025.-  (Camino Católico) Homilía de  Mons. Jesús Fernández González, obispo de Córdoba, y lecturas de la Misa de hoy, XV domingo del Tiempo Ordinario, emitida por 13 TV desde la Catedral de Córdoba.

Santa Misa de hoy, XV domingo del Tiempo Ordinario, en la catedral de Córdoba, 13-7-2025

13 de julio de 2025.-  (Camino Católico) Celebración de la santa Misa de hoy, XV domingo del Tiempo Ordinario, presidida por Mons. Jesús Fernández González, obispo de Córdoba, emitida por 13 TV desde la Catedral de Córdoba.

Misterios Gloriosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, 13-7-2025

13 de julio de 2025.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Gloriosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy, domingo, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero. 

Palabra de Vida 13/7/2025: «¿Quién es mi prójimo?» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 13 de julio de 2025, domingo de la 15ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Lucas 10, 25-37:

En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:

«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».

Él le dijo:

«¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?».

Él respondió:

«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».

Él dijo:

«El que practicó la misericordia con él».

Jesús le dijo:

«Anda y haz tú lo mismo».

Homilía del evangelio del domingo: Acoger el designio eterno para el que fuimos creados: que participemos del amor de Dios y lo manifestemos a los demás / Por P. José María Prats

* «Cuando el centro de la realidad se desplaza desde nosotros al corazón de Dios, empezamos a vivir en la verdad y a percibirnos como lo que en realidad somos: como hijos amados de Dios que a su vez son hermanos de otros muchos hijos amados de Dios. Este es el secreto del Buen Samaritano: él ha alcanzado una comunión tan grande con Dios, que cuando el corazón de Dios se conmueve ante el sufrimiento de alguno de sus hijos, también el suyo se estremece y acude en su auxilio»


Domingo XV del tiempo ordinario - C

Deuteronomio 30, 10-14  /  Salmo 68  /  Colosenses 1, 15-20  / San Lucas 10, 25-37

P. José María Prats / Camino Católico.-    Un autor contemporáneo, al comentar la parábola del Buen Samaritano que acabamos de proclamar, se preguntaba cuál era la diferencia fundamental entre las actitudes del sacerdote y del levita que pasaron de largo al ver a aquel pobre hombre agonizando y la del Buen Samaritano que se detuvo a socorrerle.

Y la respuesta que dio es la siguiente: Cuando el sacerdote y el levita vieron a aquel hombre apaleado se hicieron esta pregunta: “¿Qué me ocurrirá a mí si ayudo a este hombre?” Y en seguida se dieron cuenta de los enormes inconvenientes que esto supondría: llegarían tarde a su destino, no podrían atender los asuntos que tenían pendientes para ese día, tendrían que buscar y pagar una posada e incluso, mientras se entretenían con todas estas cosas, podían ser víctimas de los bandidos que habían atacado a aquel hombre.

El Buen Samaritano, en cambio, reaccionó de una manera muy distinta. En lugar de preguntarse “¿qué me ocurrirá a mí si ayudo a este hombre?”, se hizo esta otra pregunta: “¿qué le ocurrirá a este hombre si yo no le ayudo?” Es decir, en vez de pensar en sí mismo, se puso en la piel de aquel hombre agonizante, sintió como suyas aquellas heridas sangrantes y aquellos golpes brutales y se vio a sí mismo muriendo aquella misma noche. Y esta situación tan desesperada vivida como en carne propia le llevó espontáneamente a olvidarse de sus intereses y a socorrer inmediatamente a aquel hombre tan necesitado.

El sacerdote y el levita por una parte y el Buen Samaritano por otra, representan respectivamente dos modos de ver el mundo radicalmente distintos. 

En el primer caso, el punto de vista somos nosotros. Es una manera muy natural de ver las cosas pues cada uno de nosotros es un sujeto con necesidades y aspiraciones que buscan ser satisfechas y que nos llevan fácilmente a percibirnos como el centro de todo y a hacer de nuestros intereses un absoluto al que subordinamos todo lo demás. Aunque este punto de vista es muy natural y espontáneo, es evidente que no corresponde a la verdad, pues es imposible que todos seamos a la vez el centro de todo.

En el segundo caso, el punto de vista es el de Dios, que es amor, es decir, negación y donación de sí mismo. Esto es lo que hizo el Buen Samaritano: negarse a sí mismo para darse a aquel pobre hombre. En la vida real y concreta no es fácil ver las cosas de esta manera. Para ello, a menudo necesitamos pasar por una crisis personal, por un choque con la realidad que nos permita romper el duro caparazón de nuestro egocentrismo y darnos cuenta de que sólo Dios es un absoluto y que nuestra vida sólo tiene sentido en la medida en que acogemos el designio eterno para el que fuimos creados: que participemos del amor de Dios y lo manifestemos a los demás.

Cuando el centro de la realidad se desplaza desde nosotros al corazón de Dios, empezamos a  vivir en la verdad y a percibirnos como lo que en realidad somos: como hijos amados de Dios que a su vez son hermanos de otros muchos hijos amados de Dios.

Este es el secreto del Buen Samaritano: él ha alcanzado una comunión tan grande con Dios, que cuando el corazón de Dios se conmueve ante el sufrimiento de alguno de sus hijos, también el suyo se estremece y acude en su auxilio.

La vida del cristiano supone una lucha constante para ir pasando, con la ayuda de la gracia, de la actitud del sacerdote y del levita a la del Buen Samaritano.

P. José María Prats

Evangelio

En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley, y para poner a prueba a Jesús, le preguntó:

«Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia la vida eterna?». 

Él le dijo: 

«¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?». 

Respondió: 

«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». 

Díjole entonces: 

«Bien has respondido. Haz eso y vivirás».

Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: 

«Y ¿quién es mi prójimo?». 

Jesús respondió: 

«Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: ‘Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva’.

¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo».

San Lucas 10, 25-37

El amor al prójimo se convierte en camino seguro hacia la comunión plena con Dios / Por P. Carlos García Malo

 


sábado, 12 de julio de 2025

Lydie se sumergió en el espiritismo para comunicarse con su abuela fallecida: «Un médium me dijo que fuera a un centro católico; Dios decidió intervenir para decirme: "¡Sal de ahí! ¡Es muy peligroso!»


Lydie se había confirmado, pero en la adolescencia se adentró en el espiritismo

* «Llegué a este centro católico. Allí había mucha gente rezando. El sacerdote me recibió en su despacho. Y le conté mi historia, le enseñé mis cuadernos. Rezó por mí y sentí el amor de Jesús en mi corazón. Me sentí abrumada, lloré. También sentí una gran paz. Necesitaba confesarme porque, con la iluminación del sacerdote, me dije: ‘Realmente he tomado un camino equivocado, me he puesto en peligro, me ha hecho daño’. Y quise pedir perdón. He recuperado mi libertad interior. En cualquier caso, ya no tengo ansiedad. Incluso he recuperado la alegría cuando estaba deprimida, y ya no tengo miedo» 

Camino Católico.- Deseando comunicarse con su abuela fallecida, Lydie se deja llevar por el espiritismo, hasta el punto de sentirse atrapada. Hasta que un día su médium la envía a un lugar inesperado, a un centro católico donde Dios la rescató del ocultismo. Ella ha aprendido cuán verdaderas son las advertencias de la Iglesia Católica que prohíbe las prácticas espiritistas y ocultistas. Cuenta su testimonio en un vídeo en francés a Découvrir Dieu así:

Lydie fue rescatada del ocultismo en un centro católico donde sintió el amor de Jesús

«Sé que mi abuela está con Dios y que puedo simplemente pensar en ella, rezar por ella; el Reino de Dios existe»

Me llamo Lydie y les voy a contar el encuentro más hermoso de mi vida. Vengo de una familia cristiana no practicante, pero sí cristiana por mi abuela paterna, quien tenía en su comedor una foto del Papa y, al otro lado, una foto del Presidente de la República. Y eso me marcó de pequeña. Y luego, había estatuillas de Lourdes por todas partes, y también representaciones de Jesús en la cruz.

Para complacer a mi abuela, mis padres me llevaron a catequesis: en aquella época, vivía en las afueras de París; era como una especie de educación popular. Y me gustaba mucho la catequesis porque hablábamos de Jesús. Y lo que me impresionaba de la vida de Jesús es que dio su vida para salvar a todos, y realmente lo vi como un superhéroe que hizo el bien a tanta gente que enseguida empecé a rezar todas las noches en mi habitación, pero en silencio, cuando mamá apagaba la luz. Y seguí así hasta mi profesión de fe al recibir el sacramento de la Confirmación.

Hubo un punto de inflexión un tanto impredecible en mi vida, porque alguien cercano me habló de las ciencias ocultas, en particular del espiritismo, la clarividencia, la reencarnación, la cartomancia y muchas otras palabras que terminan en "cia". Y entonces me generó una pequeña duda, confusión, al menos. Creo que empeoró un poco con la crisis de la adolescencia. Renuncié entonces a Jesús, al menos por un tiempo. Y me quedé así unos cuantos años.

Un día, mi abuela, de quien les hablé, falleció. Y quería comunicarme con ella. Así que había dos maneras de proceder: o tomabas la ouija y movías la mano hacia los números y las letras, y formaba palabras; o la invocación directa al espíritu para que se manifestase en escritura libre con un lápiz que yo sostenía sobre un papel, previos rituales espíritas

Con el tiempo, sí, hubo un diálogo, pero no era muy agradable, era un poco extraño y sí... No reconocí a mi abuela: en su forma de pronunciar las frases, en su forma de ser. No había ninguna referencia a mis recuerdos, en particular. Era un poco inverosímil, un poco extraño. Me asustaba mucho, pero, al mismo tiempo, era como una prisionera, no podía parar: de hecho, cada vez que tenía tiempo libre, volvía a coger el lápiz, incluso en clase, y volvía a empezar... La persona con la que me comunicaba, al principio, fingía ser protectora. Luego, finalmente, después, recibí insultos, mucha ansiedad, mucho miedo. También empecé a oír voces. Entonces, me preocupé muchísimo. Y mi moral no mejoró; al contrario, empeoró. Siento que mi depresión empeoró mucho. Incluso pensé en la muerte. Y duró... diez meses. Pero fue más llevadero: ¡fue un auténtico infierno para mí!

Después de la escritura automática, me adentré mucho más en la espiritualidad, ya que busqué un médium que respondiera a mis preguntas. Y al mismo tiempo, sentía atracción y una profunda repulsión por todo lo que experimentaba. Y me dije: esta es la persona que podrá ayudarme, iluminarme, darme respuestas. El día que fui a verlo, recibí mi beca de estudiante, y como quería ir allí... allí... invertí el dinero necesario. Incluso tomé un taxi que, sin duda, también me estafó. Y fui. Y cuando escuché lo que tenía que decir, mezcló todas las religiones: la reencarnación, Buda con Jesús... Fue un baño de... muchas cosas un poco extrañas. Pero no respondió a mis preguntas. Luego, tuvo que comunicarse con el más allá. Y me dijo que en ese momento, mientras estaba en trance, incluso fue un poco aterrador verlo en sus rasgos; estaba agitado por las sacudidas, sus ojos estaban un poco demacrados; Luego me dijo que fuera a un centro católico en el norte de Francia... realmente muy sorprendente. Pero no me dio la dirección exacta. Así que al día siguiente fui a una cabina telefónica a llamarlo. Le pregunté dónde estaba el centro y me dijo que llamara a información. Y me colgó: obviamente, ya no recordaba la conversación que habíamos tenido el día anterior.

Llegué a este centro. Allí había mucha gente rezando. El sacerdote me recibió en su despacho. Y le conté mi historia, le enseñé mis cuadernos. Rezó por mí y sentí el amor de Jesús en mi corazón. Me sentí abrumada, lloré. También sentí una gran paz. Necesitaba confesarme porque, con la iluminación del sacerdote, me dije: «Realmente he tomado un camino equivocado, me he puesto en peligro, me ha hecho daño». Y quise pedir perdón.

He recuperado mi libertad interior. En cualquier caso, ya no tengo ansiedad. Incluso he recuperado la alegría cuando estaba deprimida, y ya no tengo miedo. Mirando hacia atrás, me digo que lo que pasó con el médium fue sin duda contra su voluntad: fue porque Dios decidió intervenir para decirme: "¡Sal de ahí! ¡Es muy peligroso! ¡Vuelve a tu camino anterior, es mucho más seguro!".

Así que les diría a todos aquellos que se sienten tentados por las ciencias ocultas o que las practican, que tengan mucho cuidado, que vean lo que aporta a sus vidas: ¿aporta paz o, por el contrario, ansiedad o depresión? En cualquier caso, aunque hoy no haya encontrado el número de teléfono de mi abuela para llamarla al cielo, sé que está con Dios y que puedo simplemente pensar en ella, rezar por ella. Que el vínculo no se rompe, porque tengo esta esperanza de que está con Dios y de que el Reino de Dios existe".

Lydie

Vídeo en el que Lydie cuenta su testimonio en francés