Su película ha ganado el Festival «Religion Today» en Roma
ROMA, martes, 18 diciembre 2007 (ZENIT.org).- El director del cortometraje ganador del Festival Religion Today con una obra dedicada a Juan Pablo II explica a Zenit que el cine puede dar confianza a la gente «abordando sin complejos y con honradez historias que hablen de un tema tan apasionante y universal como el de la religión».
Javier Figuero nació en Madrid en el año 1965. Es el guionista, director y coproductor de «Milagros» (http://it.youtube.com/watch?v=qqUdEvmeVRY&feature=related), galardonado como mejor cortometraje internacional en la Décima Edición del Religion Today Film Festival, premiado en Roma.
La trama de este cortometraje de nueve minutos empieza con Ana, una niña parapléjica de carácter arisco y difícil, que pide a sus padres que la lleven a una capilla, donde se venera a Juan Pablo II, para pedirle el milagro de su curación. El padre es ateo y la madre, creyente. La petición de la niña hará que surja un conflicto en el matrimonio.
--¿Qué impresión hace ganar un premio internacional en Roma con un trabajo sobre Juan Pablo II?
--Figuero: La primera impresión fue de sorpresa. Tanto Juan García del Santo, productor y actor principal del cortometraje, como yo pudimos comprobar in situ la gran calidad de algunos de los trabajos que se presentaron en la Décima Edición de Religion Today Film Festival, y nos impresionó gratamente que el premio recayera en nuestra historia.
Y tras la sorpresa, el sentimiento es de agradecimiento, agradecimiento al jurado, a los organizadores, al público que está acogiendo muy bien este relato cinematográfico y, por supuesto, al equipo que lo hizo posible y a la Universidad San Pablo CEU y su Master de Dirección Cinematográfica que nos han apoyado desde el principio.
--Lo que le impactó de Juan Pablo II fueron sus célebres palabras «No tengáis miedo». ¿Cómo se puede, desde el cine, amplificar este mensaje de confianza?
--Figuero: Pues por ejemplo, abordando sin complejos y con honradez historias que hablen de un tema tan apasionante y universal como el de la religión, que para tantas personas es algo de lo que quieren hablar.
Vivimos en una sociedad materialista, puede, pero la gente se harta de lo material, llega un momento en el que todo el bienestar de mundo no te llena, y necesitas ahondar, ir a realidades más trascendentes.
--¿Qué cree que ha convencido al jurado de su «Milagros»?
--Figuero: Tengo la impresión de que les gustó el hecho de que al final no hay vencedores ni vencidos, el espectador espera que haya un milagro (y triunfe la madre que es la creyente) o que no lo haya (y venza el padre, que es ateo), pero no, resulta que en el desenlace ocurre algo completamente distinto e inesperado. A veces pasa así en la vida ante realidades dolorosas, que se resuelven de una manera sorprendente e imprevista, providente, diría yo.
--Buena parte del equipo de «Milagros» ha pasado por un máster de cine en la Universidad CEU. ¿Se nota, la huella católica, en la manera de afrontar el trabajo?
--Figuero: Sí, se nota. Pero también es cierto que en el equipo artístico y técnico había personas creyentes y no creyentes, y nadie tuvo ningún problema en trabajar en este proyecto, creo que precisamente porque en esta historia se respeta a los creyentes y a los no creyentes a partes iguales.
Es paradójico que la protagonista femenina del corto, que interpreta a una fervorosa madre de familia, en la vida real es agnóstica, y el padre ateo está protagonizado por un convencido creyente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario