Las letanías son alabanzas, piropos de amor, de ternura. ¿Te aburres rezándolas? No amas, no comprendes. ¿Te gustan? Sí amas, sí comprendes.
El que las inventó sí amaba, sí comprendía. Son, en definitiva, un poema de amor; sólo quien ama a María lo entiende. Dile a los enamorados que son aburridos porque repiten con frecuencia frases de amor.
Santa María
Es el nombre de la mujer más maravillosa... ¡Cuantas iglesias dedicadas a su nombre!¡Cuantas mujeres llevan este nombre de María! Por algo será. Yo me llamo Mariano y me alegro de llevar ese nombre. Cuanta gente canta, reza, dice ese nombre que a los mismos ángeles impresiona y enternece el corazón de Dios. Los ángeles obedecen a Dios y luego a su Reina, a una mujer, una criatura humana, a María.
Nosotros le hemos puesto un sobrenombre llamándola Santa María de Guadalupe. Cuanto significa este nombre para los mexicanos.
María es amor, toda amor; es el lado misericordioso y tierno del amor de Dios para nosotros.
Santa Madre de Dios
Esta es su grandeza incomparable, Nos merece un respeto tremendo. Pero su amor y humildad la convierten en una Madre incomparable, única. Podía el Hijo de Dios habérsela quedado. Era suya, solo suya y toda suya. Pero el amor es donación y entrega. Y por amor -¡qué grande amor!- nos la regaló. Cristo nos dio el derecho de ser sus hijos.
La sangre que Cristo derramó en el Calvario esa la sangre de una mártir,, era su propia sangre. Dios lleva en sus venas la sangre de María.
Santa Virgen de las vírgenes
Es la inmaculada, la llena de gracia, La hicieron las manos del tres veces santo para ser digna morada del Hijo de Dios.
Está a la cabeza de todas las vírgenes, es reina de todas ejemplo para cada una de ellas.
Madre de Cristo
La sangre que derramó en el Calvario era la sangre de una mártir, María, la Corredentora. Madre del Niño Jesús que nació de Ella en Belén. Madre del Cristo que predicó en Palestina. Madre del Cristo del Calvario: Madre mártir.
Madre de la Iglesia
Pablo VI le otorgó ese título durante el Concilio Vaticano II. Madre de Cristo Cabeza, Madre de su cuerpo, la Iglesia. Madre de todos nosotros: madre tuya, madre mía. Una prueba de que Jesús nos ha tomado en serio como hermanos es que nos ha dado a su Madre, y para siempre.
Te cuida y te ama como si fueras el único. Pero María no puede besar al hijo que la rechaza, no puede curar al hijo que no la quiere, no puede ayudar al hijo que la rehuye. No puede ser Madre de quien no quiere ser su hijo. Y es más madre de quien desea con toda su alma ser hijo suyo.
Madre que cuida de una manera especial a sus hijos enfermos, pecadores, tristes... Madre de las almas consagradas. Para Jesús son sagrados, para María también.
Mexicano, si alguna vez has sentido en tu corazón un algo de ternura por la Morenita del Tepeyac, ten cuidado, te la quieren arrebatar. Te habrán quitado mucho. Ya solo nos falta que nos quiten la fe en Dios y en la Virgen de Guadalupe. Y a ver qué nos queda de mexicanos.
Madre de la divina gracia
No en el sentido de productora de la gracia, sino distribuidora, medianera de la misma. Todas las gracias que recibes pasan por las manos de una Madre, por voluntad de Dios. Al ser la Madre de Cristo m de alguna manera es la madre de esa gracia que Cristo nos dio. Porque el sí de María pondría en marcha la Redención de los hombres, la redención que nos otorgaría la gracia.
Madre purísima. Castísima, virginal, inmaculada
Un abismo de pureza. La Mujer con mayúscula fue una mujer purísima. Cualquier mujer que quiera conservar su grandeza, no puede menospreciar esta virtud. La impureza te hace menos mujer y te acerca al reino inferior de la naturaleza. Las mujeres, las muchachas que hoy aman la pureza y la tratan de vivir tienen el beneplácito de Dios y la sonrisa de la Mujer ideal.
Con ello no quiero decir que las caídas en este campo no se puedan reparar. Como nadie dice que un vestido manchado no se puede lavar.
Los gustos del cielo tan distintos a los del mundo. ¿Qué han hecho de la mujer? Hoy la mujer ideal es totalmente distinta. Si eres mujer, escoge el perfil del cielo o el de la tierra.
La pureza no roba belleza a una persona, al contrario, la realza. El rostro más bellos y los ojos más hermosos son aquellos en los que se refleja Dios. La mujer pura tiene un encanto adicional, un toque de cielo azul, aunque hoy no se le quiera tener en cuanta. Si se quiere rescatar al mundo debe ser desde la mujer, Y gran parte del recate de la mujer se llama castidad.
Madre amable
Digna de todo nuestro amor.
Por lo buena que es
Por lo santa
Por ser mi Madre
Por todo lo que le debo
Porque, después de Dios, nadie me quiere tanto
Por su encantadora sencillez.
María es digna de todo nuestro amor. Totus tuus. Todo tuyo y para siempre.
Te quiero, madre dela cielo, como quiero al mismo cielo, como quiero los bellos paisajes, los mares, los ríos, las montañas... Te quiero en los amaneceres y puestas de sol, en las flores de la pradera. Lo mismo que siento a Dios, te siento a Ti en cada rosa, en el canto del jilguero, en las estrellas de la noche. Algo de tu hermosura ha quedado en la naturaleza. Y por eso te veo en todas partes
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Fuente: Catholic.net
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