Raul Ukareda, organizador del festival Augustibluus, era ateo y triunfaba con las chicas en sus conciertos: huyendo de unos criminales Dios le tocó

* “Estaba tumbado en la cama, profundamente abatido, cuando comprendí que aquí no se acaba todo: hay algo más grande. ¿Qué estoy haciendo con mi vida?, me pregunté. Concluí, con una lucidez extraña, que las cosas materiales en vez de saciar, aumentan la sensación de vacío. Y decidí buscar un sentido para mi existencia"

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* “Ahora pienso que mi abuela tenía razón: quien lee la Biblia corre riesgo de volverse loco... pero de alegría"

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