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miércoles, 28 de marzo de 2012

Benedicto XVI en Misa de La Habana: «Cristo nos ayuda a derrotar nuestros egoísmos, salir de nuestras ambiciones y vencer lo que nos oprime»

28 de marzo de 2012.- En la homilía de la multitudinaria Misa en la Plaza de la Revolución de La Habana, en Cuba, el Papa Benedicto XVI ha propuesto las claves de la verdad y la genuina libertad, cuya fuente es Cristo, para lograr los cambios que necesitan Cuba y el mundo. Este es el texto completo de la homilía. Leer más...

miércoles, 11 de junio de 2008

Antitópicos / Autor: J. I. Munilla, obispo de Palencia

No son pocos los católicos que se sienten confusos ante el bombardeo de tantos tópicos laicistas y/o anticlericales que estamos recibiendo. ¿Qué deberíamos hacer los obispos en esta situación? Si hablamos…, algunos dirán que estamos polemizando innecesariamente o que estamos “entrando al trapo”. Si callamos…, otros concluirán que “quien calla otorga” o simplemente, que la Iglesia no es capaz de dar respuesta a las acusaciones que se le hacen. Aun sabiendo que mis palabras serán objeto de interpretaciones encontradas, me dispongo a dar unas breves respuestas a algunos de los tópicos anticlericales más en uso:

1. “La Iglesia no sabe vivir en democracia”
Lo cierto es que, la Iglesia Católica tuvo un papel histórico muy importante en la transición española, y es de sobra conocido que su aportación fue esencial para la reconciliación de las dos Españas. La integración de la Iglesia en el marco democrático no fue nada complicada, y su labor a lo largo de todos estos años ha sido subsidiaria del derecho que la Constitución reconoce a las familias para educar a los hijos conforme a sus valores religiosos y morales.
En este contexto histórico, la Iglesia no aspiró a un marco político confesional, ni ha pretendido imponer la fe a nadie, sino simplemente proponérsela a los que así lo soliciten. ¿Es mucho pedir por nuestra parte que las autoridades políticas tampoco impongan obligatoriamente sus ideologías a las nuevas generaciones, sino que respeten el derecho de los padres a elegir libremente? ¿Es antidemocrático el proceder y el posicionamiento de la Iglesia?

2. “La Iglesia se mete en política”
El hecho de que un obispo escriba una carta del tenor de la presente, ¿supone una intromisión indebida de la Iglesia en la política? ¿O no debería ser interpretada, más bien, como una contribución más en esta sociedad, en pro del bien común y de la madurez del sistema democrático? No olvidemos aquella frase profética de Juan Pablo II: “Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto”.

3. “La religión tiene que ser expulsada de la escuela pública”
El movimiento a favor de la expulsión de la clase de religión del horario lectivo en la escuela pública, olvida que, estrictamente hablando, España no es un estado laico, sino aconfesional. La aconfesionalidad supone que ninguna religión sea discriminada con respecto a las otras, sino en función de la demanda de los ciudadanos. Por ejemplo, los padres musulmanes que quieren que sus hijos reciban religión en la escuela, tienen perfecto derecho a ello, si se reúnen el número mínimo de alumnos.
Quienes piden la expulsiónde la religión de la escuela, no sólo están excluyendo a sus hijos de esta asignatura, sino que también aspiran a impedir que otros padres puedan elegir libremente esta opción.

4. “Estatuto abusivo de los profesores de religión”
Algunos critican que sea la Iglesia Católica la que tenga la facultad de dar el “visto bueno” a los profesores de Religión Católica en las escuelas públicas; así como que éstos reciban su sueldo de la Administración, como los demás profesores.

Pero, en el fondo, estas críticas tienen su orgen en la resistencia a asumir todas las consecuencias que se derivan del artículo 27.3 de nuestra Constitución: “Los poderes políticos garantizan el derecho de los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones morales”. El profesor de religión recibe la capacitación de la Iglesia, no en virtud de ningún privilegio eclesiástico, sino por el derecho de los padres a que su hijo sea formado según sus valores católicos. De lo contrario, ¿quién iba a formar adecuadamente a los profesores de religión, conforme a la sensibilidad demandada por los padres? Y respecto a la dificultad en admitir que quienes imparten religión católica formen parte de la plantilla del profesorado, ¿acaso los padres católicos no pagan sus impuestos exactamente igual que quienes eligen para sus hijos las asignaturas alternativas a la religión?

5. “La Iglesia vive a costa del dinero público”
¿Es cierta esa imagen que se transmite de que la Iglesia en España vive a costa del estado español? Algunos se han tomado la paciencia de hacer cálculos sobre el ahorro que supone anualmente para el Estado Español la vida de la Iglesia:

Si el Estado tuviera que hacerse cargo del coste del millón de alumnos de la Escuela Católica -atendidos en 5.141 centros de enseñanza-, además de asumir el cuidado de los enfermos de los 107 hospitales católicos, añadiendo los 1.004 centros de acogida, ambulatorios, dispensarios y asilos, 365 centros de reeducación social y 937 orfanatos; si tuviera que dar cobertura a los más de dos millones de personas que son atendidas por Cáritas y Manos Unidas… entonces podríamos calcular que tendría que desembolsar 36.000 millones de euros al año. Más aún, renunciamos a añadir otros cálculos, difícilmente cuantificables, como es el caso del movimiento turístico generado gracias al patrimonio de la Iglesia y a sus manifestaciones religiosas, etc. Sin embargo, resulta bastante sorprendente que con estos datos contrastables, la imagen que trasciende a la opinión pública sea la de un parásito social que vive del cuento. No tenemos otro remedio: Frente a los tópicos, paciencia y razones.
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Exorcísame, Señor! / Autora: Marisa Reyes Franco, Misionera de la Comunidad Canção Nova

Necesitamos del poder liberador de Jesús todos los días.

El Evangelio del día era más que propicio para que el Padre Bruno hiciera semejante afirmación: “Jesús cura a un endemoniado” (Mc 1, 21-28)

Por si aún no lo sabes, querido internauta, la Comunidad Canção Nova, o Canción Nueva, es una comunidad de 30 años que reúne a hombres y mujeres, solteros y casados, célibes y sacerdotes, es decir, a todos los estados de vida para una misma misión: preparar hombres nuevos para unos cielos nuevos y una tierra nueva en vista de la segunda, definitiva y gloriosa venida de nuestro Señor Jesuscristo.

El edificio donde vivo, se llama Santo Domingo Savio. Tenemos ahí, varios departamentos de solteros y de matrimonios. Es claro que las chicas estamos juntas y solas en un mismo departamento al igual que los chicos. El Padre Bruno, es uno de nuestros flamantes hermanos sacerdotes; él vive en el departamento de solteros en el mismo edificio.

Nuestra alegría se dio hace unos días, cuando celebramos la primera Misa comunitaria en este nuevo edificio, fue un regalo de Dios! La presidió el Padre Bruno.

Yo me encontraba en uno de esos días medio grises, donde cuesta levantarse y lanzarse de lleno a la misión, pues, claro, los consagrados también somos humanos y estamos sometidos a todas estas debilidades humanas, lo que nos levanta, es saber que Dios nunca olvida a aquellos que ama, es su promesa. En este contexto, estábamos en Misa y luego de la lectura del Evangelio, el padre comenzó su homilía.

Se refirió al Evangelio y nos dijo: “Todos los días necesitamos que Jesús entre en nuestras vidas y realice un exorcismo”.
Dijo que necesitamos tener este encuentro con Jesús para que Él nos libere todos los días del espíritu de tristeza, del desanimo, de preocupaciones exageradas, del mal humor, del espíritu negativo, de las murmuraciones, de las críticas y de tantas cosas que pudieran perturbarnos en este mundo tan agitado.

Decidí recurrir a un diccionario; encontré que el significado de la palabra “exorcismo” es el siguiente:“Conjunto de fórmulas y de ritos que se practican para expulsar un espíritu maligno, especialmente el demonio, del cuerpo de una persona, de un lugar“. No cabe la menor duda de que, siendo así, necesitamos de este exorcismo diario, pues, el espíritu maligno no es sólo aquel de las películas de exorcismo, que desfigura el rostro, cambia la voz, y hace un sin fin de cosas horrorosas. Es también aquel que corroe el alma con pequeñas cosas, máculas, que van cayendo día a día y llegado un determinado tiempo, se convierten en algo gigantesco, algo que ya necesita de una “terapia intensiva” en el alma.

Por eso, recurramos a Jesús, todos los días, durante todo el día; al inicio de nuestra jornada, a lo largo del día y al anochecer, para poder andar libres, con la liberad de los hijos de Dios, sin temor, sabiendo que, si grandes son nuestros problemas y aflicciones, mayor es nuestro Dios que envió a su Único Hijo para salvarnos. Ese mismo Jesús que paseaba por las calles de tantas ciudades, curando, liberando, resucitando, ese mismo Jesús, quiere expulsar de nuestra alma todo aquello que nos impida acercarnos más a Él. Dejemos que lo haga, pues Él respeta nuestra libertad y nada haría sin nuestro consentimiento.

Entonces, pidamos a Jesús que nos visite diariamente y sea Él quien nos exorcice, entiéndase exorcismo por aquel acto de expulsión de todo cuanto es malo y aqueja nuestra alma. Por eso, exorcísanos, Señor! Exorcisa nuestra familia, nuestro lugar de trabajo, nuestra comunidad, nuestro país…hazlo, Señor!

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Fuente: Comunidad Canción Nueva

sábado, 7 de junio de 2008

La relación entre movimientos y parroquias / Autora: Miriam Díez i Bosch


Posibilidades y dificultades, según un párroco español

MADRID, (ZENIT.org).- La irrupción de movimientos y nuevas comunidades en la vida parroquial no siempre es fácil. De ella depende, sin embargo, la nueva evangelización.

Así lo piensa don Francisco Garvía, párroco de Nuestra Señora de las Delicias (Madrid) y autor de la ponencia "Parroquia, comunidades y movimientos" pronunciada en la XVIII Semana de Teología Pastoral del Instituto de Pastoral de Madrid y ahora recogida en "A vueltas con la parroquia, balances y perspectivas", de la editorial Verbo Divino.

Para superar las dificultades que existen en la parroquia, los movimientos, las comunidades y la vida religiosa sería bueno "favorecer el encuentro en libertad, el respeto, la generosidad y el aprecio mutuo" así como "acoger y educar la diversidad", "promover la convivencia" y "trabajar en corresponsabilidad, favoreciendo la participación de todos", sugiere este sacerdote, que no esconde los problemas para que así sea.

"Una dificultad la ofrecemos los mismos pastores: nuestro propio pensamiento, sensibilidad o línea pastoral pueden impedir la presencia en la parroquia de los carismas que proponen los diversos movimientos y las pequeñas comunidades", reconoce.

Don Francisco Garvía sostiene que "el exceso protagonismo del propio pastor, de la comunidad, de uno o de varios movimientos en la parroquia, de manera que acaparen sus acciones pastorales, sus miembros ocupen puestos de responsabilidad y servicio de las mismas".

Otra dificultad sería "la identificación plena de la comunidad parroquial, de tal forma que sólo pueda sentirse miembro corresponsable de la parroquia aquel que pertenezca a la pequeña comunidad o movimiento".
El "enrocamiento o encerramiento sobre sí misma de la que se ha ensimismado" y se ha constituido como el "mejor modelo de comunidad" también dificulta la armonización entre parroquia y movimientos, que a su vez a veces "se repliegan a veces sobre sí mismos y corren el riesgo de confundir a la Iglesia con la experiencia propia de Iglesia que ellos tienen".

"La convicción de una comunidad de que sólo perteneciendo a ella se puede construir parroquia, convirtiéndose ella en el único modelo de comunidad parroquial posible en el barrio donde esté ubicada" es un riesgo, advierte este párroco madrileño.

Otra dificultad que impide la inserción y el trabajo conjunto de parroquias, asociaciones, movimientos y comunidades de vida religiosa es la "desconfianza y el desconocimiento mutuos, que llevan en ocasiones a la exclusión y privan a los seglares de su autonomía".

Sin embargo, existen muchas más posibilidades que dificultades: "Siendo la parroquia el lugar más significativo para manifestar la comunidad cristiana, vendrá bien a los grupos, movimientos y comunidades que estén integrados en la misma, hacerles la propuesta de trabajar la dimensión comunitaria en su formación, invitar a vivir las celebraciones centrales de la vida cristiana en la comunidad parroquial e implicarse en la creación de un clima de comunión".

"Los movimientos y comunidades están llamados a ser elemento integrador en el conjunto de la vida parroquial, por su preocupación y seguimiento de las tareas comunes de la parroquia y por su presencia, animación y participación en los acontecimientos y celebraciones claves", anuncia.

Además, "pueden ser una propuesta de vida cristiana" pues "cuando en la parroquia existen comunidades o movimientos, éstos sirven de referencia a los más jóvenes a quienes se les propone un estilo de vida concreto para realizarse como cristianos".

"Se trata de armonizar las diferentes carismas presentes en una comunidad parroquial, de manera que se encuentren, se conozcan y pongan al servicio de todos lo que a cada movimiento lo hace diferente". Aquí "el equipo sacerdotal y / o el párroco tienen un papel importante", insiste.

"Es de desear que la parroquia sea un lugar abierto a la presencia de diferentes espiritualidades, las presente y promueva" para que "grupos, movimientos y comunidades compartan entre sí y con el resto de la gran comunidad parroquial oración y celebración", concluye.

sábado, 24 de mayo de 2008

Total movilización de las escuelas concertadas contra la Ley de Educación de Cataluña / Autor: Víctor Ruiz

FECC, CCAEC, AEC y FCCE denuncian que la ley atenta contra la libertad de enseñanza, manipula el modelo educativo de interés público y no garantiza la gratuidad
Las cuatro grandes organizaciones que representan a la totalidad de las escuelas concertadas en Cataluña presentarán alegaciones al
Anteproyecto de Ley de Educación presentado por el Departamento de Educación de la Generalitat, que imposibilita el buen funcionamiento de este tipo de centros de enseñanza.

La Fundació Escola Cristiana de Catalunya (FECC), la Confederació de Centres Autònoms d’Ensenyament de Catalunya (CCAEC), la Agrupació Escolar de Catalunya (AEC) y la Federació Catalana de Centres d’Ensenyament (FCCE) tienen como objetivo presentar un total de 200.000 alegaciones al anteproyecto, que está en fase de información pública.

FECC, CCAEC, AEC y FCCE, que representan a más de 1.300 centros concertados, denuncian que el proyecto de esta nueva ley atenta contra la libertad de enseñanza y contra el derecho de los padres a elegir el tipo de educación para sus hijos, manipula el concepto de modelo educativo de interés público, y condena a la asfixia económica a la escuela concertada, entre otras cuestiones.

El Anteproyecto de la Ley de Educación de Cataluña supone, pues, una seria amenaza para la escuela concertada y una ruptura con el camino del diálogo y de consenso que llevó al Pacto Nacional para la Educación, al vulnerar buena parte de sus principios.

Es importante destacar que pueden presentar alegaciones, no sólo las familias que llevan a sus hijos a centros concertados, sino también cualquier ciudadano que no esté de acuerdo con los planteamientos del anteproyecto de ley.

Todo aquel que esté interesado en
participar de la campaña puede hacerlo a través de e-cristians.net, teniendo en cuenta que la fecha límite para presentar alegaciones es el 28 de mayo.

40% de las familias

En la campaña de presentación de alegaciones lanzada por las cuatro ‘patronales’ de la escuela concertada en Cataluña participa tanto la escuela concertada no confesional como la confesional.

Asimismo, los 1.300 centros a los que representan vienen a ser el 40% de las familias catalanas, o sea el equivalente a las plazas que ofrece la escuela concertada.

De hecho, el número de padres que enviaría a sus hijos a un centro concertado es superior al actual, pero les resulta imposible hacerlo porque la Generalitat se niega a ampliar nuevas líneas.

En cualquier caso, si el Gobierno de la Generalitat ignorase un número tan elevado de alegaciones y siguiera adelante con la Ley, no sólo lo haría sin el consenso necesario sino que la norma iría contra ese 40% del total de familias en Cataluña.

Por otra parte, hay que recordar que
diversas asociaciones de padres ya han anunciado movilizaciones contra este anteproyecto de ley, entre ellas la Plataforma Dret a Escollir y la Federació d’Associacions de Mares i Pares de l’Escola Lliure de Catalunya (FAPEL).

Las alegaciones

Este es el contenido de las alegaciones al Anteproyecto de Ley de Educación de Cataluña:

1. El Anteproyecto no respeta el mandato del Estatuto de autonomía de Cataluña (artículo 21.1) de construir un modelo educativo de interés público y al hablar sólo de servicio público de educación (artículos 25-28) menosprecia la libertad de enseñanza, menosprecia el carácter propio de los centros privados y deja la escuela concertada en manos de la arbitrariedad de la administración (artículo 181).

2. El Anteproyecto no respeta el pluralismo ni la autonomía de los centros al poner controles adicionales a los proyectos educativos e, incluso, condicionar el futuro del concierto (artículos 26, 67-76). Es necesario asegurar que la diversidad de caracteres propios pueda desarrollarse en proyectos educativos diferenciados. La libertad ideológica –en la que se basa la libertad de enseñanza- y el pluralismo son elementos constitutivos de nuestro Estado de Derecho.

3. El Anteproyecto da pasos hacia atrás en la regulación de la admisión de alumnos en relación al vigente Decreto 75/2007, de 27 de marzo, y restringe los derechos de los padres en la elección de la escuela (artículo 32). Otorga atribuciones impropias a las Oficinas Municipales de Escolarización (artículos 29, 139, 141 y 148). Niega la posibilidad de establecer criterios complementarios y aboca a la arbitrariedad de un sorteo las frecuentes situaciones de empate a la hora de valorar las solicitudes.

4. El Anteproyecto consagra la discriminación del alumnado de la escuela concertada al no asegurar la gratuidad en los mismos niveles que en la pública. No se garantiza la gratuidad de la 6ª hora en la concertada ni de la educación post-obligatoria (artículos 27, 174, 175 y 181). Tampoco garantiza que el módulo económico del concierto sea suficiente para el mantenimiento de la escuela concertada, lo cual comporta o la asfixia económica de la escuela o el sobrecoste a sufragar por parte de los padres.

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viernes, 23 de mayo de 2008

Arzobispo defiende derecho a la fe ante nuevos "mandamientos" del laicismo

MADRID, (ACI).- El Arzobispo Emérito de Pamplona y Tudela, Mons. Fernando Sebastián, defendió el derecho de los católicos a vivir su fe sin restricciones en España ante la publicación de los llamados "diez mandamientos" del laicismo en un diario cercano al PSOE.

El Arzobispo resumió así los "mandamientos" confeccionados por el periódico Público, considerándolos
"una barrera para excluir al cristianismo de todo lo que sea
vida social":

"1. Educarás en igualdad. Se entiende, en la igualdad impuesta del laicismo, sin ninguna referencia a Dios ni a religión alguna, ni siquiera a la trascendencia del ser humano.

2. No sermonearás fuera del púlpito. Que quiere decir, las manifestaciones religiosas sólo se pueden tolerar dentro de las Iglesias. Hay que eliminar la enseñanza de la religión en las escuelas.

3. No impondrás tus símbolos al Estado. Los actos oficiales tienen que ser estrictamente laicos. Excluyen los funerales de Estado y hasta las bodas católicas de la
familia real.

4. No mezclar lo terreno con lo celestial. Ni himnos ni banderas ni autoridades en las ceremonias religiosas, ni signos religiosos en nada oficial.

5. No acaparar las fiestas del calendario. Pretenden quitar fiestas religiosas y hacer festivas las conmemoraciones civiles.

6. No invadir las instituciones públicas. Fuera los capellanes de hospitales, los castrenses, la existencia del Arzobispado Castrense.

7. Apropiarse del patrimonio. Que la
Iglesia reconozca la propiedad pública de Catedrales, Museos, Monasterios.

8. Facilitar la apostasía. No necesita explicación.

9. No aparecer en los medios públicos. Hay que eliminar los programas religiosos en los medios de comunicación estatales.

10. Ni un duro para la Iglesia. Ni siquiera es aceptable el sistema de poner la
cruz en la declaración de la renta".

Según Mons. Sebastián a partir de estos postulados "la Iglesia, los católicos, la religión cristiana no merece la consideración ni la ayuda que merecen el deporte, o el
cine, o los concursos de belleza. Solo les falta pedir que nos pongan una multa por ser católicos".

Ante estas agresiones, el Obispo recordó que "los ciudadanos tenemos perfecto derecho a vivir y actuar religiosamente en todos los ámbitos de nuestra vida, personal, familiar y social, según nuestra conciencia y a medida de nuestros deseos. Ninguna autoridad humana nos lo puede prohibir justamente".

"La autoridad civil, cuya razón de ser es el servicio de la sociedad, está obligada a proteger y favorecer la libertad de los ciudadanos, también en el ejercicio de su vida religiosa y moral tal como de acuerdo con su conciencia decidan hacerlo", agregó.

Además, precisó que "los ciudadanos católicos, como los demás, tenemos pleno derecho a intervenir en la vida pública en cuanto tales y tenemos el deber y el derecho de aportar al patrimonio común los bienes culturales y sociales que provienen de nuestra experiencia religiosa".

Mons. Sebastián advirtió que "detrás de las pretensiones laicistas hay una concepción totalitaria del Estado". "Según esta mentalidad, el Estado es una especie de Ser Supremo que viene sobre nosotros y nos dicta cómo tenemos que vivir. Pero la realidad no es así", aclaró y explicó que "es el Estado el que tiene que ajustarse al ser de la sociedad a la que tiene que servir, y no al revés. Esto es la esencia de la democracia. Y lo contrario es dictadura y totalitarismo".

"En el caso de la religión, el Estado lo único que tiene que hacer, que no es poco, es proteger la libertad de los ciudadanos para que cada uno pueda ejercitar y manifestar libremente su propia religión, según su propia conciencia, sin molestar ni atentar contra la libertad ni los legítimos derechos de nadie. De manera que la recta laicidad, lo mismo que la no confesionalidad, consiste en que el Estado proteja la libertad religiosa de la sociedad y de los ciudadanos para practicar la religión que quieran, sin beligerar en cuestiones religiosas que quedan fuera de su competencia", agregó.

El Arzobispo consideró que
"si los católicos españoles queremos seguir siendo libres y responsables, tendremos que comenzar a tomar en serio estas cuestiones. No es un asunto de los Obispos, sino que es algo que concierne directamente a toda la sociedad y a todos los ciudadanos. Lo que está en juego no son los privilegios de los curas, sino la libertad de los ciudadanos españoles para vivir libremente según su conciencia".
También precisó que "el Estado es laico no para suprimir la religión, sino para facilitar el que los ciudadanos puedan ser religiosos o no según su conciencia y puedan profesar tranquilamente la religión que mejor les parezca, con todas las consecuencias, privadas y públicas".

"Llega la hora de que los españoles seamos de verdad ciudadanos y tomemos la determinación de ser los protagonistas de nuestra vida, exigiendo a los políticos y a la política que actúen realmente al servicio de la sociedad, sin dirigismos y sin excederse en sus competencias ni en sus atribuciones. ¿Queremos vivir en una sociedad de hombres libres que orientan su vida según su conciencia, o queremos vivir en una sociedad dominada y dirigida dedicándonos simplemente a vivir como nos digan? Esta es la cuestión", concluyó.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Uniformidad obscena / Autor: Francesc Torralba Roselló

Crear innúmeras posibilidades desorienta y, al final, quita libertad

El gran riesgo de la reunificación del género humano se encuentra en la uniformidad que la globalización ha auspiciado de forma obscena. Esta uniformidad es un supuesto de la mercantilización de la vida diaria y de su estandarización.

Para poder extender la forma de dominio global postmoderna es necesario estandarizar los individuos, las culturas y las tradiciones: por ello se ha utilizado a los medios de comunicación como controladores sociales del discurso narrativo e ideológico, consiguiendo llevar a los individuos hacia una interpretación de lo social como una pluralidad de discursos y de posibilidades en las que ellos son los que de manera supuesta eligen libremente.

Se identifica libertad con libertad de elección y, a continuación, se crea la ilusión de las distintas posibilidades realmente diferentes. La perversión de esta ilusión radica en el cierre del discurso real: al crear innúmeras posibilidades lo que se produce es desorientación y pérdida de realidad.

Esto se ha logrado mediante la desaparición gradual del lugar físico del mercado y la tendencia a la identificación de la mercancía con su imagen. Las fronteras entre mercancía e imagen quedan difuminadas y se pretende crear una imagen de mercado que unifica el producto, el medio y la empresa.

Ya no hay límites en la venta, el mercado se ha hecho omnipresente. Ahora los productos se difunden a través de los segmentos de entretenimiento de los media, como parte de su contenido, la confusión entre publicidad y discurso narrativo, entre mercado y sociedad, entre hombre y producto, ha llegado a su paroxismo.

Llegamos al súmmum del proceso uniformador cuando el proceso de consumo se consume a sí mismo. El individuo no consume productos, sino que consume consumo, llega a identificarse con el producto, la marca, la imagen, la historia y la realidad creada a su alrededor.

Este individuo ya no actúa como un ser humano, sino como un apéndice del proceso de mercantilización global. Los procesos narrativos de la postmodernidad se han convertido en mercancías. Las marcas publicitarias asocian a su producto una forma de vida y de ser.

Este proceso lleva hasta la fetichización máxima de la mercancía, que es la otorgación de vida al producto hasta el punto que las relaciones sociales se tornan relaciones entre mercancías.

El nuevo individuo consumidor es el hombre postmoderno, la condición básica de la creación de la sociedad postmoderna uniformada. El fin de todo este marasmo postmoderno es la creación del individuo aislado, un hombre sin sustancia, que ya no es lo que debe ser, sino que se somete al mismo proceso productivo que cualquier otro producto de consumo.

Como consecuencia de todo ello, el ciudadano es creado a imagen y semejanza de la sociedad de consumo, es estandarizado para consumir unos determinados productos. La era del consumo postmoderno desocializa los individuos para resocializarlos en la lógica de las necesidades de producción y marketing.

Los individuos son reprogramados para que cumplan con las características convenientes de docilidad, alto nivel de consumo y versatilidad en la adquisición de capacidades concretas para la mejor adaptación a los nuevos modelos de consumo.

Necesitamos urgentemente un nuevo discurso sobre la libertad. De la libertad como práctica de la elección entre dos o más productos de consumo, debemos recuperar la libertad como autenticidad, compromiso personal, respuesta singular a la vocación más profunda.


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Fuente: Forum Libertas