
12 de noviembre de 2009.- Han pasado pocos años desde el fallecimiento de Juan Pablo II y ya son muchos las curaciones extraordinarias que se le atribuyen. No son fruto de una histeria colectiva, sino casos concretos avalados por testigos fidedignos y contados con objetividad y, sobre todo, con gran serenidad. La realidad es que Juan Pablo II se ha convertido en un gran intercesor. Marie-Simon-Pierre, una religiosa nacida en 1962, perteneciente a la congregación de las Hermanitas de las Maternidades Católicas, que trabaja actualmente en la maternidad de la Sainte Félicité, en el distrito número 15 de París, ha sido curada de parkinson por intercesión de Juan Pablo II. A Marie-Simon-Pierre le diagnosticaron los trastornos neurológicos propios de esa enfermedad en junio de 2001, una enfermedad que también padeció Juan Pablo II. Este es el relato de los hechos escrita por la propia monja agraciada con este milagro. Leer más...