* «Santo Tomás me permitió dar el salto de fe sin saltar fuera de la razón. Él también admiraba a los griegos y conocía a Aristóteles tremendamente bien. Nadie como él integró la lógica y la filosofía racional con la revelación cristiana como su obra maestra, la Summa Teologica. La fe no contradice la razón, sino que nos lleva más lejos y más alto de lo que permite la razón, sirviendo, como decía San Juan Pablo II en Fides et Ratio, como las dos alas que nos elevan a la verdad»
* «Recuperar, redescubrir sus propias raíces y recobrar fuerza para ir adelante, la fuerza para dar fruto y, como dice el poeta, ‘la fuerza para florecer del árbol florido, viene de lo que está enterrado. Precisamente esa relación entre la raíz y el bien que nosotros podemos hacer. Las resistencias pertenecen a los que prefieren el exilio, y cuando no hay exilio físico, el exilio es psicológico: el autoexilio de la comunidad, de la sociedad, aquellos que prefieren ser un pueblo desarraigado, sin raíces. Debemos pensar en esta enfermedad del autoexilio psicológico: hace tanto mal. Nos quita las raíces. Nos quita la pertenencia»