Camino Católico.- Misterios Gozosos del Santo Rosario en la capilla de Adoración Eucarística Perpetua de Toledo ante el Santísimo Sacramento, emitidos por 13 TV.
Evangelio: San Mateo 5, 33-37:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: «No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor».
Pero yo os digo no juréis en absoluto: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan «sí», que sea sí, y cuando digan «no», que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno».
Evangelio: San Mateo 5, 27-32:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo No cometerás adulterio. Pues yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la gehenna.
Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la gehenna.
Se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio.
Pues yo os digo que si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – la induce a cometer adulterio, y el que se case con la repudiada comete adulterio».
Evangelio: San Juan 17, 1-2.9. 14-26:
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo:
«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú has dado sobre toda la carne, dé la vida eterna a todos los que le ha dado.
Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo le he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les de dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».
* «Dios es el rostro personal del bien, es lo que está detrás de toda la realidad. Yo me levanto por la mañana, y amanece, porque Él me lo regala. Me encuentro a mi familia inmediatamente, porque Él me la regala. Vengo a mi trabajo y disfruto haciéndolo, porque Él me da esta vocación y me ha dado la vida»
Camino Católico.- Cristina López Schlichting es una conocida periodista, que ha trabajado para diversos medios de prensa, televisión y radio. Aunque en su infancia no recibió mucha formación religiosa, sentía una gran inquietud interior y se planteaba muchas preguntas sobre el sentido de la existencia. No era capaz de admitir que todo lo bello estuviera condenado a la muerte y al fin.
A través de un recorrido intelectual de búsqueda del bien, de la verdad y de la belleza, como ella misma cuenta, Cristina llegó a la convicción de la existencia de Dios e inició un camino de acercamiento a él.<
Video completo de la transmisión en directo realizada por Vatican News de la catequesis traducida al español y de la síntesis que el Papa ha hecho en nuestro idioma
* «No olvidemos que el Espíritu de Dios es cercanía, compasión y ternura. Dios es así, sabe acariciar. Y la vejez nos ayuda a entender esta dimensión de Dios que es la ternura. La vejez es el tiempo especial para disolver el futuro de la ilusión tecnocrática, es el tiempo de la ternura de Dios que crea, crea un camino para todos nosotros. Que el Espíritu nos conceda la reapertura de esta misión espiritual —y cultural— de la vejez, que nos reconcilia con el nacimiento de lo alto. Cuando nosotros pensamos en la vejez así, después decimos: ¿por qué esta cultura del descarte decide descartar a los ancianos, considerándoles inútiles? Los ancianos son los mensajeros del futuro, los ancianos son los mensajeros de la ternura, los ancianos son los mensajeros de la sabiduría de una vida vivida. Vamos adelante y miremos a los ancianos»