4 de julio de 2024.- (Camino Católico) Homilía del P. Heliodoro Mira y lecturas de la Santa Misa de hoy, jueves de la 13ª semana de Tiempo Ordinario, Santa Isabel de Portugal, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Mateo 9, 1-8:
En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. En eso le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:
«¡Animo, hijo!, tus pecados están perdonados».
Algunos de los escribas se dijeron:
«Éste blasfema».
Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo:
«¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil decir: «Tus pecados te son perdonados», o decir: «Levántate- y echa a andar»? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados – entonces dice al paralítico -: «Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa»».
Se puso en pie, y se fue a su casa.
Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.
Testimonio de Mercedes Khartabil en Enriquísimo TV en su canal de Youtube
Camino Católico.- Mercedes Khartabil, una joven médica de 27 años que estaba en sus años de residencia en la especialidad de Nefrología, ingresó en el monasterio de clausura de las carmelitas descalzas de Mansión de Paz, en La Rioja, el pasado 5 de febrero. Esta madrileña ha optado por la opción radical de dejarlo todo por Dios ante una llamada insistente que durante un tiempo le decía: “te quiero sólo para mí”. Esa llamada comenzó en la JMJ de Cracovias de 2016, en la que se encontró con el amor de Cristo y quiso corresponder a ese Amor.
Evangelio: San Juan 20, 24-29:
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
2 de julio de 2024.- (Camino Católico) “Oremos para que el sacramento de la Unción de los Enfermos dé a las personas que lo reciben y a sus seres queridos la fuerza del Señor, y se convierta cada vez más para todos en un signo visible de compasión y de esperanza”, pide el Santo Padre en el “Video del Papa” para el mes de julio del 2024.
El Pontífice explica que “cuando una persona está muy enferma conviene darle la Unción de los Enfermos. Y cuando una persona ya está anciana, conviene que reciba la Unción de los Enfermos”. El texto completo de las palabras de Francisco en “el Video del Papa” es el siguiente:
Este mes tengamos en nuestra oración el cuidado pastoral de los enfermos.
La Unción de los Enfermos no es un sacramento solo para aquellos que están a punto de morir. No. Es importante tener esto claro.
Cuando el sacerdote se acerca a una persona para darle la Unción de los Enfermos, no está necesariamente ayudándole a despedirse de la vida. Pensar así es renunciar a toda esperanza.
Es dar por sentado que después del cura llega el enterrador.
Recordemos que la Unción de los Enfermos es uno de los “sacramentos de sanación”, de “curación”, que sana el espíritu.
Y cuando una persona está muy enferma conviene darle la Unción de los Enfermos. Y cuando una persona ya está anciana, conviene que reciba la Unción de los Enfermos.
Oremos para que el sacramento de la Unción de los Enfermos dé a las personas que lo reciben y a sus seres queridos la fuerza del Señor, y se convierta cada vez más para todos en un signo visible de compasión y de esperanza.
Francisco
Evangelio: San Mateo 8, 23-27:
En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; Él dormía.
Se acercaron y lo despertaron gritándole:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!».
Él les dice:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso de pie, increpó al viento y al mar y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados:
¿Quién es este, que hasta el viento y el mar lo obedecen?».
Evangelio: San Mateo 8, 18-22:
En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de cruzar a la otra orilla.
Se le acercó un escriba y le dijo:
– «Maestro, te seguiré adonde vayas»
Jesús le respondió:
– «Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
Otro, que era de los discípulos, le dijo:
– «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre».
Jesús le replicó:
– «Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos».