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domingo, 29 de septiembre de 2024

Papa Francisco en el Ángelus, en Bélgica, 29-9-2024: «Por intercesión de la Virgen María, pidamos a Dios el don de la paz para el Líbano, la martirizada Ucrania, Palestina e Israel, Sudán, Myanmar y todos los pueblos»

* «Quisiera darles una noticia. A mi regreso a Roma iniciaré el proceso de beatificación del Rey Balduino, que con su ejemplo de hombre de fe ilumine a los gobernantes. Les pido a los obispos belgas que se comprometan por llevar adelante esta causa»

    

Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus

* «Renuevo a Europa y a la Comunidad internacional mi llamado a considerar el fenómeno migratorio como una oportunidad para crecer juntos en fraternidad e invito a todos a ver en cada hermano y hermana migrante el rostro de Jesús que se ha hecho huésped y peregrino entre nosotros» 

29 de septiembre de 2024.- (Camino Católico)  El Papa Francisco, que sigue «con dolor y gran preocupación» la ampliación e intensificación del conflicto en el Líbano, no se cansa de expresar su firme deseo de que se resuelvan los conflictos en el mundo, que ahora se ha convertido en un polvorín. Fueron sus palabras al final de la celebración eucarística con Beatificación en el Estadio Rey Balduino, en Bruselas, al final de su 46 viaje apostólico.

En particular, la escalada de la guerra en el país de los cedros ha ocupa el pensamiento y las oraciones de Francisco al rezar el Ángelus, en el que también se ha referido a la Jornada del Emigrante y del Refugiado y ha anunciado la apertura del proceso de beatificación del rey Balduino. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha la meditación del Santo Padre traducida al español, cuyo texto completo es el siguiente:

VIAJE APOSTÓLICO DE SU SANTIDAD FRANCISCO

A BÉLGICA:

ÁNGELUS


Estadio “Rey Balduino” (Bruselas)


Domingo, 29 de septiembre de 2024


Agradezco al arzobispo sus amables palabras. Expreso un sentido agradecimiento a sus majestades, el rey y la reina, así como a sus altezas reales, el gran duque y la gran duquesa de Luxemburgo, por su presencia y por la acogida de estos días.


Y extiendo también mi agradecimiento a todos aquellos que, de múltiples maneras, colaboraron en la organización de esta visita; de modo especial a los ancianos y enfermos que han ofrecido sus plegarias.


Hoy se celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con el lema “Dios camina con su pueblo”. Desde este país, Bélgica, que ha sido y sigue siendo aún hoy meta de tantos emigrantes, renuevo a Europa y a la Comunidad internacional mi llamado a considerar el fenómeno migratorio como una oportunidad para crecer juntos en fraternidad e invito a todos a ver en cada hermano y hermana migrante el rostro de Jesús que se ha hecho huésped y peregrino entre nosotros.


Sigo con dolor y gran preocupación el crecimiento e intensificación del conflicto en el Líbano. El Líbano es un mensaje, pero en este momento es un mensaje de dolor, y esta guerra tiene efectos devastadores sobre la población. Muchas, demasiadas personas, continúan muriendo día tras día en Oriente Medio. Oremos por las víctimas, por sus familias, recemos por la paz. Pido a todas las partes en conflicto un alto el fuego inmediato en el Líbano, en Gaza, en el resto de Palestina y en Israel. Que se liberen los rehenes y se permita la ayuda humanitaria. No olvidemos la lastimada Ucrania.


Les agradezco también a todos los que han venido de Holanda, Alemania y Francia para compartir esta jornada. Gracias a todos.


En este momento quisiera darles una noticia. A mi regreso a Roma iniciaré el proceso de beatificación del Rey Balduino, que con su ejemplo de hombre de fe ilumine a los gobernantes. Les pido a los obispos belgas que se comprometan por llevar adelante esta causa. 


Dirijámonos ahora a la Virgen María rezando juntos el Ángelus. Esta oración, muy popular en las generaciones pasadas, merece redescubrirse. Es una síntesis del misterio cristiano, que la Iglesia nos enseña a introducir en medio de nuestras ocupaciones cotidianas. Se la entrego especialmente a los jóvenes, y a todos los encomiendo a nuestra Madre Santísima que aquí, junto al altar, es representada como Sede de la Sabiduría. Sí, necesitamos de la sabiduría del Evangelio. Pidámosla con frecuencia al Espíritu Santo.


Y, por intercesión de la Virgen María, pidamos a Dios el don de la paz para la martirizada Ucrania, para Palestina e Israel, para Sudán, Myanmar y todos los pueblos heridos a causa de la guerra.


¡Gracias a todos! Y adelante, “en route, avec Espérance”.



Oración del Ángelus:                         


Angelus Dómini nuntiávit Mariæ.

Et concépit de Spíritu Sancto.

Ave Maria…


Ecce ancílla Dómini.

Fiat mihi secúndum verbum tuum.

Ave Maria…


Et Verbum caro factum est.

Et habitávit in nobis.

Ave Maria…


Ora pro nobis, sancta Dei génetrix.

Ut digni efficiámur promissiónibus Christi.


Orémus.

Grátiam tuam, quǽsumus, Dómine,

méntibus nostris infunde;

ut qui, Ángelo nuntiánte, Christi Fílii tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem eius et crucem, ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúndem Christum Dóminum nostrum.


Amen.


Gloria Patri… (ter)

Requiem aeternam…


Benedictio Apostolica seu Papalis


Dominus vobiscum.Et cum spiritu tuo.

Sit nomen Benedicat vos omnipotens Deus,

Pa ter, et Fi lius, et Spiritus Sanctus.


Amen.



Francisco



Fotos: Vatican Media, 29-9-2024

Santa Misa, presidida por el Papa Francisco, de beatificación de Ana de Jesús, en Bélgica, 29-9-2024

Foto: Vatican Media, 29-9-2024

29 de septiembre de 2024.- (Camino Católico)  El Papa Francisco ha presidido la mañana de este domingo la Santa Misa de clausura de su viaje a Bélgica, con el rito de Beatificación de la Sierva de Dios Ana de Jesús, y en su homilía ha pedido no encubrir los abusos y que “se juzgue al abusador, sea laica, laico, sacerdote u obispo”. La Eucaristía se ha celebrado en el Estadio Rey Babuino, ante unos 40.000 fieles presentes. En el vídeo de Vatican News se visualiza y escucha toda la celebración.


Además, centrándose en la beatificación de Ana de Jesús ha señalado en la homilía que “su testimonio se nos confía para que también lo hagamos nuestro, renovando el compromiso de caminar juntos tras las huellas del Señor… En un tiempo marcado por escándalos dolorosos, dentro y fuera de la comunidad cristiana, ella y sus compañeras, con su vida sencilla y pobre, hecha de oración, de trabajo y de caridad, supieron traer de nuevo a la fe a tantas personas, hasta el punto de que alguno definió su fundación en esta ciudad como un ‘imán espiritual’”.

Se ora como se vive, porque se vive como se ora / Por Arturo López


Camino Católico.-  La meditación la realiza Arturo López Martos, laico casado y padre de dos hijos, miembro de la Comunidad Familia, Evangelio y Vida. En esta charla profundiza en cómo afrontar el combate espiritual para mantener y alimentar nuestra comunicación con Dios a través de la oración perseverante. Se ora como se vive, porque se vive como se ora y el catecismo de la Iglesia católica nos da unas pautas importantes sobre las dificultades que tenemos para orar. Debemos asumir que la oración es una gracia de Dios que precisa de una respuesta por nuestra parte, lo que requiere un esfuerzo y un acto de la voluntad. ¿Por qué si afirmamos que Cristo es el hijo del Dios vivo luego no somos capaces de poner la oración como prioridad?

Arturo López también participa de las reuniones de plegaria del grupo de oración Familia, Evangelio y Vida de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Vilanova i la Geltrú, Barcelona, España, donde ha sido grabada en directo esta enseñanza, el lunes 5 de noviembre de 2012.

Homilía de Mons. José Mazuelos, obispo de Canarias, y lecturas de la Misa de hoy, XXVI Domingo de Tiempo Ordinario, 29-9-2024

29 de septiembre de 2024.-  (Camino Católico) Homilía de  Mons. José Mazuelos Pérez, obispo de Canarias, y lecturas de la Misa de hoy, XXVI Domingo de Tiempo Ordinario, emitida por 13 TV desde la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria.

Santa Misa de hoy, XXVI domingo de Tiempo Ordinario, en la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria, 29-9-2024


29 de septiembre de 2024.-  (Camino Católico)  Celebración de la Santa Misa de hoy, XXVI domingo de Tiempo Ordinario, presidida por Mons. José Mazuelos Pérez, obispo de Canarias, emitida por 13 TV desde la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria.


Palabra de Vida 29/9/2024: «Si tu mano te induce a pecar, córtatela» / Por P. Jesús Higueras

Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 29 de septiembre de 2024, domingo de la 26ª semana de Tiempo Ordinario, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.

Evangelio: San Marcos 9, 38-43.45.47-48:

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús:

«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros».

Jesús respondió:

«No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.

Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos a la “gehenna”, al fuego que no se apaga.

Y, si tu pie te hace pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la “gehenna.”

Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la “gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga».

Homilía del Evangelio del Domingo: ¿Qué hay más liberador que la voluntad de Dios de que todos se salven? / Por Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.


* «Saber que nuestros hermanos de fuera también tienen la posibilidad de salvarse: ¿qué existe que sea más liberador y qué confirma mejor la infinita generosidad de Dios y su voluntad de ‘que todos los hombres se salven’ (1 Tm 2,4)? Deberíamos hacer nuestro el deseo de Moisés recogido en la primera lectura de este domingo: ‘¡Quisiera de Dios que le diera a todos su Espíritu!’. ¿Debemos, con esto, dejar a cada uno tranquilo en su convicción y dejar de promover la fe en Cristo, dado que uno se puede salvar también de otras maneras? Ciertamente no. Sólo deberíamos poner más énfasis en el motivo positivo que en el negativo. El negativo es: ‘Creed en Jesús, porque quien no cree en Él estará condenado eternamente’; el motivo positivo es: ‘Creed en Jesús, porque es maravilloso creer en Él, conocerle, tenerle al lado como Salvador, en la vida y en la muerte’»

 El que no está contra nosotros, está por nosotros: Domingo XXVI del tiempo ordinario – B:


Números 11, 25-29  /  Salmo 18  /  Santiago 5,1-6  /  Marcos 9, 38-43.45.47-48 

Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap. / Camino Católico.- Uno de los apóstoles, Juan, vio expulsar demonios en nombre de Jesús a uno que no era del círculo de los discípulos y se lo prohibió. Al contarle el incidente al Maestro, se oye que Él responde: «No se lo impidáis... El que no está contra nosotros, está por nosotros».

Se trata de un tema de gran actualidad. ¿Qué pensar de los de fuera, que hacen algo bueno y presentan las manifestaciones del Espíritu, sin creer aún en Cristo y adherirse a la Iglesia? ¿También ellos se pueden salvar?

La teología siempre ha admitido la posibilidad, para Dios, de salvar a algunas personas fuera de las vías ordinarias, que son la fe en Cristo, el bautismo y la pertenencia a la Iglesia. Esta certeza se ha afirmado sin embargo en época moderna, después de que los descubrimientos geográficos y las aumentadas posibilidades de comunicación entre los pueblos obligaron a tomar nota de que había incontables personas que, sin culpa suya alguna, jamás habían oído el anuncio del Evangelio, o lo habían oído de manera impropia, de conquistadores o colonizadores sin escrúpulos que hacían bastante difícil aceptarlo. El Concilio Vaticano II dijo que «el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de sólo Dios conocida, se asocien a este misterio pascual» de Cristo, y por lo tanto se salven [Constitución Pastoral Gaudium et spes sobre la Iglesia y el mundo actual, n. 22. Ndt].

¿Ha cambiado entonces nuestra fe cristiana? No, con tal de que sigamos creyendo dos cosas: primero, que Jesús es, objetivamente y de hecho, el Mediador y el Salvador único de todo el género humano, y que también quien no le conoce, si se salva, se salva gracias a Él y a su muerte redentora. Segundo: que también los que, aún no perteneciendo a la Iglesia visible, están objetivamente «orientados» hacia ella, forman parte de esa Iglesia más amplia, conocida sólo por Dios.

Dos cosas, en nuestro pasaje del Evangelio, parece exigir Jesús de estas personas «de fuera»: que no estén «contra» Él, o sea, que no combatan positivamente la fe y sus valores, esto es, que no se pongan voluntariamente contra Dios. Segundo: que, si no son capaces de servir y amar a Dios, sirvan y amen al menos a su imagen, que es el hombre, especialmente el necesitado. Dice de hecho, a continuación de nuestro pasaje, hablando aún de aquellos de fuera: «Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa».

Pero aclarada la doctrina, creo que es necesario rectificar también algo más, y es la actitud interior, la psicología de nosotros, los creyentes. Se puede entender, pero no compartir, la mal escondida contrariedad de ciertos creyentes al ver caer todo privilegio exclusivo ligado a la propia fe en Cristo y a la pertenencia a la Iglesia: «Entonces, ¿de qué sirve ser buenos cristianos...?». Deberíamos, al contrario, alegrarnos inmensamente frente a estas nuevas aperturas de la teología católica. Saber que nuestros hermanos de fuera también tienen la posibilidad de salvarse: ¿qué existe que sea más liberador y qué confirma mejor la infinita generosidad de Dios y su voluntad de «que todos los hombres se salven» (1 Tm 2,4)? Deberíamos hacer nuestro el deseo de Moisés recogido en la primera lectura de este domingo: «¡Quisiera de Dios que le diera a todos su Espíritu!».

¿Debemos, con esto, dejar a cada uno tranquilo en su convicción y dejar de promover la fe en Cristo, dado que uno se puede salvar también de otras maneras? Ciertamente no. Sólo deberíamos poner más énfasis en el motivo positivo que en el negativo. El negativo es: «Creed en Jesús, porque quien no cree en Él estará condenado eternamente»; el motivo positivo es: «Creed en Jesús, porque es maravilloso creer en Él, conocerle, tenerle al lado como Salvador, en la vida y en la muerte».

Cardenal Raniero Cantalamessa, OFM Cap.


Evangelio

En aquel tiempo, Juan le dijo:

«Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». 

Pero Jesús dijo: 

«No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros. Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.

»Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga».

Marcos 9, 38-43.45.47-48

Homilía del Evangelio del Domingo: Si el Espíritu Santo se derrama tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica, ¿no es, entonces, indiferente estar en ella o fuera de ella? / Por P. José María Prats


* «La respuesta, por supuesto, es que no. Cristo ha fundado su Iglesia sobre los apóstoles presididos por San Pedro, cuyos sucesores son el Papa y los obispos y le ha confiado su Palabra de verdad y los sacramentos como medios ordinarios a través de los cuales le comunica su Espíritu para santificarla y estrechar su comunión con ella. Esta Iglesia es el redil en el que Dios quiere congregar a todos los hombres para que vivan como un pueblo santo, como un único rebaño guiado por Cristo, el Buen Pastor. Y para impulsar a todos hacia esta unidad en verdad y santidad, envía por doquier al Espíritu Santo. hemos de desear y orar para que el Espíritu Santo se derrame sobre el mundo entero y nos conduzca a todos a la verdad plena, a la santidad y a la unidad: ‘¡Ojalá que el Señor infundiera en todos su Espíritu!’»

  Domingo XXVI del tiempo ordinario – B:


Números 11, 25-29  /  Salmo 18  /  Santiago 5,1-6  /  Marcos 9, 38-43.45.47-48 


P. José María Prats / Camino Católico.-  Las lecturas de hoy nos invitan a reflexionar sobre un tema muy delicado y muy de actualidad: el de la actitud que hemos de tener con las personas que pertenecen a otras iglesias cristianas, a otras religiones o, simplemente, no profesan ninguna creencia religiosa.

La primera lectura nos ilumina mucho sobre este tema. Dios había ordenado a Moisés que congregara en la Tienda del Encuentro a setenta ancianos de Israel, servidores del pueblo, y había dicho que tomaría parte del espíritu de Moisés y lo pasaría a estos ancianos para que le ayudaran a conducir y gobernar al pueblo en su marcha por el desierto.

Este acontecimiento del Antiguo Testamento es anuncio y prefiguración de lo que ocurrió en el día de Pentecostés y sigue ocurriendo desde entonces hasta nuestros días: el Padre convoca a todos los hombres en su Iglesia y derrama sobre ellos al Espíritu de Cristo resucitado. Moisés es, por tanto, figura de Cristo y la Tienda del Encuentro, de la Iglesia.

Pero en la lectura se nos dice que el espíritu también fue enviado a dos ancianos que no habían acudido a la Tienda y que se encontraban en el campamento. Si la Tienda del Encuentro que custodiaba el Arca de la Alianza es figura de la Iglesia fundada por Cristo sobre los apóstoles y que custodia la Palabra de Dios y los sacramentos, lo que este pasaje nos está diciendo es que Dios derrama también a su Espíritu más allá de los confines de la Iglesia Católica.

A raíz de esta interpretación nos podríamos preguntar: Si el Espíritu Santo se derrama tanto dentro como fuera de la Iglesia Católica, ¿no es, entonces, indiferente estar en ella o fuera de ella? La respuesta, por supuesto, es que no.

Cristo ha fundado su Iglesia sobre los apóstoles presididos por San Pedro, cuyos sucesores son el Papa y los obispos y le ha confiado su Palabra de verdad y los sacramentos como medios ordinarios a través de los cuales le comunica su Espíritu para santificarla y estrechar su comunión con ella. Esta Iglesia es el redil en el que Dios quiere congregar a todos los hombres para que vivan como un pueblo santo, como un único rebaño guiado por Cristo, el Buen Pastor. Y para impulsar a todos hacia esta unidad en verdad y santidad, envía por doquier al Espíritu Santo.

Como católicos hemos de vivir con la alegría de saber que estamos ya en la Tienda del Encuentro donde Dios quiere convocar a todos los hombres, pero al mismo tiempo hemos de rechazar esa actitud exclusivista en la que, por desgracia, tan a menudo cayó el pueblo de Israel y que hoy hemos visto reflejada en Josué, que pidió a Moisés que prohibiera profetizar a los ancianos que habían recibido el espíritu fuera de la Tienda, o en el apóstol Juan, que intentó impedir que alguien expulsara demonios en nombre de Jesús porque no pertenecía a su grupo.

Como Moisés hemos de desear y orar para que el Espíritu Santo se derrame sobre el mundo entero y nos conduzca a todos a la verdad plena, a la santidad y a la unidad: «¡Ojalá que el Señor infundiera en todos su Espíritu!».

P. José María Prats

Evangelio

En aquel tiempo, Juan le dijo:

«Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros». 

Pero Jesús dijo: 

«No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros. Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.

»Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga».

Marcos 9, 38-43.45.47-48


Oración a los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael para vivir cumpliendo la voluntad de Dios / Por P. Carlos García Malo

 

P. Carlos García Malo / Camino Católico.- Cada 29 de septiembre la Iglesia celebra la fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel. Sus nombres permanecen grabados en el alma de los cristianos de todos los tiempos en virtud a su grandeza y obediencia a la voluntad de Dios.

A Miguel, Rafael y Gabriel los conocemos bien porque aparecen mencionados en la Sagrada Escritura, cada uno llevando a cabo misiones muy importantes, encomendadas por el Señor, dentro de la historia de la salvación.

San Miguel Arcángel es quien está al mando de los ejércitos celestiales. El nombre “Miguel” en hebreo significa “¡Quién como Dios!”, expresión que evoca la omnipotencia del Señor, así como su amor y justicia infinitos. Su nombre es el grito de guerra que resuena triunfante en la batalla contra el Adversario, Satanás, y su corte de ángeles caídos.

“Rafael”, por su parte, quiere decir “medicina de Dios” o “Dios ha obrado la salud”. San Rafael es el arcángel amigo de los caminantes y peregrinos; es también el médico de quienes padecen alguna enfermedad.


Por último, “Gabriel” significa “fortaleza de Dios”. A San Gabriel se le encomendó la misión de anunciar a la Virgen María que Ella era la elegida para ser la Madre del Salvador.

En una de sus homilías, el Papa San Gregorio Magno (c. 540-604), Padre y Doctor de la Iglesia, señala que Dios quiso revelar los nombres personales de estos tres arcángeles como una forma de conocer “cuál es la misión específica para la cual nos son enviados”. De esa manera, es posible acudir a ellos en situaciones particulares, de acuerdo al poder que Dios le dio a cada uno.

El 29 de septiembre de 2017, el Papa Francisco, con ocasión de la festividad que hoy se celebra, afirmó: «Hoy celebramos el día de tres de estos arcángeles porque han tenido un papel importante en la historia de la salvación. Y conmemoramos a estos tres porque también tienen un papel importante en nuestro camino hacia la salvación»

Pidamos a los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, la gracias de vivir cumpliendo la voluntad de Dios:


San Miguel Arcángel, sal con las legiones de tu milicia; y como un escudo protector situaros en los cuatro puntos cardinales, vigilantes y reprendiendo toda actuación del enemigo. Lo mismo os pedimos para cada una de nuestras ciudades y pueblos así como vuestra asistencia personal en nuestras vidas…  

San Gabriel Arcángel, hoy acudimos pidiendo tu intercesión para no caer en trampa de este mundo que vive en el miedo de las malas noticias e incertidumbres y el hablar mundano; y sepamos vivir en la alegría de la Buena Nueva del Evangelio esparciendo por todas partes la certeza de que Cristo ha vencido al mundo y se puede vivir en la esperanza y en el júbilo que sólo da el Espíritu de Dios…. 

San Rafael Arcángel límpianos de cualquier ceguera que nos impida ver la voluntad de Dios y condúcenos de tu mano por todo sendero de bien y de amor.

Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, interceded por nosotros. Amén.

P. Carlos García Malo