El testimonio de las religiosas Hijas de la Caridad de la Preciosísima Sangre que se ocupan de recién nacidos que no tienen padres en Nigeria
25 de julio de 2009.-Todo comenzó cuando, en 2001, encontraron a un bebé recién nacido abandonado en la selva. Lo encontraron justo a tiempo, porque las hormigas empezaban a recorrer el cuerpito de la criatura. Como nadie sabía quiénes eran los padres, llevaron a la niña a las religiosas de la localidad cercana de Ikeduru (Nigeria oriental). Las Hermanas la recibieron cariñosamente y la llamaron Chidimma, que significa “Dios es bueno”.
(Eva-Maria Kolmann / AICA) Con el tiempo, llegaron más bebés, sobre todo neonatos cuyas madres habían muerto durante el parto. No es raro que a estos niños se les culpe de la muerte de la madre, pero, a menudo, a los parientes también les resulta muy complicado ocuparse de un bebé, porque ya suelen contar con una prole numerosa que apenas pueden alimentar.
Otros bebés tienen madres solteras que, de no existir las religiosas, habrían abortado. También hay niños que son rechazados por sus familias por el hecho de ser albinos. Los albinos están discriminados en muchos países africanos y, a menudo, son víctimas de malos tratos. En países como, por ejemplo, Tanzania, mueren a manos de hechiceros que creen que las partes del cuerpo de un albino encierran poderes mágicos.
Todos estos niños encuentran en la Casa de la Esperanza de las Hijas de la Caridad de la Preciosísima Sangre –así se llama la congregación de estas religiosas– un hogar lleno de amor.
“Para nosotras estos niños son nuestras joyas”, dice la Hermana Stella, que dirige la Casa de la Esperanza. “En todo lo que hacemos, nos preguntamos: ¿Qué habría hecho la madre, que ahora está en el cielo, y qué habría querido para su hijo? Éste es siempre nuestro punto de referencia”. Y con lágrimas en los ojos, añade: “¡Dios es tan bueno!”.
Muchos de los pequeños ya no seguirían con vida si no fuera por la Casa de la Esperanza. Y los niños quieren mucho a las religiosas. Hay que verlos entrar a una de ellas, acuden todos juntos corriendo y gritando: “¡Hermana, Hermana!”. Por la mañana, cuando la hermana Stella recorre el pasillo, incontables boquitas la saludan: “¡Good morning, Sister!” (“¡Buenos días, Hermana!”).
Pero las religiosas no dejan de atender a sus protegidos cuando, pasado un tiempo, los parientes al final se deciden a aceptarlos. Y es que el objetivo es precisamente que los niños acaben regresando con sus familias. Con frecuencia, abuelos, padres y tíos, que en un momento dado no estaban en condiciones de darles un hogar, más tarde los reciben cuando ya son algo mayores. Cuando esto ocurre, las religiosas visitan a las familias y siguen pendientes de ellos por mucho tiempo.
Cuando crecen, es importante darles una orientación, para que no anden por las calles y acaben siendo víctimas de los traficantes de drogas, nos cuenta la hermana Stella. Para ello, es necesaria una buena asistencia pastoral, porque así los jóvenes pueden llevar una vida feliz y completa, cimentada en la Buena Nueva de Jesucristo, y fundar una familia estable.
Pero las religiosas también enseñan a los jóvenes cosas muy concretas como llevar un hogar o ganarse el sustento. Su asistencia va dirigida a la persona en su totalidad. “Lo más importante son unas buenas bases”, subraya la Hermana Stella. Así, los niños que parecían condenados de antemano tienen la oportunidad de comprobarlo por sí mismos: “Dios es tan bueno”.
Pero las religiosas de la Casa de la Esperanza no sólo se ocupan de los pequeños huérfanos; hacen tanto o más por que los niños no lleguen a perder a sus madres. Y es que la tasa de mortalidad de las parturientas es demasiado alta. Una de cada diez mujeres muere al dar a luz, calcula la Hermana Stella. Por esta razón, las religiosas intentan informar a mujeres y jóvenes sobre lo que deben hacer para que el parto ocurra sin problemas.
Muchas tienen miedo de ir al médico, ya sea porque creen que no podrán pagarle, ya sea porque no confían en la medicina o porque tienen miedo a una operación. Además, muchas están convencidas de que su valor como mujer y madre disminuye cuando se les practica una cesárea. Y muchas se confían: “¡Dios me ayudará!”. En este ámbito, las religiosas invierten mucho esfuerzo en persuadirlas de que también la medicina puede ser un instrumento de Dios.
La historia de la pequeña Chidimma tuvo un final triste, porque la pequeña ya vino al mundo infectada con el VIH. Murió a los ocho años de edad, y fue enterrada en el convento de las religiosas. Sin la Hermana Stella y las demás Hermanas, Chidimma habría fallecido al poco de nacer. No habría podido jugar ni reír ni ser un rayo de luz para los demás durante ocho años. Gracias a ella, también hay una Casa de la Esperanza para muchos otros niños.
Sin embargo, innumerables pequeños huérfanos africanos no saben lo que es tener un hogar lleno de cariño, y miles de pequeñas “Chidimmas” mueren un día tras otro de sida y otras enfermedades o, simple y llanamente, de hambre. De ahí que la organización católica internacional “Ayuda a la Iglesia Necesitada” apoye en muchos países africanos a los sacerdotes, religiosas y laicos que, día a día, se ocupan de que los desgraciados hermanitos y hermanitas de Chidimma lleguen a saber que “Dios es bueno”.
sábado, 25 de julio de 2009
viernes, 24 de julio de 2009
Natalia López Moratalla, catedrática de bioquímica y biología molecular: “Se están detectando problemas graves de salud en los niños nacidos por Fecundación in Vitro”
Estos procesos suponen la eliminación de numerosas vidas humanas
24 de julio de 2009.- Los procesos naturales que se dan en el mismo comienzo del proceso vital, desde la concepción, marcan de por vida al embrión. Cada día es importante para ese nuevo cuerpo humano, desde que es embrión unicelular, o cigoto. Y cuando se altera su evolución natural, concibiéndolo artificialmente, por un proceso de Fecundación in Vitro, -además de suponer la eliminación de numerosas vidas humanas, sobrantes en el proceso, o que no salen adelante, lo que supone un grave problema moral-, el niño que consiga sobrevivir tiene altas probabilidades de sufrir algunas enfermedades raras.
(Sonsoles Calavera - Foto superior izquierda: Eduardo Méndez / Alba)Como explica la catedrática de Bioquímica y Biología molecular, Natalia López Moratalla, “en los primeros cinco días de vida, se establece una comunicación, un diálogo molecular con la madre, mientras esa nueva vida recorre las trompas hacia el útero. La madre aporta una serie de señales en ese intercambio, al detectar que está ahí el embrión”, algo que se pierde cuando la fecundación se produce fuera del útero materno. Además, en estos procesos se pueden fecundar de forma forzada gametos que no están maduros, lo que deja secuelas. “Se provoca la estimulación ovárica de la mujer y estos óvulos son más inmaduros. En algunas técnicas de FIV, como la inyección intracitoplasmática del espermio, se selecciona artificialmente el espermio y se fuerza la fecundación por una inyección al interior del óvulo. Así puede construirse un individuo, con una fecundación forzada, con una carencia de madurez en el estado del DNA de los gametos de los progenitores. Eso se arrastra a lo largo de la vida y hay una incidencia de enfermedades muy poco frecuentes“, asegura la científica. Además, cuando la causa de esterilidad es masculina suele haber alteraciones en el cromosoma ‘Y’, que heredan los hijos varones.
Alerta entre los pediatras
Estas circunstancias están produciendo alteraciones que se dan con mayor frecuencia en los niños nacidos por Fecundación In Vitro. “Está causando alerta en los pediatras porque son enfermedades que cursan con déficits neurológicos muy graves y limitantes y que están surgiendo con una frecuencia que no existen en la población engendrada naturalmente”, asegura la profesora. Lo que más les preocupa son las enfermedades raras: “Es el problema que se está trabajando más, porque hay una alerta muy fuerte, son enfermedades muy duras, que cursan con retraso mental y su frecuencia es evidente”.
Además, hay un campo donde los trastornos son ampliamente conocidos: el de los nacimientos prematuros: “Se dan con frecuencia porque suelen ser embarazos múltiples y también debido a la inmadurez de los óvulos, entre otras causas. Esa prematuridad da lugar a alteraciones en el aprendizaje, un cierto retraso, más propensión a adquirir infecciones, son de bajo peso, etc”, añade Moratalla.
Estos procesos suponen la eliminación de numerosas vidas humanas
24 de julio de 2009.- Los procesos naturales que se dan en el mismo comienzo del proceso vital, desde la concepción, marcan de por vida al embrión. Cada día es importante para ese nuevo cuerpo humano, desde que es embrión unicelular, o cigoto. Y cuando se altera su evolución natural, concibiéndolo artificialmente, por un proceso de Fecundación in Vitro, -además de suponer la eliminación de numerosas vidas humanas, sobrantes en el proceso, o que no salen adelante, lo que supone un grave problema moral-, el niño que consiga sobrevivir tiene altas probabilidades de sufrir algunas enfermedades raras.
(Sonsoles Calavera - Foto superior izquierda: Eduardo Méndez / Alba)Como explica la catedrática de Bioquímica y Biología molecular, Natalia López Moratalla, “en los primeros cinco días de vida, se establece una comunicación, un diálogo molecular con la madre, mientras esa nueva vida recorre las trompas hacia el útero. La madre aporta una serie de señales en ese intercambio, al detectar que está ahí el embrión”, algo que se pierde cuando la fecundación se produce fuera del útero materno. Además, en estos procesos se pueden fecundar de forma forzada gametos que no están maduros, lo que deja secuelas. “Se provoca la estimulación ovárica de la mujer y estos óvulos son más inmaduros. En algunas técnicas de FIV, como la inyección intracitoplasmática del espermio, se selecciona artificialmente el espermio y se fuerza la fecundación por una inyección al interior del óvulo. Así puede construirse un individuo, con una fecundación forzada, con una carencia de madurez en el estado del DNA de los gametos de los progenitores. Eso se arrastra a lo largo de la vida y hay una incidencia de enfermedades muy poco frecuentes“, asegura la científica. Además, cuando la causa de esterilidad es masculina suele haber alteraciones en el cromosoma ‘Y’, que heredan los hijos varones.
Alerta entre los pediatras
Estas circunstancias están produciendo alteraciones que se dan con mayor frecuencia en los niños nacidos por Fecundación In Vitro. “Está causando alerta en los pediatras porque son enfermedades que cursan con déficits neurológicos muy graves y limitantes y que están surgiendo con una frecuencia que no existen en la población engendrada naturalmente”, asegura la profesora. Lo que más les preocupa son las enfermedades raras: “Es el problema que se está trabajando más, porque hay una alerta muy fuerte, son enfermedades muy duras, que cursan con retraso mental y su frecuencia es evidente”.
Además, hay un campo donde los trastornos son ampliamente conocidos: el de los nacimientos prematuros: “Se dan con frecuencia porque suelen ser embarazos múltiples y también debido a la inmadurez de los óvulos, entre otras causas. Esa prematuridad da lugar a alteraciones en el aprendizaje, un cierto retraso, más propensión a adquirir infecciones, son de bajo peso, etc”, añade Moratalla.
jueves, 23 de julio de 2009
Misionero en el Amazonas, donde un sacerdote pasa cada seis años, evangelizando con jóvenes de las favelas de São Paulo que han encontrado a Jesucristo
Peter Shekelton: “Hay personas que esperan a que llegue el sacerdote para morir”
23 de julio de 2009 .- Diez horas son necesarias para desplazarse en una lancha desde la ciudad de Itacoatiara a los poblados del río Arari, un afluente del Amazonas. A la llegada del padre Peter Shekelton, sus habitantes llevaban seis años sin ver a un sacerdote.
(Eva-Maria Kolmann / Zenit) En realidad, este joven sacerdote procedente de Inglaterra trabaja en las favelas de São Paulo, los suburbios de malísima fama donde la juventud carece de esperanza y se hunde en un lodazal de criminalidad, prostitución y drogadicción. A estos jóvenes, el padre les comunica la Buena Nueva de que Dios también los ama a ellos.
En cambio, en verano, el padre Peter Shekelton se desplaza a la Amazonia y visita poblados que llevan años sin recibir la visita de un sacerdote.
En compañía de algunos jóvenes de São Paulo que han encontrado a Jesucristo, recorre casi tres mil kilómetros. En más de 30 poblados a orillas del río Arari, los creyentes esperan, anhelantes, la llegada del sacerdote y los jóvenes evangelizadores.
Durante mucho tiempo han soñado con ver a un sacerdote, celebrar la Santa Misa y recibir los sacramentos al menos una vez al año. Ahora, el padre Peter los visita anualmente. El joven sacerdote nos cuenta: "Cuando llego al año siguiente, me entero de la muerte de muchos creyentes a los que administré los sacramentos. Algunos mueren literalmente al día siguiente, como si hubieran esperado a recibir los sacramentos para morir".
Los jóvenes misioneros que acompañan a este sacerdote también son muy activos y ayudan todo lo posible al padre Peter: imparten la catequesis a niños, jóvenes y adultos, se encargan de los preparativos de la Santa Misa y registran bodas y bautizos.
Además, su presencia hace que los habitantes de la selva, que viven prácticamente aislados del mundo exterior, sientan que no están abandonados ni han sido olvidados. De esta forma, los jóvenes del infierno de las favelas se convierten en un signo de esperanza para otros.
Por desgracia, el padre Peter también se entera en cada visita de la muerte de muchos niños que bautizó un año atrás. La asistencia médica en la selva es miserable, y la gente vive en la más absoluta pobreza. A sus poblados sólo se puede acceder por el río, y nadie les ayuda. O casi nadie... Y es que, entretanto, cada vez más sectas protestantes intentan captar a estos creyentes.
"La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos" (Mt 9, 37): ésta es la verdad de la Iglesia Católica en la Amazonia, donde se necesitarían a cientos de sacerdotes como el padre Peter. Pero también es cierto que la semilla de su labor fructifica, pues en los ocho años que lleva trabajando en Brasil, ha acompañado a 20 jóvenes que en estos momentos se están formando como sacerdotes.
La vocación del padre Peter Shekelton se despertó en 1991, al escuchar al padre Werenfried, fundador de Ayuda a la Iglesia Necesitada, predicar en Londres, en la catedral de Westminster llena a rebosar. Era una de aquellas homilías encendidas en las que el padre Werenfried exhortaba a los creyentes a convertirse en héroes de la caridad y a superarse a sí mismos.
Como siempre, ese día también se hizo una colecta, pero el padre Werenfried exclamó: "¡Estaría dispuesto a entregar toda la colecta si un solo joven entre vosotros quisiera poner su vida al servicio del Señor, para anunciar, como sacerdote, el Reino de Dios!".
A Peter le vino la idea de forma espontánea: "¡Ese joven soy yo!". Ahora ha escrito a Ayuda a la Iglesia Necesitada: "Entonces no me atreví a pedirle al padre Werenfried que me entregara la colecta, pero hoy os pido una pequeña cantidad de la colecta de aquel día".
Peter Shekelton: “Hay personas que esperan a que llegue el sacerdote para morir”
23 de julio de 2009 .- Diez horas son necesarias para desplazarse en una lancha desde la ciudad de Itacoatiara a los poblados del río Arari, un afluente del Amazonas. A la llegada del padre Peter Shekelton, sus habitantes llevaban seis años sin ver a un sacerdote.
(Eva-Maria Kolmann / Zenit) En realidad, este joven sacerdote procedente de Inglaterra trabaja en las favelas de São Paulo, los suburbios de malísima fama donde la juventud carece de esperanza y se hunde en un lodazal de criminalidad, prostitución y drogadicción. A estos jóvenes, el padre les comunica la Buena Nueva de que Dios también los ama a ellos.
En cambio, en verano, el padre Peter Shekelton se desplaza a la Amazonia y visita poblados que llevan años sin recibir la visita de un sacerdote.
En compañía de algunos jóvenes de São Paulo que han encontrado a Jesucristo, recorre casi tres mil kilómetros. En más de 30 poblados a orillas del río Arari, los creyentes esperan, anhelantes, la llegada del sacerdote y los jóvenes evangelizadores.
Durante mucho tiempo han soñado con ver a un sacerdote, celebrar la Santa Misa y recibir los sacramentos al menos una vez al año. Ahora, el padre Peter los visita anualmente. El joven sacerdote nos cuenta: "Cuando llego al año siguiente, me entero de la muerte de muchos creyentes a los que administré los sacramentos. Algunos mueren literalmente al día siguiente, como si hubieran esperado a recibir los sacramentos para morir".
Los jóvenes misioneros que acompañan a este sacerdote también son muy activos y ayudan todo lo posible al padre Peter: imparten la catequesis a niños, jóvenes y adultos, se encargan de los preparativos de la Santa Misa y registran bodas y bautizos.
Además, su presencia hace que los habitantes de la selva, que viven prácticamente aislados del mundo exterior, sientan que no están abandonados ni han sido olvidados. De esta forma, los jóvenes del infierno de las favelas se convierten en un signo de esperanza para otros.
Por desgracia, el padre Peter también se entera en cada visita de la muerte de muchos niños que bautizó un año atrás. La asistencia médica en la selva es miserable, y la gente vive en la más absoluta pobreza. A sus poblados sólo se puede acceder por el río, y nadie les ayuda. O casi nadie... Y es que, entretanto, cada vez más sectas protestantes intentan captar a estos creyentes.
"La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos" (Mt 9, 37): ésta es la verdad de la Iglesia Católica en la Amazonia, donde se necesitarían a cientos de sacerdotes como el padre Peter. Pero también es cierto que la semilla de su labor fructifica, pues en los ocho años que lleva trabajando en Brasil, ha acompañado a 20 jóvenes que en estos momentos se están formando como sacerdotes.
La vocación del padre Peter Shekelton se despertó en 1991, al escuchar al padre Werenfried, fundador de Ayuda a la Iglesia Necesitada, predicar en Londres, en la catedral de Westminster llena a rebosar. Era una de aquellas homilías encendidas en las que el padre Werenfried exhortaba a los creyentes a convertirse en héroes de la caridad y a superarse a sí mismos.
Como siempre, ese día también se hizo una colecta, pero el padre Werenfried exclamó: "¡Estaría dispuesto a entregar toda la colecta si un solo joven entre vosotros quisiera poner su vida al servicio del Señor, para anunciar, como sacerdote, el Reino de Dios!".
A Peter le vino la idea de forma espontánea: "¡Ese joven soy yo!". Ahora ha escrito a Ayuda a la Iglesia Necesitada: "Entonces no me atreví a pedirle al padre Werenfried que me entregara la colecta, pero hoy os pido una pequeña cantidad de la colecta de aquel día".
Dejar siempre duele / Autor: Renan Félix, consagrado y seminarista de la Comunidad Canción Nueva
23 de julio de 2009.- (Comunidad Canción Nueva) El acto de dejar es un proceso muy doloroso para todos nosotros porque nos desestabiliza, nos desplaza y nos coloca en una situación de inseguridad, pues no sabemos en que terreno estamos pisando. El “dejar” genera en nosotros un miedo de perder, de olvidar y de ser olvidado, aunque nuestra vida sea un eterno dejar. Dejamos el vientre de nuestra madre, los amigos de escuela, la vecindad, la novia, nuestra casa, nuestro barrio, nuestra ciudad, nuestro país etc. Es un sufrimiento que toma cuenta del alma y que, delante de las inseguridades, prefiere, muchas veces, acomodarse en vez de arriesgarse.
Llega un momento en que cada uno de nosotros se ve en un dilema: o deja o no crece; se arriesga o va a pasar el resto de la vida cuestionándose sobre lo que habría sucedido si hubiera intentado. Es una decisión difícil, pero que necesita ser tomada.
Lo que hace a cada uno de nosotros vivir el “dejar” es la motivación, algo que nos estimula al punto de hacernos superar el miedo de la inseguridad y que nos hace saltar al encuentro de lo desconocido, de lo nuevo, del crecimiento. Esta motivación puede ser una novia, un buen salario, la facultad e incluso Dios.
Dios es el motivo de que muchos jóvenes intercambian sus seguridades y se lanzan a una vocación, a una vida misionera. Ellos dejan la estabilidad de sus casas, la facultad y la profesión para vivir una vida cuya única seguridad y riqueza es y siempre será el Señor.
Cuando tenemos una experiencia concreta con El Señor, somos capaces de dejar aquello que es más difícil: nosotros mismos.
Esa es la parte más difícil: dejarse. Abandonar nuestras ideas, voluntades, argumentos, nuestra creación, costumbres y deseos para lanzarse a la voluntad del Señor. ¿Locura? Tal vez para los ojos de aquellos que nunca vivieron una experiencia con el amor de Dios, que nunca sintieron el corazón arder después de comulgar, ni la sensación de no necesitar de más nada, a no ser del Señor. Ese es un desafío para cada joven que siente, en el pecho, el deseo de entregarse a una vida consagrada. ¿Y cuál debe ser la actitud que nosotros, jóvenes, tenemos cuando somos desafiados? ¡Es ir de cabeza!”. El joven vive de desafíos, corre en dirección a ellos. Ese es el secreto: encarar la búsqueda por la santidad y el deseo de responder a la voluntad de Dios como un desafío. De ese modo, nada ni nadie podrá detenerlo.
Fue lo que sucedió conmigo. Viví una experiencia con Dios que me hizo encarar mi llamado como un desafío. Dejé todo – casa, trabajo, noviazgo, amigos, familia – para salir al encuentro del Señor. No fue fácil dejar lo que yo amaba, sin embargo puedo decir que el desafío mayor ocurre cada día, es decir, dejar mi voluntad y mis deseos para querer lo que Dios deseó desde toda la eternidad para mí.
Dios desafía a cada uno de nosotros a dejar nuestros sueños, planes, deseos y principalmente a nosotros mismos, para hacerlo a él nuestro único tesoro, nuestra única riqueza, nuestro único amor. No es fácil, pero es posible y ¡vale la pena!.
23 de julio de 2009.- (Comunidad Canción Nueva) El acto de dejar es un proceso muy doloroso para todos nosotros porque nos desestabiliza, nos desplaza y nos coloca en una situación de inseguridad, pues no sabemos en que terreno estamos pisando. El “dejar” genera en nosotros un miedo de perder, de olvidar y de ser olvidado, aunque nuestra vida sea un eterno dejar. Dejamos el vientre de nuestra madre, los amigos de escuela, la vecindad, la novia, nuestra casa, nuestro barrio, nuestra ciudad, nuestro país etc. Es un sufrimiento que toma cuenta del alma y que, delante de las inseguridades, prefiere, muchas veces, acomodarse en vez de arriesgarse.
Llega un momento en que cada uno de nosotros se ve en un dilema: o deja o no crece; se arriesga o va a pasar el resto de la vida cuestionándose sobre lo que habría sucedido si hubiera intentado. Es una decisión difícil, pero que necesita ser tomada.
Lo que hace a cada uno de nosotros vivir el “dejar” es la motivación, algo que nos estimula al punto de hacernos superar el miedo de la inseguridad y que nos hace saltar al encuentro de lo desconocido, de lo nuevo, del crecimiento. Esta motivación puede ser una novia, un buen salario, la facultad e incluso Dios.
Dios es el motivo de que muchos jóvenes intercambian sus seguridades y se lanzan a una vocación, a una vida misionera. Ellos dejan la estabilidad de sus casas, la facultad y la profesión para vivir una vida cuya única seguridad y riqueza es y siempre será el Señor.
Cuando tenemos una experiencia concreta con El Señor, somos capaces de dejar aquello que es más difícil: nosotros mismos.
Esa es la parte más difícil: dejarse. Abandonar nuestras ideas, voluntades, argumentos, nuestra creación, costumbres y deseos para lanzarse a la voluntad del Señor. ¿Locura? Tal vez para los ojos de aquellos que nunca vivieron una experiencia con el amor de Dios, que nunca sintieron el corazón arder después de comulgar, ni la sensación de no necesitar de más nada, a no ser del Señor. Ese es un desafío para cada joven que siente, en el pecho, el deseo de entregarse a una vida consagrada. ¿Y cuál debe ser la actitud que nosotros, jóvenes, tenemos cuando somos desafiados? ¡Es ir de cabeza!”. El joven vive de desafíos, corre en dirección a ellos. Ese es el secreto: encarar la búsqueda por la santidad y el deseo de responder a la voluntad de Dios como un desafío. De ese modo, nada ni nadie podrá detenerlo.
Fue lo que sucedió conmigo. Viví una experiencia con Dios que me hizo encarar mi llamado como un desafío. Dejé todo – casa, trabajo, noviazgo, amigos, familia – para salir al encuentro del Señor. No fue fácil dejar lo que yo amaba, sin embargo puedo decir que el desafío mayor ocurre cada día, es decir, dejar mi voluntad y mis deseos para querer lo que Dios deseó desde toda la eternidad para mí.
Dios desafía a cada uno de nosotros a dejar nuestros sueños, planes, deseos y principalmente a nosotros mismos, para hacerlo a él nuestro único tesoro, nuestra única riqueza, nuestro único amor. No es fácil, pero es posible y ¡vale la pena!.
El examen de conciencia / Autor: Rafael Sandoval Sandoval M.N.M., obispo de Tarahumara
1. "VIGILAD Y ORAD"
23 de julio de 2009.- Jesús me dice que hay que discernir cada día. Pero para hacerlo no hay recetas. Los santos nos dicen lo que a ellos les sirvió, pero la receta la necesitamos hacer cada uno y cada día.
"Vigilar y orar" es ver qué está pasando dentro y fuera de nosotros. Este mundo cambia, y nosotros también cambiamos de sentimientos. Ver es una actitud permanente y de alerta. No podemos instalarnos.
Hay que estar todos los días mirando los signos de los tiempos, lo que sucede en el mundo, lo que pasa en la Iglesia, la propia historia, las mociones interiores, etc. Para eso necesitamos tener espacios diarios.
Pero hay que saber que la seguridad no está en nosotros mismos, sino en Él. Hay que estar siempre abiertos para ver qué nos está diciendo Dios, y dispuestos a cambiar nuestros modos de pensar. Hay que ver la realidad con los ojos de la fe.
2. EL EXAMEN DE CONCIENCIA
Existe un instrumento magnífico que nos ayuda a ser seguidores de Jesucristo: es el tradicionalmente llamado "examen de conciencia particular". Es muy sencillo y, por desgracia, poco practicado.
Tal instrumento es importante para todo cristiano, pero especialmente para el agente de pastoral, para el seglar, para el religioso y para el sacerdote. ¡Cuántos conflictos internos y externos desaparecerían si lo practicáramos! Frecuentemente lo aprecian más algunos psicólogos que los mismos creyentes. Si el psicólogo es creyente, lo aprovechará mucho. Pero no se necesita ser muy sabio para poderlo practicar. Lo puede hacer cualquier persona que quiera tener la vida en sus manos.
¿Por qué no se practica? Entre las muchas razones hay dos que subrayo aquí: la primera es porque lo reducimos a algo contable de fallas. Hacerlo de esta manera nos llevaría a caer en el miedo y en el escrúpulo. La segunda es porque nos quedamos en un análisis psicológico que poco tiene que ver con la fe.
3. ¿QUÉ ES EL EXAMEN?
El examen particular es una atención suave y afectiva del corazón. Es un ponerme delante del Señor para platicarle qué pasó en el día que acaba de terminar. Por eso es conveniente hacerlo antes de dormir.
Es un momento de comunicación con Dios; un encuentro y un diálogo con Él; algo así como dice el salmo: "Como están los ojos fijos en las manos de su señor, así están mis ojos fijos en el Señor" (Salmo 122, 2).
De lo que se trata es de ver por dónde y cómo está pasando el Señor en mi vida. Para eso se necesita mucho afecto. Cuando se ama a alguien, se le contempla y se ven los contenidos de su presencia, de su voz, de su paso; hasta se contempla a qué huele.
Se trata de tener una actitud constante de buscar la voluntad de Dios por un contacto ininterrumpido con Él. Esto me hará ver si estoy de lado de Dios, y me mantendrá en buena tonalidad. Así podré tener mi vida en mis manos. En pocas palabras: el examen es una especie de evaluación que me ayuda a tener mi vida bajo mi control.
Consiste en contemplar los impulsos que vienen del Señor. Estos impulsos son movimientos interiores por los que Dios me habla. Cada impulso espiritual consta de dos elementos: una frase ("no tengas miedo") y un sentimiento (paz, claridad). Si sé contemplar cada impulso, entonces tendré lo que se llama un "estado espiritual". Este último consiste en la huella o afecto que quedó después de haber tenido los impulsos.
El examen de conciencia consiste en examinar los impulsos espirituales que Dios me concedió en el día. Tal examen ya es oración, y junta la historia y las mociones interiores. Ahí se une la oración y la vida.
Alguien puede decir que no siente nada, pero eso no es verdad. Sólo los muertos no sienten. Siempre estamos sintiendo algo. Incluso cuando no sentimos nada, pues ese "nada" ya es algo, y se llama "sequedad". También ese "nada" hay que examinarlo para ver qué me dice el Señor.
4. ¿PORQUÉ ES BUENO HACER EL EXAMEN?
Porque así vamos aprendiendo a estar con Dios y platicarle lo que pasó en el día. De esta forma vamos contemplando lo que contemplamos. Es un contemplarme contemplándolo a Él.
Si lo hacemos diariamente, nos iremos dando cuenta del lugar central que Dios va ocupando en nuestra vida. El examen es como un puente entre la oración y la vida.
Además, nos hace más libres. Nos ayuda a tener "libertad interior". De esta forma nos iremos dando cuenta de que ya no nos importa tanto el "qué dirán", sino el "cómo estoy delante del Señor".
Son las cosas pequeñas las que más descuidamos. Estas "cosas pequeñas" son las que ni nos ponen del lado del mal, pero tampoco nos dejan poner del todo del lado del bien.
Nos daremos cuenta de lo que Dios nos está dando, pero también iremos tomando consciencia de los propios defectos. Pero hay que hacerlo con paz y sin culpabilidad enfermiza.
A veces pasamos muy distraídos en el día, y así vamos dañando a los demás con palabras y acciones sin darnos cuenta. Con frecuencia somos duros y bruscos sin percibirlo.
Si lo practicamos, iremos notando que nuestro existir va adquiriendo más calidad. Además, tiene un grande valor terapéutico o curativo, pues así vamos analizando los sentimientos (angustia, miedo, alegría, etc.).
Así vamos viendo cómo está trabajando Dios en mí y vamos viendo cómo está pasando.
5. UN MODO DE HACERLO
1) DAR GRACIAS A DIOS
Consiste en que le dé gracias a Dios por los dones de mi vida. ¿De qué le quiero dar gracias hoy a Dios?
2) PEDIR LUZ Y ACEPTAR
Le pido luz para conocerlo, y gracia para aceptarlo como está pasando. Luz para ver la vida, y gracia para aceptarla. Así, vida y Presencia me irán volviendo contemplativo.
Por ejemplo: ¿En qué personas vi al Señor ese día? ¿En qué circunstancias o acontecimientos lo vi? ¿Lo vi en la lluvia, en el frío, en el calor, en...? Lo que importa es la Presencia del Señor.
3) EXAMINAR
Ahora examino la vida, y miro si entró el Señor. Hago el énfasis en su Presencia. No me centro en mi mismo, sino en el Señor. No se trata de ver si prediqué bonito, si fue bueno el curso que tomé o si hice bien mi trabajo. Las siguientes preguntas pueden servir: ¿El Señor pasó? ¿Le impedí que pasara? ¿Qué le impidió?
4) CONVERSAR
Ahora le platico sobre lo que examiné. Si vi su Presencia a través del día, le doy gracias. Si no lo vis, le digo: "dispénsame".
Ese platicar ha de ser tranquilo, como cuando estoy con un amigo: "Oye, pero qué difícil fue verte en esa persona tan habladora; en esa persona tan difícil...". Ahí puedo expresarle mis disgustos o mis frustraciones. Puedo preguntarle: ¿Qué buscas con todo esto?
5) HACER ACUERDOS
Los acuerdos no son propósitos. Si hago propósitos, seguro que no los voy a cumplir. Lo mejor es que le diga: "Dime qué, y ayúdame para que sea para agradarte a Ti".
1. "VIGILAD Y ORAD"
23 de julio de 2009.- Jesús me dice que hay que discernir cada día. Pero para hacerlo no hay recetas. Los santos nos dicen lo que a ellos les sirvió, pero la receta la necesitamos hacer cada uno y cada día.
"Vigilar y orar" es ver qué está pasando dentro y fuera de nosotros. Este mundo cambia, y nosotros también cambiamos de sentimientos. Ver es una actitud permanente y de alerta. No podemos instalarnos.
Hay que estar todos los días mirando los signos de los tiempos, lo que sucede en el mundo, lo que pasa en la Iglesia, la propia historia, las mociones interiores, etc. Para eso necesitamos tener espacios diarios.
Pero hay que saber que la seguridad no está en nosotros mismos, sino en Él. Hay que estar siempre abiertos para ver qué nos está diciendo Dios, y dispuestos a cambiar nuestros modos de pensar. Hay que ver la realidad con los ojos de la fe.
2. EL EXAMEN DE CONCIENCIA
Existe un instrumento magnífico que nos ayuda a ser seguidores de Jesucristo: es el tradicionalmente llamado "examen de conciencia particular". Es muy sencillo y, por desgracia, poco practicado.
Tal instrumento es importante para todo cristiano, pero especialmente para el agente de pastoral, para el seglar, para el religioso y para el sacerdote. ¡Cuántos conflictos internos y externos desaparecerían si lo practicáramos! Frecuentemente lo aprecian más algunos psicólogos que los mismos creyentes. Si el psicólogo es creyente, lo aprovechará mucho. Pero no se necesita ser muy sabio para poderlo practicar. Lo puede hacer cualquier persona que quiera tener la vida en sus manos.
¿Por qué no se practica? Entre las muchas razones hay dos que subrayo aquí: la primera es porque lo reducimos a algo contable de fallas. Hacerlo de esta manera nos llevaría a caer en el miedo y en el escrúpulo. La segunda es porque nos quedamos en un análisis psicológico que poco tiene que ver con la fe.
3. ¿QUÉ ES EL EXAMEN?
El examen particular es una atención suave y afectiva del corazón. Es un ponerme delante del Señor para platicarle qué pasó en el día que acaba de terminar. Por eso es conveniente hacerlo antes de dormir.
Es un momento de comunicación con Dios; un encuentro y un diálogo con Él; algo así como dice el salmo: "Como están los ojos fijos en las manos de su señor, así están mis ojos fijos en el Señor" (Salmo 122, 2).
De lo que se trata es de ver por dónde y cómo está pasando el Señor en mi vida. Para eso se necesita mucho afecto. Cuando se ama a alguien, se le contempla y se ven los contenidos de su presencia, de su voz, de su paso; hasta se contempla a qué huele.
Se trata de tener una actitud constante de buscar la voluntad de Dios por un contacto ininterrumpido con Él. Esto me hará ver si estoy de lado de Dios, y me mantendrá en buena tonalidad. Así podré tener mi vida en mis manos. En pocas palabras: el examen es una especie de evaluación que me ayuda a tener mi vida bajo mi control.
Consiste en contemplar los impulsos que vienen del Señor. Estos impulsos son movimientos interiores por los que Dios me habla. Cada impulso espiritual consta de dos elementos: una frase ("no tengas miedo") y un sentimiento (paz, claridad). Si sé contemplar cada impulso, entonces tendré lo que se llama un "estado espiritual". Este último consiste en la huella o afecto que quedó después de haber tenido los impulsos.
El examen de conciencia consiste en examinar los impulsos espirituales que Dios me concedió en el día. Tal examen ya es oración, y junta la historia y las mociones interiores. Ahí se une la oración y la vida.
Alguien puede decir que no siente nada, pero eso no es verdad. Sólo los muertos no sienten. Siempre estamos sintiendo algo. Incluso cuando no sentimos nada, pues ese "nada" ya es algo, y se llama "sequedad". También ese "nada" hay que examinarlo para ver qué me dice el Señor.
4. ¿PORQUÉ ES BUENO HACER EL EXAMEN?
Porque así vamos aprendiendo a estar con Dios y platicarle lo que pasó en el día. De esta forma vamos contemplando lo que contemplamos. Es un contemplarme contemplándolo a Él.
Si lo hacemos diariamente, nos iremos dando cuenta del lugar central que Dios va ocupando en nuestra vida. El examen es como un puente entre la oración y la vida.
Además, nos hace más libres. Nos ayuda a tener "libertad interior". De esta forma nos iremos dando cuenta de que ya no nos importa tanto el "qué dirán", sino el "cómo estoy delante del Señor".
Son las cosas pequeñas las que más descuidamos. Estas "cosas pequeñas" son las que ni nos ponen del lado del mal, pero tampoco nos dejan poner del todo del lado del bien.
Nos daremos cuenta de lo que Dios nos está dando, pero también iremos tomando consciencia de los propios defectos. Pero hay que hacerlo con paz y sin culpabilidad enfermiza.
A veces pasamos muy distraídos en el día, y así vamos dañando a los demás con palabras y acciones sin darnos cuenta. Con frecuencia somos duros y bruscos sin percibirlo.
Si lo practicamos, iremos notando que nuestro existir va adquiriendo más calidad. Además, tiene un grande valor terapéutico o curativo, pues así vamos analizando los sentimientos (angustia, miedo, alegría, etc.).
Así vamos viendo cómo está trabajando Dios en mí y vamos viendo cómo está pasando.
5. UN MODO DE HACERLO
1) DAR GRACIAS A DIOS
Consiste en que le dé gracias a Dios por los dones de mi vida. ¿De qué le quiero dar gracias hoy a Dios?
2) PEDIR LUZ Y ACEPTAR
Le pido luz para conocerlo, y gracia para aceptarlo como está pasando. Luz para ver la vida, y gracia para aceptarla. Así, vida y Presencia me irán volviendo contemplativo.
Por ejemplo: ¿En qué personas vi al Señor ese día? ¿En qué circunstancias o acontecimientos lo vi? ¿Lo vi en la lluvia, en el frío, en el calor, en...? Lo que importa es la Presencia del Señor.
3) EXAMINAR
Ahora examino la vida, y miro si entró el Señor. Hago el énfasis en su Presencia. No me centro en mi mismo, sino en el Señor. No se trata de ver si prediqué bonito, si fue bueno el curso que tomé o si hice bien mi trabajo. Las siguientes preguntas pueden servir: ¿El Señor pasó? ¿Le impedí que pasara? ¿Qué le impidió?
4) CONVERSAR
Ahora le platico sobre lo que examiné. Si vi su Presencia a través del día, le doy gracias. Si no lo vis, le digo: "dispénsame".
Ese platicar ha de ser tranquilo, como cuando estoy con un amigo: "Oye, pero qué difícil fue verte en esa persona tan habladora; en esa persona tan difícil...". Ahí puedo expresarle mis disgustos o mis frustraciones. Puedo preguntarle: ¿Qué buscas con todo esto?
5) HACER ACUERDOS
Los acuerdos no son propósitos. Si hago propósitos, seguro que no los voy a cumplir. Lo mejor es que le diga: "Dime qué, y ayúdame para que sea para agradarte a Ti".
Vídeo del intento de partidarios del aborto libre de boicoterar en Barcelona la concentración mensual a favor de la vida de Hazte Oir
23 de julio de 2009.- El sábado 25 de julio en Barcelona y Tarragona (España) se celebrarán unas nuevas concentración en favor de la Vida, desde su concepción y hasta su muerte natural, convocadas mensualmente por la plataforma Hazte Oir
como en muchas otras ciudades españolas.
Según Efrén Pablos portavoz del equipo de Hazte Oir en Catalunya, (en la fotografia), " los radicales abortistas nos insultan, nos lanzan tomates o incluso nos provocan quemando alguna foto del Papa. Vienen a impedir que se nos escuche y a atemorizarnos, en la misma calle, a la misma hora y justo en frente nuestro Aun así, nosotros no vamos a desfallecer, seamos los que seamos, allí estaremos defendiendo la Vida de los más pequeñitos.¡No nos dejes solos!Necesitamos de tu apoyo. Necesitamos decirle a la sociedad, que no nos acobardamos, que no vamos a dejar de denunciar que el aborto es un crimen nefasto."
La concentración por la vida para el sábado 25 de julio tiene el siguiente progrma en Barcelona:
-Santa misa a las 7 de la tarde, en la Parroquia de la Medalla Milagrosa
-A las 20.30 h. dará inicio la concentración, en el lugar habitual
C/ Viladomat, 158 (justo debajo de la C/ Aragón).
-A las 20.30 h. dará inicio la concentración, en el lugar habitual
C/ Viladomat, 158 (justo debajo de la C/ Aragón).
En Tarragona será A las 20 h. en la calle Frederic Mompou nº 5 (frente a la centro abortista EIRA).
En el siguiente vídeo grabado en Barcelona el pasado 25 de junio puedes ver como los partidarios del aborto libre intentan acallar a los concentrados en favor de la vida.
El día que sea viejo y no sea el mismo... comprendeme!!!
23 de julio de 2009.-El día 26 de julio, festividad de San Joaquín y Santa Ana, progenitores de la Virgen María, se celebra el día de los abuelos. Ante la extendida cultura del placer inmediato y de que sólo tiene valor lo que sirve para disfrutar de la vida con éxito, es un momento idóneo para reflexionar. Muchas parejas y matrimonios jóvenes con hijos se sirven de ellos para que les solucionen imprevistos cuidados de los niños o gestiones personales inaplazables para luego no tenerlos en cuenta e ignorarlos cuando se sienten solos y vulnerables. Este vídeo titulado "Asilo de Ancianos" habla al corazón con la sabiduría de los ancianos. En él escucharemos lo que piensan muchos de ellos pero que no se atreven a gritarlo al mundo.
23 de julio de 2009.-El día 26 de julio, festividad de San Joaquín y Santa Ana, progenitores de la Virgen María, se celebra el día de los abuelos. Ante la extendida cultura del placer inmediato y de que sólo tiene valor lo que sirve para disfrutar de la vida con éxito, es un momento idóneo para reflexionar. Muchas parejas y matrimonios jóvenes con hijos se sirven de ellos para que les solucionen imprevistos cuidados de los niños o gestiones personales inaplazables para luego no tenerlos en cuenta e ignorarlos cuando se sienten solos y vulnerables. Este vídeo titulado "Asilo de Ancianos" habla al corazón con la sabiduría de los ancianos. En él escucharemos lo que piensan muchos de ellos pero que no se atreven a gritarlo al mundo.
Quiero que me maten / Autor: Fernando Pascual
23 de julio de 2009.-El número de enfermos incurables y de ancianos que no pueden valerse por sí mismos crece continuamente. Aumentan los casos de niños, jóvenes o adultos que se encuentran en situaciones de invalidez irremediable.
(Yo Influyo)Todo ello suscita un sinfín de gestos de solidaridad, de apoyo, de altruismo; sin embargo, no han faltado, en diversos lugares del mundo y con gran difusión de algunos medios de información, algunos casos en los que se ha pedido el recurso de la eutanasia.
Estas peticiones muchas veces no son sino una forma de clamar ayuda y compañía, pero hay quienes las aprovechan para promover la así llamada "dulce muerte" (eso es lo que significa, etimológicamente, "eutanasia").
Intentemos aclarar lo que se entiende por esta práctica, pues bajo esa misma palabra se encuentran, en ocasiones, conceptos muy distintos. Para algunos "eutanasia" significaría renunciar a una intervención sanitaria que alargue el proceso de muerte a través de sufrimientos muy altos y sin ninguna esperanza de curación.
Renunciar a un tratamiento de este tipo no es eutanasia, como veremos al definir de modo más preciso esta palabra. Debe quedar claro que en esos casos hay que mantener aquellos cuidados mínimos que merece todo enfermo, como son la limpieza, la hidratación y nutrición, además (y es algo sumamente importante) de ofrecer nuestro cariño y cercanía.
Para otros, la eutanasia consiste en un "acto positivo" orientado directamente a provocar la muerte del enfermo para evitar sus sufrimientos. Este "acto positivo" puede ser de dos tipos. El primero consiste en producir la muerte con sustancias químicas (envenenamiento), o por asfixia, o por otros caminos que, en circunstancias normales, serían considerados directamente como actos homicidas.
El segundo tipo consiste en omitir un tratamiento del enfermo (por ejemplo, el oxígeno para ayudar una insuficiencia respiratoria), o en dejar de ofrecer lo que cualquier ser humano necesita para vivir: agua y comida. En este segundo caso nos encontramos ante un homicidio producido como consecuencia de una omisión culpable de una ayuda, que debe ser ofrecida a cualquier ser humano (también al enfermo).
Estos dos tipos de "actos positivos" tienen un objetivo claramente "homicida", si entendemos "homicidio" como el acto con el que se pretende causar la muerte de otro ser humano. Tanto en la acción que busca matar como en la "omisión activa" que provoca directamente la muerte de una persona que sufre, nos encontramos con que otras personas (familiares, amigos, personal sanitario) cometen un delito, asesinan a un enfermo.
Hemos de tomar con seriedad lo que significaría legalizar la eutanasia en esta segunda acepción (eliminación de personas que sufren diversas patologías físicas o psíquicas a través de acciones u omisiones orientadas directamente a esa eliminación). Significaría que en un estado de derecho algunas personas reciben el permiso de eliminar a otros seres humanos.
Hemos de añadir aquí que ni siquiera la petición de un enfermo o de otro ser humano deprimido o desesperado que suplica que alguien acabe con su vida puede ser motivo para permitir que se cometa el homicidio (en este caso, homicidio consentido) de un miembro de la sociedad.
Aunque el homicidio consentido sea visto en algunas leyes como menos grave que el homicidio contra la voluntad de la víctima, no deja de ser un grave desorden social: un individuo recibe el poder de terminar con la vida de otro.
Además, si se legalizase el derecho a un suicidio asistido, se crearía una situación paradójica ante las dos modalidades en las que se podría aplicar tal "derecho", como recordaba recientemente Ignacio Carrasco de Paula.
En la primera, que sería la más "aceptable", los legisladores pondrían una serie de límites o condiciones al mismo, de forma que no cualquier ciudadano podría tener acceso al suicidio asistido.
En esta situación, el "médico" o el juez encargado de "ejecutar" el homicidio consentido, determinaría si alguien (un "ejecutor") puede o no matar a quien pide la muerte, por lo que la ley daría al ejecutor un enorme poder sobre la vida de otros seres humanos.
En la segunda, la que casi nadie aceptaría, bastaría una petición de suicidio asistido sin ninguna condición para que alguien estuviese obligado a ejecutarla. ¿No se violaría de este modo la voluntad de quienes piensan que es injusto matar a otro simplemente porque éste lo pide? En otras palabras, aceptar esta segunda opción significaría imponer por ley que uno pueda mandar a otro a cometer un homicidio consentido.
Ante estos problemas relativos a la eutanasia necesitamos recordar cuál es la esencia de la ley y la justicia. Una ley es justa sólo si se basa en el respeto y la defensa de los derechos fundamentales de todos los seres humanos que conforman la sociedad.
Si se legaliza la eutanasia (el homicidio de algunos individuos por parte de otros, con o sin petición de los mismos), el Estado otorgaría el permiso para que pueda ser violado el derecho a la vida de algunas personas, un derecho sobre el que se construyen todos los demás derechos que deben ser reconocidos en una sociedad que pretenda vivir con un mínimo de justicia.
Lo correcto, entonces, es promover el derecho a la vida de todos a través de la prohibición de la eutanasia, entendida como acción u omisión destinada a provocar la muerte de un ser humano. Esta prohibición debe ir acompañada por una cultura de la asistencia a los enfermos y a los desesperados.
Su dolor no debe ser motivo de abandono, sino invitación a la ayuda, a la solidaridad, al respeto, virtudes que muestran el nivel cívico y progresista de aquellas culturas que las asumen como propias.
23 de julio de 2009.-El número de enfermos incurables y de ancianos que no pueden valerse por sí mismos crece continuamente. Aumentan los casos de niños, jóvenes o adultos que se encuentran en situaciones de invalidez irremediable.
(Yo Influyo)Todo ello suscita un sinfín de gestos de solidaridad, de apoyo, de altruismo; sin embargo, no han faltado, en diversos lugares del mundo y con gran difusión de algunos medios de información, algunos casos en los que se ha pedido el recurso de la eutanasia.
Estas peticiones muchas veces no son sino una forma de clamar ayuda y compañía, pero hay quienes las aprovechan para promover la así llamada "dulce muerte" (eso es lo que significa, etimológicamente, "eutanasia").
Intentemos aclarar lo que se entiende por esta práctica, pues bajo esa misma palabra se encuentran, en ocasiones, conceptos muy distintos. Para algunos "eutanasia" significaría renunciar a una intervención sanitaria que alargue el proceso de muerte a través de sufrimientos muy altos y sin ninguna esperanza de curación.
Renunciar a un tratamiento de este tipo no es eutanasia, como veremos al definir de modo más preciso esta palabra. Debe quedar claro que en esos casos hay que mantener aquellos cuidados mínimos que merece todo enfermo, como son la limpieza, la hidratación y nutrición, además (y es algo sumamente importante) de ofrecer nuestro cariño y cercanía.
Para otros, la eutanasia consiste en un "acto positivo" orientado directamente a provocar la muerte del enfermo para evitar sus sufrimientos. Este "acto positivo" puede ser de dos tipos. El primero consiste en producir la muerte con sustancias químicas (envenenamiento), o por asfixia, o por otros caminos que, en circunstancias normales, serían considerados directamente como actos homicidas.
El segundo tipo consiste en omitir un tratamiento del enfermo (por ejemplo, el oxígeno para ayudar una insuficiencia respiratoria), o en dejar de ofrecer lo que cualquier ser humano necesita para vivir: agua y comida. En este segundo caso nos encontramos ante un homicidio producido como consecuencia de una omisión culpable de una ayuda, que debe ser ofrecida a cualquier ser humano (también al enfermo).
Estos dos tipos de "actos positivos" tienen un objetivo claramente "homicida", si entendemos "homicidio" como el acto con el que se pretende causar la muerte de otro ser humano. Tanto en la acción que busca matar como en la "omisión activa" que provoca directamente la muerte de una persona que sufre, nos encontramos con que otras personas (familiares, amigos, personal sanitario) cometen un delito, asesinan a un enfermo.
Hemos de tomar con seriedad lo que significaría legalizar la eutanasia en esta segunda acepción (eliminación de personas que sufren diversas patologías físicas o psíquicas a través de acciones u omisiones orientadas directamente a esa eliminación). Significaría que en un estado de derecho algunas personas reciben el permiso de eliminar a otros seres humanos.
Hemos de añadir aquí que ni siquiera la petición de un enfermo o de otro ser humano deprimido o desesperado que suplica que alguien acabe con su vida puede ser motivo para permitir que se cometa el homicidio (en este caso, homicidio consentido) de un miembro de la sociedad.
Aunque el homicidio consentido sea visto en algunas leyes como menos grave que el homicidio contra la voluntad de la víctima, no deja de ser un grave desorden social: un individuo recibe el poder de terminar con la vida de otro.
Además, si se legalizase el derecho a un suicidio asistido, se crearía una situación paradójica ante las dos modalidades en las que se podría aplicar tal "derecho", como recordaba recientemente Ignacio Carrasco de Paula.
En la primera, que sería la más "aceptable", los legisladores pondrían una serie de límites o condiciones al mismo, de forma que no cualquier ciudadano podría tener acceso al suicidio asistido.
En esta situación, el "médico" o el juez encargado de "ejecutar" el homicidio consentido, determinaría si alguien (un "ejecutor") puede o no matar a quien pide la muerte, por lo que la ley daría al ejecutor un enorme poder sobre la vida de otros seres humanos.
En la segunda, la que casi nadie aceptaría, bastaría una petición de suicidio asistido sin ninguna condición para que alguien estuviese obligado a ejecutarla. ¿No se violaría de este modo la voluntad de quienes piensan que es injusto matar a otro simplemente porque éste lo pide? En otras palabras, aceptar esta segunda opción significaría imponer por ley que uno pueda mandar a otro a cometer un homicidio consentido.
Ante estos problemas relativos a la eutanasia necesitamos recordar cuál es la esencia de la ley y la justicia. Una ley es justa sólo si se basa en el respeto y la defensa de los derechos fundamentales de todos los seres humanos que conforman la sociedad.
Si se legaliza la eutanasia (el homicidio de algunos individuos por parte de otros, con o sin petición de los mismos), el Estado otorgaría el permiso para que pueda ser violado el derecho a la vida de algunas personas, un derecho sobre el que se construyen todos los demás derechos que deben ser reconocidos en una sociedad que pretenda vivir con un mínimo de justicia.
Lo correcto, entonces, es promover el derecho a la vida de todos a través de la prohibición de la eutanasia, entendida como acción u omisión destinada a provocar la muerte de un ser humano. Esta prohibición debe ir acompañada por una cultura de la asistencia a los enfermos y a los desesperados.
Su dolor no debe ser motivo de abandono, sino invitación a la ayuda, a la solidaridad, al respeto, virtudes que muestran el nivel cívico y progresista de aquellas culturas que las asumen como propias.
Suiza intenta frenar el ‘turismo del suicidio’ con normas más estrictas
El Gobierno ha visto incrementarse desmesuradamente el número de extranjeros que van a morir al país alpino; el presidente de los médicos ingleses avisa sobre los riesgos del suicidio asistido
23 de julio de 2009.-Los fiscales de la región de Zurich (Suiza) han establecido normas más estrictas destinadas a frenar el creciente problema del ‘turismo del suicidio’. Se cifran en muchos los casos de los extranjeros que los últimos años viajan al país alpino para suicidarse.
(Forum Libertas / ACE) Suiza está empezando a observar como crece el comercio en su país del suicidio provocando la preocupación de funcionarios suizos que ven como su país se está viendo representado en el resto del mundo por la posibilidad de poder matarse a uno mismo en él.
A finales del año pasado, alrededor de 100 residentes en el Reino Unido se había suicidado con la ayuda del grupo suizo Dignitas, aunque numerosas personas de otros países también han utilizado los ‘servicios’ de esta empresa. Los fiscales suizos han informado que las nuevas normas propiciarán importantes restricciones en el proceso de obtención de ayudas de los grupos empresarios que cometen suicidios.
El nuevo reglamento llega después de que hace tres años los políticos reformaran la legislación existente sobre el tema para abordar el creciente problema. El ministro de Justicia, Christoph Blocar afirmó en junio de 2006 que “el gabinete ha llegado a la conclusión de que [la nueva legislación] no era necesaria”. Al mismo tiempo, el ministro admitía que se carecía de medios para vigilar la aplicación de la eutanasia en Dignitas y los otros grupos y lo justificaba explicando que se crearía demasiada “burocracia”.
El nuevo reglamento exigirá que los futuros ‘clientes’ vayan a una consejería habilitada para tal efecto para asesorarse a lo largo de un periodo que puede llegar a meses. El reglamento también pone límites a los profesionales que se encargan de hacer efectivo el suicidio y regula cómo debe ser la inspección del médico al ‘paciente’.
El actual ministro de Justicia, Markus Notter, dijo en la presentación de la nueva norma que “los viajes para suicidarse en Suiza no van a ser prohibidos, pero habrá controles más estrictos para los llamados ‘suicidios rápidos’ que realizan extranjeros”.
Voces disidentes desde la medicina
El presidente del Colegio Real de Médicos Generales de Gran Bretaña, Steve Field, ha escrito recientemente un artículo en The Guardian en el que opinaba que no creía que “el suicidio tenga cabida en el Reino Unido”.
“Si los médicos asumen la función adicional de acabar con la vida al mismo tiempo que se trata al paciente y se protege su vida, se socavaría nuestra credibilidad, la confianza entre el paciente y el médico, y afectaría negativamente a esa relación mutua”, afirmaba el experto.
Field dice entender “los argumentos a favor del suicidio asistido”, pero, añade “después de haber escuchado esos argumentos, creo que todos los pacientes merecen tener acceso a cuidados paliativos de alta calidad y que, si existen, no habría razones para el suicidio asistido”.
El presidente de los médicos ingleses reconoce que los actuales servicios de cuidados socio-sanitarios en Inglaterra “están mal preparados y desprevenidos para satisfacer plenamente las necesidades de la mayoría de las personas que se hallan al final de su vida”, aunque también cree que “el suicidio asistido no es la respuesta a los males de nuestro sistema de salud”. Field concluye afirmando que su preocupación es “que el Servicio Nacional de Salud vea incentivos para negar el tratamiento a personas que considere demasiado costosas”.
Dignitas: la falsa dignidad del suicidio
El Gobierno ha visto incrementarse desmesuradamente el número de extranjeros que van a morir al país alpino; el presidente de los médicos ingleses avisa sobre los riesgos del suicidio asistido
23 de julio de 2009.-Los fiscales de la región de Zurich (Suiza) han establecido normas más estrictas destinadas a frenar el creciente problema del ‘turismo del suicidio’. Se cifran en muchos los casos de los extranjeros que los últimos años viajan al país alpino para suicidarse.
(Forum Libertas / ACE) Suiza está empezando a observar como crece el comercio en su país del suicidio provocando la preocupación de funcionarios suizos que ven como su país se está viendo representado en el resto del mundo por la posibilidad de poder matarse a uno mismo en él.
A finales del año pasado, alrededor de 100 residentes en el Reino Unido se había suicidado con la ayuda del grupo suizo Dignitas, aunque numerosas personas de otros países también han utilizado los ‘servicios’ de esta empresa. Los fiscales suizos han informado que las nuevas normas propiciarán importantes restricciones en el proceso de obtención de ayudas de los grupos empresarios que cometen suicidios.
El nuevo reglamento llega después de que hace tres años los políticos reformaran la legislación existente sobre el tema para abordar el creciente problema. El ministro de Justicia, Christoph Blocar afirmó en junio de 2006 que “el gabinete ha llegado a la conclusión de que [la nueva legislación] no era necesaria”. Al mismo tiempo, el ministro admitía que se carecía de medios para vigilar la aplicación de la eutanasia en Dignitas y los otros grupos y lo justificaba explicando que se crearía demasiada “burocracia”.
El nuevo reglamento exigirá que los futuros ‘clientes’ vayan a una consejería habilitada para tal efecto para asesorarse a lo largo de un periodo que puede llegar a meses. El reglamento también pone límites a los profesionales que se encargan de hacer efectivo el suicidio y regula cómo debe ser la inspección del médico al ‘paciente’.
El actual ministro de Justicia, Markus Notter, dijo en la presentación de la nueva norma que “los viajes para suicidarse en Suiza no van a ser prohibidos, pero habrá controles más estrictos para los llamados ‘suicidios rápidos’ que realizan extranjeros”.
Voces disidentes desde la medicina
El presidente del Colegio Real de Médicos Generales de Gran Bretaña, Steve Field, ha escrito recientemente un artículo en The Guardian en el que opinaba que no creía que “el suicidio tenga cabida en el Reino Unido”.
“Si los médicos asumen la función adicional de acabar con la vida al mismo tiempo que se trata al paciente y se protege su vida, se socavaría nuestra credibilidad, la confianza entre el paciente y el médico, y afectaría negativamente a esa relación mutua”, afirmaba el experto.
Field dice entender “los argumentos a favor del suicidio asistido”, pero, añade “después de haber escuchado esos argumentos, creo que todos los pacientes merecen tener acceso a cuidados paliativos de alta calidad y que, si existen, no habría razones para el suicidio asistido”.
El presidente de los médicos ingleses reconoce que los actuales servicios de cuidados socio-sanitarios en Inglaterra “están mal preparados y desprevenidos para satisfacer plenamente las necesidades de la mayoría de las personas que se hallan al final de su vida”, aunque también cree que “el suicidio asistido no es la respuesta a los males de nuestro sistema de salud”. Field concluye afirmando que su preocupación es “que el Servicio Nacional de Salud vea incentivos para negar el tratamiento a personas que considere demasiado costosas”.
Dignitas: la falsa dignidad del suicidio
A propósito de la muerte del director de orquesta Edward Downes (en la fotografia de la derecha) y de su mujer, asistidos por la asociación Dignitas, Times Online ha recuperado un reportaje de su corresponsal en Zurich, Roger Boyes, en donde se descubren algunos particulares sobre el modo de operar de esta que algunos medios llaman, faltando a la exactitud, “clínica”.
La aparición de restos óseos en el lago de Zurich, en la llamada Costa Dorada, produjo el año pasado intranquilidad entre las autoridades y entre los acomodados vecinos de la zona. Aunque la policía no encontró evidencias para incriminar a nadie por estos restos, el Departamento de Recogida de Basuras, Agua y Energía envió a Dignitas una comunicación previniéndole de que el exceso de desechos provenientes de cadáveres humanos podría contravenir la normativa ambiental de la región. “Las encuestas de opinión suelen mostrar que el 60% o más de los ciudadanos suizos aprueban el suicidio asistido para los que sufren enfermedades terminales o serios impedimentos, pero la aprobación se disuelve rápidamente si aquél se realiza frente a sus casas”, concluye Boyes.
Soraya Wernli (en la fotografia de la derecha), antigua secretaria general de Dignitas que renunció por razones éticas y económicas, calcula que en los últimos años han ido a parar al lago los restos de cerca de 300 clientes de la organización. El reportaje de Times Online explica que, tras la muerte asistida, la policía y un médico se personan en el lugar para retirar el vídeo que obligatoriamente debe hacerse de los momentos finales del fallecido, para confirmar que ha procedido por propia voluntad; simultáneamente, una ambulancia retira el cuerpo y lo traslada al Instituto Forense de Zurich y de seguidas al lugar donde se procede a la cremación. “Son los restos que no reclaman ni la familia ni los amigos los que se cree que Dignitas tira”, precisa el artículo.
Dura agonía
Según el texto, el suicidio asistido no es tan sereno como parece. El año pasado Dignitas tuvo dificultades para conseguir las dosis de 15 gramos de pentobarbital de sodio que administraba a sus clientes para lograr una muerte rápida, y recurrió en consecuencia a inhalaciones de helio. Al examinar los vídeos de los fallecidos por este sistema, la policía y la fiscalía suiza quedaron impresionadas por la agonía que se prolongaba cerca de una hora entre estertores y espasmos de los pacientes.
Por otro lado, y aunque la ley suiza exige que quien decide recurrir al suicidio asistido debe haber sido visitado al menos en un par de ocasiones por un médico, Wernli revela que no siempre las cosas funcionan así. “Algunos extranjeros –alemanes e ingleses– podrían haber llegado a Zurich en la mañana, haber sido llevados ante el médico y a media tarde estar ya muertos”, relata la ex directiva de Dignitas. Junto a esto, el caso del joven Daniel James, un jugador de rugby de 23 años que quedó paralizado tras un accidente, introdujo el precedente de poner el suicidio asistido a disposición de enfermos no terminales.
Un “nuevo Caronte”
La figura de Ludwig Minelli (en la fotografia el primero por la derecha), director de Dignitas, despierta muchas suspicacias a las que se refiere el reportaje de Times Online. Al contrario de lo que pudiera creerse, Minelli no es médico, sino un periodista y abogado retirado, de 75 años, que dice no tener fines de lucro, aunque admite llevar la organización con la firmeza de un “dictador benigno”.
No todos afirman el desinterés del trabajo de Minelli: Gerhard Fischer, del Partido Evangélico (una influyente fuerza política de la Suiza germanoparlante), ha declarado que “esto se ha salido de control. Soy granjero y para inyectar a un becerro debo hacer primero un curso, y sin embargo no se pide nada para mandar a un ser humano a la muerte. Se ha convertido todo en un negocio”.
Boyes sostiene que la experiencia de Minelli como periodista le ha servido para neutralizar la atención de los medios indeseados —y así, por ejemplo, sólo concede entrevistas cuando está seguro de que no averiguarán más de la cuenta—, pero que es sobre todo su destreza como abogado la que le ha servido para vadear los obstáculos legales y dar siempre una apariencia de respetar las normas.
Lo cierto, sin embargo, es que Dignitas no publica cifras desde 2004, aduciendo el respeto a la privacidad de sus clientes y el derecho que tienen a decidir sobre su propia muerte. Wernli ha acusado a Minelli de cobrar a cada suicida 3.500 euros, cifra que representa una notable ganancia respecto de los 5 euros que cuesta la dosis de pentobarbital. Sin embargo, el reportaje de Boyes parece concederle su falta de interés por enriquecerse, y aventura la tesis de que “la reticencia de Minelli a ser transparente con el dinero derive probablemente de su deseo de controlarlo todo”. Boyes llama en su apoyo el testimonio de un médico suizo que no identifica: “Este hombre no está por el dinero: se trata, en cambio, de tener poder sobre la vida y la muerte. Es como el mítico barquero de la laguna Estigia, transportando a las personas a la otra orilla. ¿Y con qué se le pagaba a aquel barquero? Sólo con una moneda”.
El reportaje de Times puede verse en: http://www.timesonline.co.uk/tol/life_and_style/health/article5006805.ece
La aparición de restos óseos en el lago de Zurich, en la llamada Costa Dorada, produjo el año pasado intranquilidad entre las autoridades y entre los acomodados vecinos de la zona. Aunque la policía no encontró evidencias para incriminar a nadie por estos restos, el Departamento de Recogida de Basuras, Agua y Energía envió a Dignitas una comunicación previniéndole de que el exceso de desechos provenientes de cadáveres humanos podría contravenir la normativa ambiental de la región. “Las encuestas de opinión suelen mostrar que el 60% o más de los ciudadanos suizos aprueban el suicidio asistido para los que sufren enfermedades terminales o serios impedimentos, pero la aprobación se disuelve rápidamente si aquél se realiza frente a sus casas”, concluye Boyes.
Soraya Wernli (en la fotografia de la derecha), antigua secretaria general de Dignitas que renunció por razones éticas y económicas, calcula que en los últimos años han ido a parar al lago los restos de cerca de 300 clientes de la organización. El reportaje de Times Online explica que, tras la muerte asistida, la policía y un médico se personan en el lugar para retirar el vídeo que obligatoriamente debe hacerse de los momentos finales del fallecido, para confirmar que ha procedido por propia voluntad; simultáneamente, una ambulancia retira el cuerpo y lo traslada al Instituto Forense de Zurich y de seguidas al lugar donde se procede a la cremación. “Son los restos que no reclaman ni la familia ni los amigos los que se cree que Dignitas tira”, precisa el artículo.
Dura agonía
Según el texto, el suicidio asistido no es tan sereno como parece. El año pasado Dignitas tuvo dificultades para conseguir las dosis de 15 gramos de pentobarbital de sodio que administraba a sus clientes para lograr una muerte rápida, y recurrió en consecuencia a inhalaciones de helio. Al examinar los vídeos de los fallecidos por este sistema, la policía y la fiscalía suiza quedaron impresionadas por la agonía que se prolongaba cerca de una hora entre estertores y espasmos de los pacientes.
Por otro lado, y aunque la ley suiza exige que quien decide recurrir al suicidio asistido debe haber sido visitado al menos en un par de ocasiones por un médico, Wernli revela que no siempre las cosas funcionan así. “Algunos extranjeros –alemanes e ingleses– podrían haber llegado a Zurich en la mañana, haber sido llevados ante el médico y a media tarde estar ya muertos”, relata la ex directiva de Dignitas. Junto a esto, el caso del joven Daniel James, un jugador de rugby de 23 años que quedó paralizado tras un accidente, introdujo el precedente de poner el suicidio asistido a disposición de enfermos no terminales.
Un “nuevo Caronte”
La figura de Ludwig Minelli (en la fotografia el primero por la derecha), director de Dignitas, despierta muchas suspicacias a las que se refiere el reportaje de Times Online. Al contrario de lo que pudiera creerse, Minelli no es médico, sino un periodista y abogado retirado, de 75 años, que dice no tener fines de lucro, aunque admite llevar la organización con la firmeza de un “dictador benigno”.
No todos afirman el desinterés del trabajo de Minelli: Gerhard Fischer, del Partido Evangélico (una influyente fuerza política de la Suiza germanoparlante), ha declarado que “esto se ha salido de control. Soy granjero y para inyectar a un becerro debo hacer primero un curso, y sin embargo no se pide nada para mandar a un ser humano a la muerte. Se ha convertido todo en un negocio”.
Boyes sostiene que la experiencia de Minelli como periodista le ha servido para neutralizar la atención de los medios indeseados —y así, por ejemplo, sólo concede entrevistas cuando está seguro de que no averiguarán más de la cuenta—, pero que es sobre todo su destreza como abogado la que le ha servido para vadear los obstáculos legales y dar siempre una apariencia de respetar las normas.
Lo cierto, sin embargo, es que Dignitas no publica cifras desde 2004, aduciendo el respeto a la privacidad de sus clientes y el derecho que tienen a decidir sobre su propia muerte. Wernli ha acusado a Minelli de cobrar a cada suicida 3.500 euros, cifra que representa una notable ganancia respecto de los 5 euros que cuesta la dosis de pentobarbital. Sin embargo, el reportaje de Boyes parece concederle su falta de interés por enriquecerse, y aventura la tesis de que “la reticencia de Minelli a ser transparente con el dinero derive probablemente de su deseo de controlarlo todo”. Boyes llama en su apoyo el testimonio de un médico suizo que no identifica: “Este hombre no está por el dinero: se trata, en cambio, de tener poder sobre la vida y la muerte. Es como el mítico barquero de la laguna Estigia, transportando a las personas a la otra orilla. ¿Y con qué se le pagaba a aquel barquero? Sólo con una moneda”.
El reportaje de Times puede verse en: http://www.timesonline.co.uk/tol/life_and_style/health/article5006805.ece
miércoles, 22 de julio de 2009
Eugene Buzz Aldrin, el astronauta que celebró «la cena del Señor» en la Luna
Llevó un kit con pan, vino y un cáliz, que aún se conserva en Estados Unidos, y dejó sobre la superficie lunar un texto manuscrito con versículos del salmo 8
22 de julio de 2009.-Fue durante su segunda noche en el satélite. Eugene Buzz Aldrin (en las fotografias), de confesión presbiteriana, extrajo una cajita que contenía pan y vino; se recogió en oración; leyó el versículo de san Juan 15, 5 –«Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece unido a mí y yo en él, da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada»– y consumió las dos especies. Lo relata el propio astronauta en el libro que publicó en 1973, «Regreso a la Tierra», y lo ha recordado en estos días en el diario «USA Today» el pastor Mark Cooper, de la parroquia presbiteriana de Webster (Tejas), a la que asistía Aldrin. «Después trajo el pequeño cáliz de plata que empleó, y lo tenemos guardado a buen recaudo en la parroquia», afirma Cooper.
(Álex Navajas - Nicolás de Cárdenas / La Razón / Religión en Libertad/ Escuchar la Voz del Señor) Eugene Buzz Aldrin conmemoró lo que en la fe presbiteriana se conoce como «la cena del Señor». Esto es, un rito en el que se come pan y vino como símbolo de la presencia espiritual de Cristo (Los católicos, en la eucaristía, celebran la presencia real -no simbólica- de Cristo).
Aldrin celebró de manera privada esta ritual, con ayuda de una pequeña forma de pan, unas gotas de vino y un cáliz que le procuraron en la Iglesia presbiteriana de Webster, en Texas. Según describió Aldrin, «abrí los pequeños envoltorios de plástico que contenían el pan y el vino. Vertí el vino en el caliz que me dieron en mi parroquia. En la gravedad de la luna, el vino se rizó lentamente y se deslizó por el borde del copón. Entonces, leí en la Escritura: 'Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante'. Comí la pequeña hostia y bebí el vino. Dí gracias por la inteligencia y el espíritu que habían llevado a dos jóvenes pilotos al Mar de la Serenidad. Fue interesante pensar: el primer líquido jamás bebido en la luna y el primer alimento comido allí, fueron las especies de la comunión».
Pero, además, el astronauta presbiteriano portaba un trozo de papel en el que había garabateado algunos versículos del salmo 8: «Cuando veo los cielos, obra de tus manos, la Luna y las estrellas que creaste, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano para que de él te preocupes?». Aldrin posó el papel sobre la superficie del satélite y regresó a la nave.
El católico Michael Collins, otro de los integrantes del Apolo 11, también quiso dejar constancia de su fe. En una de las paredes internas de la nave dejó escrito: «Nave espacial 107. La mejor creada. Que Dios la bendiga».
Además, en la pequeña placa de silicona que quedó en la luna, firmado por cuatro presidentes de los EEUU y otros 73 líderes mundiales, siete de ellos hicieron referencias a Dios. fueron los presidentes de Brasil, Irlanda, Vietnam del Sur y Malasia; el rey Balduíno de Bélgica, el Papa Pablo VI y el Sah de Irán.
Sin embargo, los astronautas se vieron obligados a realizar todas sus prácticas religiosas con una gran discreción, porque la NASA no veía con buenos ojos estos gestos. Un año antes, en 1968, la misión del Apolo 8 había logrado su objetivo de orbitar diez veces la Luna a lo largo de 20 horas. Era la víspera de Navidad, el 24 de diciembre por la noche, y sus tres tripulantes, Frank Borman, Jim Lovell y Bill Anders, realizaron una sorprendente conexión en directo con los canales de televisión de todo el mundo. «Estamos cerca de la Luna y, para todos los que nos siguen desde la Tierra, la tripulación del Apolo 8 tiene un mensaje que le gustaría compartir: “En el principio, Dios creó el cielo y la Tierra”», comenzó a leer Anders. Era el inicio del libro del Génesis, que prosiguieron leyendo los tres astronautas en turnos hasta el versículo 15. «Y Dios hizo dos lumbreras grandes, la mayor para gobierno del día y la menor para gobierno de la noche», continuaron. «Buenas noches, buena suerte, feliz Navidad y que Dios les bendiga a todos», fue la conclusión de su conexión en directo. Este gesto enfureció a Madalyn Murray O’ Hair, una conocida activista atea, quien demandó a la NASA. El auto fue desestimado por la Corte Suprema, pero la agencia espacial exigió a sus astronautas desde ese momento una mayor «contención» religiosa.
Una Biblia en microfilm
Pero las advertencias de la agencia espacial no amedrentaron a los astronautas. En enero de 1971, dos de los tripulantes del Apolo 14, Shepard y Mitchell, depositaron sobre la superficie lunar un paquete que contenía la Biblia en microfilm y el primer versículo del Génesis en 16 idiomas. Seis meses más tarde, durante la misión del Apolo 15, James B. Irwin, tras caminar sobre la Luna, declaró haber «sentido el poder de Dios como jamás lo había sentido antes». En 1998, John Glenn, que regresó al espacio después de 36 años, declaró: «Para mí es imposible contemplar toda la creación y no creer en Dios». Quien sabe, quizás haya que estar en la Luna para encontrarse con el Señor...
«Soy el obispo de la luna»
Según relatan las crónicas de la época, monseñor William D. Borders se declaró a sí mismo en 1969 como «el obispo de la Luna». No, el prelado no sufría ningún tipo de demencia, sino que, más bien, poseía un fino sentido del humor. En 1968 fue ordenado obispo y se le asignó la diócesis de Orlando (Florida), que comprende la estación espacial de Cabo Cañaveral. Poco después del alunizaje del Apolo XI, los obispos estadounidenses realizaron su visita «ad limina» al Papa Pablo VI. Cuando le llegó el turno a monseñor Borders de cumplimentar al Pontífice, el obispo de Orlando le dijo: «Sabe, Santo Padre, soy el obispo de la Luna». Pablo VI le miró perplejo, pero el prelado le explicó que, según el Código de Derecho Canónigo, él era, «de facto», el ordinario de este «nuevo territorio descubierto».
Una Biblia en microfilm
Pero las advertencias de la agencia espacial no amedrentaron a los astronautas. En enero de 1971, dos de los tripulantes del Apolo 14, Shepard y Mitchell, depositaron sobre la superficie lunar un paquete que contenía la Biblia en microfilm y el primer versículo del Génesis en 16 idiomas. Seis meses más tarde, durante la misión del Apolo 15, James B. Irwin, tras caminar sobre la Luna, declaró haber «sentido el poder de Dios como jamás lo había sentido antes». En 1998, John Glenn, que regresó al espacio después de 36 años, declaró: «Para mí es imposible contemplar toda la creación y no creer en Dios». Quien sabe, quizás haya que estar en la Luna para encontrarse con el Señor...
«Soy el obispo de la luna»
Según relatan las crónicas de la época, monseñor William D. Borders se declaró a sí mismo en 1969 como «el obispo de la Luna». No, el prelado no sufría ningún tipo de demencia, sino que, más bien, poseía un fino sentido del humor. En 1968 fue ordenado obispo y se le asignó la diócesis de Orlando (Florida), que comprende la estación espacial de Cabo Cañaveral. Poco después del alunizaje del Apolo XI, los obispos estadounidenses realizaron su visita «ad limina» al Papa Pablo VI. Cuando le llegó el turno a monseñor Borders de cumplimentar al Pontífice, el obispo de Orlando le dijo: «Sabe, Santo Padre, soy el obispo de la Luna». Pablo VI le miró perplejo, pero el prelado le explicó que, según el Código de Derecho Canónigo, él era, «de facto», el ordinario de este «nuevo territorio descubierto».
La amistad nos sacraliza / Autor: Renan Félix, consagrado y seminarista de la Comunidad Canción nueva
22 de julio de 2009.-(Comunidad Canción Nueva) Siempre creí en el valor de una amistad. Amigo es algo tan sagrado al corazón de Dios, que Jesús tuvo sus amigos e hizo cuestión de manifestar que ellos eran importantes en sus vidas, mas que con palabras, sino con actos. Fue por Lázaro, su amigo, que él lloró y demostró lo más intimó de su humanidad: él lo amaba. (Jn 11, 5).
Jesús nos deja el ejemplo y nos muestra cuanto un amigo es importante en nuestras vidas. Era en la casa de Lázaro, en Betania, que él descansaba e iba para restaurarse y refugiarse.
Una amistad parte del principio de comunión de dos personas. Comunión que no depende de la misma forma de pensar, de semejanzas, pero que depende de una comunión de corazón por sobre todo. Un amigo mas que parecido contigo, es quien tiene la capacidad de verte como tú eres. De percibir en tu linda sonrisa la tristeza de tu alma. De percibir que aun con miedo, tú eres capaz de continuar e ir más allá. De mostrarte el camino y acompañarte cuando este se vuelva difícil, estando siempre listo para levantarte cuando caigas.
Delante de una amistad verdadera corremos un grande riesgo: el riesgo de crecer. Una amistad verdadera nos depara con nuestras limitaciones y nos da el coraje de ir más allá de ellas.
En la mirada, puedes percibir una amistad. Por eso, no necesita ser proclamada. Ese percibir pasa más allá del proclamar y del estar cerca. Se ve en la forma de hablar, en la mirada preocupada, en la ansiedad de la llegada y en el dolor de la partida.
La distancia y el tiempo no son impedimentos . Si los amigos permanecen lejos uno del otro parece que fue una eternidad, pero cuando se encuentran parece que fue ayer la ultima sonrisa. Es el corazón que determina, es él que hace el tiempo parar o correr delante un amigo.
Mas que saber ser amigo en el dolor, un amigo sabe serlo en la alegría. Él se alegra con las victorias y realizaciones del otro. Él llora, sufre, espera y ama con él.
Dios me concedió la gracia de tener pocos, pero grandes amigos. Personas que son capaces de entrar en lo que hay de más sagrado en mí y quitar lo mejor. De levantarme cuando caigo y de siempre mostrarme el horizonte. Cuando sufro, sufro con ellos y por ellos. Cuando me alegro es la alegría de ellos que me emociona. Es con ellos que experimento el amor y cuidado de Dios.
El amigo es algo sagrado al corazón de Dios. La amistad nos sacraliza. Gracias, amigo, por hacer parte de lo que hay de sagrado en mí.
Dios te bendiga.
22 de julio de 2009.-(Comunidad Canción Nueva) Siempre creí en el valor de una amistad. Amigo es algo tan sagrado al corazón de Dios, que Jesús tuvo sus amigos e hizo cuestión de manifestar que ellos eran importantes en sus vidas, mas que con palabras, sino con actos. Fue por Lázaro, su amigo, que él lloró y demostró lo más intimó de su humanidad: él lo amaba. (Jn 11, 5).
Jesús nos deja el ejemplo y nos muestra cuanto un amigo es importante en nuestras vidas. Era en la casa de Lázaro, en Betania, que él descansaba e iba para restaurarse y refugiarse.
Una amistad parte del principio de comunión de dos personas. Comunión que no depende de la misma forma de pensar, de semejanzas, pero que depende de una comunión de corazón por sobre todo. Un amigo mas que parecido contigo, es quien tiene la capacidad de verte como tú eres. De percibir en tu linda sonrisa la tristeza de tu alma. De percibir que aun con miedo, tú eres capaz de continuar e ir más allá. De mostrarte el camino y acompañarte cuando este se vuelva difícil, estando siempre listo para levantarte cuando caigas.
Delante de una amistad verdadera corremos un grande riesgo: el riesgo de crecer. Una amistad verdadera nos depara con nuestras limitaciones y nos da el coraje de ir más allá de ellas.
En la mirada, puedes percibir una amistad. Por eso, no necesita ser proclamada. Ese percibir pasa más allá del proclamar y del estar cerca. Se ve en la forma de hablar, en la mirada preocupada, en la ansiedad de la llegada y en el dolor de la partida.
La distancia y el tiempo no son impedimentos . Si los amigos permanecen lejos uno del otro parece que fue una eternidad, pero cuando se encuentran parece que fue ayer la ultima sonrisa. Es el corazón que determina, es él que hace el tiempo parar o correr delante un amigo.
Mas que saber ser amigo en el dolor, un amigo sabe serlo en la alegría. Él se alegra con las victorias y realizaciones del otro. Él llora, sufre, espera y ama con él.
Dios me concedió la gracia de tener pocos, pero grandes amigos. Personas que son capaces de entrar en lo que hay de más sagrado en mí y quitar lo mejor. De levantarme cuando caigo y de siempre mostrarme el horizonte. Cuando sufro, sufro con ellos y por ellos. Cuando me alegro es la alegría de ellos que me emociona. Es con ellos que experimento el amor y cuidado de Dios.
El amigo es algo sagrado al corazón de Dios. La amistad nos sacraliza. Gracias, amigo, por hacer parte de lo que hay de sagrado en mí.
Dios te bendiga.
Profundiza más en el tema de la amistad, también con Renan Félix, en la siguiente meditación en vídeo:
Características del Amor / Autora : Claudia Elizabeth Orozco
22 de julio de 2009.- (ALMAS) El hablar del amor es tema francamente interminable, porque no se agota en lo cognoscible, sino que invita a la experimentación, y ésta puede ser tan distinta como humanos y personalidades hay en la tierra.
Querer definir al amor es imposible por su naturaleza libre y excelsa. Sin embargo, si podemos dar pincelazos sobre las características que detallan toda forma de amor. Éstas son:
Reciprocidad
En su primera Encíclica “Deus caritas est”, el Papa Benedicto XVI menciona: “Quien quiere dar amor, debe a su vez recibirlo como un don”. La reciprocidad implica el buscar el bien del ser amado y recibirlo de regreso no de una manera interesada, sino por consecuencia del don otorgado; haciendo así posible una relación interpersonal (entre personas), no sólo unilateral (subjetiva, aislada).
Gratuidad
22 de julio de 2009.- (ALMAS) El hablar del amor es tema francamente interminable, porque no se agota en lo cognoscible, sino que invita a la experimentación, y ésta puede ser tan distinta como humanos y personalidades hay en la tierra.
Querer definir al amor es imposible por su naturaleza libre y excelsa. Sin embargo, si podemos dar pincelazos sobre las características que detallan toda forma de amor. Éstas son:
Reciprocidad
En su primera Encíclica “Deus caritas est”, el Papa Benedicto XVI menciona: “Quien quiere dar amor, debe a su vez recibirlo como un don”. La reciprocidad implica el buscar el bien del ser amado y recibirlo de regreso no de una manera interesada, sino por consecuencia del don otorgado; haciendo así posible una relación interpersonal (entre personas), no sólo unilateral (subjetiva, aislada).
Gratuidad
Nuestro Papa nos continúa diciendo: “El amor es posible sólo porque no es una mera exigencia: el amor puede ser porque antes es dado.” Esto se entiende como que el amor nos demanda dar pero también aceptar la entrega del otro, como el amor de amistad. En la amistad hay un “compromiso con la voluntad, una elección deliberada del bien del otro, una comunión fraterna o filial”.
Alteridad
En la misma Carta Encíclica, Dios es amor, se dice: “el amor es éxtasis, pero no en el sentido de arrebato momentáneo, sino como un camino permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, hacia el reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Dios.” Dice Jean Laffite que la alteridad es la “unión que busca y la alegría del descubrimiento en la diferencia.” Es decir, el amar verdaderamente implica un encuentro con el otro que me hace descubrirme a mí mismo.
Compromiso
Jean Laffite afirma que “el verdadero amor no puede olvidarse de la voluntad”. La voluntad en el amor implica el querer el bien del otro. El Maestro del Amor nos enseña la forma más excelsa de entrega y compromiso a través de “su muerte en la Cruz, [en la que] se realiza ese ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical”.
Nosotros, humildes aprendices del amor, estamos llamados al compromiso con el próximo: “El amor al prójimo no se reduce a una actitud genérica y abstracta, poco exigente en sí misma, sino que requiere mi compromiso práctico aquí y ahora.”
Alteridad
En la misma Carta Encíclica, Dios es amor, se dice: “el amor es éxtasis, pero no en el sentido de arrebato momentáneo, sino como un camino permanente, como un salir del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí y, precisamente de este modo, hacia el reencuentro consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Dios.” Dice Jean Laffite que la alteridad es la “unión que busca y la alegría del descubrimiento en la diferencia.” Es decir, el amar verdaderamente implica un encuentro con el otro que me hace descubrirme a mí mismo.
Compromiso
Jean Laffite afirma que “el verdadero amor no puede olvidarse de la voluntad”. La voluntad en el amor implica el querer el bien del otro. El Maestro del Amor nos enseña la forma más excelsa de entrega y compromiso a través de “su muerte en la Cruz, [en la que] se realiza ese ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical”.
Nosotros, humildes aprendices del amor, estamos llamados al compromiso con el próximo: “El amor al prójimo no se reduce a una actitud genérica y abstracta, poco exigente en sí misma, sino que requiere mi compromiso práctico aquí y ahora.”
«Esos muchachos han aprendido de nosotros a jugar con el sexo, a ignorar la compasión» / Autor: + Fr. Santiago Agrelo, Arzobispo de Tánger
Niñatos… y niñatos
22 de julio de 2009.- (Religión Digital) Supongo que mucha gente se sentiría más a gusto si de los agresores de Baena y de Isla Cristina –trece violadores para dos niñas- se pudiese decir que son ‘rumanos’, ‘gitanos’, ‘negros’, ‘hijos de familias desestructuradas’, ‘jóvenes procedentes de ambientes marginales’, ‘drogadictos’, ‘sudakas’, ‘moros’ o ‘curas’. Dado que esos no estaban allí para cargar con el escarnio, había que señalar otra categoría de perfil despreciable, y nos pareció apropiada la de “niñatos”, neologismo que parece definir niños viciados, depravados, perdidos, practicantes precoces de “violencia de género”. Al llamarles «niñatos», hemos bosquejado la imagen de unos chicos que nada tienen que ver con nosotros, y que, siendo lo que son, no es tan inexplicable que hayan podido hacer lo que han hecho.
Inventamos palabras para ausentarnos de lo que no nos gusta y negar lo que nos supera, pero la realidad es que estamos hablando de adolescentes a quienes entre todos hicimos a nuestra imagen y semejanza. Huiremos, pero no dejaremos de ser el árbol en que han madurado esos frutos amargos. Por mucho que lo intentemos, no podemos olvidar que esos trece muchachos han aprendido de nosotros a jugar con el sexo, a despreciar la ternura, a ignorar la compasión, a vejar la dignidad del otro, a profanar sus lágrimas, a idolatrar el poder, a humillar a los indefensos. En la hora de las promesas engañosas, a todos prometimos libertad sin fronteras: “Deja de preocuparte. Disfruta de la vida”. Ahora, en la hora de la verdad, sólo les ofrecemos la cárcel.
Hay niñatos y niñatos. El del diccionario es un “ternero que se encuentra en el vientre de una vaca muerta”. Mucho me temo que para éste, nuestra sociedad reclamaría atención y cuidados más cuerdos de los que parece dispuesta a exigir para sus propios hijos.
22 de julio de 2009.- (Religión Digital) Supongo que mucha gente se sentiría más a gusto si de los agresores de Baena y de Isla Cristina –trece violadores para dos niñas- se pudiese decir que son ‘rumanos’, ‘gitanos’, ‘negros’, ‘hijos de familias desestructuradas’, ‘jóvenes procedentes de ambientes marginales’, ‘drogadictos’, ‘sudakas’, ‘moros’ o ‘curas’. Dado que esos no estaban allí para cargar con el escarnio, había que señalar otra categoría de perfil despreciable, y nos pareció apropiada la de “niñatos”, neologismo que parece definir niños viciados, depravados, perdidos, practicantes precoces de “violencia de género”. Al llamarles «niñatos», hemos bosquejado la imagen de unos chicos que nada tienen que ver con nosotros, y que, siendo lo que son, no es tan inexplicable que hayan podido hacer lo que han hecho.
Inventamos palabras para ausentarnos de lo que no nos gusta y negar lo que nos supera, pero la realidad es que estamos hablando de adolescentes a quienes entre todos hicimos a nuestra imagen y semejanza. Huiremos, pero no dejaremos de ser el árbol en que han madurado esos frutos amargos. Por mucho que lo intentemos, no podemos olvidar que esos trece muchachos han aprendido de nosotros a jugar con el sexo, a despreciar la ternura, a ignorar la compasión, a vejar la dignidad del otro, a profanar sus lágrimas, a idolatrar el poder, a humillar a los indefensos. En la hora de las promesas engañosas, a todos prometimos libertad sin fronteras: “Deja de preocuparte. Disfruta de la vida”. Ahora, en la hora de la verdad, sólo les ofrecemos la cárcel.
Hay niñatos y niñatos. El del diccionario es un “ternero que se encuentra en el vientre de una vaca muerta”. Mucho me temo que para éste, nuestra sociedad reclamaría atención y cuidados más cuerdos de los que parece dispuesta a exigir para sus propios hijos.
Gilda y Rodrigo, padres de un niño con Trisomía 13 que vivió 16 días: "Juan Pablo Ernesto es la más grande bendición, el mejor hijo que Dios nos pudo regalar"
20 de julio de 2009.- (Gilda Arrúa - Rodrigo Verón / http://www.juanpablito.com/) El 28 de enero de 2008 a las 5 de la mañana mamá Gilda y papá Rodrigo confirmaron con una prueba de embarazo que Juan Pablo Ernesto estaba en camino. Que gran felicidad!!! La alegría se multiplicó al contarle la hermosa noticia a los abuelos, tíos y primito y luego a los amigos y amigas. Juanpi llegaba para cambiar la vida de sus padres…Todo lo que hacíamos segundo a segundo era pensando en ofrecerle lo mejor a Juan Pablo: cada día era un nuevo empezar con la alegría de la llegada del principito.
Otro día 28, el 28 de junio, en una ecografía de rutina, el ecógrafo observó que el corazón de Juan Pablo tenia anomalías, por lo que posteriormente debimos realizarnos varias ecocardiografías aquí en Paraguay como en el Brasil, además de consultar con varios/as cardiologos/as pediátricos, con padres de familia así como contactar a través de internet con profesionales y amigos de Brasil y Estados Unidos.
Luego de tener el último resultado de la ecocardio realizada en Brasil, y tras consultar con varios médicos, emprendimos una campaña para llevar a nuestro bebé a que nazca y sea operado en el Hospital de Niños de Boston, con el lema de hacer lo “humanamente posible” como padres y dejar el resto en manos de Dios. Fue así como se inició la campaña “Ayudemos a Juan Pablito”, con una respuesta asombrosa de solidaridad y amor de tantos seres humanos a los cuáles agradeceremos eternamente.
Fueron días en los que Juanpi nos mostró tantas cosas: las alcancías que llegaban a casa llenas de monedas, la organización de los eventos, los emails y las llamadas de solidaridad de tanta gente, recibir a personas que no conocíamos que iban a nuestro departamento a llevar su aporte, estar hasta casi las 3 de la madrugada con todo el trabajo de los eventos, la angustia de no saber si llegar a la meta sería posible, y al mismo tiempo la esperanza de que Juan Pablo iba a hacer posible todo.
Viajamos a Boston gracias al amor de la gente. Tras los primeros análisis en la maternidad y en el Hospital de Niños el cardiologo pediatrico nos invitó a participar de un estudio de investigación al que gustosos aceptamos para ayudar a otros niños (Resonancia Magnetica para estudiar el cerebro de niños con cardiopatías congenitas). Confirmamos que estos estudios se realizarían el lunes 25 ya que lo más pronto posible queríamos verificar que Juan Pablo estuviese bien
En el camino que nos tocó recorrer junto a nuestro amado Juanpi, hemos experimentado todo tipo de tratos y reacciones de parte de profesionales de la salud. Gracias a Dios siempre para nosotros han sobresalido los médicos de mucha humanidad que nos han devuelto la confianza en que los médicos estudian esta carrera por una causa noble. Sin embargo también nos hemos encontrado con médicos a los que solo le importan el dinero y su posición como profesionales. Es por eso que pedimos de todo corazón a los médicos que se encuentran ante el caso de unos padres con un bebé o niño con problemas de salud (llamese problemas de salud congénitos o cromósomicos) que recuerden cuál es la verdadera razón por la qué son médicos.
Agradecemos por este medio a los médicos que nos han atendido con tanta humanidad, médicos que han demostrado a la par su profesionalidad y humanidad, caracteristicas que para nosotros siempre van de la mano. Gracias a los médicos del departamento de cardiología del Hospital de Niños de Boston, ejemplos para nosotros de como deben ser lo doctores que atienden a niños y a sus padres.
Visita la página http://www.juanpablito.com/
20 de julio de 2009.- (Gilda Arrúa - Rodrigo Verón / http://www.juanpablito.com/) El 28 de enero de 2008 a las 5 de la mañana mamá Gilda y papá Rodrigo confirmaron con una prueba de embarazo que Juan Pablo Ernesto estaba en camino. Que gran felicidad!!! La alegría se multiplicó al contarle la hermosa noticia a los abuelos, tíos y primito y luego a los amigos y amigas. Juanpi llegaba para cambiar la vida de sus padres…Todo lo que hacíamos segundo a segundo era pensando en ofrecerle lo mejor a Juan Pablo: cada día era un nuevo empezar con la alegría de la llegada del principito.
Otro día 28, el 28 de junio, en una ecografía de rutina, el ecógrafo observó que el corazón de Juan Pablo tenia anomalías, por lo que posteriormente debimos realizarnos varias ecocardiografías aquí en Paraguay como en el Brasil, además de consultar con varios/as cardiologos/as pediátricos, con padres de familia así como contactar a través de internet con profesionales y amigos de Brasil y Estados Unidos.
Campaña para ir a Boston
Luego de tener el último resultado de la ecocardio realizada en Brasil, y tras consultar con varios médicos, emprendimos una campaña para llevar a nuestro bebé a que nazca y sea operado en el Hospital de Niños de Boston, con el lema de hacer lo “humanamente posible” como padres y dejar el resto en manos de Dios. Fue así como se inició la campaña “Ayudemos a Juan Pablito”, con una respuesta asombrosa de solidaridad y amor de tantos seres humanos a los cuáles agradeceremos eternamente.
Fueron días en los que Juanpi nos mostró tantas cosas: las alcancías que llegaban a casa llenas de monedas, la organización de los eventos, los emails y las llamadas de solidaridad de tanta gente, recibir a personas que no conocíamos que iban a nuestro departamento a llevar su aporte, estar hasta casi las 3 de la madrugada con todo el trabajo de los eventos, la angustia de no saber si llegar a la meta sería posible, y al mismo tiempo la esperanza de que Juan Pablo iba a hacer posible todo.
Viajamos a Boston gracias al amor de la gente. Tras los primeros análisis en la maternidad y en el Hospital de Niños el cardiologo pediatrico nos invitó a participar de un estudio de investigación al que gustosos aceptamos para ayudar a otros niños (Resonancia Magnetica para estudiar el cerebro de niños con cardiopatías congenitas). Confirmamos que estos estudios se realizarían el lunes 25 ya que lo más pronto posible queríamos verificar que Juan Pablo estuviese bien
¿Aceptan acoger un niño con discapacidades?
Tras la realización de la resonancia el cardiólogo nos dijo que estaban preocupado por nuestro bebé porque había poco movimiento en la panza y escasa actividad cerebral. Rápidamente fuimos de vuelta a la maternidad para hacer un seguimiento a Juan Pablo. Jamás vamos a olvidar los rostros de la pediatra y de la ginecóloga. Sus rostros transmitían algo así como que el mundo se acababa. Nos comenzaron a hablar diciendonos que el pronóstico de Juan Pablo no era el mejor, que ellas no sabían como podía terminar todo. Poco a poco nos comenzaron a decir que podría ser que Juan Pablo tuviera otros inconvenientes además del corazón, y que en ese momento no era claro si lo más conveniente era hacer una cesarea o seguir esperando, que ambos caminos tenían riesgos complejos. Papá Rodrigo les preguntó: “¿si fuera su hijo qué harían?”
Luego de dar muchas vueltas, y decirnos que era una situación muy complicada, finalmente nos hicieron la pregunta directa que nos llegó no solo al corazón sino al alma: ¿Ustedes como familia estarían dispuestos a recibir a un niño con discapacidades? Sin dudarlo papá Rodrigo y mamá Gilda dijeron ¡¡¡OF COURSE!!! Ellas no sabían lo que habíamos luchado por nuestro hijo con tanta gente, ellas no sabían que amamos a nuestro hijo tal como era.
Luego de esa afirmación las médicas salieron para volver a reunirse con los doctores para preparar la cesárea. Mientras papá Rodrigo buscaba la forma de llamar a Paraguay ¡Mamá Gilda rompió bolsa! Después de una noche tan larga de discusiones y dudas, Juan Pablo también había hablado, estaba diciendo ¡Si quiero nacer!
Luego de dar muchas vueltas, y decirnos que era una situación muy complicada, finalmente nos hicieron la pregunta directa que nos llegó no solo al corazón sino al alma: ¿Ustedes como familia estarían dispuestos a recibir a un niño con discapacidades? Sin dudarlo papá Rodrigo y mamá Gilda dijeron ¡¡¡OF COURSE!!! Ellas no sabían lo que habíamos luchado por nuestro hijo con tanta gente, ellas no sabían que amamos a nuestro hijo tal como era.
Luego de esa afirmación las médicas salieron para volver a reunirse con los doctores para preparar la cesárea. Mientras papá Rodrigo buscaba la forma de llamar a Paraguay ¡Mamá Gilda rompió bolsa! Después de una noche tan larga de discusiones y dudas, Juan Pablo también había hablado, estaba diciendo ¡Si quiero nacer!
Nacimiento e inmediato bautismo
Primero ingresó mamá Gilda al quirófano y luego ingresó papá Rodrigo para acompañarla. Mamá Gilda estaba muy nerviosa y asustada, tantas cosas habían pasado esa tarde y en ese instante apretaba con toda su fuerza la mano de Papá Rodrigo para que le transmitiera la serenidad que necesitaba.
Y así nuestro bello Juan Pablo, nuestro hermoso principito hizo su entrada con un ligero y casi silencioso llanto mientras los doctores le decían “Hi!” y lo levantaban para que sus papás lo pudieran ver. Ya en ese momento se iniciaba la lucha, mientras papá Rodrigo dejaba a mamá Gilda para cuidar a Juan Pablo.
Mientras que Juanpi recibía los primeros cuidados, nuestro amado hijo recibió el sagrado bautismo, nuestro milagrito decía “si” a ese misterio tan grande, a nuestro Papá Dios, que hizo posible este encuentro con nuestro principito.
¡¡¡Ya podíamos ver a nuestro milagrito!!! Rodeado de cables, Juanpi luchaba por vivir, nosotros solo podíamos admirar tanta belleza junta. Una vida que irrumpió en nuestras vidas para cambiarlas por completo. Mientras papá Rodrigo estaba las 24 horas a lado de Juan Pablo, mamá Gilda iba a visitarlo a la mañana y a la tarde, desde la maternidad.
Y así nuestro bello Juan Pablo, nuestro hermoso principito hizo su entrada con un ligero y casi silencioso llanto mientras los doctores le decían “Hi!” y lo levantaban para que sus papás lo pudieran ver. Ya en ese momento se iniciaba la lucha, mientras papá Rodrigo dejaba a mamá Gilda para cuidar a Juan Pablo.
Mientras que Juanpi recibía los primeros cuidados, nuestro amado hijo recibió el sagrado bautismo, nuestro milagrito decía “si” a ese misterio tan grande, a nuestro Papá Dios, que hizo posible este encuentro con nuestro principito.
¡¡¡Ya podíamos ver a nuestro milagrito!!! Rodeado de cables, Juanpi luchaba por vivir, nosotros solo podíamos admirar tanta belleza junta. Una vida que irrumpió en nuestras vidas para cambiarlas por completo. Mientras papá Rodrigo estaba las 24 horas a lado de Juan Pablo, mamá Gilda iba a visitarlo a la mañana y a la tarde, desde la maternidad.
La Trisomía 13
Tras nacer, los médicos nos dijeron que además de los estudios cardiológicos Juanpi debía realizarse estudios cromosómicos y del cerebro. Nosotros no entendíamos bien qué ocurría, solo sabíamos que le amabamos - y le amamos - a nuestro hijo tuviera la enfermedad que tuviera. Fue así como el viernes 29 de agosto, cuando mamá Gilda esperaba feliz en la maternidad a papá Rodrigo para ir a visitar a Juanpi, llegó papá Rodrigo con lágrimas en los ojos para contar que los médicos le dijeron que un estudio preliminar indicaba que nuestro hermoso bebé padecía de Trisomía 13, una cromosopatía por la que Juan Pablo estaría poco tiempo con nosotros en la tierra.
Mamá Gilda y papá Rodrigo no se podían mantener en pie, el dolor era muy pero muy grande. Fue ahí cuando abrazados nos dimos cuenta de que Juan Pablo era nuestro hijo, nuestro milagrito de amor, viviera el tiempo que viviera. Fuimos rápido al Hospital de Niños para verlo y justo ese día mamá Gilda tuvo la ocasión de cargarlo por primera vez. Y fue nuevamente Juan Pablo quien nos dio paz, quien nos dio fuerzas para quererlo como él se merecía, como un milagrito de Dios, el mejor regalo que unos padres pueden tener.
A partir de ese día cada mañana, cada salida del sol, era un gracias a Dios por estar junto a Juan Pablo. Los segundos eran siglos para papá Rodrigo y mamá Gilda. Tan chiquito, Juanpi nos enseñaba las cosas más importantes de la vida. Con su lucha y al mismo tiempo con la sencillez con la que vivía, el amado Juan Pablito nos mostraba el amor verdadero, ese amor gratuito que es entrega, sacrificio y felicidad.
No nos cansamos de decir: Juan Pablo Ernesto es la más grande bendición, el mejor hijo que Dios nos pudo regalar. Y como humanos que somos, también sufrimos, y mucho. Sufrimos por querer que esté con nosotros físicamente, pero comprendimos cuán grande es el amor que puede superar todas las barreras.
En esos 16 días que estuvo con nosotros en la tierra, nuestro Juan Pablo cumplió su destino bueno, su destino de amor. Y en los brazos de mamá Gilda y con las caricias de papá Rodrigo, partió al cielo para cuidarnos ahora desde arriba y convertirse en nuestro padre. Fue el nacimiento espiritual de Juanpi y el renacer de una nueva vida para sus padres.
¡GRACIAS JUAN PABLO! ¡SIEMPRE ESTAS CON NOSOTROS! ¡TE AMAMOS CON TODA EL ALMA!
¡NOS VOLVEREMOS A VER EN LA ETERNIDAD!
Mensaje a los médicos
Mamá Gilda y papá Rodrigo no se podían mantener en pie, el dolor era muy pero muy grande. Fue ahí cuando abrazados nos dimos cuenta de que Juan Pablo era nuestro hijo, nuestro milagrito de amor, viviera el tiempo que viviera. Fuimos rápido al Hospital de Niños para verlo y justo ese día mamá Gilda tuvo la ocasión de cargarlo por primera vez. Y fue nuevamente Juan Pablo quien nos dio paz, quien nos dio fuerzas para quererlo como él se merecía, como un milagrito de Dios, el mejor regalo que unos padres pueden tener.
A partir de ese día cada mañana, cada salida del sol, era un gracias a Dios por estar junto a Juan Pablo. Los segundos eran siglos para papá Rodrigo y mamá Gilda. Tan chiquito, Juanpi nos enseñaba las cosas más importantes de la vida. Con su lucha y al mismo tiempo con la sencillez con la que vivía, el amado Juan Pablito nos mostraba el amor verdadero, ese amor gratuito que es entrega, sacrificio y felicidad.
No nos cansamos de decir: Juan Pablo Ernesto es la más grande bendición, el mejor hijo que Dios nos pudo regalar. Y como humanos que somos, también sufrimos, y mucho. Sufrimos por querer que esté con nosotros físicamente, pero comprendimos cuán grande es el amor que puede superar todas las barreras.
En esos 16 días que estuvo con nosotros en la tierra, nuestro Juan Pablo cumplió su destino bueno, su destino de amor. Y en los brazos de mamá Gilda y con las caricias de papá Rodrigo, partió al cielo para cuidarnos ahora desde arriba y convertirse en nuestro padre. Fue el nacimiento espiritual de Juanpi y el renacer de una nueva vida para sus padres.
¡GRACIAS JUAN PABLO! ¡SIEMPRE ESTAS CON NOSOTROS! ¡TE AMAMOS CON TODA EL ALMA!
¡NOS VOLVEREMOS A VER EN LA ETERNIDAD!
Mensaje a los médicos
En el camino que nos tocó recorrer junto a nuestro amado Juanpi, hemos experimentado todo tipo de tratos y reacciones de parte de profesionales de la salud. Gracias a Dios siempre para nosotros han sobresalido los médicos de mucha humanidad que nos han devuelto la confianza en que los médicos estudian esta carrera por una causa noble. Sin embargo también nos hemos encontrado con médicos a los que solo le importan el dinero y su posición como profesionales. Es por eso que pedimos de todo corazón a los médicos que se encuentran ante el caso de unos padres con un bebé o niño con problemas de salud (llamese problemas de salud congénitos o cromósomicos) que recuerden cuál es la verdadera razón por la qué son médicos.
La vida de un niño con trisomía 13 o 18, ya sea si fallecen en la panza de mamá o viven segundos, minutos, horas, días, meses o años, es tan VALIOSA como cualquier VIDA. Ellos tienen el mismo derecho a VIVIR como cualquier ser humano. Que vivan "poco tiempo" en esta tierra no significa que esa vida no tenga sentido, sino que por el contrario, son el ejemplo de que toda vida merece la oportunidad de vivir para cumplir su misión en esta tierra.
También les pedimos que den la oportunidad a los padres de estar con sus hijos en ese tiempo tan valioso. Que los dejen abrazarlos, que los carguen, que puedan cantarles. En un país como Estados Unidos con toda la tecnología al alcance, nosotros tuvimos la gran oportunidad de estar las 24 horas del día en terapia intensiva juntos a nuestro amado Juanpi. Eso significa que también en nuestro país se puede brindar a los padres esta posibilidad. Tener esos recuerdos de estos bebés enviados por Dios - los mejores hijos que unos padres pueden tener - es el mejor regalo que los médicos pueden dar a sus padres.
Agradecemos por este medio a los médicos que nos han atendido con tanta humanidad, médicos que han demostrado a la par su profesionalidad y humanidad, caracteristicas que para nosotros siempre van de la mano. Gracias a los médicos del departamento de cardiología del Hospital de Niños de Boston, ejemplos para nosotros de como deben ser lo doctores que atienden a niños y a sus padres.
Visita la página http://www.juanpablito.com/
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