«Era de noche. Yo estaba en mi habitación, con la puerta cerrada, y lloraba, porque no veía qué sentido tenía la vida. Entonces sentí una presencia, real. Supe que alguien estaba allí, conmigo. Era una presencia de gran poder y de gran amor… En mi interior sentí paz y amor. Noté en mi corazón una voz que me hablaba. Me decían: "Has intentado encontrar la forma de ser feliz, pleno. Siempre tú, tú, tú. Nunca me dejaste ser parte de tu vida". Supe que era Jesús. Tuve la sensación de que Dios me estaba ofreciendo su ayuda para mi vida. Y Jesús estaba vivo en la Cruz, sufría de forma horrible, yo veía la sangre y las heridas, era terrible. Y me dijo: "cuando pasé por esto, no pensaba que tu respuesta sería, simplemente, ir a misa o ayudar en la parroquia. No pasé esto sólo para que vayas a misa. Pasé esto para que seamos amigos y para ser parte de tu vida»
Video del testimonio de Jim Murphy en Madrid en 2012, con traducción al español