4 de abril de 2025.- (Camino Católico) Homilía del P. Félix Castedo y lecturas de la Santa Misa de hoy, viernes de la 4ª semana de Cuaresma, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
viernes, 4 de abril de 2025
Santa Misa de hoy, viernes de la 4ª semana de Cuaresma, 4-4-2025
4 de abril de 2025.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, viernes de la 4ª semana de Cuaresma, presidida por el P. Félix Castedo, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Misterios Dolorosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, 4-4-2025
4 de abril de 2025.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Dolorosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy, viernes, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero.
Palabra de Vida 4/4/2025: «Intentaban agarrarlo, pero todavía no había llegado su hora» / Por P. Jesús Higueras
Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 4 de abril de 2025, viernes de la 4ª semana de Cuaresma, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.
Evangelio: San Juan 7, 1- 2. 10. 25-30.:
En aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.
Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:
«¿No es este el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene».
Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó:
«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado».
Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
Adoración Eucarística con el P. José Aurelio Martín en la Basílica de la Concepción de Madrid, 4-4-2025
4 de abril de 2025.- (Camino Católico) Adoración al Santísimo Sacramento con el P. José Aurelio Martín Jiménez, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
jueves, 3 de abril de 2025
Homilía del P. Heliodoro Mira y lecturas de la Misa de hoy, jueves de la 4ª semana de Cuaresma, 3-4-2025
3 de abril de 2025.- (Camino Católico) Homilía del P. Heliodoro Mira y lecturas de la Santa Misa de hoy, jueves de la 4ª semana de Cuaresma, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Santa Misa de hoy, jueves de la 4ª semana de Cuaresma, 3-4-2025
3 de abril de 2025.- (Camino Católico) Celebración de la Santa Misa de hoy, jueves de la 4ª semana de Cuaresma, presidida por el P. Heliodoro Mira, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Misterios Luminosos del Santo Rosario desde el Santuario de Lourdes, 3-4-2025
3 de abril de 2025.- (Camino Católico).- Rezo de los Misterios Luminosos del Santo Rosario, correspondientes a hoy, jueves, desde la Gruta de Massabielle, en el Santuario de Lourdes, en el que se intercede por el mundo entero.
Palabra de Vida 3/4/2025: «Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra confianza» / Por P. Jesús Higueras
Camino Católico.- Espacio «Palabra de Vida» de 13 TV del 3 de abril de 2025, jueves de la 4ª semana de Cuaresma, presentado por el padre Jesús Higueras en el que comenta el evangelio del día.
Evangelio: San Juan 5, 31-47:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
«Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí.
Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.
Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.
Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros.
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis.
¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra confianza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?».
Adoración Eucarística con el P. Heliodoro Mira en la Basílica de la Concepción de Madrid, 3-4-2025
3 de abril de 2025.- (Camino Católico) Adoración al Santísimo Sacramento con el P. Heliodoro Mira, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
miércoles, 2 de abril de 2025
Papa Francisco en su catequesis prevista para hoy: «Cultivemos nuestro deseo de ver a Jesús, dejemos que nos encuentre la misericordia de Dios, que viene a buscarnos, en cualquier situación en la que nos hayamos perdido»
El Papa Francisco saluda a los fieles en una audiencia general en la plaza de San Pedro. La de hoy se ha cancelado por la convalecencia del Santo Padre / Foto: Vatican Media
* «Jesús quiere ir a buscar a aquellos que se sienten perdidos. Y, en realidad, el Señor Resucitado sigue descendiendo a los infiernos de hoy, a los lugares de guerra, al dolor de los inocentes, al corazón de las madres que ven morir a sus hijos, al hambre de los pobres»
2 de abril de 2025.- (Vatican News / Camino Católico).- "Cuando nos sentimos marginados o incapaces de cambiar. Cultivemos nuestro deseo de ver a Jesús y, sobre todo, dejemos que nos encuentre la misericordia de Dios, que siempre viene a buscarnos, en cualquier situación en la que nos hayamos perdido". Lo escribe el Papa Francisco en la catequesis preparada para la Audiencia General del miércoles 2 de abril de 2025, que ha sido cancelada debido a la convalecencia que observa el Pontífice en Casa Santa Marta tras su alta médica del Hospital Gemelli el domingo 23 de marzo.
El Papa reflexiona sobre el encuentro de Jesús con Zaqueo y exhorta a los fieles a no perder nunca la esperanza aunque se sientan incapaces de cambiar. El texto completo de la reflexión del Santo Padre de la Audiencia General que no se ha celebrado es el siguiente:
CATEQUESIS DEL SANTO PADRE PREPARADA PARA LA AUDIENCIA GENERAL DEL 2 DE ABRIL DE 2025
Ciclo de catequesis - Jubileo 2025. Jesucristo, nuestra esperanza
Catequesis - II. La vida de Jesús. Los encuentros. 3. Zaqueo. «¡Hoy tengo que alojarme en tu casa!» (Lc 19,5)
Queridos hermanos y hermanas:
sigamos contemplando los encuentros de Jesús con algunos personajes del Evangelio. Esta vez me gustaría detenerme en la figura de Zaqueo: un episodio que me es particularmente querido, porque ocupa un lugar especial en mi camino espiritual.
El Evangelio de Lucas nos presenta a Zaqueo como alguien que parece irremediablemente perdido. Quizá nosotros también nos sentimos así a veces: sin esperanza. Zaqueo, en cambio, descubrirá que el Señor ya lo estaba buscando.
Jesús, de hecho, bajó a Jericó, una ciudad situada por debajo del nivel del mar, considerada una imagen de los infiernos, donde Jesús quiere ir a buscar a aquellos que se sienten perdidos. Y, en realidad, el Señor Resucitado sigue descendiendo a los infiernos de hoy, a los lugares de guerra, al dolor de los inocentes, al corazón de las madres que ven morir a sus hijos, al hambre de los pobres.
Zaqueo, en cierto sentido, se ha perdido, tal vez tomó decisiones equivocadas o tal vez la vida lo puso en situaciones de las que le cuesta salir. De hecho, Lucas insiste en describir las características de este hombre: no solo es publicano, es decir, uno que recauda impuestos de sus conciudadanos para los invasores romanos, sino que es incluso el jefe de los publicanos, lo cual es como decir que su pecado se multiplica.
Lucas añade además que Zaqueo es rico, dando a entender que se ha enriquecido a costa de los demás, abusando de su posición. Pero todo esto tiene consecuencias: Zaqueo probablemente se siente excluido, despreciado por todos.
Cuando se entera de que Jesús está atravesando la ciudad, Zaqueo siente el deseo de verlo. No se atreve a imaginar un encuentro, le bastaría con mirarlo desde lejos. Sin embargo, nuestros deseos también encuentran obstáculos y no se hacen realidad automáticamente: ¡Zaqueo es de baja estatura! Es nuestra realidad, tenemos límites con los que debemos lidiar. Y luego están los demás, que a veces no nos ayudan: la multitud impide que Zaqueo vea a Jesús. Quizás sea también un poco su revancha.
Pero cuando se tiene un deseo fuerte, no se desanima. Se encuentra una solución. Pero hay que tener valor y no avergonzarse, se necesita un poco de la sencillez de los niños y no preocuparse demasiado por la propia imagen. Zaqueo, como un niño, se sube a un árbol. Debía ser un buen punto de observación, sobre todo para mirar sin ser visto, escondiéndose detrás del follaje.
Pero con el Señor siempre ocurre lo inesperado: Jesús, cuando llega allí cerca, alza la mirada. Zaqueo se siente descubierto y probablemente espera un reproche público. La gente tal vez lo habrá esperado, pero se sentirá decepcionada: Jesús le pide a Zaqueo que baje inmediatamente, casi maravillándose de verlo en el árbol, y le dice: «¡Hoy tengo tengo que alojarme en tu casa!» (Lc 19,5). Dios no puede pasar sin buscar al que está perdido.
Lucas destaca la alegría del corazón de Zaqueo. Es la alegría de quien se siente mirado, reconocido y, sobre todo, perdonado. La mirada de Jesús no es una mirada de reproche, sino de misericordia. Es esa misericordia que a veces nos cuesta aceptar, sobre todo cuando Dios perdona a quienes, en nuestra opinión, no se lo merecen. Murmuramos porque nos gustaría poner límites al amor de Dios.
En la escena en casa, Zaqueo, después de escuchar las palabras de perdón de Jesús, se levanta, como si resucitara de su condición de muerte. Y se levanta para tomar un compromiso: devolver el cuádruple de lo que ha robado. No se trata de un precio a pagar, porque el perdón de Dios es gratuito, sino del deseo de imitar a Aquel por quien se ha sentido amado. Zaqueo asume un compromiso al que no estaba obligado, pero lo hace porque entiende que esa es su forma de amar. Y lo hace combinando la legislación romana sobre el robo y la ley rabínica sobre la penitencia. Zaqueo entonces no es solo el hombre del deseo, es también alguien que sabe dar pasos concretos. Su propósito no es genérico o abstracto, sino que parte precisamente de su historia: ha mirado su vida y ha identificado el punto desde el que iniciar su cambio.
Queridos hermanos y hermanas, aprendamos de Zaqueo a no perder la esperanza, incluso cuando nos sentimos marginados o incapaces de cambiar. Cultivemos nuestro deseo de ver a Jesús y, sobre todo, dejemos que nos encuentre la misericordia de Dios, que siempre viene a buscarnos, en cualquier situación en la que nos hayamos perdido.
Francisco
Roberto Van Troi Ramírez Garza ha ejercido seis años como médico cirujano hasta que una paciente a punto de fallecer le dijo que debía ser sacerdote: «Jesús me decía: ‘Deja todo, ven y sígueme’»
A la izquierda el P. Roberto Van Troi después de un procedimiento como estudiante y a la derecha celebrando una Misa / Foto: P. Roberto Van Troi Ramírez Garza - Parroquia San Bernardo de Claraval
Camino Católico.- Roberto Van Troi Ramírez Garza cuenta a ACI Prensa que, desde los seis años, sabía que quería dedicarse a la medicina. Su vocación profesional era tan clara que no le costó nada estudiar tres años para ser técnico en rehabilitación, luego seis años en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León en México, y cuatro años más de especialidad en cirugía general, una rama que ejerció durante seis años.
Menciona que en una ocasión, con la intención de fortalecer su relación de pareja en aquel entonces, Roberto y su novia acudieron a un consejero de noviazgos, donde le recomendaron asistir a Misa todos los días. Aunque al principio le pareció una idea difícil, recuerda que, ante la crisis con su pareja, pensó: “ya intentamos todo, ya intenté todo y no puedo arreglar esto”, por lo que decidió asistir a la Eucaristía.
Fue el 5 de diciembre de 2002 cuando experimentó un cambio profundo: “ese día cambió mi vida”, recuerda con alegría.
A partir de ese momento, la Misa se convirtió en parte de su vida diaria. Señala que gracias a esa actividad “creí en Él, confié en Él, me abandoné en Él”. Aunque en un principio pensó que esto ayudaría a salvar su relación, finalmente terminó con su novia. Sin embargo, continuó asistiendo a Misa y su fe siguió creciendo.
En una ocasión, sintió que la homilía le hablaba directamente a él. Esto lo impulsó a profundizar en su fe: se inscribió en estudios bíblicos, leía libros sobre espiritualidad, se unió a la adoración nocturna y a un grupo de profesionales que visitaban enfermos, además de estudiar Teología a distancia, todo mientras ejercía su profesión con entusiasmo.
Recuerda que, aunque algunos de sus pacientes le decían que veían en él “el rostro de Cristo”, se sentía plenamente realizado como médico. No obstante, un momento especial fue cuando comenzó a acompañar a la madre de un amigo de la infancia en su proceso de cáncer. Dos semanas antes de su fallecimiento, ella le dijo: “A lo mejor soy un ángel que vengo a decirte eso”, sugiriendo que su destino estaba en el sacerdocio.
Cinco años después de su primer encuentro profundo con Jesús —cuando comenzó a ir a Misa diaria—, ingresó en 2007 al Seminario Arquidiocesano de Monterrey con 35 años. Finalmente, en agosto de 2017, fue ordenado sacerdote.
A pesar de haber renunciado a su carrera médica, asegura que no fue una decisión difícil, porque, aunque “nunca quise ser sacerdote, cuando me preguntan que si necesité mucho valor para dejar todo, les digo: más valor necesitaba para seguir”.
Desde niño había soñado con ser médico, pero con el tiempo comprendió que Dios tenía otros planes para él. “Yo no decidí, esto era mi llamado, entonces yo sólo]estoy aquí respondiendo”, explica que fue esa certeza la que lo llevó a entregarse por completo.
“Jesús me decía: ‘Deja todo, ven y sígueme’. Es increíble, yo todavía no lo entiendo. Estoy feliz, estoy contento”, afirma, convencido de que Dios lo eligió.