3 de enero de 2022.- (Camino Católico) Homilía del P. Carlos Martínez y lecturas de la Santa Misa de hoy, lunes, feria del tiempo de Navidad, emitida por 13 TV desde la Basílica de la Concepción de Madrid.
Evangelio: San Juan 1, 29-34:
Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: «Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo”. Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «Hoy los invito a la concreción. ¿Cuáles son las cosas interiores que yo creo que a Dios no le gustan? ¿Cuál es el espacio que considero sólo para mí y al que no quiero que Dios venga? Cada uno de nosotros sea concreto, y respondamos a esto. “Sí, sí, yo querría que Jesús viniera, pero esto, que esto no lo toque; y esto, no, y esto…”. Cada uno tiene su propio pecado, llamémoslo por su nombre. Y Él no se asusta de nuestros pecados: ha venido para curarnos. Al menos, hagámoselo ver, que Él vea el pecado. Seamos valientes, digamos: “Señor, yo estoy en esta situación, no quiero cambiar. Pero tú, por favor, no te alejes demasiado”. Bella oración, esta. Seamos sinceros hoy»
Evangelio: San Juan 1, 1-18:
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
* «Y María va así, hasta el calvario, meditando y custodiando, custodia y medita. Me vienen a la mente los rostros de las madres que asisten a un hijo enfermo o en dificultad. ¡Cuánto amor hay en sus ojos, que mientras lloran saben infundir motivos para esperar! La suya es una mirada consciente, sin ilusiones, y sin embargo junto al dolor y los problemas ofrece una perspectiva más amplia, la del cuidado, del amor que regenera la esperanza. Cuánto hacen las madres: saben superar obstáculos y conflictos, saben infundir paz. Así logran transformar las adversidades en oportunidades de renacimiento y en oportunidades de crecimiento. Lo hacen porque saben custodiar»
Video completo de 13 TV de la homilía del Papa traducida al español
* «Y mientras las madres donan la vida y las mujeres custodian el mundo, trabajemos todos para promover a las madres y proteger a las mujeres. ¡Cuánta violencia hay contra las mujeres! ¡Basta! Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que de una mujer ha tomado la humanidad, no de un ángel, no directamente: de una mujer. Como de una mujer, la Iglesia mujer, toma la humanidad de los hijos. Al inicio del nuevo año pongámonos bajo la protección de esta mujer, la Santa Madre de Dios que es nuestra madre»
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News traducido al español con las palabras del Papa en el Ángelus
* «Hoy se celebra el Día Mundial de la Paz. La paz ‘es tanto un don de lo alto como el fruto de un compromiso compartido’ (Mensaje para la LV Jornada Mundial de la Paz). Don de lo alto: debe ser implorada por Jesús, porque solos no somos capaces de custodiarla. Sólo podemos construir verdaderamente la paz si la tenemos en nuestro corazón, sólo si la recibimos del Príncipe de la paz. Pero la paz es también nuestro compromiso: nos pide dar el primer paso, nos pide gestos concretos. Que la Madre de Dios, Reina de la paz, al comienzo de este año obtenga la concordia para nuestros corazones y para el mundo entero»
El Papa ha recordado en su homilía que María es la mujer del «custodiar meditando», capaz de sostener ofreciendo el dolor en silencio y mostrando una fe «generadora», porque es capaz de vincular lo bueno y lo malo según la perspectiva de Dios. El Santo Padre también ha pedido acabar con la violencia contra las mujeres: «¡Basta! Herir a una mujer es ultrajar a Dios».
Evangelio: San Lucas 2, 16-21:
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacía Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto; conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.
* «Cómo es posible transformarse, en concreto, en madre de Cristo, lo explica el mismo Jesús: escuchando la Palabra y poniéndola en práctica. San Francisco de Asís nos describe el caso positivo de una verdadera y completa maternidad que nos asemeja a María: «Somos madres de Cristo -escribe- cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo por medio del divino amor y de la conciencia pura y sincera; lo generamos a través de las obras santas, ¡que deben brillar ante los demás para ejemplo!». Nosotros –viene a decir el santo- concebimos a Cristo cuando le amamos con sinceridad de corazón y con rectitud de conciencia, y le damos a luz cuando realizamos obras santas que lo manifiestan al mundo»
Vídeo completo de la transmisión en directo de Vatican News de la homilía del Papa, traducida al español
* «Él, el Unigénito, se ha hecho primogénito entre muchos hermanos, para reconducirnos a todos nosotros, perdidos y dispersos, a la Casa del Padre. Este tiempo de pandemia ha incrementado en todo el mundo el sentido de pérdida. Verdaderamente podemos y debemos decir ‘gracias a Dios’ porque la elección de la responsabilidad solidaria no viene del mundo: viene de Dios, de hecho viene de Jesucristo, que ha impreso una vez y para siempre en nuestra historia la ‘ruta’ de su vocación originaria: ser todos hermanas y hermanos, hijos del único Padre»